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25 AÑOS DEL ASESINATO DE LUIS DONALDO COLOSIO

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Netflix estrena serie, Aburto sigue preso y las teorías de su muerte siguen igual

 

(AEL 23/3/2019 CNN) — El asesinato de Luis Donaldo Colosio, el último magnicidio que ha cimbrado a México en la historia reciente, cumple este sábado 25 años de haber sido perpetrado por un hombre que continúa preso.

El magnicidio que cimbró a México en 1994

La tarde del 23 de marzo de 1994, el candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI) a la Presidencia de la República fue asesinado de dos disparos en la colonia Lomas Taurinas, en Tijuana, Baja California, tras finalizar un acto de campaña.

Mario Aburto, el homicida, era entonces un hombre de 24 años que fue atrapado instantes después de que disparó su revólver mientras Colosio caminaba entre los asistentes.

Exdiputado, exsenador, exlíder del PRI y exsecretario de Estado en el gobierno del entonces presidente Carlos Salinas, el candidato tenía dos meses y 13 días de haber iniciado su campaña.

Pugnas políticas, el levantamiento del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) en Chiapas, narcotráfico y una idea generalizada entre la población sobre un complot para acabar con la vida de Colosio fueron ingredientes que aportaron un cúmulo de confusiones y dudas a las pesquisas oficiales.

La investigación del magnicidio se prolongó por más de seis años.

El asesino

Durante un tiempo, la única certeza que hubo sobre el asesinato fue que Aburto empuñó su revólver a unos centímetros de la oreja derecha de Colosio para dispararle.

El asesino aprovechó que el candidato se abría paso entre sus simpatizantes, después de que la valla humana que debía protegerlo había sido rota, para acercarse y tirar primero hacia su cabeza y después al abdomen.

En el primer interrogatorio de la extinta Policía Judicial Federal, una hora después del crimen, Aburto aseguró que había planeado sólo herir a Colosio para llamar la atención de la prensa y exponer los problemas sociales del país.

Surgieron versiones de que simpatizaba con el EZLN y que incluso había viajado a Chiapas antes del levantamiento de la guerrilla, el 1 de enero de 1994, o que era miembro de grupos opositores.

En su indagatoria, la Procuraduría General de la República (PGR) encontró que esas versiones no estaban sustentadas, al igual que las que lo vinculaban con la masonería, narcomenudeo, tráfico de ilegales, pandillas y sectas religiosas, entre otras.

La PGR concluyó que el obrero oriundo de Michoacán se interesaba desde joven por los problemas políticos del país, pero sin una definición ideológica precisa ni una afiliación a un grupo beligerante. Era un hombre aislado que había crecido en una familia desintegrada y disfuncional, con baja autoestima, impulsivo, inseguro y con facilidad para mentir.

Las indagatorias demostraron que era el único autor material del crimen; sin embargo, hasta el 2000, la PGR no tenía elementos para concluir si realmente no hubo un autor intelectual.

Aburto fue sentenciado en definitiva a 45 años de prisión en diciembre de 1994 y actualmente está preso en un penal federal.

Una llamada telefónica

Una versión que la PGR indagó fue una supuesta llamada telefónica que Colosio recibió la mañana de su asesinato, en la que se le advertía que debía renunciar a la candidatura presidencial.

La llamada, realizada a la habitación del Hotel Ejecutivo, en Culiacán, Sinaloa, habría sido recibida antes de las 7:00 horas. El candidato supuestamente respondió a su interlocutor que se atendría a las consecuencias de no desistir.

Esa versión fue dada a conocer en octubre de 1995 por el entonces senador perredista Guillermo del Río Ortegón, quien declaró ante la PGR que un conocido de alto nivel le había confiado ese dato.

De gira por Sinaloa, Colosio había pasado la noche en ese hotel, del que salió para continuar sus actos el 23 de marzo por La Paz, Baja California, durante la mañana y mediodía, y Tijuana, por la tarde.

La PGR realizó diversas diligencias para confirmar la versión porque, además de la declaración del senador, recibió dos anónimos que hacían referencia a la llamada.

Sin embargo, tiempo después terminó descartándola, tras corroborar los telefonemas que el candidato había recibido y hecho la mañana de su muerte.

La teoría del complot

Casi un año después del homicidio, la PGR anunció que la muerte de Colosio había sido un complot porque tenía pruebas de la participación de un segundo tirador.

