AL PAN LE HACE DAÑO LLEGAR AL GOBIERNO

MAS MEDIO | Por: Rodrigo Sotelo @masmedio

En base a su historia reciente y a lo que recogen y consienten los aspirantes a la dirigencia estatal, al PAN no le conviene regresar nunca a una posición de gobierno.

Según las arengas y los argumentos, tanto de Gildardo Real como de Humberto Souza, la etapa más perniciosa de este partido la viven siempre cuando acceden al poder.

Cuando ganan una elección federal, estatal o municipal, los panistas ya no se gobiernan.

Se desenfrenan, pierden la memoria, los principios y valores; empolvan a Maquio y se olvidan hasta de Gómez Morín.

Nadie duda que el PAN es el mejor en la faceta de opositor. Así nacieron. Son especialistas combatiendo, pero los más ordinarios ejerciendo y predicando con el ejemplo.

Les ocurre lo mismo que al PRI, a la inversa: los priistas son los más disciplinados, juiciosos y discretos para gobernar, pero ya sin poder, los consume el desorden, la quietud y el servilismo.

Es el perfecto ejemplo de Guillermo Padrés, que de aquel extraordinario candidato que venció al candidato de un prototipo de gobernador priista, como Eduardo Bours, ahora vemos una oda a lo corrupto que al mismo PAN avergüenza.

Ayer, en Puerto Peñasco, Gildardo Real llevó un discurso de autocríticca muy interesante.

El ex diputado admitió que los panistas extrañan el PAN de antes, el de los ejercicios democráticos, donde el militante sí contaba.

“Desgraciadamente cuando llegamos al gobierno, abandonamos las formas de ese PAN bueno que hoy extrañamos, que hoy añoramos y adoptamos otro tipo de formas priistas”.

Gildardo hace campaña reconociendo que ahora en su partido impera el centralismo, ya no el municipalismo. Y que ahora impera la imposición, ya no la democracia al interior del PAN.

Es muy curioso, porque a cualquiera se le antojaría entendible que hayan adoptado las formas priistas, si se les vio agarrados de la mano en el pasado proceso electoral…

Pero cuando menos Gildardo Real habla con honestidad y plantea retomar el rumbo y reconstruir el Partido Acción Nacional.

El otro aspirante, Humberto Souza, sufrió una metamorfosis que debe tener aún más confundidos a los panistas.

Jura que él no es el candidato de las cúpulas, que es el candidato de las estructuras del partido…

“A mediados de octubre, se juntó la cúpula. Los Munro, los Padrés, los Serrato, Chavalo Díaz, los Gándara y finalmente tomaron una decisión: Gildardo Real es el candidato de la cúpula”.

Tal vez lo haya olvidado, pero Souza tendría que recordar que, desde la época de Padrés, su padrino Ernesto Munro lo ha tutelado y protegido. Incluso, su hijo Kiko lo rescató en varias ocasiones dándole chamba en el Ayuntamiento de Puerto Peñasco.

¿Será por eso que Gildardo subraya, en Peñasco, la necesidad de romper con las prácticas que le han dado vida a recomendados como Humberto Souza?

¿Quién le hace más daño al PAN, alguien que por mérito pertenezca a la cúpula o quien ha subsistido y sobrevivido al amparo de lo que ahora reniega?

Por cierto, Humberto Souza también parece no recordar que al candidato de la cúpula, como etiqueta a Gildardo Real, no hace mucho le impidieron acceder a la dirigencia cuando impulsó a Jesús Ramón Díaz.

Lo superaron con la intervención de Padrés –desde la cárcel- para que llegara Neto Munro y favoreciera a Souza con un espacio en el Comité Directivo Estatal.

Luego hablamos de cuando Humberto Souza era más borreguista que Ernesto Gándara.

Gracias y hasta la próxima con el favor de Dios.