Por: Arturo Soto Munguía
Cuenta el General Guadalupe Arroyo que cuando tomó la capital del estado de Apapátaro, las finanzas de su movimiento revolucionario eran más bien magras, de manera que al día siguiente metieron a la cárcel a cincuenta ricos, incluyendo al señor gobernador, al presidente municipal y a dos diputados locales.
“Mucho se me criticó después porque no puse en libertad a estos prisioneros cuando se me entregó el rescate que pedí por ellos, pero quiero aclarar que ese rescate lo pedí no para soltarlos, sino para no fusilarlos”, cuenta el General al que da vida, en primera persona, el inigualable Jorge Ibargüengoitia en “Los relámpagos de agosto”.
Pues acá en Sonora estamos a nada de que se escriba un pasaje parecido al de la novela citada, teniendo como protagonistas no a un pintoresco grupo de militares en una tragicomedia de disputa por el poder, sino a los hermanos yaquis que, a como pintan las cosas, no nos van a cobrar por dejarnos pasar sobre la carretera federal 15, sino por no pegarnos un balazo.
Ayer se vivió un episodio en el que sacaron a relucir sus armas y dispararon contra el chofer de un camión de mudanzas que ya les había pagado la cuota en el retén de Loma de Guamúchil, pero según su testimonio, se bajó a tomarse una selfie en el danzante yaqui, una gigantesca escultura que se erigió en lo que fue proyectado como un parador turístico pero que nunca fue habilitado como tal.
(En realidad se trató de otro atraco de Guillermo Padrés para pergueñar poco más de cien millones de pesos que costó la obra, pero esa es otra historia).
El punto es que los yaquis siguen instalados sobre la carretera federal cobrando una cuota por el llamado ‘paso de servidumbre’ (lo cual tiene su razón de ser), pero no es la primera vez que entran en conflicto con usuarios de la carretera, generalmente porque se niegan a pagar la cuota (que en sentido estricto no les corresponde pagar a ellos, sino al gobierno que hizo la carretera y al que los usuarios le pagamos de todos modos en las casetas que administra Capufe).
El gobierno, tanto estatal como federal han entablado negociaciones con autoridades tradicionales de la etnia para levantar esas ‘piolas de cuota’, pero los hermanos yaquis nomás no quieren.
En su más reciente visita a Sonora, el presidente Andrés Manuel López Obrador esbozó la propuesta de entregarles el monto de lo que recaudan en sus retenes, por la vía de un programa federal, pero ni eso ni anteriores propuestas incluidas en el Plan de Justicia para la etnia los ha convencido.
El asunto se torna más complejo porque no son pocas las evidencias -reconocidas incluso por la Fiscalía General de Justicia del Estado-, de que en esta acción de los yaquis que, insisto, tiene un argumento de legitimidad, participan también otros personajes con intereses ajenos a la etnia y más bien ligados con actividades propias del crimen organizado.
Al chofer del episodio de ayer lo agredieron físicamente, logró subir a su camión y emprender la huida, pero lo siguieron hasta entrar a Ciudad Obregón y le tiraron de balazos.
Cualquiera que se asome a las redes sociales percibirá con preocupación la manera en que comienza a escalar seriamente la aversión y hasta el rencor hacia la tribu entre los usuarios de la carretera, no solo los sonorenses sino cualquiera que transite por ese tramo, y solicitan la intervención de las autoridades civiles y militares para que dejen libre la carretera.
Con todos estos elementos, se está formando un coctel explosivo que cualquier rato puede estallar y salpicar de tragedia el sur del estado.
Los hechos se dan apenas unos días después de que los yaquis habían anunciado una tregua por Semana Santa y de hecho, ayer mismo levantaron el retén, pero no se sabe si fue por esa tregua o porque ‘se calentó el terreno’ con la agresión al camionero.
II
Algo de pimienta le pusieron en días pasados al hasta entonces más bien desangelado proceso para renovar la dirigencia estatal del PRI.
Me dicen que no fue casual el beligerante mensaje del orador oficial en la conmemoración luctuosa del 28 aniversario del asesinato de Luis Donaldo Colosio, David Palafox Celaya.
Fuentes asentadas en la ciudad de México aseguran que han detectado la intención del dirigente nacional, Alejandro Moreno Cárdenas, mejor conocido como ‘Alito’ (aunque algunos le digan Amlito, vaya usted a saber por qué), de elaborar una convocatoria diseñada como traje a la medida para uno de los aspirantes, lo que ha alborotado el avispero.
Por eso, dicen, Palafox Celaya que por cierto está en la lista de aspirantes a suceder a ‘El Pato’ de Lucas en la dirigencia del expartidazo se lanzó duro con un discurso en el que llamó a los priistas a ser más revolucionarios y menos institucionales, a no permitir que los manipulen “con las conveniencias muy particulares de nadie” y, esperando que la convocatoria sea lanzada pronto soltó de su para nada ronco pecho un “no a las imposiciones, no a los dedazos, no a utilizar perversamente las dirigencias como plataformas políticas y sí y mil veces sí a la democracia”.
No mencionó a nadie por su nombre, pero tiró el escopetazo “para que nos escuchen quienes tengan que escucharnos”.
Pero, se preguntará la revolucionaria lectora, el institucional lector, ¿para quién estaría diseñada esa convocatoria con presunta dedicatoria?
Pues nadie sabe, pero dicen entre veras y bromas que entre los requisitos para registrarse se encuentran los de haber sido diputado local y federal; senador, presidente estatal del PRI, cónsul general, asesor de funcionarios federales, presidente de la Fundación Colosio y que sus iniciales sean BAPM.
Aunque el presunto perfil coincide, me rehúso a pensar que se trate de Bulmaro Andrés Pacheco Moreno, que jamás se prestaría a una machincuepa de esta naturaleza. La versión me llegó ya muy entrada la noche, de manera que no hubo chance de cotejarla con el buen Bulmaro, pero sin duda hoy conoceremos su sentir y su pensar respecto a lo que se dice en este tema.
Lo cierto es que el proceso se encuentra ‘pasmado’ por alguna razón, y la convocatoria que debió salir en el mes de octubre no aparece; ya se fueron las nieves de enero y ya vienen las flores de mayo y a la dirigencia nacional nomás no se le ven ganas de lanzarla, mientras en Sonora a los interesados ya se les queman las habas.
Y no son pocos: además de Bulmaro y David, han levantado la mano Pascual Soto, Zaira Fernández, Humberto Robles Pompa y se menciona hasta a Rogelio Díaz Brown entre ellos.
Veremos y diremos.