Categoría: Bulmaro Pacheco

  • LO QUE EBRARD QUISO DECIR II

    LO QUE EBRARD QUISO DECIR II

    Por Bulmaro Pacheco
    No, Marcelo Ebrard no fue el Juan Andrew Almazán que se le rebeló al presidente Lázaro Cárdenas en la sucesión presidencial de 1940.

    Almazán se la jugó contra Manuel Ávila Camacho, candidato del PRM, desafiando la autoridad presidencial y dividiendo al partido y a la clase política de entonces. Cárdenas calificaría muy mal al candidato del llamado Partido Revolucionario de Unificación Nacional (PRUN), que solo logró 151,101 votos contra 2.476.641 de Avila Camacho; pero dividió.

    Tampoco actuó como Ezequiel Padilla el ex secretario de relaciones exteriores hasta 1945, desafiando la facultad meta constitucional del presidente Ávila Camacho, y se postuló candidato presidencial por el PDM contra Miguel Alemán -impulsado por el PRM-. Padilla logró obtener 443,357 votos contra 1,786,901 de Alemán.

    Ebrard tampoco se animó como Miguel Henríquez Guzmán (en 1952) al desafiar la autoridad del presidente Miguel Alemán y postularse por la Federación de Partidos del Pueblo de México (FPPPM) en contra del candidato del PRI Adolfo Ruiz Cortines. Henríquez sacó el 15.87% de la votación na-cional y causó una ruptura importante en el PRI y en la clase política que se reflejaría en comicios posteriores.

    Ruiz Cortines fue electo Presidente con el 74.31% de la votación.

    Tampoco actuó Marcelo Ebrard como Cuauhtémoc Cárdenas (en 1987) cuando, después de luchar dentro del PRI por impulsar un método abierto para seleccionar candidato presidencial de la elección de 1988, rompió con el PRI y aceptó primero la candidatura presidencial por el Partido Auténtico de la Revolución Mexicana (PARM) a la que se sumarían después el PPS, el PST (Frente Cardenista de Reconstrucción Nacional) y el resto de las formaciones de izquierda, incluido el PMT de Heberto Castillo, que dieron forma al llamado Frente Democrático Nacional (FDN) que después de la elección en 1989 daría pie a la formación del Partido de la Revolución Democrática (PRD), al aprovechar el registro obtenido por el Partido Comunista Mexicano con la reforma política de 1977.

    Cárdenas a través del FDN le abrió al sistema político un boquete de 5,92 millones de votos (31.06%) y metió al sistema electoral en un brete por la falta de credibilidad en ese proceso electoral por la llamada “caída del sistema”, que dio lugar a sucesivas reformas electorales empezando por la creación del IFE en 1990, la ampliación de la representación política en el Congreso de la Unión y una prolongada sucesión de alternancias políticas en los estados, que iniciaría con la de Baja California en 1989.

    Hizo crisis el proceso de decisión de candidaturas presidenciales, que vivieron experimentos fallidos como el de 1987, con la pasarela de seis aspirantes dentro del PRI y que ganó Carlos Salinas de Gortari, o la elección interna en 1999 de cuatro aspirantes que ganó Francisco Labastida Ochoa derrotado por Vicente Fox en el 2000.

    La crisis del sistema “decisorio” se agravó por la ruptura de Cárdenas y la formación del PRD, con el asesinato del candidato Luis Donaldo Colosio, por la pérdida de la mayoría en el Congreso de la Unión de 1997 y las sucesivas derrotas del PRI en los Estados. En el PAN Fox terminó por imponerse candidato sobre la cúpula panista en el 2000. Felipe Calderón le ganó la partida a Fox en 2005 que quiso imponer a Santiago Creel, y en 2011, Calderón falló al tratar de imponer a Ernesto Cordero.

    ¿Qué dijo Marcelo Ebrard en la conferencia del lunes 13?

    Que él representa la segunda fuerza política en Morena después de Claudia Sheinbaum, y que están en pláticas para ver cómo insertarse en la campaña presidencial y en la defensa de la llamada Cuarta Transformación. Días después la propia candidata de Morena le respondió que en ese partido no hay segunda, ni tercera fuerza y que solo hay una.

    Sus críticos acusan a Ebrard de no ajustar su reloj político a la nueva realidad y seguir sin entender la verdadera naturaleza de Morena. Ebrard diría también en entrevistas que él quería ser el candidato presidencial en ¡2030!, recordando quizá que tanto Cuauhtémoc Cárdenas como López Obrador fueron candidato en 3 ocasiones; (Cárdenas 1988, 1994 y 2000, López Obrador en 2006, 2012 y 2018).

    Ebrard cuenta ahora con 64 años y no sabe siquiera si Morena ganará la elección presidencial del 2024 y al anunciar prematuramente su intención de ser postulado candidato dentro de seis años, dará lugar a que se le echen encima una diversidad de intereses y grupos de poder que se disputan no solo el rumbo del partido Morena, sino el de México. Parece ignorar también el discurso de su jefe político, el Presidente cuando a cada rato señala el “relevo generacional” en Morena. Ebrard no entendió ese mensaje y menos aún al anunciar que se queda en Morena.

    ¿Desde dónde y con qué plataforma política pretende Ebrard obtener la candidatura presidencial en 2030, cuando tenga 70 años?

    ¿Será senador en la próxima legislatura, o formará su propia organización política dentro de Morena? ¿Irá al gabinete presidencial en caso de que Sheinbaum gane la elección del próximo año y desde ahí inicie trabajos de proselitismo para la candidatura seis años después?. ¿Que le asegura que todo seguirá sin alteraciones el libreto que nos anunció el lunes pasado?. Nadie lo sabe y creemos que él tampoco.

    Nada está escrito y en su caso menos, ya que durante un tiempo tuvo en ascuas tanto al Presidente López Obrador como a la futura candidata presidencial jugando con la idea de salirse del Morena y formar su propia organización política si es que no le daban satisfacción a sus reclamos como él quería. Cuando anuncia su intención de no abandonar Morena, no causó el impacto que él esperaba en las filas de -su todavía partido- y casi nadie en Morena -ni el reducido número de partidarios que le quedan en el legis-lativo- lo celebró, más bien le pagaron con indiferencia.

    Con Marcelo Ebrard no se escribirá un nuevo capítulo de la historia de los partidos en México como si se hizo en el pasado con los grandes disidentes de la política que obligaron al sistema político a reformarse, abrirse y dar cabida a nuevas expresiones políticas que conformaron el México moderno. Otros tiempos, otras circunstancias.

    Actualmente hay mucha soberbia en el grupo gobernante y sus alrededores (Nada más hay que ver le terna propuesta por el ejecutivo para sustituir al ministro Arturo Zaldívar en la Corte) y Marcelo Ebrard aparece -no como un disidente- sino como una víctima más de quienes se sienten dueños de la historia de México y sueñan con quedarse un buen rato y (quizá en el futuro inmediato) nos salgan con que habrá de ocurrir …Una quinta trans-formación. Tiempos de ocurrencias, arrebatos, resentimientos e improvisaciones, sin duda.

  • ¿QUÉ SERÁ DE MARCELO EBRARD?

    ¿QUÉ SERÁ DE MARCELO EBRARD?

    Bulmaro Pacheco

    Dice al artículo 237 de la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales, que en el año de la elección en que se renueven el titular del Poder Ejecutivo federal y ambas cámaras del Congreso de la Unión, los candidatos serán registrados entre el 15 al 22 de febrero.

    Previo a esa fecha, los partidos políticos deberán celebrar precampañas y procesos internos para definir candidaturas no solo a presidente de la República sino a la renovación total de las dos Cámaras del Congreso de la Unión (senadores y diputados) y en la mayoría de las entidades federativas -será el caso del 2024- con procesos para la renovación de ayuntamientos y congresos locales.

    Los siete partidos nacionales ya trabajan en sus mecanismos internos para la postulación de sus candidatos. Seis de ellos (Morena, PT, Verde, PRI, PAN y PRD) ya decidieron sus candidatas presidenciales, por ahora llamadas “coordinadoras” para no violentar los tiempos electorales, quedando pendiente solo el partido Movimiento Ciudadano, que después de enfrentar tensiones internas entre sus miembros más conspicuos con sus dirigentes nacionales, ha resuelto sus amenazas de ruptura y seguramente en los próximos días quedará resuelta la totalidad de sus candidaturas para registrarlas entrando el 2024.

    La duda que se presentó en los últimos días fue si el abanderado de Movimiento Ciudadano para la candidatura presidencial sería el disidente del proceso interno de Morena, el ex canciller Marcelo Ebrard, porque así lo dejó ver el dirigente Dante Delgado cuando lo señaló como un probable aspirante externo, junto al gobernador de Nuevo León, Samuel García.

    Los días transcurrieron entre rumores y las declaraciones de Ebrard demandando la nulidad del proceso interno de Morena y señalando numerosas fallas en la encuesta que determinó que Claudia Sheinbaum fuera la abanderada del partido oficial.

    A nuestro juicio Marcelo pecó de ingenuo cuando creyó que le iban a contestar, dándole algo de razón a sus cuestionamientos. También pensó que podría causar un cisma político con la amenaza de ruptura en su partido al no estar de acuerdo con la postura de su dirigencia nacional, que solo aplicó en forma pragmática las indicaciones del verdadero dirigente que despacha en Palacio Nacional, y que desde 2021 ha venido impulsando la candidatura de la ex jefa de gobierno de la Ciudad de México en forma abierta, sin rubor y con todos los recursos públicos necesarios para hacerla crecer en los sondeos.

    De todo lo anterior ha sido consciente Marcelo Ebrard. En ésta, la tercera ocasión, vive una situación similar en el proceso de sucesión presidencial. La primera en el PRI, con diferentes actores, en 1994; la segunda con el PRD en el 2012; y la tercera ahora con Morena y sus aliados, y con el mismo personaje de 11 años atrás.

