Por Víctor Fausto Silva D.
Hoy es día de correo, por lo cual transcribimos íntegros dos que recibimos:
“Señor Silva, me enteré primero por las redes y luego por su columna que Morena ya dio a conocer sus listas de candidatos a diputados y a presidentes municipales, y al verla no puede uno más que exclamar ¡pues wow, qué chulada! porque no hace más que desmentir su sobado dicho de que ‘no son iguales’.
Desconozco la situación o el ambiente que analiza usted en el sur del estado (le escribo desde Hermosillo), pero viéndola en lo general da tristeza que le quieran seguir viendo la cara a la gente, reciclando a los mismos, que no tendría nada de malo si dieran resultados.
Aquí en la capital por ejemplo, lanzan para la presidencia a María Dolores del Río Sánchez, de ingratos recuerdos por los tandeos de agua que nos recetó en su trienio, pero además de infausto paso por la Secretaría de Seguridad Pública, donde lo más que se le recuerda fue su turisteo por todo el estado armando foritos y firmando convenios de coordinación que sirvieron para maldita sea la cosa, porque la criminalidad sigue a todo lo que da. A la mejor no hallaban cómo quitársela de encima, pero ¿qué culpa tenemos los hermosillenses si en un descuido gana?
Pero deje usted Hermosillo, la pobre gente de Ciudad Obregón y Caborca está peor, porque les repiten como candidatos a alcaldes que ya demostraron ser nefastos por su ineptitud si no es que por su colusión con los delincuentes, como son Javier Lamarque Cano y Abraham Mier, ambos con sus plazas ardiendo por la inseguridad.
Y luego reviven a Célida López, más conocida por soltar madrazos en los mítines que por proponer soluciones, ¡por Dios!
¿A poco no había algo mejorcito en Morena? ¿Ese respeto les merece el ciudadano ya bastante agraviado, como para repetirle a gente a todas luces incapaz de resolver sus problemas? ¿En qué son diferentes a los anteriores si usando su término salen “con las mismas caritas” de siempre? Y se espantan de que los opositores hayan sacado de sus mausoleos a cartuchos quemados como Beltrones o al Borrego Gándara ¡si no hay a quién irle!, con la diferencia de que prometieron ser diferentes.
Para terminar, señor Silva, una aclaración a mi dicho de que son los candidatos de Morena: son los de Alfonso Durazo, porque ni modo que no los haya palomeado él. Y qué triste para él que vaya a ser recordado como un gobernador que se rodeó de ineptos y mediocres.
Lo saludo con afecto.
Ing. Jorge López Figueroa”
Hasta ahí el primero, estimado lector. Sale el segundo, sólo que éste lo envía un lector que pide reservar su nombre, por aquello de las moscas, pues se encamina a jubilarse como empleado estatal:
“Don Víctor: cuando llegó al cargo el gobernador Durazo, muchos nos fuimos con la finta de que por fin llegaba alguien a desterrar a los Beltrones, los Padrés, las Claudias y demás que tanto daño le hicieron a Sonora.
Hoy que Morena da a conocer a sus candidatos, ¡qué lejos quedó aquél cambio!, pues encajan perfectamente en el viejo dicho de que nos van a vender la misma gata, pero revolcada, con diputados y presidentes a los que se impulsa para que se reelijan, como si hubieran quedado muy bien o con ‘chapulines’ recién llegados y en su mayoría provenientes de aquél PRI corrupto que supuestamente expulsamos a punta de votos.
No creo exagerar si aventuro mi hipótesis de que en Morena ya hay más priistas (convenientemente rebautizados como decentes) que militantes originales.
Pero qué se puede esperar si la propia candidata presidencial Claudia Sheinbaum declaró hace días que los fundadores de Morena no ganan encuestas, pero los recién llegados sí ‘y hay que confiar en lo que dice el pueblo’. ¡Pobres morenistas, a expensas de tanto chapulín y corrupto maquillado de decencia! Ya que andan en ésas, también deberían reclutar a Beltrones o a Padrés, total, ya reclutaron a Claudia Pavlovich”.
Hasta ahí el segundo correo. Le dejo a usted sus conclusiones, estimado lector.
“EL CUATE”, EXTRAVIADO
Hace días comentamos aquí que los seguidores de Guillermo “El cuate” Ruiz Campoy andaban destanteados, porque de tantas marcas que ha probado en el terreno político ya no se sabía qué camino agarraría finalmente.
Estuvo en Morena, se fue al PT y después de que lo ningunearon feo se regresó a Morena, con dos objetivos a la vista: ser candidato a la alcaldía de Navojoa o bien, a la diputación local por el XIX Distrito.
No cortó madura ni una ni otra. Para la alcaldía ya le destaparon a Jorge Elías Retes y para la diputación, Morena optó por repetir con Próspero Valenzuela Muñer.
Con el score 2-0, “El cuate” tomó oooootra decisión, pero ahora para aventarse un salto al vacío y sin red protectora: buscará la diputación ¡por el Partido Sonorense!, el invento de Alí Camacho, que seguramente no pasará del primer round en el entarimado electoral.
Sin estructura y sin bases, seguramente el PS no pasará de ser flor de un día, y oooootra vez, Ruiz Campoy se quedará chiflando en la loma y ahora sí, totalmente huérfano. A menos, claro, que vuelva a su juego del tin-marín-de-do-pingüé.
Lamentable. El considerable capital político que llegó a conseguir, lo echó al bote de la basura. Eso sí: para beneplácito de Alí Camacho, a la espera de que algo le caiga en el tarrayazo electoral, pirateando trayectorias y méritos ajenos.
NUEVOS AIRES EN EL PVEM
En cambio, donde soplan nuevos aires es en el Partido Verde, con el arribo de Rogelio Preciado al mando municipal en Huatabampo.
Periodista de amplia y reconocida trayectoria, “El Róger” decidió incursionar en un ámbito que por razones de su propio oficio, tampoco le es del todo ajeno.
Preciado rindió protesta en un cálido evento y con buena asistencia de militantes, realizado en el bonito rancho “El Tábare”, feudo de Adrián Valdez, donde los verdes le dieron cordial bienvenida, confiados en que bajo su batuta vendrán mejores cosas para el partido.
Preciado no los defraudará. Es un hombre serio, responsable y acostumbrado a la talacha.
Seguramente rendirá buenas cuentas por la confianza que depositan en él.
Al tiempo, estimado lector.