El 24 de marzo de 1995, el entonces procurador Antonio Lozano Gracia anunció la detención en Tijuana de Othón Cortés, un priista que era empleado del aeropuerto de la ciudad fronteriza.

Las investigaciones, bajo la dirección del entonces fiscal especial Pablo Chapa, señalaban que Cortés había realizado el disparo que hirió al candidato en el abdomen, versión que contradecía los primeros peritajes.

Tres testigos imputaron al hombre ser el coautor del asesinato y hubo versiones que sugirieron de que en los meses previos había tenido contacto con el Estado Mayor Presidencial, encargado de la seguridad de Colosio, lo cual fue descartado.

Cortés negó la acusación, tras asegurar que acudió al mitin de Lomas Taurinas porque era miembro del PRI local, de cuyos dirigentes había sido chofer y mensajero.

El hombre salió libre del penal de máxima seguridad del Altiplano, antes llamado Almoloya, el 7 de agosto de 1996, luego que el juez Jorge Pardo Rebolledo —hoy ministro de la Corte— lo absolvió del homicidio al determinar que no existían pruebas de su participación.

Uno de los factores que tomó en cuenta fue que las pruebas mostraban la imposibilidad de que Cortés realizará el segundo disparo, como acusaba la fiscalía.

Al igual que Cortés, otros seis hombres detenidos en diferentes momentos tras el atentado obtuvieron su libertad entre 1995 y 1996, y sólo Aburto permaneció preso.

Cinco días después de la liberación de Cortés, el presidente Ernesto Zedillo ordenó la remoción de Chapa al frente de la Fiscalía Especial y la teoría del complot se fue diluyendo con el tiempo.

La teoría del narcotráfico

Las versiones sobre una implicación de cárteles de la droga en el asesinato de Colosio fueron una constante en los meses y años posteriores.

En su informe final, la PGR da cuenta de haber indagado 28 versiones, conjeturas y presunciones sobre posibles vínculos del narcotráfico con el atentado, la mayoría vertidas en notas periodísticas de México y Estados Unidos.

La dependencia incluso entrevistó sobre el crimen al capo Joaquín el Chapo Guzmán cuando se encontraba preso.

Guzmán, recapturado en enero de 2016, dijo entonces desconocer información al respecto, señalando que estaba en la cárcel desde antes del magnicidio y que sólo en una ocasión Aburto le había hecho comentarios al interior del penal.

Una teoría vertida en 1998 por un exinformante de agencias de Estados Unidos señalaba que el asesinato había sido por órdenes de Juan García Ábrego, excapo del cártel del Golfo, porque Colosio había despreciado una cooperación de millones de dólares para su campaña ofrecida por su hermano, Humberto García Ábrego.

La versión fue descartada al paso de las investigaciones, al igual que conjeturas que relacionaban a narcotraficantes de los cárteles de Tijuana y de Juárez, entonces poderosos en el país.

Una versión incluso llevó en 1997 a personal de la Fiscalía Especial a viajar a Colombia, donde un hombre aseguraba que se escondían tres narcotraficantes del cártel de Tijuana que habían participado en el crimen.

La única línea que tenía relación con drogas y que resultó cierta fue que el candidato del PRI utilizaba en su campaña un jet que, en 1989,había sido asegurado dentro de una investigación contra el hoy extinto Amado Carrillo Fuentes, del cártel de Juárez.

El avión pertenecía a la empresa Taxi Aéreo del Norte, propiedad de Sonia Barragán, esposa del capo, pero tras ser asegurado por la PGR había sido liberado en 1990 y un año después vendido a Aéreo Escorpión, del empresario Ricardo Canavati, quien lo prestó a Colosio.

La PGR concluyó que no existían indicios serios para considerar que cárteles de la droga hubieran intervenido en la planeación del asesinato de Colosio, ni que Aburto tuviera vínculos con narcotraficantes.

Expediente cerrado

Más de seis años después del asesinato, el 20 de octubre del 2000, la PGR decretó la reserva del expediente, que para entonces constaba de 174 tomos, 68,543 fojas y 296 anexos.

El fiscal especial Luis Raúl González informó que sólo Aburto era el autor material e intelectual del crimen y que no había sustento en las hipótesis de un móvil político, crimen de Estado o de otra índole.