    En 1994 Ebrard vivió en carne propia las reacciones de su principal impulsor político, Manuel Camacho Solís, cuando la decisión de Carlos Salinas de Gortari favoreció entonces a Luis Donaldo Colosio. Camacho reaccionó con disgusto y su comportamiento enrareció el clima político de México -por las dudas sobre su rumbo inmediato- entre noviembre de 1994 y tres días antes del crimen de Lomas Taurinas, aun cuando aceptó primero la Secretaría de Relaciones Exteriores y después la Coordinación del Proceso de Paz en Chiapas.

    Ebrard, que renunció al PRI en 1995, sería diputado federal por el Partido Verde Ecologista en 1997 -sin afiliarse-. Al final se declaró diputado independiente.

    Camacho y Ebrard terminarían formando el Partido de Centro Democrático (PCD) en 1999, que en la elección presidencial del 2000, con Manuel Camacho como candidato, solo lograra 206,589 votos; es decir, el 0.55% de los votos y perdiendo en forma automática el registro. En esa elección, Ebrard fue candidato a la CdMX pero declinó a favor de AMLO.

    Una elección atípica esa, donde las izquierdas se dividieron entre las candidaturas de Cuauhtémoc Cárdenas (PRD, PT, PAS, PSN), Porfirio Muñoz Ledo (PARM), Gilberto Rincón Gallardo (PDS) y Camacho (PCD).

    Terminó ganando Vicente Fox con el 42.52% contra el 36.11 de Francisco Labastida, que compitió solo por el PRI.

    Camacho sería diputado federal de representación proporcional por el PRD en 2003 y senador de lista por el mismo partido para el período 2012-2018. Murió en junio del 2015.

    Ebrard sería secretario de Seguridad Púbica en el gabinete de López Obrador en la Ciudad de México (2000-2005), y al final de Desarrollo Social. Después sería jefe de Gobierno de 2006 a 2012 y candidato a diputado federal por Movimiento Ciudadano en 2015 -candidatura revocada por el TEPJF en mayo de ese año-. En 2011 llegó a la final junto a López Obrador a la candidatura presidencial, que se decidió mediante encuesta a favor del tabasqueño. De 2012 a 2018 permaneció fuera del país.

    Desde que ocupó la Secretaría de Relaciones Exteriores en el gabinete de López Obrador se le consideró puntero en la carrera presidencial, junto a Ricardo Monreal, líder del Senado. En la elección del 2021 las cosas cambiaron y el presidente eliminó de la carrera a Monreal acusándolo de la derrota de Morena en la Ciudad de México, y catapultando a Claudia Sheinbaum, que había vencido a Monreal (2018) en la preferencia presidencial por la candidatura a la jefatura de gobierno.

    Desde septiembre que perdió la interna ante Claudia Sheinbaum, Ebrard ha mantenido en ascuas a sus seguidores, un día sí y otro también. Primero dijo que si no había respuestas convincentes a su petición de que se anulara el proceso interno, se iría de Morena. Después reculó.

    Fue aplazando poco a poco su anuncio hasta que Dante Delgado lo mencionó como un posible candidato externo de Movimiento Ciudadano, con el que se filtró estaba negociando posiciones para él y sus seguidores. Desde el Poder han guardado las formas para no atacarlo y descalificarlo, como acostumbran -muy a su estilo- con los disidentes.

    Marcelo siente que el tiempo ya se le está acabando y quizá por eso sus indecisiones: ¿Anunciará la formación de un nuevo partido político en 2024 como en 1999? ¿Esperará el vencimiento de la fecha de los registros para decirle que sí a Movimiento Ciudadano? ¿Optará por una asociación política dentro de Morena? ¿Llegaría a un acuerdo con el Presidente para trabajar por el próximo Congreso de la Unión?

    Por esas indecisiones y por confiar en algo que no se dará -le cedan espacios en Morena o que López obrador le pagaría viejas deudas políticas-, la fuerza política de Ebrard ya no es la misma y el tiempo ha sido su peor aliado.

    No será el Andrew Almazán de 1940; tampoco el Ezequiel Padilla de 1946; y mucho menos el Miguel Henríquez Guzmán de 1952 o el Cuauhtémoc Cárdenas de 1988. A lo mucho, su actitud, y lo que siga pudiera compararse con lo que hizo su ex jefe Camacho de 1994 en adelante: Diluir su disidencia en una cadena de indecisiones y arrebatos.

    Otro México, otros políticos, otras circunstancias; pero como diría Marx: La historia se repite primero como comedia, después como tragedia.

  • ÁLAMOS, EL CHINAL Y LOS HOT-DOGS

    ÁLAMOS, EL CHINAL Y LOS HOT-DOGS

    Por Bulmaro Pacheco Moreno

    El Chinal, una pequeña población al sur de Álamos a ocho kilómetros de Sinaloa —donde predomina el árbol el chino— y en una región de pobreza ancestral, ha dado lugar a uno de los fenómenos sociales y económicos más sorprendentes de la región.

    Con mucho trabajo, y generacionalmente, descubrieron la fórmula para combatir la pobreza extrema de la población… pero fuera de ahí.

    Lo hicieron a través de la elaboración y venta de hot-dogs en diversos puntos de todo Sonora y en parte de Sinaloa, Baja California y Chihuahua.

    Con eso mejoraron la economía familiar, superaron la pobreza y la falta de oportunidades, y cada uno de ellos que triunfa en el negocio, anima y apoya a otro, y así sucesivamente.

    Apoyan con la adquisición de un carro para los hot-dogs, dinero para que arranque el negocio y proporcionan los contactos con los proveedores de tiendas especializadas, para abaratar costos de los principales materiales como salchichas, pan, mayonesa, mostaza, tocino y otros accesorios.

    Ahora los habitantes de El Chinal están por todo Sonora, y se les nota el progreso tanto en sus personas como en las propiedades, en un pueblo donde hoy solo se ve -una sola- residencia en ruinas.

    Se nota la unidad de su gente. Al morir un oriundo del pueblo que vivió fuera, lo sepultan en el panteón local; y todos regresan al terruño en Año Nuevo; en Semana Santa; y en las celebraciones de bodas, XV años, velorios y otras festividades.

    No hay cantina en el pueblo, tampoco expendio de cerveza; la cervecera se fue con todo y permiso, dicen algunos vecinos.

    La mitad de las casas de El Chinal, que dan cobijo a 400 habitantes, lucen deshabitadas; sus dueños trabajan fuera de ahí. Hay “dogueros” tan buenos, dice Daniel Gámez, que en las ciudades grandes como Nogales y Hermosillo hay quienes venden entre 400 y 600 piezas diarias.

    Son recordadas las posadas decembrinas de la empresa Ford en Hermosillo, que los contrataba para la elaboración de ¡10 mil hot-dogs! para celebrar a sus trabajadores en un día.

    Los pioneros formaron parte de una generación que se cansó de depender de las muy escasas lluvias para las siembras de temporal de pasto y sorgo para alimentar al ganado, producir leche y elaborar quesos y panelas. También de depender de las raquíticas cosechas de cacahuate para venderlo en crudo o elaborar con piloncillo hervido, el dulce de pepitoria que tanta fama les ha dado.

    La sequía se asentó en la región. Con el tiempo llegó la inversión de una empresa minera (Corner Bay) -de oro y plata- que dio empleo a 400 personas de varias comunidades de la región -principalmente de El Maquipo-, con la derrama económica correspondiente.

    La mina cerró sus puertas hace poco tiempo, agravando la problemática regional con la ruina correspondiente. La gente empezó a emigrar hacia otras partes de Sonora y a la cabecera municipal, en forma tal que en El Chinal ya no se ven jóvenes en el pueblo.

    El kínder de la comunidad solo registra 2 alumnos; la primaria, 12; y la telesecundaria, 8. La mayoría va al Cecytes de El Maquipo, que ahora cuenta con 38 alumnos.

    El pueblo cuenta con el servicio de agua potable tres veces por semana y tiene solo dos días de corridas de camión a la cabecera municipal.

    Uno de los trabajadores del hot-dog que se quedó en el pueblo relata el drama de la población y sus esfuerzos por lograr sobrevivir en un medio difícil y ante circunstancias muy adversas.

    Daniel “El Zurdo” Gámez Rosas acaba de cumplir los 60 años y nació en El Chinal, donde sus padres Daniel Gámez Mendívil y Raquel Rosas Mendívil lo enseñaron a ganarse la vida, dice, desde muy chico.

    Lleva 43 años en el oficio de preparar hot-dogs y ha viajado por algunas partes de Sonora enseñando el arte -10 años en Ciudad Obregón- y algunos más en la capital Hermosillo. Su cifra récord es haber vendido 600 panes en un día; algo difícil de igualar.

    Dice que se encuentra más a gusto en El Chinal, donde por las mañanas atiende su tienda y desde las cuatro de la tarde instala su carro de acero inoxidable con todo lo necesario para darle gusto a los clientes, tanto de la comunidad como de poblados vecinos de Sinaloa y Sonora que acuden a comerlos o a que les enseñe el arte de prepararlos con el pan caliente y anexos. Suspende sus actividades a las nueve de la noche: “A esa hora ya toda la gente duerme en el pueblo”.

    Con su esposa Alba Leticia Flores Mendívil ha instalado en parte de su casa una pequeña tienda a donde acuden los vecinos de la comunidad a comprar los artículos del diario. Casi todo lo compran en las tiendas Gerisa una de cuyas sucursales se encuentra a un lado de La Capilla, en Álamos. A buen precio se adquiere, dice Gámez, “galones de mostaza y mayonesa, salchichas (Rosarito, la mejor, dice), así como el tocino, los tomates, la cebolla, los chiles jalapeños de La Costeña, la salsa huichol y lo necesario con un pan más barato -casi a la mitad- que en el resto del mercado, lo que incrementa sus utilidades” dice.

