EL ZANCUDO | LILLY TÉLLEZ, LA CANDIDATA IDEAL. PARA AMLO

Por: Arturo Soto Munguía
La afiliación de Lilly Téllez al PAN y su intención manifiesta de abanderar a la oposición como su candidata a la presidencia de la República ha hecho reverdecer esperanzas en esa oposición tan huérfana de liderazgos.

Creo, desde esta humilde tribuna, que representa todo lo contrario a esas expectativas. La ex conductora de televisión encarna precisamente todo aquello que alimenta y refuerza la narrativa que mejor le ha funcionado al presidente y al aparato de Estado para ganar la agenda, conquistar audiencias, acendrar la polarización en la que AMLO se mueve como pez en el agua.

Lilly Téllez representa la traición, la incongruencia, el oportunismo, el berrinche y la ausencia de propuestas (¿conocen alguna iniciativa que haya presentado como senadora?).

Sin duda su discurso está plagado de los clichés y lugares comunes que suelen contraponer a los clichés y los lugares comunes oficiales, pero eso no lleva a ningún lado.

Habla y dice lo que quiere oír el sector que odia al presidente, endulzando sus oídos, pero al mismo tiempo se coloca en el pecho una diana donde caben todas las flechas de los tiradores oficiales: fifí, neoliberal, ultraderechista, conservadora, machuchona…

Sería, creo, la candidata ideal. Para López Obrador.

II

Son varias cosas, además de la insuficiencia presupuestal, las que mantienen trabadas las negociaciones entre jubilados y pensionados del ayuntamiento de Hermosillo y la parte patronal que en este caso es el propio Ayuntamiento.

Una de ellas es un convenio firmado entre el sindicato y la contraloría municipal donde se establece que las prerrogativas reclamadas por los inconformes (vales de despensa, apoyos funerarios, de salud y para el pago de luz eléctrica, básicamente) “únicamente podrán ser aplicadas en beneficio de los trabajadores que durante la vigencia del mismo se encuentren prestando sus servicios al referido ayuntamiento, mas no en favor de aquellos que han tenido un cambio de situación jurídica, entendiéndose por tales a aquellas personas que han pasado de ser trabajadores en activo (relación laboral) a formar parte de la lista de jubilados o pensionados de la institución de seguridad social que corresponde (relación administrativa.)”.

Esta cláusula es de alguna manera el origen del conflicto y aunque se han trabajado algunas alternativas para apoyar a jubilados y pensionados con menores ingresos, el asunto se ha complicado porque en el grupo de inconformes hay personas que ganan hasta 182 mil pesos y que bien podrían prescindir de otros apoyos.

Si bien son los menos (20), hay otro grupo que gana 50 mil pesos (28); uno más amplio que gana 35 mil pesos (111) y otro más formado por 298 personas con ingresos de 25 mil pesos.

El grupo más amplio es el que percibe ingresos por 15 mil pesos, integrado por 399 jubilados y pensionados, mientras que aquellos que ganan 7 mil pesos suman 227 y los que ganan 3 mil pesos son solo 40.

En las negociaciones de este conflicto ya hay avances para regresar algunos apoyos -independientemente del convenio que los excluye-, a las personas de menores ingresos (rango entre los 3 mil y 7 mil pesos) y se valora la posibilidad de ampliarlo a quienes obtienen 15 mil pesos, pero el tema ya derivó por el camino de la política partidista y eso entorpece las negociaciones.

Ayer en la manifestación que realizaron en palacio municipal se hicieron presentes el diputado del PT, Sebastián Orduño y el dirigente estatal de ese partido, Ramón Flores para apoyar a los integrantes del Movimiento 30 de julio, como se conoce a la agrupación de jubilados y pensionados.

Una agrupación que ya buscó la intervención del gobernador del estado, Alfonso Durazo, que por cierto se ha mantenido al margen; consiguió una recomendación de la CEDH y ahora llevó el tema al Congreso del Estado, donde estos temas suelen convertirse en moneda de cambio o instrumentos de presión política entre los partidos allí representados.

La capital del estado, como se sabe concentra casi un tercio de la población del estado (y por consiguiente de la lista nominal electoral); constituyó para Morena y sus aliados la derrota más dolorosa en el proceso de 2021 y obviamente su proyección es conquistar esta plaza por primera vez en 2024.

Es desde luego, una lucha legítima considerando que los partidos políticos tienen como divisa principal la conquista del gobierno, pero si en ese lance aprovechan un movimiento que surgió con demandas muy específicas, cabe la posibilidad de que esas demandas se inscriban en una plataforma partidista a la que eventualmente sean ajenos y en determinado momento sean utilizados solo como instrumento de golpeteo político, restándole legitimidad al movimiento.

Se entiende que en su afán por conseguir sus demandas, jubilados y pensionados abran la puerta a la partidización del conflicto, pero también es previsible que eso entorpezca aún más las negociaciones, como ha ocurrido en otros casos. Veremos qué pasa.

III

Ayer hubo elecciones extraordinarias en siete municipios de Oaxaca y cuatro de Veracruz. A Morena le fue muy mal en ambos casos.

No es una muestra representativa o que marque tendencias rumbo a las elecciones estatales del próximo 5 de junio en seis entidades, pero los resultados debieron prender alguna luz de alerta en el partido oficial que, pese a los saldos no del todo favorables obtenidos en 2021 cuando perdieron la mitad de la ciudad de México, han venido construyendo una narrativa de invencibilidad, que al menos ayer rodó por el suelo desde lo local.

En Oaxaca, donde habrá elecciones de gobernador en junio, perdieron seis de las siete alcaldías en disputa. El PVEM, que fue solo, ganó en cuatro; la alianza PRI-PAN-PRD-PANAL ganó una y la alianza PAN-PANAL ganó la otra.

En Veracruz mientras tanto, de las cuatro presidencias municipales que estaban en juego, Morena en alianza con el PT ganó solo una; el PT ganó una, el PRD otra y el partido de nueva creación ‘Podemos’ ganó la cuarta.

Se trata de municipios pequeños, ciertamente, pero a Morena le habría servido mucho ganarlas para reforzar su narrativa triunfalista, sobre todo en vísperas de la revocación de mandato. Porque independientemente de la dimensión de estos triunfos de la oposición, el mensaje que se manda es que la gente desdeñó las opciones de Morena.

En el plano nacional, esos pequeños municipios son una insignificancia en términos de votos. Pero la sumatoria de muchos acontecimientos que se han dado desde la elección de 2021 puede ser que no sea tan irrelevante.

Vienen eventos interesantes como la revocación de mandato, la discusión y aprobación o rechazo de la reforma eléctrica (un tema para nada menor) y las elecciones estatales del 5 de junio, que servirán para dejar atrás el terreno de las especulaciones y arrojarán elementos más objetivos para un análisis de lo que podría ocurrir en 2024.