EL ZANCUDO | ¿GANARLE A LA 4T EN LAS CALLES?

Por Arturo Soto Munguía

El obradorismo está muerto y enterrado. Ha perdido la conversación pública, es incapaz de poner agenda y pierde todos los debates.

En Twitter.

En la realidad-real, en las calles y en las urnas, la llamada cuarta transformación sigue siendo una fuerza poderosa. Lo era cuando desde la movilización y el activismo pie a tierra relanzaron un movimiento (Morena, fundado en 2014) que en cuatro años ganó la presidencia de la República. Lo siguen siendo ahora cuando además gobierna en 22 de los 32 estados del país.

Sí. Ha tenido derrotas que prueban su no invencibilidad o al menos el carácter no absoluto de su poder. Acaso la derrota más dolorosa fue la infligida en la Ciudad de México donde perdieron la mitad de las delegaciones en 2021, junto con la mayoría calificada en el Congreso de la Unión, así ésta haya sido configurada con sus aliados electorales y las sumas de varios legisladores de otros partidos que decidieron pasarse a sus filas.

En 2022 no pudo ganar las gubernaturas en Aguascalientes y Durango, pero le quitó al PAN Tamaulipas y al PRI Quintana Roo, Hidalgo y Oaxaca. En 2021 ganó 11 de 15 gubernaturas en disputa y la oposición solo conservó Chihuahua y Querétaro (PAN); conquistó Nuevo León (MC) y San Luis Potosí (PVEM), aunque este último tiene sus peculiares afinidades con Morena.

En este contexto debe entenderse la movilización convocada para el domingo 13 de noviembre en la Ciudad de México y con réplicas en varias entidades federativas.

Si en los últimos tres días el presidente de la República ha arremetido contra la marcha y sobre todo contra sus convocantes significa que le incomoda lo suficiente, aunque en el fondo sabe que en la disputa por el espacio público la oposición está lejos de ganarle. Las calles y las plazas son la arena donde el presidente y su partido suelen jugar de locales, con todas las ventajas.

Por eso ordenó a la jefa de gobierno de la Ciudad de México desalojar el zócalo capitalino donde estaba montado un estadio de beisbol en el que se desarrollaba un torneo internacional, para invitar a los convocantes a manifestarse allí.

López Obrador es un venado muy lampareado. Sabe que dos semanas después de esa manifestación, el primero de diciembre rendirá en esa misma plaza su cuarto informe de gobierno y, si como oposición la llenó en repetidas ocasiones, como presidente va a poner aquello hasta las lámparas y seguramente convertirá el informe en un acto de apoyo a su propuesta de reforma electoral.

Tiene para ello todo el aparato de Estado. Tiene a su corcholata favorita gobernando la capital del país y tiene a 21 gobernadores más que ya anticiparon su apoyo en un desplegado difundido ayer en el que no dejan lugar a dudas sobre su posición en esta coyuntura.

Claramente el ‘sí’ o el ‘no’ a la reforma electoral se decidirá en el Congreso y no en las calles, pero mediáticamente estas movilizaciones cuentan. Y tratar de ganarle al presidente y su partido en la cancha donde mejor juegan es una tarea imposible en estos momentos.

La oposición tiene, desde luego el derecho y la obligación de hacerlo, pero parece lejos el día en que las victorias en Twitter pasen a las calles y a las urnas.

Acá en Hermosillo ya tuvimos una muestra ayer. 500 personas (según el imparcial y El Sol de Hermosillo) se manifestaron con una marcha de la plaza Emiliana de Zubeldía al IEE. Según Uniradio fueron ‘decenas’ (aunque no precisa si al menos sumaron 50 para completar esas 500). Las convocantes, integrantes de la comunidad católica que suelen manifestarse en el Congreso cuando se discute algún tema relacionado con la agenda progresista (interrupción del embarazo, matrimonio igualitario, señaladamente).

No se supo de otras organizaciones o partidos políticos que convocaran a esa marcha o que se sumaran. La convocatoria fue más bien pobre.

Para el domingo próximo, tampoco se ha visto mucho activismo para replicar la marcha. Por ejemplo en el PRI, a Rogelio Díaz Brown le volvieron a ganar la agenda y quienes convocaron fueron Zaira Fernández y Pascual Soto, que encabezan un movimiento llamado Priistas Inconformes. Del PAN poco se sabe. Al menos orgánicamente no han convocado como tampoco lo han hecho el PRD o MC.

A tres días de que se lleve a cabo esa movilización la expectativa no es mucha. Eso sí, en Twitter todos los días le pegan una chinga al presidente que, mientras los madrazos no pasen de la red social, puede seguir tranquilo. Haciendo corajes, pero tranquilo.

II

Los que sí andan muy activos son los diputados de Movimiento Ciudadano en la promoción de una jornada de rendición de cuentas que iniciará este sábado a las 11:30 de la mañana en la torre Metrocentro, ubicada sobre el bulevar Colosio en Hermosillo.

Este es un ejercicio interesante de interacción y correspondencia con la sociedad por parte de los y las diputadas locales de MC, que ciertamente han sido de los que mayor actividad legislativa reportan.

La bancada naranja está integrada por Rosa Elena Trujillo, Natalia Rivera Grijalva, Jorge Russo y Ernesto de Lucas Hopkins.

La jornada comienza este sábado con la presentación de los contenidos manejados a lo largo de este primer año de gestión, sus iniciativas, puntos de acuerdo, reformas aprobadas, entre otras cosas. Hay que ir.

III

Donde se enredó más la piola es en el caso que les comentábamos ayer sobre un presunto fraude inmobiliario en Puerto Peñasco que involucraría ya no solo al alcalde Jorge Pivac, sino a la familia Munro, señaladamente al diputado Ernesto Roger Munro quien se desempeñaba como alcalde cuando se perpetró el atraco mediante una asamblea simulada en la que se habrían falsificado firmas para despojar a un par de empresarios norteamericanos de una valiosa propiedad frente a la playa. Se menciona también al hermano del diputado, Alán Francisco, notario público.

Como le informamos ayer, la fiscalía estatal ya solicitó una orden de aprehensión girada por un juez contra uno de los probables responsables en este espinoso caso, sobre el que abundaremos una vez que indaguemos más al respecto.