    ¿Con cuántos panes diarios se puede sostener una familia?, le inquiero a Gámez. “Con 100 que vendas diario, se puede vivir relativamente bien.

    Se ha buscado siempre, que la utilidad por cada hot-dog que se vende te deje cuando menos la mitad de lo que inviertes en prepararlo”, aunque con la evolución de la comida rápida ahora el cliente es más exigente y ya tiene rato que el hot-dog tradicional, que solo llevaba salchicha, tomate, cebolla, mayonesa y mostaza, ha cambiado para transformarse en una comida rápida más completa -ante el cambio social experimentado por la abundancia de jóvenes y mujeres que trabajan y quieren un servicio rápido-. “Hace rato que se dio la transformación del hot-dog”, afirma.

    Así como los clientes han pedido que se le agreguen papas, aguacate, frijoles, lechuga, tocino, chorizo, cebollas asadas, chiles rellenos de queso y capeados con huevo, así se han planteado las estrategias de abasto y de precios del hot-dog, dependiendo de la zona, el municipio y la región donde se vende, y también del poder adquisitivo de los grupos sociales.

    Ahora, la elaboración de hot-dog genera más empleos que antes porque se requieren ayudantes que estén al tanto del trabajo; se perdió la imagen del trabajador solitario -que hacía de todo, incluso empujar el carro de ruedas-. El hot-dog surgió (En Sonora desde 1947) antes que las pizzas, la cahuamanta, los tacos de carne asada, de cabeza y los sushis, y ha sobrevivido como comida rápida y sin disminuir la preferencia de la gente pese a tanta competencia.

    De eso pueden dar testimonio, emigrados de El Chinal a Baja California, Chihuahua, Navojoa, Obregón, Hermosillo, Nogales, Los Mochis, Culiacán, Mazatlán y Guasave, entre otros lugares.

    ¿Por qué se ha mantenido en el gusto de la gente el hot-dog? Por la facilidad de encontrarlo en las esquinas de las calles o en las plazas públicas, en los jardines y cerca de lugares concurridos, como escuelas, hospitales y centros de trabajo.

    También porque se trata de una comida equilibrada en contenido alimenticio, con olor y sabor, que satisface y llena. Dice Daniel Gámez que ya está en proceso el hot dog de carne…Y el de camarón (8 camarones chicos enrollados en jamón y amarrados con tocino).

    Los pueden consumir toda la familia, son baratos, y no hacen daño, por la limpieza del proceso para prepararlos. No en balde, la revista francesa “Saveur” en 2011 calificó al hot dog sonorense como una de las 100 mejores comidas callejeras del mundo! Igual lo hizo la americana “Tripadvisor” en 2013 que los calificó como los mejores de México.

    Los habitantes de El Chinal no inventaron los hot dogs pero han ayudado a su permanencia en el gusto de la gente, al mejoramiento continuo en su elaboración siguiendo las exigencias de los clientes… y con eso han fortalecido las enseñanzas entre las generaciones de pobladores de la región que va para largo, así como la lucha efectiva contra la pobreza extrema que sin grandes asesorías ellos descubrieron como combatirla, aunque haya sido por fuera de su pueblo. Enhorabuena.

  • EN POLÍTICA EL MALESTAR CRECE… Y YA LO RESIENTEN

    EN POLÍTICA EL MALESTAR CRECE… Y YA LO RESIENTEN

    Por Bulmaro Pacheco Moreno

    Marcelo Ebrard afirma que sí ira en la boleta presidencial en 2024, y en Morena dicen que todo va bien, que se mantiene la unidad y que ningún interés personal estará por encima del interés general.

    Pocos lo creen. El daño por la ruptura de Ebrard con el oficialismo ya está hecho y será difícil hacerlo volver al redil morenista, donde siente que le jugaron chueco. Por lo pronto anunció más acciones legales y políticas.

    Morena y sus aliados apostaron a que su proceso interno saldría muy bien, en unidad y de acuerdo a las instrucciones recibidas; pero le salió mejor a los del Frente por México porque no registraron fractura alguna, a pesar de que al inicio se registraron 33 aspirantes y en Morena solo 6.

    Ante eso, el presidente López Obrador presiona al gobernador de Nuevo León para que acepte la postulación de Movimiento Ciudadano y evitar así que ese partido postule a Ebrard. La presencia de Marcelo ahondaría la crisis en Morena y a la hora de los votos, sin duda, le restaría a Morena y sus aliados, por la fuerte presencia de cuadros ebrardistas en Morena, entre ellos 40 diputados federales que ya anunciaron medidas legislativas paralelas a la coordinación de Morena.

    Ya Dante Delgado, dirigente nacional de MC, ante esas presiones dijo que ellos tendrán candidatura presidencial hasta enero del 2024 y que no excluyen a nadie, ni al propio Marcelo.

    El quebrantamiento de la unidad orilla a Morena ahora, como ayer, antier y desde su fundación, a buscar de nuevo a priistas y panistas para exhibirlos como nuevas adquisiciones, con el pretexto de que todos caben, y así poder decir que en su “movimiento” todo va viento en popa, porque ya tienen candidata.

    Presionan a los cuadros de los ex gobernadores del PRI que recibieron embajadas y consulados para que arrimen, “espontáneamente”, a sus allegados a la candidata oficial y dar imagen de desprendimiento: Los casos del ex presidente estatal del PRI en Sinaloa y las diputadas locales de Sonora han sido realmente patéticos.

    Su candidata “de la esperanza”, no plantea nada nuevo. No ha hecho ni una sola mención a las cosas que andan mal e incomodan a la gente y solo se remite a prometer que las cosas seguirán igual que en el gobierno de AMLO y con eso toma distancia de quienes ansían un cambio, por lo mal que se sienten las cosas con el gobierno de la 4T y sus sonados fracasos en áreas tan sensibles como la seguridad y la salud pública.

    Ya se ve en los eventos que los dirigentes sindicales del área oficial se sienten presionados, y aparecen a fuerza en eventos públicos masivos con la candidata oficial. Como no les ha ido bien en la 4T, viven amenazados con las cuotas sindicales y el voto corporativo. No se atreven a hacer autocrítica y tratan de mantener la imagen de que votarán masivamente por la 4T y sus candidatos aparentando que trabajan en sus estructuras por la presencia regional que ostentan sus organizaciones.

    No parece que vaya a ser así. Se nota mucha inconformidad entre sus huestes por la poca atención que han recibido y por el desmantelamiento administrativo que han vivido a costa de romper con el pasado. Les han cumplido muy poco.

    Los servicios de salud no han mejorado y muchas familias de trabajadores del sector público han incrementado notablemente sus gastos en salud, ante la crisis, en hospitales y farmacias privadas.

    Las corporaciones sindicales, que en un momento estuvieron con el PRI, después con el PAN ya ahora con Morena, por ahora se conforman con ser tolerados, más que ser atendidos en sus principales demandas.

    En Morena presumen de 23 gobiernos estatales y aparentan no estar enterados que más de la mitad de ellos han sido un fracaso rotundo, y por ahora la intención de voto a favor de Morena en esas entidades ha bajado sensiblemente afectando directamente a la candidata presidencial.

    Por ejemplo: El estado de Guerrero luce ingobernable. Ahí ya no se sabe bien a bien quién manda; todo por fomentar relevos familiares sin la mínima capacidad para el servicio público.

    Veracruz es un fracaso total, con un gobernador que riñe a cada rato hasta con los de su propio partido, pero que cumple puntualmente papeles políticos ordenados por el centro.

    Chiapas está en una profunda crisis de seguridad e incendiado políticamente y, al parecer, es coto de caza para el Verde Ecologista después de la participación de Manuel Velasco en el proceso interno.

    Zacatecas, otro estado donde una sola familia manda, está hoy en permanente crisis de violencia con un gobierno muy débil que también -of course- acusa al pasado de sus pifias.

    Morelos, un pésimo experimento con un deportista famoso cooptado por el PES para Morena, al que ya le dijeron que ni se emocione soñando con ser candidato a la ciudad de México porque ya hay línea. Un Estado también en constante inestabilidad política.

    Tamaulipas, una entidad que comprueba que las segundas partes no son buenas con el hijo de ex gobernador Américo Villarreal, sin las prendas ni la formación política del padre, hoy es abrumado por problemas recurrentes y sin solución, en una entidad caracterizada por la violencia.

    En Michoacán las cosas tampoco se ven bien. ¿Qué decir de una entidad donde se han registrado las peores pérdidas económicas de las empresas por la toma de vías de comunicación y el dominio de la delincuencia organizada en las actividades económicas prioritarias?

    Campeche también tiene lo suyo. ¿Qué decir de una gobernadora que ha desempeñado el triste papel de golpeadora contra los adversarios del régimen?

    Y en Sonora y Sinaloa, dos estados donde sus ex gobernadores fueron premiados con cargos diplomáticos desatando una serie de sospechas que contribuyen a la degradación política, al reciclamiento de lealtades temporales y la compra venta de afiliaciones tardías a cambio de expectativas no claras en Morena y sus aliados.

    ¿Con todo eso quieren ganar? No se ve cómo ni por dónde. Podrán tener dinero y acarreados a mítines políticos, pero no tienen claro cómo le van a hacer con la decisión del votante a la hora que esté frente a la casilla.

    El malestar social con el gobierno de la 4T cunde a pesar de los informes optimistas. La narrativa oficial trata de convencer de que ya todo está escrito para la elección del 2024 y que van a repetir en el poder otros seis años, como si hubieran hecho muy buen trabajo para los mexicanos.

