Por Arturo Soto Munguía
Siempre he dicho que la política de combate a la delincuencia organizada por parte del gobierno federal es la correcta. Atacar las causas que generan la violencia, las adicciones y el crimen es, en el largo plazo, lo único que va a desterrar el estado de cosas por el que actualmente pasamos.
Tiene sin embargo, un pequeño inconveniente: en el largo plazo todos vamos a morir de viejos, si tenemos suerte y no aparecemos anticipadamente en la estadística de ‘daños colaterales’ que el fin de semana sumó otros dos casos en Caborca incrementando esa lista que crece en todo el territorio nacional.
Urgen entonces acciones concretas, inmediatas y efectivas que combinen la inteligencia con la fuerza del Estado para frenar una ola delictiva que a diario nos ilustra desde Chiapas hasta Baja California sobre el poderío de los grupos criminales y el no menos grave dominio sobre regiones enteras del país.
Lo ocurrido el domingo en Caborca, donde por espacio de al menos una hora dos grupos armados se enzarzaron en un cruento intercambio de balazos que incluyó la quema de autos y casas y dejó un saldo de seis presuntos criminales asesinados y dos civiles muertos, que no tenían nada que ver con esa disputa es lamentablemente apenas una estampa más del México violento de estos días.
Un día después de los hechos, aparecen la fiscal estatal Claudia Indira Contreras y el delegado de la FGR, Francisco Sergio Méndez dando el parte, lamentando los hechos, ofreciendo condolencias a las familias de las víctimas inocentes; haciendo el recuento de muertos y heridos, detenciones (2), aseguramiento de armas y vehículos y, desde luego, advirtiendo que no habrá impunidad.
Hay en el video difundido ayer una joya de parte del delegado de la FGR que, visiblemente nervioso cambió una palabra en el guion que le fue dado a leer frente a la cámara. Cambió el verbo ‘contener’ por ‘disuadir’, acaso porque, avezado observante de los dictados de la Real Academia Española, sabe que ‘contener’ se equipara en una de sus acepciones con ‘reprimir’, mientras que ‘disuadir’ significa “inducir o mover a alguien a cambiar de opinión o a desistir de un propósito’.
Nada representa mejor el acatamiento a la política de ‘abrazos y no balazos’ que la idea de ‘disuadir’ a un hatajo de sicarios que se están asesinando a tiros para que desistan o cambien de opinión.
El párrafo que le tocó leer al delegado es como sigue: “Es importante destacar que la reacción inmediata y presencia operativa de los tres órdenes de gobierno logró contener la continuidad de los hechos de violencia, pues los delincuentes se dispersaron inmediatamente para evadir la acción de la justicia”.
Nomás que el delegado cambió ‘contener’ por ‘disuadir’, lo cual explica en parte el otro logro presumido: que los delincuentes se dispersaran inmediatamente para evadir la acción de la justicia.
Sería cómico si no fuera tan trágico. Que el delegado de la FGR considere importante destacar que gracias a las labores de disuasión de los tres órdenes de gobierno los delincuentes se dispersaron y evadieron la acción de la justicia, como dicen los morros: #PriceLess
El caso es que en Caborca volvió a sonar la metralla dejando una estela de sangre y muerte por otro enfrentamiento entre bandas del crimen organizado, esas a las que le rinde culto el narcocorrido, género que interpreta con gran éxito una persona cuyo nombre pretendió imponerse a una calle de aquel municipio a propuesta del alcalde Abraham “El Cubano” Mier.
La presión social (y dicen que la de Palacio de Gobierno) lo disuadió de tal propósito, pero como el señor es terco y además buen amigo del cantante de marras, hizo lo conducente para incluirlo en la cartelera de las Fiestas del 6 de Abril, con las que Caborca conmemora cada aniversario de la heroica defensa del pueblo que venció a los filibusteros norteamericanos un día como ese, pero de 1857.
Pues ahora Caborca se quedó sin calle con el nombre del cantante de narcocorridos, y sin las Fiestas del 6 de abril, pues ayer mismo “El Cubano” anunció en su cuenta de Facebook que, debido a los hechos del domingo “y anteponiendo la seguridad de nuestros ciudadanos y visitas hemos decidido suspender los eventos del 166 aniversario de la gesta heroica del 6 de abril”.
El mismo que hace algunas semanas declaró que Caborca estaba en paz porque ya no se asentaban allí figuras relevantes del crimen organizado, escribió ayer: “Hoy somos un pueblo que siente la impotencia y la frustración ante la violencia. Pido a mi querido pueblo de Caborca que estemos unidos en estos momentos de dolor”.
Así las cosas.
II
Pero bueno, como alguien tiene que trabajar en Sonora, mientras a los encargados de la investigación y el combate al crimen se les enreda la piola en asuntos gramaticales y otros más graves, el gobernador estuvo en Cajeme para colocar la primera piedra de lo que serán un par de naves industriales del complejo Sky Bridge Sonora.