Para entonces habían pasado tres fiscales especiales del caso desde 1994: Miguel Montes, Olga Islas y Pablo Chapa.

De manera inédita, en la investigación quedaron asentadas declaraciones ministeriales del entonces presidente Ernesto Zedillo, el presidente Carlos Salinas, gobernadores, y decenas de funcionarios y políticos federales y estatales.

La PGR fijó un plazo de 35 años como periodo límite para el ofrecimiento de nuevas pruebas que pudieran reactivar la investigación y que conllevaran a una hipótesis distinta a la del asesino solitario.

A petición del Senado y la Cámara de Diputados, el gobierno del entonces entrante presidente Vicente Fox, emanado del Partido Acción Nacional (PAN), analizó el expediente.

No obstante, el 18 de marzo de 2004 la PGR informó a los legisladores que después de revisar la investigación no había encontrado elemento alguno para reabrirla.

Desde entonces la dependencia no ha vuelto a emitir información oficial sobre el caso.

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EL ZANCUDO | LA RUTA CRÍTICA DEL PRI

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Por Arturo Soto Munguía

70 años tuvieron que pasar para que el PRI perdiera por primera vez la presidencia de la República. En ese lapso, no han sido pocos los certificados de defunción que se le han extendido al tricolor y en todos los casos ha podido salir airoso, aunque cada vez más golpeado.

Este 2024, el Revolucionario Institucional quedó reducido a su mínima expresión. Bajo la dirigencia de Alejandro Moreno perdió lo mucho y lo poco. Como partido nacional no pudo ganar uno solo de los 300 distritos electorales federales, algo que ayuda a dimensionar los saldos de la batalla y el estrépito de la derrota.

La victoria, se sabe, tiene muchos padres y madres, pero la derrota es huérfana. Muy al estilo del dirigente nacional del PAN, Marko Cortés, Alito Moreno buscó en los priistas que cuestionan su liderazgo y se opusieron a la reforma estatutaria aprobada en una apresurada asamblea nacional para extender su presidencia ocho años más, a los culpables de la debacle.

Con dedo flamígero señaló a los priistas que aparecen involucrados en el asesinato de Luis Donaldo Colosio hace 30 años, y en casos de corrupción como el llamado ‘Pemex Gate’. Al único que mencionó por su nombre en el caso Colosio fue a Manlio Fabio Beltrones, que ni siquiera asistió a la asamblea para no validar, dijo, las decisiones que allí se tomarían y que no tienen nada que ver con el relanzamiento del partido y sí con el reagrupamiento y consolidación del grupo de Alito.

Moreno Cárdenas repitió la fórmula que ensayó recientemente Marko Cortés, quien culpó a Vicente Fox, pero especialmente a Felipe Calderón de haber provocado el derrumbe en las votaciones por el PAN y haber sumido a ese partido en el descrédito.

¿Coincidencia? No lo creo. Ni a Marko ni a Alito les fue mal en esta elección. Ellos aseguraron seis años en el Senado y la atomización del poder en los partidos a su cargo, aunque el destino de los mismos sea incierto.

Además de la reforma estatutaria, el PRI aprobó un cambio en otros documentos básicos para tomar distancia del neoliberalismo y correrse ideológicamente a la izquierda, una idea bastante difusa que busca competir en un espacio que ya está ocupado por Morena; ya ni siquiera por el PRD, que pasó a mejor vida.

En el PAN por su parte, hay corrientes que están empujando fuerte para volver a sus orígenes, renunciar a la alianza con el PRI y buscar el voto de un electorado que se identifica con las posiciones más conservadoras. Definirse por la derecha, pues.

Pero a no dudarlo, el principal damnificado de esta contienda fue el PRI. Ni siquiera en 1987 cuando abandonaron sus filas importantes cuadros que un año después, con Cuauhtémoc Cárdenas a la cabeza estuvieron a nada de ganar la presidencia de la República en una elección que estará marcada para siempre por la sospecha del fraude electoral.

La asamblea nacional del domingo pasado solo unificó al compacto grupo de Alito Moreno y Rubén Moreira, pero provocó el distanciamiento de otras corrientes y personajes importantes de la nomenklatura priista. Las renuncias al tricolor ya comenzaron y es muy posible que en lo sucesivo comencemos a ver el éxodo hacia otros partidos, señaladamente a Morena, que hasta hace muy poco no se reservaba el derecho de admisión y tenía prácticamente entrada libre para cuadros del PRI o de cualquier otro partido.