    Quién sabe. Por ahora, y a un año exacto del cambio en el gobierno federal, predominan más las dudas que las certezas sobre un proceso que de suyo será complejo, tenso y muy conflictivo. Es mucho, pero mucho lo que está en juego como para tratar de simplificar la realidad a favor del partido en el gobierno a 365 días del cambio.

  • AGAPITO PARRA MARES: LEALTAD Y LUCHA SOCIAL

    AGAPITO PARRA MARES: LEALTAD Y LUCHA SOCIAL

    Por Bulmaro Pacheco

    Cuando Agapito Parra Portillo y Ramona Mares Acosta se conocieron en abril de 1934, no tardaron en comprometerse. Para sobrevivir, ambos tenían tiempo trabajando en labores del campo; él en el desmonte; ella en los empaques de legumbres.

    Agapito provenía de una familia formada por Arcadio Parra y Dionisia Portillo, arraigada en el rancho San Juan, cerca de San Bernardo, en Álamos. Ramona, de Choix, Sinaloa, hija de Alejo Mares y Justina Acosta, que se habían trasladado a Huatabampo a principios de los treinta del siglo pasado y se asentaron en El Citavaro, donde ya tenían familiares. Al morir Don Alejo, la familia decidió emigrar al Valle del Yaqui, al campo 7, motivada por las expectativas del reparto agrario promovido en el gobierno de Lázaro Cárdenas.

    Don Agapito, que trabajó como peón y vaquero en varios ranchos (como el de los Escamilla) se casó con Ramona en 1935 en un Cajeme de apenas 9 mil habitantes y se anotó como solicitante de tierra en un comité agrario. Le dieron 20 hectáreas en el campo 5 (ejido Cuauhtémoc).

    Antonio, el primer hijo de la pareja nació en 1936. Agapito, el segundo, un 15 de octubre de 1937, quince días antes de la visita del presidente Cárdenas a Cajeme para anunciar el reparto agrario.

    Los hijos de Agapito y Ramona siguieron llegando: Roberto (1938), Alberto (1941), Valente (1943), Ramona (1946), Gonzalo (1949) y Balvaneda (1951). Agapito padre, que había nacido en 1900, murió en 1994. La mamá Ramona, de 1913, murió a los 92, en 2005.

    Despuntaban en la dirigencia agraria, entonces de la CTM, Rafael “Buqui” Contreras, Matías Méndez, Bernabé Arana, Ramiro Valdez Chávez y Maximiliano R. López, todos seguidores, al principio, de Vicente Lombardo Toledano y Jacinto López (el primer dirigente estatal de la CTM en Sonora) y organizadores de sindicatos agrícolas en las haciendas del Valle. Al final, se dividieron: Lombardo y Jacinto formaron la UGOCM en 1948; Contreras, Ramiro y Bobadilla se quedarían al lado de la CTM, con Fidel Velásquez. Los primeros se fueron al Partido Popular, de reciente creación, y los segundos siguieron en el PRI.

    Agapito hijo, hizo hasta quinto año de primaria en la escuela 18 de Marzo, del campo 5, y terminó sexto en la Miguel Alemán, de Plano Oriente; allí vivió con una tía (Candelaria Parra) que le dio hospedaje.

    Siguió los estudios en la Academia Comercial Roxy, de la maestra Juanita Flores. Ahí se graduó como ayudante de contador y secretario taquimecanógrafo. Fue pagador en la pizca de algodón en el ejido de su padre y se capacitó en el manejo de las “tacuachadoras” utilizadas para la trilla del arroz, cuando en Cajeme se producía en buenas cantidades.

    Muy temprano se enroló en la lucha social agraria y junto con otros compañeros organizaron un comité agrario de solicitantes de tierra, donde actuó como secretario suplente del titular Eustaquio Rodríguez.

    El comité deseaba crear un nuevo centro de población en el sur de Sonora, allá en la frontera con Sinaloa, y su lucha cristalizó con la resolución presidencial firmada por el presidente Adolfo Ruiz Cortines el 8 de agosto de 1956. La resolución les otorgaba 1,713 Ha en la región Fuerte-Mayo, propiedad entonces del hacendado general Miguel Guerrero Verduzco (ex alcalde de Cajeme 1949-1952). Mediante esa acción se creó el Núcleo Ejidal Anáhuac, pegado a Estación Don.

    La región Fuerte-Mayo, que abarca tres municipios, era entonces una zona de pobreza extrema, semi despoblada, con pocas casas y norias, casi sin agua, sin servicios públicos, y con algunas viviendas acabaladas con paredes (latas) de pitahaya seca enjarradas con lodo, suelos y techos de tierra y paja de linaza para evitar las goteras y tratar de paliar las altas temperaturas, en medio de un monte plagado de coyotes, jabalíes y víboras de cascabel.

    Mientras llegaba el desmonte, la gente sobrevivía desmontando con hachas, cortando leña entre cardos, choyas y vinoramas, y elaborando quesos de cabra, guardados en zarzos de carrizo. También fabricaban manteca de cerdo, ladrillos y establecían pequeños “chumilcos” o tienditas para cubrir la demanda de alimentos por la lejanía del lugar (80 km de Navojoa y 65 km de Huatabampo).

    El comité duró años buscando recursos para el desmonte, la dotación de agua (consumo humano y riego) y la introducción de los servicios elementales como agua potable, luz y educación básica.

    Eran tiempos en que José Hernández Terán, secretario de Recursos Hidráulicos del gabinete del presidente Díaz Ordaz, anunciara agua para el riego de 6,000 hectáreas en la región Fuerte-Mayo proveniente de presas de Sinaloa (Josefa Ortiz de Domínguez y Miguel Hidalgo). Este compromiso no cristalizó hasta que el gobernador Samuel Ocaña (1979-1985) construyera los primeros 21 km de canal.

    La lucha era por el desmonte del Ejido Anáhuac y se hacía necesaria la interlocución directa con el presidente de la República y el gobernador en turno para que las gestiones rindieran fruto.

    Fue así como Agapito, comisariado ejidal del Anáhuac se animó a buscar al presidente Luis Echeverría, de gira por Sonora (tiempos del gobernador Biébrich) para plantearle la solicitud de un crédito refaccionario para comprar maquinaria para desmontar la superficie que les habían otorgado. Parra Mares sorteó todos los obstáculos y, con la ayuda del gobernador, pudo acceder al presidente. Le planteó el problema y Echeverría ordenó al secretario de la Presidencia, Hugo Cervantes de Río, que hablara con el gerente bancario (Ignacio Lazcano) y le dijera que la solicitud de Parra Mares tenía su simpatía, que se viera la posibilidad de acceder a la demanda del Ejido Anáhuac. Echeverría apoyó notablemente a la región Fuerte-Mayo: Impulsó la perforación de un pozo profundo (de 200 m) por cada uno de los 35 ejidos en total, para garantizar el agua.

    Junto con Ramiro Valdez Fontes, Agapito buscó acercamiento con el dirigente nacional Fidel Velásquez, y él lo acercó con el secretario de Industria y Comercio federal, Octaviano Campos Salas, con quien analizó el tipo de maquinaria y la posibilidad de agilizar los trámites. Una gestión donde también sumaron fuerzas Rafael “Buqui” Contreras y Saturnino Saldívar. Así se empezó a desmontar aquella superficie, casi 20 años después del decreto.

    Agapito accedió poco a poco a la política dentro de la lucha campesina y la organización obrera, al lado de Ramiro Valdez, Francisco Villanueva Castelo y David Álvarez Angulo que lo introdujeron a la CTM del sur en 1967 al ser designado secretario de Agricultura de la federación Sur.

    Agapito Parra contrajo matrimonio en 1964 con Ramona Gil Osorio. Fue siempre paciente, disciplinado y leal a sus amigos y a su organización: Por eso fue diputado local en tres ocasiones: En la L Legislatura (1982-1985) por el XV Distrito Cajeme, llevando como suplente a Espiridión Durán; en la LII Legislatura (1988-1991) por el mismo distrito, llevando como suplente a Rodolfo Cruz Cevallos; y de nuevo en la LIV Legislatura (1994-1997) con Manuel Murué como suplente. También fue en dos ocasiones regidor suplente y síndico del Ayuntamiento de Cajeme en 1991. En esa calidad le tocaría organizar la entrega de escrituras realizada por el presidente Salinas y Luis Donaldo Colosio, tres días antes de la postulación de este último como candidato presidencial en 1993.

    Hoy en Fuerte Mayo se siembra sandía, melón, trigo y frijol; una tierra rica para las hortalizas todavía. Le toca algo del microclima de la zona del río Fuerte (Ahome-Huatabampo), donde se produce quizá el mejor frijol del país. También se pesca, se cría ganado y se fomenta el turismo regional. Muy diferente todo a 1956.

    Agapito ha sido toda su vida un hombre congruente y de convicciones. En tiempos donde el oportunismo parece ser la moneda de curso corriente en la política, él a los 85 años, próximo a cumplir 86, se ha mantenido fiel y leal a su organización y al partido (desde 1952) que le ha dado las oportunidades de participar como legislador y servidor público.

    Ha sido leal a su tierra, a su partido y a su organización obrera. Fruto de la formación que le dieron Don Agapito y Doña Ramona, al principio con estrecheces y carencias, dice, pero con espíritu de lucha, y también la admiración por los presidentes de México que les dieron la tierra, así como las enseñanzas de dirigentes como Valdez Fontes, Contreras, Saldívar y Villanueva Castelo entre otros, todos ellos, referente obligado de la lucha social con resultados y logros concretos en Sonora, sin duda.

