Por Arturo Soto Munguia
Acalambró a más de cuatro el dictamen en sentido aprobatorio de la primera reforma enviada por la presidenta Claudia Sheinbaum orientada a garantizar la igualdad sustantiva para las mujeres, particularmente en el tema de la paridad en los órganos democráticos y de toma de decisiones.
Una interpretación de esa propuesta incluyó la palabra ‘alternancia’ (que no viene en el dictamen) y eso hizo suponer que la iniciativa presidencial mandataría a que en aquellos estados y municipios (y en la propia presidencia de la República) donde actualmente gobierna un varón, los partidos deberían postular mujeres para sucederlos, y viceversa.
El calambre pegó fuerte en Sonora, uno de los 15 estados que renovarán la gubernatura en 2027 y donde Morena y sus aliados tienen más hombres que mujeres en el abanico de posibles candidat@s con experiencia, perfiles, relaciones y trayectorias competitivas, pero caló más en la oposición (PRI, PAN, PRD) donde de hecho, todas las velas parecen estar encendidas en el retablo del alcalde de Hermosillo, Antonio Astiazarán Gutiérrez.
En realidad la propuesta presidencial es mucho más amplia e incluye reformas a varios artículos constitucionales para garantizar la igualdad sustantiva, que no es otra cosa que remover los obstáculos de índole social, económica, política, cultural u otros que les impiden a las personas que pertenecen a grupos sociales históricamente desaventajados que accedan de forma real y efectiva a sus derechos.
Derechos que tienen que ver con el acceso a una vida libre de violencia, a la justicia con perspectiva de género, la erradicación de la brecha salarial por razón de género y la paridad en gobiernos y Poder Legislativo.
Esto último, por cierto ya existe en algunas legislaciones estatales, como la de Sonora, y en criterios del INE consensuados con los partidos políticos, pero al no tener rango constitucional ni estar debidamente reglamentado en leyes secundarias ha generado casos como el de las diputadas ‘juanitas’ (que ganando su curul en las urnas, las cedieron a varones) o casos aún más bizarros, como el de varones que compiten (y algunos han ganado) en candidaturas reservadas para mujeres, solo porque se perciben como tales.
El artículo que toca este tema es el 41, que quedaría así: “Los nombramientos de las personas titulares en la administración pública del Poder Ejecutivo Federal y sus equivalentes en las entidades federativas y municipios, deberán observar el principio de paridad de género”.
Y agrega: “Las leyes determinarán las formas y modalidades que correspondan”.
Ojo con esto, porque si bien la iniciativa presidencial no incluye la palabra alternancia, esa ha sido la tendencia en los criterios aplicados por el INE y los partidos, pero además, tampoco cierra la puerta para que en las leyes secundarias no se legisle sobre el tema en ese sentido, así que puede decirse que la moneda está en el aire.
Sobre todo porque la reforma al artículo 4, que habla de la igualdad de hombres y mujeres, adiciona la obligatoriedad del Estado para garantizar el goce y el derecho a la igualdad sustantiva de las mujeres y eso, señoras y señores, incluye el acceso a la titularidad de los órganos democráticos y de toma de decisiones.
El punto es que la iniciativa causó revuelo y desató el ‘especulómetro’ en Sonora, uno de los estados donde más se ha avanzado en materia de paridad e igualdad de género, y de inmediato comenzaron a barajarse nombres, sobre todo aludiendo a Morena y sus aliados.
Si finalmente se decidiera por la alternancia de género, quien ocupe la oficina más refrigerada de Palacio en 2027 (así sea por tres años, debido a la reforma aprobada en ese sentido para ‘empatar’ la elección estatal con la presidencial en 2030) tendría que ser mujer.
Eso dejaría fuera a los varones que han levantado la mano (o se la han levantado los medios), como Heriberto Aguilar, Octavio Almada, Javier Lamarque, Jorge Taddei, Omar del Valle Colosio, Ramón Flores, por citar algunos.
Y abriría el abanico de mujeres, donde desde hace tiempo aparece con más menciones Lorenia Valles Sampedro, pero desde el bello puerto de Guaymas le brillaron los ojitos a la alcaldesa Karla Córdova y hubo quien mencionó a la joven revelación del duracismo juvenil, Paulina Ocaña Encinas. Claro, también mencionaron a Célida López y a María Dolores del Río, pero…
Total que por calambres no paramos.