Para muchos tricolores, el PRI no tiene ya nada qué ofrecer y les resultaría más redituable políticamente emprender la graciosa huida.

El destino del PRI quizá dependa mucho de las realidades locales. Hay entidades donde aún conserva cierta fuerza y cuenta con una base electoral numerosa. Insuficiente considerando los niveles de votación que tuvo Morena, pero tampoco despreciable. Sonora, por ejemplo, donde alcanzaron a rasguñar el escaño de primera minoría en el Senado, aunque no les alcanzó para ganar un solo distrito local ni federal, pero conquistaron la capital del estado en alianza con el PAN.

Ya hubo un intento, durante el gobierno de Eduardo Bours, para posicionar al PRI como una marca estatal, “PRI-Sonora”, le llamaban, para diferenciarlo del PRI nacional, con cuya dirigencia el gobernador tenía serias diferencias.

Hoy, la delegación Sonora votó en contra de la reforma estatutaria y, bajo el liderazgo de facto de Manlio Fabio Beltrones ya entró en una ruta de choque con Alito Moreno y su grupo. Quizás estemos frente a una reedición de aquel “PRI-Sonora” del boursismo, al que por cierto no le fue nada bien. De hecho, su candidato a sucederlo, Alfonso Elías Serrano perdió inobjetablemente la elección frente al candidato del PAN, Guillermo Padrés Elías.

Vamos a ver cómo evolucionan las cosas.

Ecos de la doble gira presidencial

No sé si usted, rebocera lectora, mitoterísimo lector son de los que pagarían por haber viajado al menos una hora -de las más de 20 que se aventaron por tierra- junto a los presidentes de México y el gobernador del estado durante la gira de tres días que se realizó el pasado fin de semana y que cubrió buena parte del extenso territorio sonorense.

No debe ser cualquier cosa lo que a bordo de la Suburban se platicó entre estos tres personajes de primera línea en la política nacional: uno, el presidente en funciones que prepara su retiro; la otra, virtual presidenta electa que debe estar planchando la sucesión, y el tercero, no solo el gobernador de Sonora, sino también el presidente del Consejo Político Nacional del partido que arrasó por tercera vez consecutiva en los últimos seis años.

¿Se imaginan la agenda?

Sin duda buena parte de los temas estuvieron relacionados con los proyectos que con el apoyo del gobierno federal se desarrollan en Sonora, señaladamente los que integran el Plan Sonora de Energía Sostenible y a los que pública y reiteradamente la presidenta electa se comprometió a seguir apoyando, lo cual es una buena noticia porque garantiza la continuidad de los mismos, ahuyentando la posibilidad casi siempre presente, de que la nueva administración federal reoriente los recursos a otras obras y programas.

Pero, animales políticos que son los tres, sería ingenuo pensar que el tema político-electoral no estuvo presente en todas esas horas que viajaron juntos, pero esas pláticas casi nunca trascienden, hasta que se traducen en acciones concretas.

Y es que en la transición hay temas urgentes como la reforma judicial y la electoral; la integración del gabinete y la sucesión en la dirigencia nacional de Morena, donde ya levantaron la mano dos mujeres: Citlallli Hernández, actual secretaria general, y Luisa María Alcalde, actual secretaria del Trabajo.

En fin, los comunes mortales nos quedaremos con la duda. Lo que sí sabemos es que esta no fue la última gira doble presidencial, pues en septiembre regresarán ambos a Sonora a supervisar otros proyectos. Recordemos que el gobernador adelantó que no terminará el sexenio de López Obrador sin que arribe el primer buque de gran calado cargado con contenedores al puerto de Guaymas. Ya veremos.

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EL ZANCUDO | Y SONÓ, ENTRE TU Y YO EL SILBATO DEL TREN…

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por Arturo Soto Munguía

Entramos, definitivamente en ese tramo de las campañas electorales en el que todas las narrativas adquieren un sesgo plebiscitario, especialmente si se trata de acciones, programas y proyectos de gobierno.

Todos, o al menos los más importantes serán incorporados a las arengas de los candidatos y candidatas, ya para ensalzarlos, ya para descalificarlos, dependiendo de la afinidad o la discrepancia con el gobierno que los lleve a cabo hoy o los llevó a cabo ayer.