    En el caso de Agapito Parra Mares, todo eso, seguro lo presumen sus 8 hijos y sus 22 nietos y desde luego, todos los que lo conocemos.

  • TODO EL PODER CONTRA LA CORTE

    TODO EL PODER CONTRA LA CORTE

    Bulmaro Pacheco Moreno

    En Sonora presumimos de los presidentes de la República originarios de la entidad que ha tenido México (Félix Zuloaga, Adolfo de la Huerta, Álvaro Obregón, Plutarco Elías Calles y Abelardo L. Rodríguez) y también de secretarios de Estado cercanos a presidentes, pero casi nunca hemos reflexionado sobre la cantidad de ministros de la Suprema Corte de Justicia originarios de estas tierras, cuando menos de 1917 a la fecha.

    Solo dos ministros de la Corte han nacido en Sonora: José María Ortiz Tirado nació en Álamos en 1894, fue nombrado por el presidente Lázaro Cárdenas en 1934. Fue presidente de la Corte en 1934 y se retiró en 1947; Gilberto Valenzuela Galindo. Nació en Sahuaripa, en 1891. Fue nombrado por el presidente Adolfo Ruiz Cortines en 1953, y se retiró en 1961. También fue gobernador provisional de Sonora del 16 de diciembre de 1916 al 15 de enero de 1917, redactor y firmante del Plan de Agua Prieta en 1920, secretario de gobernación con Calles e impulsor del Plan de Hermosillo en 1929.

    La historia registra que ambos personajes tenían convicciones firmes y una gran formación jurídica. Los dos participaron en el Poder Judicial en tiempos complicados, pero de respeto, hacia el equilibrio de poderes.

    Hoy también vivimos etapas complicadas por la falta de respeto del Poder Ejecutivo hacia los otros poderes incluyendo a los partidos, el pacto federal, los organismos autónomos, los gobernadores que no son de Morena, el Instituto Nacional Electoral y la Suprema Corte de Justicia.

    Quizá haya pasado inadvertido, pero algunos sí registraron el movimiento realizado en 2018 por el gobernador de Chiapas, Manuel Velasco, de origen priista, después del Verde Ecologista y ahora de Morena.

    Velasco ingresó en calidad de senador siendo todavía gobernador del Estado de Chiapas (diciembre 2012 a diciembre 2018) a pesar de que el artículo 55 de la Constitución mexicana señala: “Los gobernadores de los Estados y el jefe de gobierno de la Ciudad de México no podrán ser electos en las entidades de sus respectivas jurisdicciones durante el período de su encargo, aun cuando se separen definitivamente de sus puestos”. Inédito en México, pero eran diferentes.

    El antecedente más cercano a esos excesos fue cuando el gobernador de Campeche (1973-1976), Carlos Sansores Pérez, solicitó licencia como gobernador en 1973 para postularse candidato a diputado federal por la Ciudad de México. Sansores ya traía la consigna de ser el líder de la XLIX Legislatura en el gobierno de Luis Echeverría Álvarez. Otros tiempos, otras formas, igualmente ofensivas para el desarrollo político.

    El presidente Carlos Salinas de Gortari decidió nombrar a Carlos del Río Rodríguez, presidente de la Suprema Corte de Justicia (1986-1990), como su representante personal al cambio de poderes en un país sudamericano. Esto encendió la polémica con el abogado Ignacio Burgoa Orihuela en torno a las facultades del presidente y la autonomía del Poder Judicial por disponer de un ministro-presidente como si fuera empleado del Poder Ejecutivo. Esa polémica abrió de nuevo y por un tiempo, el debate sobre la división de poderes en México.

    Una desaseada propuesta de reforma fue la de tratar de ampliar el período del gobernador Jaime Bonilla (Baja California; 2019-2021) de dos a cinco años, “para diseñar y ejecutar debidamente el plan de desarrollo para satisfacer las necesidades de la ciudadanía” (sic). Aprobada la iniciativa por el Congreso local, no fue publicada por el gobernador saliente, y la reforma fue desechada por la Suprema Corte. Bonilla tuvo que concluir su período de dos años en 2021.

    Hasta hoy la reforma más importantes en el Poder Judicial ha sido la impulsada por Ernesto Zedillo en 1994 (de 21 a 11 ministros, ternas propuestas por el presidente para la aprobación de las 2/3 partes del Senado, de 3 a 4 años la duración de la Presidencia y 15 años en el cargo, entre otras), 1996 (incorporación del Tribunal Federal Electoral al Poder Judicial) y 1999 (naturaleza jurídica del Consejo de la Judicatura). Dice Joel Carranco Zúñiga: “La incapacidad para desahogar las grandes presiones ocasionadas por los crímenes que conmocionaron al país y al mundo, el proceso de designación de ministros, magistrados de circuito y jueces de distrito, así como los demás vicios que comenzaban a afectar la imagen de la judicatura puso al descubierto una Suprema Corte de Justicia desgastada por los acontecimientos políticos y sociales que aquejaban a la nación, así como el descrédito de algunos de sus funcionarios”. Según al autor se trató de: “La más densa reforma en comparación con las demás. Es la única ocasión en que todos los artículos (14) del capítulo IV de la Constitución Federal fueron objeto de reforma”.

    Siguieron otras reformas de menor calado en los gobiernos de Felipe Calderón (quitó la facultad de investigación en materia electoral), de Enrique Peña Nieto (órganos autónomos, cambio de PGR a Fiscalía general, y la transformación del IFE en INE) y con López Obrador (paridad de género, defensoría pública federal, entre otras).

    En 2021 se promovió la reforma a la Ley Orgánica del Poder Judicial con dedicatoria para ampliar en dos años más, la duración de la Presidencia de la Corte del ministro Arturo Saldívar (2019-2022). Fue aprobada en el Senado y en abril de 2021 por la Cámara de Diputados (262 votos a favor, 182 en contra, y 7 abstenciones); pero la misma Corte la desechó por inconstitucional, ya que contradecía al quinto párrafo del artículo 97 de la CPEUM, que al efecto establece: “Cada cuatro años, el Pleno elegirá de entre sus miembros al presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, el cual no podrá ser reelecto para el período inmediato posterior”.

    ¿En que estarían pensando los que llegaron al Poder con relación a la promoción de reformas abiertamente inconstitucionales y desechadas en su mayoría por la Corte?
    Ellos siempre han pensado que en México todo lo pueden hacer sin problema y si ganaron el Poder en 2018 fue porque “son diferentes a los anteriores”. Por lo tanto, tienen permitido hacer de todo, aún cuando se violente el orden constitucional y la relación entre los Poderes de la República… para eso ganaron, ¡faltaba más!

    De ahí proviene también el fanatismo al que se llega cuando se debate con algunos morenistas. Se aferran a su credo y prejuicios con un radicalismo único, como si fueran a durar para siempre. De 1917 a la fecha, ni en las peores etapas del bipartidismo, no se había visto en México; un gobierno sin diálogo, sin el menor respeto a las formas y enfrentado a cada rato al poder judicial.

    Solo así se explica el selectivo coro político que acompaña al presidente López Obrador al momento de descalificar a los miembros de la Suprema Corte de Justicia. No pudo prolongar el período de Bonilla en Baja California ni el de Zaldívar en la Corte, no le aceptaron sus reformas electorales, no pudo imponer a Yazmín Esquivel como presidenta y se ha negado a opinar sobre el plagio de su tesis de licenciatura, y desde el Poder se impulsa una implacable y violenta batalla contra fiscales estatales que no son del agrado de los gobernadores morenistas.

    El Ejecutivo ha enfocado con dureza sus baterías contra la ministra presidenta Norma Piña y otros ministros. Los ha calificado de corruptos y conservadores (sin prueba alguna) y ha prometido una reforma (para que los ministros sean electos por el voto popular) para septiembre de 2024, cuando ya haya presidencia electa y le quede apenas un mes en el Poder Ejecutivo, pensando que tendrán mayoría calificada en el Congreso.

    ¿barruntos de tormenta?
    Puede ser, porque al parecer todavía no hemos visto la película completa.

  • MORENA: LOS PASOS DE LA RUPTURA

    MORENA: LOS PASOS DE LA RUPTURA

    Bulmaro Pacheco

    Cuando sosteníamos que las cosas no iban a salir bien en el proceso interno de Morena, sus seguidores se apresuraban a negarlo y a afirmar que sería un rotundo éxito. Según ellos, bastaba con tener al referente político que había diseñado la estrategia y sería a la vez el árbitro ante cualquier diferencia entre los jugadores: el presidente de la República. El mismo que condujo de principio al fin el ungimiento de la “coordinadora de la Cuarta Transformación”, Claudia Sheinbaum. “Ahí no va a haber problema alguno”, decían, y reafirmaban: “Corren más riesgo en el Frente Amplio, porque ahí no hay quién imponga disciplina y orden”.

    Pues no fue así. El proceso interno en Morena terminó en ruptura.

    Veamos: En 2018, a Ricardo Monreal primero le dijeron “sí”, después “quién sabe” y, al final, que no sería para él la candidatura al gobierno de la Ciudad de México porque ya estaba destinada para Claudia Sheinbaum, más cercana al entonces candidato López Obrador.

    Monreal alegó derecho de antigüedad en la relación (se refería a que en 1998 abandonó al PRI para sumarse al PRD, cuando López Obrador era el dirigente nacional, y siendo marginado por el PRI, compitió por las izquierdas al gobierno de Zacatecas; y ganó la elección), pero no le alcanzó.

    Pero López Obrador tenía otros planes y movió todo para que la candidata al gobierno de la Ciudad de México fuera Claudia Sheinbaum, jefa delegacional en Tlalpan, en aquel entonces. Le dijeron a Monreal que ella salía mejor en las encuestas, las mismas que nunca le mostraron. Así que después de una pausa de silencio, él optó por el Senado, donde fungió como coordinador de Morena hasta el 2023.

