por Arturo Soto Munguía
¿Se acuerdan que les dijimos que las cosas se iban a poner intensas a partir de la próxima semana, una vez que sesione el Consejo Político Nacional de Morena para decidir entre otras cosas los tiempos y el método para seleccionar al candidat@ presidencial?
Nos volvimos a equivocar, ni modo.
Las cosas se están poniendo al rojo vivo desde ahora.
Los millennials no lo registrarán, pero hubo un tiempo del cual nos acordamos quienes ya no probamos aventuras fugaces y rapidines a destajo, sino pastillas para la presión arterial y cremas depiladoras para las orejas (en el mejor de los casos), en que la vida política nacional dependía de un solo partido y su Asamblea Nacional era la madre de todas las batallas, sobre todo las que se realizaban el año previo a la elección presidencial.
Aquel partido se llamaba PRI y gobernó con aciertos y errores que en el balance, lo llevaron a ser juzgado y condenado a la mínima representación hoy en día, con la un tanto siniestra paradoja de que sus verdugos se forjaron -muchos de ellos- en su longeva escuela.
Tema para, por lo menos, un ensayo y no una columna, pero el punto es que hoy la vida política nacional pende también de ese cónclave político del partido en el gobierno, donde se han desatado las pasiones y bien a bien, no se sabe qué sucederá.
A diferencia de los presidentes priistas que se guardaban la lista de ‘tapados’ hasta el penúltimo año de su gobierno, Andrés Manuel López Obrador abrió sus cartas desde 2021, tres años antes de cumplir su ciclo sexenal y en un escenario no del todo favorable, considerando sobre todo la derrota dolorosa en su principal bastión que es la Ciudad de México.
Como suele suceder con AMLO, muchos vieron en ese destape adelantado tres años una jugada magistral e inteligentísima del presidente, y muchos otros vieron el error garrafal de soltar los demonios de la disputa por el poder antes de tiempo.
Todavía no estamos en condiciones si fue una u otra cosa, pero por lo pronto varios de esos demonios ya andan sueltos incluso antes de ese cónclave nacional del partido en el gobierno.
Sobre todo por el tema de las renuncias.
Con decirles que ya se anda manejando el nombre del gobernador Alfonso Durazo para suplir al secretario de Gobernación, Adán Augusto López una vez que éste presente su renuncia.
¿Se imaginan lo que sucedería en Sonora? Como Durazo aún no cumple dos años en el cargo, el Congreso tendría que constituirse en Colegio Electoral y convocar a nuevas elecciones, lo cual desataría el avispero local. Personalmente creo que eso no sucederá, pero la versión está en el ambiente.
Pero ese es apenas uno de los escenarios que plantea la actual coyuntura.
Hay cuatro ‘corcholatas’ que pudieran renunciar a sus cargos la próxima semana y los dilemas tienen que ver con asuntos de Estado.
Por ejemplo, Marcelo Ebrard renuncia a la SRE y la cancillería se queda sin el hombre que, mal que bien, ha conducido la relación bilateral con EEUU no sin sobresaltos en temas candentes como migración y tráfico de drogas y armas, por citar los más mediáticos, en un escenario preelectoral gringo donde la sucesión presidencial tiene en México una poderosa herramienta de inducción del voto.
Se menciona como relevo de Ebrard al zedillista Esteban Moctezuma, pero eso dejaría a México sin embajador en EEUU, lo cual plantearía otro relevo en una coyuntura más bien álgida.
Si Claudia Sheibnbaum se separa del cargo en la jefatura de gobierno de la Ciudad de México, su relevo sería Martí Bartres, un muy buen amigo de ella desde la huelga del CEU en la UNAM a medidos de los 80 y un excelente presidente de la ‘mesa’ en las asambleas universitarias (céntrese compañero) pero hoy por hoy perseguido hasta por AirTags con sello de fuego amigo.
Ricardo Monreal ya dijo que se separaría de sus tres cargos: como presidente del senado, de la Junta de Coordinación Política y de la coordinación parlamentaria. Su suplente es Alejandro Rojas Díaz Durán, uno de los más fieros críticos de la 4T obradorista desde dentro de la 4t obradorista. A López Obrador no le gustaría tenerlo ahí en esta coyuntura y lo más probable es que al relevo, al menos en uno o dos de los tres cargos que dejará vacante entre Citlalli Hernández que llena sobradamente por todos los costados, el perfil de las exigencias del momento.
