A UNA SEMANA DE LA SUCESIÓN EN EEUU, MÉXICO REDISEÑA SUS POLÍTICAS

Por Arturo Soto Munguia

Pues nuestra clase gobernante comenzó el año arrastrando el lápiz para trazar la hoja de ruta de la administración federal y estatal. Apenas en la víspera, la presidenta Claudia Sheinbaum presentó el informe de sus primeros 100 días de gobierno y al día siguiente, el llamado Plan México, un programa de largo plazo para promover el desarrollo regional, la relocalización de inversiones y entre otras cosas, sustituir importaciones, especialmente de China.

El plan es ambicioso. Busca hacer pasar a México del lugar 12 al 10 en el ranking de las economías mundiales, incrementando la inversión pública y privada al 28% del Producto Interno Bruto nacional.

Ya se tiene un portafolio de 227 mil millones de dólares en inversiones nacionales y extranjeras, para dos mil proyectos específicos.

“El objetivo es que cada estado tenga un proyecto claro, con metas definidas que fomenten el desarrollo regional y la generación de empleos bien remunerados”, dijo la presidenta.

En esa lógica y en un carril paralelo, durante las últimas semanas diversos especialistas en diferentes materias le entraron al diseño del Plan Nacional de Desarrollo 2025-2030, abriendo espacios de consulta ciudadana en foros que ayer fueron clausurados en Hermosillo por el gobernador Alfonso Durazo, quien estuvo acompañado por el canciller Juan Ramón de la Fuente.

Fue un debate amplio en el que participaron todos los sectores de la sociedad civil, y obviamente las instancias gubernamentales para alinear las políticas públicas federales con las estatales en los rubros de educación, salud, empleo, seguridad y sostenibilidad.

También estuvieron presentes legisladores estatales y federales, autoridades tradicionales de las etnias sonorenses, académicos, líderes de cámaras empresariales y sectores representativos de la sociedad; allí se recogieron las propuestas desarrolladas desde el pasado sábado, con las que se busca atender las necesidades en las materias citadas arriba.

El canciller Juan Ramón de la Fuente expuso que con este ejercicio se estrecha la vinculación entre la política exterior y la política interna.

Claramente se advierte que desde el gobierno federal se están preparando para lo que venga después del 20 de enero, día en que toma posesión como presidente de EEUU el impredecible Donald Trump, que ha adelantado advertencias de gran calado en la relación bilateral, especialmente las relacionadas con aranceles, migración y combate al crimen organizado, materias en las que la presidenta Sheinbaum se ha esforzado de manera singular en las últimas semanas.