    En 2021 vino la debacle electoral de la Ciudad de México, cuando Morena perdió nueve de las 16 alcaldías. Alguien le habló al oído al presidente culpando a Monreal de la derrota en la Ciudad de México, y a partir de ahí el zacatecano fue marginado de la cercanía política con el Ejecutivo. Y lo que fuera una buena relación se tornó en distanciamiento, que se comprobó cuando no lo mencionaron para la sucesión presidencial (a pesar de que él a cada rato sostenía que, como fuera, iría en la papeleta electoral en junio de 2024).

    ¿Que habrá ahora para Monreal?
    Recientemente declaró que buscaría de nuevo la candidatura al gobierno de la Ciudad de México.
    La novedad es que otra vez se le adelantaron con Omar García Harfuch, jefe de la policía capitalina quien acaba de renunciar al cargo para buscar la candidatura. Al buen entendedor le quedará claro que Omar García no renunció para ir a una aventura, va directo a la postulación.

    ¿Seguirá Monreal la ruta de Ebrard ante esa decisión que lo deja fuera?
    El veterano Porfirio Muñoz Ledo quiso primero reelegirse como diputado federal y se lo impidieron. Aspiró después a la dirigencia nacional de Morena, y también se lo impidieron para favorecer a Mario Delgado. El plan ya estaba trazado, y se dijo que a Muñoz Ledo le habían ofrecido la embajada de México en Cuba, algo que nunca se concretó. Porfirio se convirtió en un crítico permanente del presidente y de la llamada “cuarta transformación”. Murió en el mes de julio lamentando no haber cruzado palabra con López Obrador desde que le puso la banda presidencial en diciembre del 2018. Porfirio murió distanciado de la 4T.

    Adán Augusto López era gobernador de Tabasco para el período 2019-2024, pero el presidente lo invitó en 2021 a colaborar como secretario de Gobernación en lugar de Olga Sánchez Cordero. Inició conciliador y dialogante con los factores políticos de México (gobernadores, Congreso, partidos), pero de repente cambió, se cerró y se concentró en preparar la plataforma de sus aspiraciones presidenciales. Quizá fue el que más en serio se tomó la competencia. Fue parte de la estrategia sucesoria del presidente, pero en las encuestas quedó en cuarto lugar, apenas con el 10% de las preferencias, ¡por debajo de Gerardo Fernández Noroña!

    El presidente pactó con el Partido del Trabajo y autorizó que se midiera en las encuestas al diputado Gerardo Fernández Noroña para asegurar la alianza con ese partido. No quiso correr el riesgo de que le pasara lo mismo que en la elección de Coahuila, cuando el PT arropó al disidente morenista Ricardo Mejía que le restó votos a Armando Guadiana.

    También pactó en los mismos términos con el Partido Verde al autorizar la participación, sin ninguna posibilidad de triunfo, en las encuestas del ex gobernador de Chiapas, Manuel Velasco (quizá con la intención oculta de quitarle puntos a Ebrard, ante la simpatía de un grupo de diputados del Verde con el ex canciller). También para fortalecer la alianza electoral del próximo año con un partido que solo busca conservar el registro y obtener más posiciones vía representación proporcional en el Poder Legislativo. El desplegado a plana entera para felicitar a Sheinbaum por su triunfo, al tiempo que le cerró las puertas a Ebrard, reafirmó su sumisión.

    López Obrador en varias ocasiones reiteró que él no iba a “cometer el mismo error del ex presidente Lázaro Cárdenas”, de dejar como heredero a un moderado (Ávila Camacho) en lugar de alguien radical y revolucionario (Francisco J. Mújica) que continuara y consolidara las reformas de ese sexenio (1934-1940).

    Más claro ni el agua, ese mensaje fue contra las aspiraciones de Ebrard y a favor de quien piensa, continuará sus programas: Claudia Scheinbaum.

    El desarrollo de la estrategia sucesoria también incluye atacar con dureza al INE y a la Suprema Corte, para debilitarlas como instituciones de arbitraje político electoral. Así generó una reforma electoral (llamada Plan B) que nunca se discutió y que, al enviarla al Congreso de la Unión para su aprobación, ni siquiera se respetó el proceso legislativo. La suprema Corte tiró estas reformas y provocó que el Ejecutivo radicalizara los ataques contra la institución y en especial contra varios de los ministros incómodos para el gobierno, encabezados por la presidente Norma Piña.

    La estrategia incluyó también el blindaje del partido ante cualquier riesgo de sorpresa con el liderazgo formal y por eso nombró como presidente del Consejo Nacional de Morena al gobernador de Sonora, Alfonso Durazo. No quiso correr riesgos ante la cercanía de Mario Delgado con Ebrard y decidió por alguien de mayor confianza ante cualquier eventualidad.

    Al final y a pesar de que a cada rato afirmaban que todo iba muy bien y que en Morena no había vulgares y ambiciosos (sic) que pudieran afectar la unidad del partido, las cosas no les salieron como presumían y Marcelo Ebrard se les rebeló alegando inconsistencias exigiendo la reposición del proceso. Digan lo que digan, eso provocó la ruptura en Morena y les echó a perder las cuentas alegres que hacían de cara a los resultados del 2024. Además de la cargada oficial del Ejecutivo y los gobernadores de Morena a favor de la ex jefa de gobierno de la Ciudad de México, la ruptura de Ebrard tiene otros ingredientes de mayor profundidad y sentimiento en su relación cercana y personal con el Presidente que les hizo creer, que habría piso parejo en la competencia.

    Las consecuencias ahí están y, de darse la participación de Ebrard por otro partido, el más afectado será Morena y no Xóchitl Gálvez como lo han desparramado los voceros oficiales, para tratar de atenuar el control de daños por la ruptura al interior de Morena.

    Si la ruptura fue en su cancha, con el Presidente, con Morena y con su candidata: ¿Por qué habría de afectar a otros? Al contrario.

  • XÓCHITL, EL FRENTE AMPLIO Y LO QUE SIGUE

    XÓCHITL, EL FRENTE AMPLIO Y LO QUE SIGUE

    por Bulmaro Pacheco

    Con el inicio del mes de septiembre, son nueve meses los que faltan para la elección de junio del 2024, y trece meses para que el presidente López Obrador entregue el Poder, el día 1 de octubre del 2024, a quien triunfe en esa elección.

    ¿Claudia Sheinbaum o Xóchitl Gálvez?

    Son varias razones por las que Claudia Sheinbaum saca ventaja en las encuestas y la convierten en la puntera para la próxima elección presidencial por ahora, pero rescatemos tres:

    1.- Empezó labores de proselitismo después de la elección del 2021, cuando las oposiciones ganaron la mayoría de las alcaldías de la Ciudad de México, que ella gobernaba, y por eso le echaron la culpa al senador Ricardo Monreal, congelándolo políticamente.
    2.- Desde siempre ha sido la favorita por radical del presidente López Obrador para heredar el poder, y hasta ahora ha sido la más sumisa y su proselitismo lo basa en ofrecer más de lo mismo, sin una pizca de autocrítica, para con ello agradar al que tomará la decisión final en materia de candidaturas en Morena, más que los consultados en las encuestas, y;
    3.-Xóchitl Gálvez tiene apenas poco más de dos meses de que fue mencionada como potencial candidata presidencial del Frente Amplio.

    Ya dijo el presidente que él “no va a cometer el mismo error de Lázaro Cárdenas” en 1940 al postular a un moderado (Ávila Camacho-Ebrard), en lugar de alguien que continuara con su programa (Mújica-Sheinbaum). Más claro ni el agua, de por dónde se siente que va la preferencia oficial.

    ¿Pueden cambiar las tendencias a nueve meses de la elección? Sí.
    Las preferencias se pueden mover y es casi seguro que la elección al final se cierre entre las dos candidatas. Esto que hace pensar en un “nada para nadie” por ahora, y que eso dependerá de la calidad de las propuestas de las oposiciones y de la estrategia oficial para apoyar a su candidata.

    ¿Estrategia oficial? Sí.
    Sin duda la elección del 2024 va a ser una elección de Estado, donde pondrán en juego todos los recursos a favor de la candidata del gobierno. 23 gobernadores y el aparato del gobierno federal seguramente se pondrán al servicio de Morena y su candidata. Ya se vio en la interna morenista: Abundancia de espectaculares, acarreos, propaganda móvil, y en especial bardas a favor de las “corcholatas”, lo que por cierto representa una gran cantidad de dinero (mas de 500 millones de pesos) aportados seguramente por los gobernadores.

    ¿Y los organismos electorales?
    Desde el inicio del gobierno de Morena se desplegó una gran campaña de desprestigio contra la Suprema Corte de Justicia de la Nación, el INE y el Tribunal Federal Electoral, con el propósito de debilitarlos y tratar de anularlos. Hoy tienen el control del INE, y a cada rato atacan a la Corte.

    La estrategia fue muy obvia desde el momento que, desde el gobierno, trataron de ampliar por dos años el período del ministro Arturo Zaldívar y después impulsar a la ministra Esquivel (la involucrada en el plagio de su tesis) como presidenta de la Suprema Corte, y además proponiendo ministros cómodos o aliados del gobierno (aunque últimamente el presidente López Obrador reconoció que dos de sus propuestas “lo traicionaron” (sic), al ver como algunos de sus proyectos en litigio eran echados para atrás por votación mayoritaria en la Corte).

    Cada día que transcurre se duda más de que el INE cumpla cabalmente con la imparcialidad a la que por ley está obligado. Se vio tibia su actuación ante la interna de Morena y no prosperó casi ninguna de las impugnaciones que buscaban poner orden en el proceso. Y se ve igual o peor ante las constantes alusiones en las mañaneras del presidente cuando ataca sin recato a aspirantes de la oposición y descalifica los procesos internos opositores, en una evidente intromisión en materia partidista y asuntos electorales. Para eso querían el control del INE.

