Por: Arturo Soto Munguía
No hay, entre quienes se reservaron su voto para una segunda ronda en la elección del nuevo ombudsman sonorense, objeción alguna a las credenciales académicas y profesionales de Luis Fernando Ramírez Rentería, que el próximo 15 de marzo relevará a Pedro González Avilés como presidente de la CEDH.
El acuerdo entre bancadas para sacar adelante una votación a su favor estuvo tan bien planchado que pudo ser unánime, pero hubo cinco votos que no se emitieron. No cuenta como abstención, porque tal figura no existe en la legislación.
Me explico. Por acuerdo de la Comisión de Justicia y Derechos Humanos, y de acuerdo a lo establecido en la convocatoria, el nuevo presidente de la CEDH sería quien reuniera las dos terceras partes de la votación en una ronda donde se votaría uno a uno a los integrantes de la terna de cuatro.
Sí, ya sé que las ternas son de tres, pero esta era de cuatro, a saber y en este orden: Luis Fernando Ramírez Rentería, Sanae Hinojosa Taomori, Haydee Meza Caudillo y Octavio Grijalva Vázquez.
El orden, como se verá inmediatamente, sí importa, sobre todo para ahorrar tiempo. Ramírez Rentería fue el primer nombre que se votó y 28 de los 33 diputadas y diputados votaron a su favor.
Quienes no manifestaron el sentido de su voto en esa primera ronda, fue porque se lo reservaron para emitirlo a favor de una de las dos mujeres de la terna, pero ya no hubo oportunidad de hacerlo porque el primero de la lista obtuvo los votos suficientes. Una ‘cargada’ democrática, pues.
No hubo objeciones ni reclamos, porque el método fue acordado en la Comisión y así se plasmó en la convocatoria.
Solo la diputada Rosa Elena Trujillo ‘La Pinky’ hizo un posicionamiento en el mismo sentido de lo que había declarado los días previos en el sentido de favorecer la alternancia de género en la CEDH que nunca ha sido presidida por una mujer. Su compañero de bancada, Jorge Russo también reservó su voto para una segunda o tercera ronda que no llegarían nunca.
Por el PRI, Natalia Rivera y Karina Zárate también tenían reservado su voto para una mujer, lo mismo que Alma Manuela Higuera, del PRD. Ninguna de ellas objeta las cartas credenciales que respaldan al nuevo ombudsman, simplemente apelaron a la congruencia de género para reservar su voto a favor de una mujer, justo en el mes que se conmemora la épica de 1908.
Pero como decíamos líneas arriba, el acuerdo ya estaba planchado y el método acordado por consenso. Vuelta a la página y a lo que sigue.
Nomás como colofón, acuso recibo del mensaje recibido desde algún lugar de la CEDH y trascribo: “Lo mejor de todo es que con esta votación se frenó al grupo que comanda Raúl Ramírez, el ex ombudsman de triste memoria, que quería volver por sus fueros a través de Octavio Grijalva”.
II
Primero fue el secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken el que hizo un extrañamiento al gobierno mexicano por los crímenes contra periodistas en nuestro país. La respuesta de presidente AMLO fue acusarlo de metiche e injerencista. Luego el canciller Marcelo Ebrard trató de suavizarla argumentando que quizás los periodistas asesinados en México hayan caído víctimas de las balas disparadas por armas que se venden en Estados Unidos.
Ayer, el parlamento europeo aprobó con 607 de los 682 votos allí representados, una resolución en la que pide al gobierno mexicano actuar firme y contundentemente contra los ataques a la prensa y a los defensores de los derechos humanos.
También solicita frenar su “retórica populista” contra la prensa desde sus mañaneras, considera a México el país más peligroso del mundo para ejercer el periodismo y cita que en los últimos 20 años han sido asesinados 150 reporteros y 68 activistas en los últimos cuatro años.
Fuertes señalamientos, pero mentiras no dijeron.
La respuesta de la presidencia de la República en una carta difundida a través de su cuenta oficial es, por lo menos, sorprendente y reveladora.
Es lamentable, les dice a los eurodiputados, que se sumen como borregos a la estrategia reaccionaria y golpista del grupo corrupto que se opone a la cuarta transformación, impulsada por millones de mexicanos para enfrentar la monstruosa desigualdad y la violencia heredada por la política económica neoliberal que durante 36 años se impuso en nuestro país.
“Aquí no se reprime a nadie, se respeta la libertad de expresión y el trabajo de los periodistas. El Estado no viola los derechos humanos como sucedía en gobiernos anteriores cuando ustedes, por cierto, guardaron silencio cómplice”, agrega, después de recordarles que “nuestro presidente no sería respaldado por el 66 por ciento de los ciudadanos, como lo publicó ayer la encuesta de la empresa Morning Consult que lo coloca en segundo lugar entre los principales mandatarios del mundo. Dicho sea de paso, con más aprobación que los gobernantes europeos”.
Por enésima vez citó a Benito Juárez y repitió que México no es tierra de conquista, entre otras cosas.
La diplomacia, al menos como la conocíamos, no es algo que se le dé a nuestro presidente. Ignoro si esto es bueno o malo; si traerá algún tipo de consecuencias en la relación con los países europeos que ya quisieran una democracia como la mexicana, y a sus gobernantes, que ya quisieran aparecer cerca de AMLO en la encuesta de Morning Consult.
Lo que sí puedo intuir es que el canciller Marcelo Ebrard se ha de andar dando contra las paredes desde anoche, pensando cómo salir del atolladero diplomático.
Claro, también cabe la posibilidad de que la ya famosa carta sea otra de las espectaculares cortinas de humo que suele soltar el presidente para cambiar la conversación pública en México, donde hay varios temas que se le están enredando.
Y hay que reconocer que le salen bien. Pero, ¿a qué costo?
Quién sabe. Lo cierto es que ya la opinión pública (o publicada) se volvió a partir en dos: los que apoyan el contenido de la carta y todavía dicen que le faltó más contundencia, y quienes se rasgan las vestiduras anticipando una invasión europea en nuestro país, o por lo menos, el aislamiento.
Ni una cosa ni la otra. Pero yo diría que ya encarrerado, el presidente debería organizar una cruzada azteca para invadir Austria y recuperar el penacho de Moctezuma. ¿Qué puede salir mal?