También ‘renunciaron’ Manuel Velasco, diputado del Verde y cuyo suplente es el priista Eduardo Murat, por lo que se espera un pleito vecinal inenarrable.
Y ‘renunció’ también Gerardo Fernández Noroña, cuyo suplente, Javier Guerrero Varela tiene las mismas posibilidades que él y Velasco de ser considerados como presidenciables.
¿Fue un acierto de AMLO adelantar tres años su propia sucesión? ¿Fue un error mayúsculo?
No se pierdan el próximo capítulo de esta real-ficción que es la política mexicana y que no le pide nada, pero nada a la laureada serie vintage, pero ya muy vintage intitulada “La dimensión desconocida” y que se presentaba con estas palabras salvajemente admonitorias e inescrupulosamente amenazantes:
“Hay una quinta dimensión desconocida para el hombre, tan vasta como el espacio, sin tiempo como el infinito. Es una zona intermedia entre la luz y la sombra, entre la ciencia y la superstición y en ella conviven el miedo del hombre y el alcance de su sabiduría. Podría llamársele la dimensión de la imaginación, una dimensión desconocida en donde nacen sucesos y cosas extraordinarias. Todo es posible en el reino de la mente, todo es posible en la dimensión desconocida”.
Qué putos nervios…
II
La acuciosa lectora, el mitotero lector estarán de acuerdo conmigo en que después de una revisión más o menos detallada de noticias en la prensa estatal, los ayuntamientos de Sonora son poco pródigos en información sobre obras y acciones relevantes hechas con recursos propios.
Casi no hay, y las pocas que reportan están fondeadas por recursos estatales o federales.
Por eso llama la atención, y en este espacio hemos sabido reconocerlo, lo que sucede en Hermosillo donde un día sí y otro también hay algo que reportar. Eso se explica en parte por ser la capital del estado, la ciudad más poblada y la que mejores políticas de recaudación e inversión pública tiene, pero es claro que algo más están haciendo bien.
Ayer, el alcalde Antonio Astiazarán entregó una flotilla de 10 barredoras eléctricas que tuvieron un costo de 19 millones 780 mil pesos. El dato es relevante por varias cosas sobre las cuales hay que prestar atención.
En la administración pasada, con ese monto se adquirieron tres barredoras a diésel que, además de generar un gasto de 165 mil pesos mensuales solo en refacciones (más 55 mil pesos mensuales en combustible), emiten a la atmósfera un estimado de 478 toneladas de dióxido de carbono al año.
Las barredoras eléctricas no solo son más eficientes, sino que reducen de 5 mil a 700 pesos mensuales el gasto de operatividad y serán abastecidas de energía en la estación de carga solar que también fue inaugurada ayer y que cuenta con 36 paneles en Servicios Públicos Municipales, que comanda Sergio Pavlovich Escalante, presente en el evento realizado en los patios de la dependencia, donde se habilitó un espacio completamente equipado.
III
Este viernes estaremos repartiendo autógrafos en la cabina de la Red 93-3 FM en la tradicional Mesa de Análisis, transmitiendo desde el bello puerto de Guaymas.
Les aviso porque llevaré algunos ejemplares del libro “De La Habana a Camagüey”, por si les interesa adquirir un ejemplar (o varios) antes de que se agoten.
Las cabinas de la radio están en la salida norte del puerto, a un costado del Home Depot. Nos dará mucho gusto saludarles personalmente. ¡Gracias!
Por cierto, ya está ‘amarrada’ la presentación en Hermosillo el próximo 15 de junio en el Callejón Velasco (entre los palacios de gobierno), a las siete de la tarde. Los presentadores (de lujo) serán Miguel Ángel Avilés Castro y Sylvia Arvizu, y en el papel de Carlos Sánchez como moderador, el mismísimo Carlos Sánchez.
Ya se están afinando detalles para la presentación en Navojoa y Ciudad Obregón para los días 30 de junio y 1 de julio. Pendientes y gracias de nuevo.