    ¿Y por qué desde el gobierno descalifican el proceso interno del Frente Amplio por México?
    Porque no esperaban que les saliera tan bien el proceso de selección de Xóchitl Gávez, ya que al mismo tiempo que se conservó la coalición de partidos, se seleccionó a una aspirante aprobada por todos, y una futura candidata muy competitiva.

    Recordemos que no hace mucho el propio presidente sentenció -citando a Juárez- que “la oposición estaba moralmente derrotada” y que no veía que surgiera alguien capaz de hacerle sombra a sus a sus aventajadas corcholatas oficiales. Le falló el pronóstico y las cosas han cambiado, y por eso la constante descalificación tanto a los partidos que integran el Frente como a su aspirante más competitiva.

    ¿Se puede cerrar la elección en las encuestas? Sí.
    Hay que tener presente lo ocurrido en el 2021 cuando las oposiciones juntas (incluyendo a MC) tuvieron casi dos millones de votos más que la alianza Morena-Verde-PT y perdieron la mayoría calificada en la Cámara de Diputados. También recordemos que tres de los partidos nuevos impulsados por Morena (RSP-PES y FM) perdieron el registro nacional en la elección del 2021 y Morena sufrió una humillante derrota en la Ciudad de México a pesar de que apenas llevaban tres años en el gobierno.

    ¿Y qué pasó, entonces?
    Una: Que las clases medias que habían votado por Morena en 2018 ya no lo hicieron más, y otra: Que ya pesaban en el ánimo del votante los errores del gobierno, como el de haber suspendido la obra del aeropuerto de la Ciudad de México, el mal manejo de la pandemia del Covid-19, la caída de la economía nacional en -8% y la clausura del Seguro Popular sin brindar alternativas a una mayoría de la población sin acceso a los servicios de salud; entre otras pifias oficiales con impacto directo en los votantes

    ¿Seguirá contando todo eso para la elección del 2024? Seguramente.
    El gobierno y su candidata tendrán a su favor las enormes erogaciones en las pensiones para adultos mayores, los subsidios a las gasolinas, las becas y otros programas sociales (cuyos montos se incrementarán, con dedicatoria en el año electoral), buscando seguramente que toda la población que disfruta de los subsidios lo traduzca en votos a favor de Morena y sus candidatos.

    En contra tendrán que Claudia Sheinbaum carece del carisma del presidente, no tiene el “jalón” de una candidatura popular y será muy discutible ante el electorado que ofrezca a nombre de la llamada Cuarta transformación solo “más de lo mismo” con los magros resultados obtenidos hasta hoy, en casi seis años de gobierno.

    ¿Y el Frente Amplio y Xóchitl Gálvez?
    Dependerá de una buena plataforma y una propuesta que emocione a la población, mucho trabajo de territorio, cuidar de la unidad en los partidos y las organizaciones de la sociedad civil que integran al Frente, seleccionar candidaturas competitivas en lo local y al Congreso de la Unión y las gubernaturas que estarán en juego, para de esa manera arropar la candidatura principal. Y, lo más importante, convencer a la mayoría de los casi 99 millones de votantes que para esa fecha estarán inscritos en la lista nacional de electores.

    Nada más, pero nada menos.

  • LA POLÍTICA Y LAS RUPTURAS QUE VIENEN

    LA POLÍTICA Y LAS RUPTURAS QUE VIENEN

    Bulmaro Pacheco

    Muy pocos se esperaban que el gobernador jalisciense Enrique Alfaro rompiera con la dirigencia nacional del partido Movimiento Ciudadano. Y por lo visto se trata de una verdadera crisis en ese partido, al observar el número de firmantes del desplegado en apoyo al gobernador: Los dos senadores, doce diputados federales, dieciséis diputados locales y cincuenta y siete presidentes municipales del estado de Jalisco.

    Por su parte, la dirigencia nacional de MC diría después que algunos habían sido presionados para firmar, pero hasta ahora ninguno de ellos se ha echado para atrás. Jalisco no es poca cosa en materia política: Tiene casi 7 millones de votantes, 20 distritos electorales federales y ocupa el cuarto lugar en aportaciones al PIB nacional con el 7.1%.

    El desplegado muestra desesperación por la tardanza, la indefinición y por el papel que juega la dirigencia de Movimiento Ciudadano ante lo que está sucediendo en otros frentes, que ya se han adelantado notablemente a los acontecimientos políticos del proceso electoral del 2024. ¿Y MC cuando y por dónde? Esa pregunta llega a sus propios militantes.

    Quizá la crisis se empezó a gestar a partir de que MC no presentó candidatos en las elecciones de Coahuila y el Estado de México. ¿Por qué? Nunca dieron una versión completa. Se lanzó Dante contra el PRI y el PAN arguyendo que “nuca se subirían al Titanic” (sic), y dejaron descubiertos a sus cuadros y sus estructuras en esas entidades, lo que provocó también que MC siguiera bajando en los números de las encuestas sobre preferencias ciudadanas, a pesar de la intensa propaganda para convencer con encuestas poco convincentes de que representan la segunda fuerza política nacional y no es así.

    Se dice que están esperando una escisión en Morena para dar de alta al disidente (Ebrard) como candidato presidencial; pero, por otro lado, las resistencias de Luis Donaldo Colosio Riojas y Samuel García a lanzarse como candidatos presidenciales al ver la ventaja de las otras fuerzas y el papel que jugarían, con el riesgo latente de no superar los dos dígitos de porcentaje de votos en la próxima elección. Además, ya quedó claro que el Presidente López Obrador ya dio color por García para la candidatura.

    Alfaro ya se entrevistó con Xóchitl Gálvez y Marcelo Ebrard y, se dice, dejó abierta la puerta para el apoyo de Jalisco a cualquiera de los dos.

    ¿Qué sigue? No creemos que la crisis se detenga ahí y Dante Delgado, el dirigente nacional, deberá desplegar sus mejores artes políticas para evitar que la crisis en el partido se profundice y se extienda.

    A MC le quedan como probables aspirantes presidenciales: la ex gobernadora de Yucatán Ivonne Ortega, una reciente adquisición, disidente del PRI, y Patricia Mercado Castro, que ya fue candidata presidencial en el 2006 por el PASC (Partido Alianza Socialdemócrata y Campesina), cuando obtuvo el 2.70% de los votos (1,128,850).

    Persisten entonces las dudas de si Movimiento Ciudadano terminará aliado a alguna fuerza política o si el movimiento disidente iniciado por Alfaro se extiende a otras regiones de México.

    El deseo de muchos es que se alíen y generen la posibilidad de sumar sus puntos a los que obtenga la alianza PAN-PRI-PRD para derrotar con una mayor holgura a Morena en la presidencial del próximo año.

    Ya lo hicieron en 2021 sin alianza y el presidente López Obrador lo resintió, y por eso aceleró la sucesión presidencial destapando “corcholatas” y adelantando los tiempos políticos de su partido por encima de la ley.

    No creemos que les dé por expulsar a los disidentes entrando a la etapa de las purgas, tan comunes, sobre todo en los partidos de izquierda. Sería difícil de aplicarse en estos tiempos dada la intensidad del transfuguismo registrado en los últimos años y que las purgas ya no afectan tanto como antes por la abundancia de alternativas políticas y partidos, que solo están a la espera de disidentes de otras organizaciones para instrumentar su purificación política, vía la cooptación.

    ¿Por qué tarda tanto Movimiento Ciudadano en definir sus cartas para la sucesión presidencial? Nadie lo sabe, salvo su dirigencia nacional.

    ¿Por qué no postularon candidatos a gobernador en Coahuila y el Estado de México? Tampoco han convencido las razones expuestas en su momento para no hacerlo, lo que dio lugar a un sinfín de interpretaciones, y “sospechosismos” que achacan a MC cierta cercanía y complicidad con el presidente López Obrador de cara a la elección de junio del 2024, algo que en MC deberán clarificar, “si aspiran a mantener su autonomía”.

    El presidente de la República nunca ha contestado, a pesar de la dureza de contenido, las cartas que Dante Delgado le ha enviado.

    Tampoco lo ha mencionado en las mañaneras. Y sí, opinó recientemente sobre la posibilidad de las candidaturas de Colosio y García por MC, de los que dijo: “podrían competir con Morena” y que él no los ve mal (sic).

    Siempre serán preocupantes las rupturas en los partidos políticos por lo que significan para la normalidad democrática en México. En el PRI la primera ruptura significativa se dio en 1988, a los 59 años de su fundación; en el PAN en 1992, a los 53 años de haberse creado; y en el PRD en 2014, a los 25 años de haber nacido unificando a las izquierdas, que después se dispersaron, pero supieron aguantar, sumar y recomponerse, y ahí siguen en los procesos electorales.

    Otros partidos como el PPS, el PARM, PDM, PAS y el PFCRN no aguantaron las rupturas y terminaron por desaparecer del escenario político nacional por (gracias a sus conflictos internos) no haber alcanzado el porcentaje nacional de votos para conservar sus registros.

    ¿Qué pasará en Movimiento Ciudadano con esta ruptura que se da apenas a los 24 años de su creación, primero como Convergencia y después como Movimiento Ciudadano?

    Lo trascedente, es que se da en el Estado más fuerte que ha gobernado y el más representativo políticamente hablando.

    ¿Habrá ruptura también en Morena al darse a conocer los resultados de su proceso interno el próximo 6 de septiembre? ¿Conservarán la alianza con el Verde Ecologista y el PT después de la elección interna?

