Por Arturo Soto Munguia
Cuando el lunes por la tarde el secretario del Bienestar en el estado, Fernando Rojo de la Vega publicó en su cuenta de X un tuit con cuatro lacónicas palabras entre signos de interrogación y dos imágenes de Neo, un personaje de la película Matrix, una cinta distópica que muestra una sociedad viviendo en una realidad simulada creada por máquinas inteligentes para manipular a los humanos, francamente me pareció un exceso.
Neo, el personaje en mención es definido en las reseñas como ‘de personalidad introvertida, un hombre tranquilo que piensa más de lo que habla. Tampoco tiene problemas para aprender a pelear y defenderse de una batalla”.
La lacónica pregunta que acompañó sus imágenes fue: ¿Ya acabaron su circo? Y en el tuit ‘arrobó’ a Carlos Loret, Gildardo Real, Juan Pablo Arenívar, Luis Estevané, Celina Aldana y Dulce Robles, así como a Gabriela Felix y Manuel Scott.
El primero, conocido periodista anti 4T; los siguientes cuatro, panistas que encabezaron un cierre simbólico de las oficinas del bienestar en el Centro de Gobierno y los últimos dos, promoventes de una iniciativa para llamar al secretario a comparecer ante el Congreso para aclarar los señalamientos que hizo el titular un programa en el que se denunciaron presuntos tráfico de influencias, nepotismo y acciones irregulares para el establecimiento de una fábrica de gorras y sombreros en Agua Prieta, en un caso que mencionaba también a Alfonso Durazo Chávez, el hijo del gobernador del estado como administrador del fideicomiso que administra los terrenos donados por dos ejidatarias para que se estableciera allí la empresa.
Y digo que me pareció un exceso porque, tratándose de señalamientos tan serios, merecerían una respuesta institucional, más allá del escueto comunicado que publicó Rojo de la Vega días antes deslindándose de las acusaciones y poniéndose a disposición “para cooperar con cualquier investigación que deba hacerse por la autoridad que se considere competente”.
El reportaje en cuestión tomó al gobernador de viaje por Taiwán, en una gira de promoción económica en la que se reunió con empresarios de Foxconn, un gran consorcio dedicado a la fabricación de baterías y a temas de electromovilidad, seguridad y ciudades inteligentes.
El tuit del funcionario, no desprovisto de buena dosis de sarcasmo sorprendió a muchos -entre los que me incluyo- por el tono burlesco y por el personaje y la cinta usados para ilustrar el texto.
Sin embargo, es obvio que para el lunes, Rojo de la Vega ya había hablado con el gobernador, que llegó desde el sábado a Sonora y obviamente trabajaron en una respuesta -esa sí institucional- a lo que el gobernador definió como medias verdades y mentiras completas, ‘con el sello de la casa (Latinus) y de Carlos Loret de Mola a quien recordó publicaciones anteriores que le ganaron el mote de Lord Montajes, especialmente aquel de la francesa Florence Cassez, realizado en colaboración con el secretario de Seguridad de Felipe Calderón, Genaro García Luna, hoy preso en EEUU acusado de vínculos con el crimen organizado.
En la primera rueda de prensa que ofrece este año, el gobernador habló por espacio de 20 minutos sobre el tema y el resumen de su exposición es el de un espaldarazo a los funcionarios involucrados; además de Rojo de la Vega, el secretario del Trabajo, David Soto a quienes definió como servidores públicos excepcionales, transparentes, profesionales y comprometidos desde 2017 con los principios de la cuarta transformación.
En apretadísimo resumen su participación se puede sintetizar así:
No hay conflicto de intereses porque cuando se constituyó el fideicomiso de administración y las empresas de las cuales Fernando Rojo de la Vega es administrador, no era aún servidor público y la dependencia de la que hoy es titular no tiene ninguna injerencia en el proyecto y bajo ese criterio no está obligado a renunciar, ni al cargo público ni a las empresas.
Las tierras donde se instaló la empresa no fueron aportadas a título gratuito por el gobierno del estado, sino por ejidatarios. La ley obliga a crear un fideicomiso que no puede ser administrado por el ejido ni por la empresa; por ello tal fideicomiso es administrado por Alfonso Durazo Chávez en una decisión que tomaron ambas partes (empresa y ejido) ya que fue él quien gestionó la instalación de esa empresa en Agua Prieta, donde ya ha creado más de 500 empleos directos, más de mil indirectos y tiene proyectada la generación de 5 mil empleos en los próximos años.
Dijo que los incentivos otorgados a la empresa Mainland Headware son los mismos que se otorgan a cualquier empresa que se instale en Sonora legalmente para generar empleos y fue más allá: dijo que si alguna empresa se instala en poblaciones donde escasean las inversiones, el gobierno gestionará el doble o el triple de terrenos para su asentamiento, porque es la vocación de este gobierno incentivar la llegada de fuentes de trabajo.
Explicó que en Agua Prieta no existe recinto fiscal alguno aunque hay un proyecto para crearlo en beneficio de las empresas que decidan instalarse en aquella región.
Queda claro que al subir su tuit de Neo, Rojo de la Vega tenía ya la venia del gobernador y el espaldarazo que sonó fuerte el martes. Vamos a ver cuál es el siguiente capítulo de esta trama.