Con una inversión de 274 millones de pesos estas naves estarán ubicadas junto al aeropuerto de aquella ciudad y permitirán agilizar el traslado de mercancías entre México y Estados Unidos, mediante procesos de revisión aduanera facilitada en los que ya están trabajando las aduanas de ambos países.
Esta es una buena noticia para Cajeme de las que no menudean mucho por esos rumbos, sacudidos también por la violencia criminal.
III
Hasta donde lo conozco, y lo conozco desde hace décadas, Jorge Taddei es un tipo serio. Reconocido académico, sindicalista combativo, militante de izquierda desde la cuna.
Sería una tristeza comprobar que el poder lo ha mareado o peor aún, que como dice el apotegma, lo ha vuelto loco.
Delegado del Bienestar en Sonora, con aspiraciones -y posibilidades- político-electorales; hombre cercanísimo al gobernador y al presidente, no tiene ninguna necesidad de fijarse entre sus metas competir con el Payaso Platanito, al que le fue como en feria después de hacer un pésimo chiste de muy deplorable humor negro sobre los niños muertos en el incendio de la Guardería ABC.
Acaso en la euforia por la megamanifestación del sábado en el zócalo capitalino, al señor Taddei se le ocurrió que era buena idea ensayar su vena irónica burlándose de la presidenta de la SCJN, Norma Piña, cuya imagen fue quemada por una turba en plena manifestación.
En un país donde la violencia feminicida cobra diez víctimas fatales diariamente, la quema es siniestra pero los simbolismos mucho más si se considera que las motivaciones están inspiradas en la propia narrativa presidencial que en no pocas ocasiones ha cargado contra la ministra presidenta.
El acto fue reprochado el lunes por el propio presidente de la República, por su esposa Beatriz Gutiérrez Müller y por la exministra de la SCJN, exsecretaria de Gobernación con AMLO y senadora de la República, Olga Sánchez Cordero. También la SCJN emitió un comunicado oficial deplorando los hechos.
Pero al señor Taddei se le ocurrió que era buena idea tuitear, en respuesta a un tuit de Denisse Dresser (otra a la que el profe Taddei y no pocos morenistas quisieran ver arder) sobre la quema de la figura de Norma Piña, lo siguiente: “Eso es gravísimo. Exigimos que la señora sea atendida de sus quemaduras, que supongo de 3er grado. Que el gobierno pague los servicios médicos necesarios y se encarcele a los responsables. No se debe llegar al exceso de violencia física. Pronta recuperación a la ministra”.
Como ironía política el tuit de Taddei tiene su mérito y como tal fue celebrado por algunas personas a quienes se les hizo chistoso quemar simbólicamente a una mujer, pero sobre todo a una mujer que representa a otro poder que el presidente considera adverso al que él mismo representa. El contexto político cuenta.
No todos ni todas lo celebraron. Por ejemplo las feministas sonorenses no lo hicieron. Tampoco lo cuestionaron, pero guardaron un ‘prudente’ silencio.
Hubo en cambio otr@s que sí lo justificaron y hasta lo festinaron con el mismo entusiasmo que algunos aplaudieron aquel chiste del payaso Platanito: “¿Saben de qué murió Michael Jackson?, de desesperación porque le quemaron una guardería allá en Sonora. No se burlen, aparte ahora ya no hay guardería, abrieron un changarrito que se llama Kentucky Fried Children”.
No hay inocencia en el sarcasmo en ninguno de los dos casos. Alguna vez dijo el presidente que a la gente que escuchaba noticias con Ciro Gómez Leyva le podría salir un tumor en el cerebro, y al otro día lo intentaron asesinar a balazos. Ciro, periodista antes aliado de AMLO y hoy crítico del presidente está vivo gracias al blindaje de la camioneta que le proporciona la empresa para la que trabaja.
El país está crispado políticamente. Las balas pasan cerca de cualquiera. Las agresiones son la cotidianidad en muchos casos.
El profe Taddei tendría que buscar ejemplos a seguir más edificantes que el del payaso Platanito. No hay necesidad.
IV
Y a propósito, la diputada federal Paloma Sánchez Ramos impartirá hoy una conferencia sobre violencia política de género. La invitación corre a cargo del dirigente estatal del PRI, Rogelio Díaz Brown y el evento se llevará a cabo al filo de las 16:30 horas en la sede estatal de ese partido.
Paloma Sánchez es sinaloense, secretaria de la Comisión de Radio y Televisión y participa en las comisiones de Defensa Nacional y en la de Turismo; ha presentado 15 iniciativas relacionadas con temas de género, derechos humanos, desaparecidos, medio ambiente, campo, educación, entre otros.