    ¿Afectará al PRI la salida reciente de algunos senadores de su fracción parlamentaria y de algunos ex gobernadores que han aceptado chambas diplomáticas ofrecidas por el presidente López Obrador?

    Todo, las dudas anteriores incluidas aquellas sobre el resultado de la elección de junio del 2024 están todavía en el aire, nada para nadie y el caso de los partidos políticos y su búsqueda de unidad interna también. Habrá mucho que ver todavía en las próximas 40 semanas.

  • JESÚS CAMBUSTÓN Y EL GUAYMAS QUE RESISTE

    JESÚS CAMBUSTÓN Y EL GUAYMAS QUE RESISTE

    Bulmaro Pacheco Moreno

    GUAYMAS, Sonora.- El Guaymas de finales del siglo pasado registra muy buenos lugares para comer gracias a la iniciativa de los vecinos del puerto, y que con mucha sensibilidad registraban los gustos y las tendencias de la población, en una comunidad con cultura propia y en constante crecimiento y expansión desde el siglo XIX.

    Con frecuencia se recuerdan los restaurantes Del Mar, ubicado por la Av. Sedán y Calle 17; el Paradise, por la Abelardo Rodríguez; y el recordado Café Colón, ubicado en la parte baja del Mercado Municipal (primero se servía comida típica mexicana, principalmente para locatarios y clientes del mercado, y después derivó en la elaboración de café colado). El Colón era un lugar sumamente visitado por la diversidad política y empresarial del puerto, con célebres y acaloradas discusiones diarias que en ocasiones requería intervenciones de la autoridad municipal para atemperar los ánimos.

    También son recordados lugares como Pakos (por Paco Dahued), ubicado en el famoso Pasaje Romano, o El Sarape (del mismo dueño), frente a la plaza 13 de Julio y el Templo de San Fernando.

    Merenderos típicos como el Dorys (pozole, carne frita y tostadas, decía su menú), sobre el callejón Porfirio Díaz, a un costado del mercado, y el Tonys (menudo y asado), de la Calle 20 y Adolfo de la Huerta, del que solo queda el viejo y despintado anuncio que lo identificaba, eran lugares que abrían toda la noche y recibían a lugareños o a choferes que esperaban descargar sus camiones en el mercado (cuando el mercado municipal empezaba a recibir la carne del rastro a partir de las tres de la mañana).

    También había lugares familiares como la Copa de leche, El Tecate (carne) y El Pollito (pollo), más cercanos al malecón, por la Serdán al fondo, rumbo a los silos del puerto, cerca de la Plaza Centenario. Inolvidable también fue el restaurante de la terminal de camiones de Efraín Soto.

    Una fama que todavía distingue al restaurante Lucerito de Guaymas, (especializado en tortas) en la Avenida XII poniente, es que ha resistido no solo el paso del tiempo sino que se ha adaptado al cambio en los gustos de la gente. Lo mismo sucedió con el Asadero Doney, en la Serdán, muy cerca del Palacio Municipal.

    Todos esos lugares -a excepción del Lucerito y el Doney- ya desaparecieron, y solo queda la nostalgia. Quizá sucumbieron a los cambios en el negocio con la aparición de grandes cadenas de comida rápida como las de hamburguesas (McDonald y Burger King), pizzas, taco fish, sushis, caguamantas, pollos y la creación de otros con especialidad en mariscos como Los Arbolitos, El Mazateño, El Rey, Don Julio y La Cobacha, o especializados en carne de borrego, donde ha sobresalido la Taquería El Ñar, de Luis García.

    Todos esos cambios los ha registrado el empresario gastronómico Jesús Cambustón Espinoza, quien cumplió 80 años el pasado 9 de julio. De esos 80, 58 años los ha dedicado al negocio de la comida (desde 1965), pasando de un proyecto a otro, ahora con su restaurante llamado El Rincón de Cambustón, ubicado en el camino a la zona de Miramar.

    Se dice fácil, pero sobrevivir tantos años en el negocio de la comida, con los cambios en el gusto y el ingreso de la gente, así como los efectos de la pandemia en una comunidad exigente y dinámica, significa tener principios y capacidad administrativa en quien dirige el negocio.

    En eso se requiere presencia y responsabilidad personal del jefe para supervisar y registrar las principales actividades, no exagerar en los precios, cuidar la sazón de los alimentos, administrar bien al personal y adaptarse a las exigencias de los clientes en su demanda de un buen servicio. Toda esa disciplina la ha desarrollado bien Jesús Cambustón desde los trece años de edad, cuando empezó a trabajar con su padre Francisco Cambustón Parodi, en un barco camaronero de la cooperativa Comunidades Yaquis, y desde que residían en la Avenida 8 y Calle 16, en el centro de Guaymas.

    A Jesús lo habían mandado a estudiar a la escuela Loreto Encinas de Avilés y a la Luis G. Dávila donde completó cinco años de primaria.

    Su formación práctica la perfeccionó cuando trabajó siete años en al recordado Proyecto Mercurio, del gobierno americano a través de la NASA, que se instaló en el Valle de Guaymas para realizar estudios y observaciones espaciales entre otros y que sirvieron de base para la llegada del hombre a la Luna en 1969 a bordo el Apolo XI.

    Jesús ya venía fogueado del trabajo para colaborar con el gasto familiar: había vendido periódicos (El Diario, de Aniceto Ramírez; y La Gaceta, de los Escobar), chicles y paletas en el Cine Reforma, y ejerció el oficio de bolero por las calles del centro de la ciudad. Después, ya más grande, cambió de giro y se inició en un negocio de burritos y hamburguesas en el Pasaje Romano.

    A los años ampliaría su ramo de negocios con la creación del restaurante Chumay, por la Serdán, y después vendrían Mariscos El Chucani y el Bar Safari. Con esos negocios se dio a conocer, y por su gran facilidad de comunicar logró ampliar su clientela, entre los que se veía a Luis Donaldo Colosio invitado por Fernando Astiazarán, Heriberto Lizárraga, Oscar Ulloa, Florencio y Gaspar Zaragoza, Miguel Gaspar, Julián Luzanilla, Guillermo Hopkins y en un tiempo Ernesto Zedillo, y donde seguido acudía el patriarca de la familia Luebbert (Seldner) con su esposa Socorro, para llevar una buena dotación de hamburguesas.

    Toda una labor que fue generándole experiencia en el trato con la gente, en la negociación con los proveedores y experiencia fiscal en su relación con los sucesivos gobiernos municipales y estatales.

    Experimentaría después por un buen tiempo (6 años) con otro restaurante en el paradero El Valiente, en los terrenos de la gasolinera de José Ramón Uribe ubicada en la carretera internacional.

    Para 1990, ya con 47 años de edad, inició otro negocio: La famosa Fonda del Recuerdo, ubicada en el bulevar Juárez de la colonia San Vicente. Ahí puso de moda principalmente el cocido, el asado, las tortas y una gran variedad de tostadas y tacos dorados, que muy pronto lo convirtieron en un referente de la buena comida en Guaymas. “Los clientes hacían observaciones sobre el menú y yo registraba puntualmente lo que demandaban, y al otro día ya tenía preparado el platillo”, dice, para no quedarse rezagado ante la competencia, que siempre fue agresiva.

    En 2010 dejó la colonia San Vicente y se instaló ya con el nombre El Rincón de Cambustón en una propiedad que le compró a la familia Luebbert en Lomas de Miramar.

    “Sabía que llegaba a un barrio de clase media, pero con una gran circulación de gente hacia la playa y los hoteles del rumbo”, dice, lo que provocó una nueva revisión del menú para carnes, mariscos, ensaladas, especialidades diarias, desde el ‘caldo yaqui’ de los jueves hasta la paella de los domingos, incluir desayunos, antojitos mexicanos, especialidades de la casa, caldos y comidas al día, y de la tradición: las tortas y hamburguesas; así como ampliar el horario de trabajo, que siempre fue de las siete de la mañana a las once de la noche, y ahora, después de la pandemia, de las ocho a las cinco de la tarde y cerrando un día a la semana para revisar todo y descansar un poco del trajín”.

    Siempre presente en el negocio para ‘estar al pendiente’ junto a su esposa Mayrela Rivera (“Lo mejor que me ha pasado en la vida”, dice) de los clientes, de los tiempos de espera y de la solución de cualquier duda, por eso, uno se explica el origen de su éxito.

    Y es que sí, le ha ido bien. Recientemente amplió el negocio a 25 mesas (de 10), y creando 16 empleos al mismo tiempo, y mejora los servicios con una modernización total del negocio.

    ¿Que esperar de la vida después de los ochenta años, Jesús Francisco? Y responde: “Pues vivir más, hasta donde me pueda valer por mí mismo”. ¿Morir trabajando? “Creo que sí, mientras Dios me dé vida y salud, por eso me cuido, ratifica; ¿Miedo a la muerte? A lo desconocido sí, a la muerte no, dice porque la muerte es inevitable”.

    Como buen hijo de padre católico y madre evangelista, sus conceptos abordan brevemente la religión, sin asumirse practicante. “Creo en los amigos, en la salud, en las vitaminas, en no excederse en nada, en una buena siesta diaria y en vivir una vida correcta sin remordimientos ni cuentas pendientes con nadie”, dice.

    Su último gran reto fue superar el Covid en lo personal y en su empresa. “No cerramos un sólo día y perfeccionamos el servicio de comida para llevar a casa” y presume que superó la enfermedad, con una semana conectado a un tanque de oxígeno… “pero la libré”, dice, y así llegó a los 80 años el mes pasado. Es Jesús Cambustón, un Guaymense de la cultura del esfuerzo que ha trabajado duro, que ha triunfado y resistido los cambios sin rendirse ni acomplejarse. Todo un referente moral para entender al Guaymas de hoy y sus complejidades.