Es el caso de la reubicación de las vías del ferrocarril en Nogales (en realidad se extiende a lo largo de varios kilómetros en aquella región) que hoy se encuentra en el centro de la discusión política (que como se sabe, en esta época está indisolublemente mezclada con el tema electoral), no tanto por su viabilidad o su utilidad pública y privada, sino por cuestiones relacionadas con la tramitología, la transparencia y/o el impacto medioambiental.

Conviene, sin embargo ir con cautela.

Con representar una cuantiosa inversión de más de siete mil millones de pesos, este proyecto es apenas uno más entre las obras que se están construyendo para consolidar el Plan Sonora de Energía Sostenible, que está llamado a resignificar la vocación económica del estado, insertándolo en el mercado global de las energías limpias, el nearshoring, las comunicaciones y el transporte de mercancías y pasajeros aprovechando la geolocalización estratégica de Sonora, con casi 600 kilómetros de frontera con Estados Unidos y más de 800 kilómetros de litoral que representa una salida a los puertos de San Diego y Los Ángeles, así como a los países de la Cuenca del Pacífico.

No es casual que en estos momentos se esté construyendo un gasoducto desde la zona de Pierman, en Texas, hasta Puerto Libertad en Sonora, donde ya se levanta una planta de licuefacción que procesará 2 mil 800 millones de pies cúbicos de gas natural para exportar a países de Asia, donde por cierto no se produce gas natural.

En este proyecto se están invirtiendo 13 mil millones de dólares, más de 220 mil millones de pesos, cifra que hace palidecer el costo del proyecto de reubicación de las vías y que triplica la inversión de Tesla en Nuevo León, que por cierto puede posponerse.

Ese gasoducto pasa por seis municipios en Chihuahua y diez en Sonora, con los que ya se concertó para acordar la remediación de eventuales impactos al medio ambiente, que seguramente los tendrá.

Esta inversión ciertamente es privada, aunque el Estado mexicano participa a través de la CFE, que proyecta tener una participación del 15% en un plazo de 15 años.

Pero el ejemplo sirve para dimensionar la integralidad del Plan Sonora de Energía Sostenible, que incluye otras obras en proceso, como la modernización del puerto de Guaymas, donde se invierten más de 3 mil millones de pesos, y la carretera Guaymas-Chihuahua, donde la inversión se acerca a los 10 mil millones de pesos.

Nadie medianamente enterado podría pensar que cualquiera de estas obras de gran calado podrían llevarse a cabo sin impactar el medio ambiente y eso justifica las protestas que se han dado, aunque extrañamente solo se registran en el caso de la reubicación de las vías del tren en Nogales, cuando por ejemplo en la carretera Guaymas-Chihuahua se están usando cientos de toneladas de dinamita para ‘volar’ cerros y montes que permitan ampliar la rúa y suavizar las pronunciadas curvas, pero o la oposición no se ha dado cuenta o la flora y la fauna de la región no es políticamente redituable.

Son, sin duda, los costos del progreso, y definitivamente el gobierno tiene que garantizar la remediación de esos impactos, algo a lo que por cierto se comprometió enfáticamente el gobernador Alfonso Durazo ayer cuando, a riesgo de que le saliera bocio, como ilustró coloquialmente la necesidad de no quedarse callado para explicar la relación costo-beneficio de todas estas obras, corrió el riesgo de bordar sobre el azaroso camino de la veda electoral.

Incluso citó, de manera aparentemente inopinada, lo que sucedió cuando se construyó el Vado del Río Sonora en Hermosillo, que permitió a la ciudad ganar cientos, si no es que miles de hectáreas para el desarrollo urbano a lo largo de varios kilómetros que van desde el vertedor de la presa Abelardo L. Rodríguez hasta la salida a la costa de Hermosillo, justo donde se edificaron los edificios de gobierno y hoy está convertida en una zona de alta plusvalía donde abundan los establecimientos comerciales, oficinas y una gran cantidad de zonas habitacionales, algunas de alta gama.

Digo que lo citó de manera aparentemente inopinada, porque ese proyecto lo llevó a cabo el entonces gobernador Manlio Fabio Beltrones, uno de los iniciales críticos acerbos de la relocalización de las vías del tren en Nogales, aunque hay que hacer notar que ya matizó su posición inicial, pues antier en su cuenta de Twitter sostuvo no estar en contra de ese proyecto pero sí a favor de que se transparente el uso de los recursos públicos, se presenten los documentos donde diga que no se afectará la zona arqueológica de Cocóspera y entre otras cosas, que no habrá contaminación auditiva.

