EL ZANCUDO | Por: Arturo Soto Munguía
Completamente empoderada, la bancada de Morena y sus aliados en el Congreso local se aprestan a reeditar la planchada que todos vimos en el Congreso federal y aprobar sin cambiarle una coma la propuesta de paquete fiscal enviada por el gobernador Alfonso Durazo Montaño a través de su secretario de Hacienda, Omar del Valle Colosio.
No hay margen de negociación. En nada.
Y no lo necesitan, vale decir, porque tienen sobradamente los votos necesarios para hacer pasar una iniciativa que requiere solo de 17 a favor. Si tienen la mayoría calificada (dos terceras partes) es claro que esos 17 los suman con la mano en la cintura.
Previsiblemente habrá reservas al articulado de la Ley de Ingresos y el Presupuesto de Egresos por parte de la oposición (PRI, PAN, PRD, MC), pero las bancadas oficiales los verán como dios a los conejos: chiquitos y orejones.
Aunque se anticipan fuertes posicionamientos y severas críticas, la planchada será épica y para el 15 de diciembre el paquete fiscal que fue presentado ayer pasará como cuchillo en mantequilla, si no es que antes.
Hay, sin embargo preocupación entre casi todos los alcaldes de Sonora que enfrentan serios problemas de gasto corriente y no tienen manera de hacer frente a los compromisos de nómina para la temporada decembrina. Ya acudieron varios de ellos a solicitar apoyos al gobierno del estado para poder pagar los aguinaldos, pero les dijeron que se rascaran con sus propias uñas.
Por ello algunos ya están acudiendo a la banca privada para solicitar créditos que les permitan librar el fin de año. En municipios pequeños el problema no es tan grave porque el monto requerido para este tema puede gestionarse sin mayores sobresaltos, pero en los municipios grandes el monto sí es considerable.
Recordemos que entre el PRI, el PAN y el PRD gobiernan 30 de esos municipios (incluyendo Hermosillo, la capital) mientras que Movimiento Ciudadano es gobierno en siete.
Hasta eso que la directriz de dejarlos a su suerte en este tema es profunda, absolutamente democrática e incluyente: no habrá apoyos para nadie y eso incluye a los alcaldes de Morena y sus aliados que por cierto, gobiernan en los municipios más poblados después de la capital: Cajeme, Nogales, Guaymas, San Luis Río Colorado, Navojoa, Empalme, Huatabampo, Caborca entre otros.
Veremos cómo resuelve cada uno de los alcaldes y alcaldesas este tema que año con año los pone en aprietos presupuestales porque todos llegan al fin de año arrastrando las cobijas.
Con ser un asunto serio, no es el mayor de los problemas. Si por la víspera se saca el día, es previsible que la austeridad republicana se traduzca en menos recursos para obras y servicios públicos, privilegiando los programas sociales que se llevan una parte muy importante del dinero que los munícipes solo ven pasar.
La leída de cartilla corrió ayer a cargo del secretario de Hacienda, quien hizo un llamado a todos los ejecutores del presupuesto a no gastar más de lo que se tiene, a revisar a detalle las distintas partidas para evitar gastos superfluos y reorientar esos recursos a las necesidades de la entidad, particularmente en materia social, seguridad y salud.
La propuesta del Ejecutivo es un presupuesto de 66 mil 940 millones de pesos, 570 millones menos que el correspondiente al ejercicio anterior y esto se debe, de acuerdo con Del Valle Colosio a que no incluye fuentes de financiamiento adicionales a las que genera el estado y las que provee la federación. Es decir, no habrá contratación de nueva deuda a largo plazo; tampoco financiamiento de la que ya se tiene.
Con ello y con la reducción del gasto corriente (servicios generales y personales; gastos de suministros y materiales) se lograrán ahorros por el orden de los 2 mil 300 millones de pesos, destinando esos recursos a rubros como desarrollo social, seguridad y abasto de medicamentos.
La austeridad llegará también al Congreso del Estado pues el presupuesto contempla una reducción de 450 millones de pesos. Si el año fiscal en curso el Poder Legislativo tuvo un presupuesto de 796 millones, para 2022 será de 346 millones. Esos 450 millones de los que ya no dispondrá el Congreso serán destinados a programas sociales, especialmente becas estudiantiles y se incluye en el monto de los 2 mil 300 millones de ahorro señalados líneas arriba.
Este recorte al presupuesto del Congreso será igualmente aprobado, considerando que el presidente de la Mesa Directiva, Jacobo Mendoza ya adelantó el voto de su bancada a favor. Habrá desde luego, resistencias por parte de las bancadas de oposición, pero no pasará de un ejercicio del sacrosanto derecho al pataleo que se estrellará en los votos de Morena y sus aliados.
El tema del paquete fiscal es sumamente complejo y tendría que pasar por el análisis de los diputados, que en los próximos días habrán de prepararse para dar la pelea y por lo menos dejar constancia de que no estuvieron de acuerdo.
Y es que aún no conocen los detalles de la propuesta del Ejecutivo y no saben por ejemplo cómo vienen las partidas para el Poder Judicial, para las fiscalías, para los organismos autónomos y tampoco para los ayuntamientos.
Lo que sí hemos visto en estos días son acercamientos con legisladores aliados. Ayer el gobernador se reunió con la bancada del PT en un encuentro donde estuvo presente el secretario de Gobierno, Álvaro Bracamonte y el comisionado nacional de ese partido, Ramón Flores. Estuvieron también los diputados Sebastián Orduño e Iram Solís. La diputada Karina Barrera se encontraba en la Ciudad de México y no pudo llegar a tiempo. Pero es claro que el tema principal fue lo relativo al paquete fiscal.
También vimos una foto del principal cabildero del gobernador en el Congreso, Jesús Valencia reunido con la diputada del PES, Paloma María Terán Villalobos y en los próximos días veremos encuentros de este tipo con los diputados del Verde y el PANAL.
La austeridad republicana va.