Por su parte, el gobernador Durazo argumentó que habría sido un error no aprovechar los siete mil millones de pesos que el presidente López Obrador destinó para la relocalización de las vías en Nogales, sobre todo porque este proyecto permitirá dar salida a los miles de contenedores que llegarán a Guaymas una vez que el puerto se encuentre en condiciones de recibir esos volúmenes de carga con destino a Estados Unidos.

Como se sabe, actualmente las vías del tren ‘parten’ la ciudad de Nogales interrumpiendo el tránsito de un lado a otro de la ciudad durante varias horas al día, y eso que son solo 13 cruces de trenes diarios. Con los volúmenes de carga que llegarán a Guaymas y que tienen como destino al vecino país del norte, se necesitarían “30 horas al día” para cruzar los trenes, lo cual parece un despropósito aritmético, pero sirve para ilustrar el caos que se generaría en Nogales dentro de poco tiempo.

El gobernador explicó las ventajas que no solo en el nivel macro tendrá este proyecto en términos de desarrollo económico; también informó que ya se ha acordado con vecinos de las colonias afectadas en Nogales la compra de sus propiedades y su reubicación en mejores zonas urbanas, así como la transformación de la única parte ‘plana’ que tiene la ciudad, para construir ahí la infraestructura urbana que le cambiará el rostro a todo ese sector en alrededor de 18 hectáreas en el corazón de Nogales.

Vaya, el proyecto contempla la construcción de terminales ferroviarias en Nogales y en Ímuris, y la construcción de ciclovías y andadores para los devotos de San Francisco que cada 4 de octubre caminan hasta Magdalena por la orilla de la carretera, donde no han sido pocos los accidentes fatales.

Y pues allí están, los pros y los contras de este proyecto que, como dijimos inicialmente, ya entró en el toma y daca de las campañas electorales, donde casi siempre se contamina la conversación pública.

Lo cierto es que, si la memoria no me falla, buena parte de la narrativa de la oposición al gobierno de la 4Tdurnate los primero años del obradorismo gobernante era la ausencia de obras en el estado y la falta de presupuesto para construir infraestructura urbana y de desarrollo económico.

Hoy que se están invirtiendo cantidades nunca vistas en esos rubros y con proyección a corto, mediano y largo plazo, también se cuestionan.

Pero bueno, estamos en tiempos de campañas electorales y es normal que aparezcan estas discusiones.

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BUSCAN HACER REALIDAD LA CONSTRUCCIÓN DE UNIVERSIDAD BENITO JUÁREZ EN ÁLAMOS

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Álamos, Sonora.- Con la finalidad de consolidar la Universidad “Benito Juárez”, en la ciudad y beneficiar con ello a jóvenes del Municipio y provenientes de otras ciudades del Sur, se realizó reunión informativa donde se promueve la construcción de obra que impactará de manera positiva a la Educación Superior.
 
Dicha acción, continúa su proceso, gracias a las gestiones realizadas por el alcalde Lic. Víctor Manuel Balderrama Cárdenas, en coordinación con el delegado de los programas para el Bienestar en el Sur del Estado, Lic. Martín Preciado Bracamontes.
Desde enero de este año, ya está en funciones el desarrollo de las clases, y se cuenta actualmente con una matrícula de; 108 alumnos que cursan el 2do semestre de la carrera de Medicina Comunitaria Integral, esto en las instalaciones de la Casa Escuela.
 
El presidente, gestionó la donación de dos hectáreas para la edificación de importante inmueble, en el que también colaboran, la dependencia de la Secretaría de Bienestar y Campestre Camino Real.
 
Presidieron la sesión; el Dr. Marcelino Alfonso Valenzuela Salido, secretario del Ayuntamiento; Lic. Arlene Lara Yépiz, síndico Municipal; Lic. Dora Celia Parra Vázquez, directora de Educación Municipal; Dr. Humberto Arana Murillo, secretario Técnico; Mtra. Guadalupe Patrón Meza, coordinadora de la Universidad del bienestar Benito Juárez García en Álamos; Efrén Granillo González, representante de la sociedad campestres Camino Real y Lic. Víctor Lugo, responsable de los programas para el Bienestar en el Municipio.
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