Por Arturo Soto Munguía
Lo que ocurre en la llamada Tierra de los Generales no tendría por qué tomar por sorpresa a nadie. Un gobierno municipal surgido de las componendas políticas y los arreglos económicos suele terminar en improvisaciones y ‘mareos’ de los nuevos gobernantes que a su vez se traducen en actos de nepotismo, tráfico de influencias y no pocos enriquecimientos (in) explicables.
La candidatura de Jesús Flores Mendoza surgió en ese tenor. Semanas antes de que se decidieran las candidaturas a las alcaldías en Sonora, “Chuy” Flores ni siquiera aparecía en el radar de Morena. El candidato ‘natural’ parecía ser Alberto Vázquez Valencia a quien la Comisión Nacional de Elecciones de Morena ya había dado su visto bueno.
Como su hermano Francisco Vázquez Valencia, actual secretario del Trabajo en el gabinete duracista, Alberto también proviene del PAN. Todavía en 2017 ambos militaban en ese partido (Francisco era consejero nacional y Alberto regidor en Huatabampo), pero fueron de los primeros en migrar a Morena para apoyar la candidatura de Alfonso Durazo Montaño al senado de la República.
Algo extraño sucedió en el camino de las candidaturas en 2021, cabildeadas por uno de los brazos derechos de Durazo, el importado de Iztapalapa para el mundo, Jesús Valencia. Al final se decidió que el candidato fuera Jesús Flores, lo que provocó protestas de la militancia, que incluso llegaron a tomar la sede estatal de Morena en Hermosillo junto a militantes de otros municipios inconformes con las decisiones sobre candidatos y candidatas a distintos cargos de elección.
Flores Mendoza a su vez proviene del PRD. Aunque nunca fue militante, sí fue candidato del Sol Azteca a la alcaldía de Huatabampo en 2015. En ese entonces declaró que él iba por la presidencia municipal o nada. Es decir, que si perdía, no reclamaría para sí la regiduría plurinominal que suele otorgarse a los candidatos perdedores.
Pero ya que perdió se le olvidó su promesa y reclamó a la dirigencia del partido ese cargo, iniciando una disputa que también perdió y allí inició su distanciamiento con el PRD.
También se afianzó su acercamiento con Rafael Orduño, un próspero empresario local que lo acompañó como candidato a regidor en su planilla 2021 por la alcaldía (y a quien muchos ubican como el principal financiero de esa campaña). Tras el triunfo electoral ese año, Orduño se separó del cargo como regidor y asumió la secretaría del Ayuntamiento.
Lo que sucedió ya en el ejercicio de gobierno se veía venir desde que Chuy Flores nombró a su equipo en el proceso de entrega-recepción de la administración municipal, donde incluyó a buena parte de su árbol genealógico.
Allí se encontraban sus hijos Jesús y Sael Flores Mendívil y Roberto Luna Vega, compadre del alcalde electo. Estos tres personajes constituyen hasta hoy poderes de facto en toda la administración municipal.
Rodolfo Yevismea recibió el organismo operador de agua y actualmente es su director.
En el equipo de transición estuvo también Cristian Trinidad Corral, compadre de Jesús Flores Mendívil, hijo del alcalde. Este firma hoy como Director de Desarrollo Urbano y Obras Públicas.
Que la esposa del alcalde electo, Angélica Mendívil Zamora fuera la encargada de recibir el DIF municipal tiene sentido, porque finalmente ella será la primera dama, que usualmente preside de manera honoraria esa institución. Pero para reforzar el trabajo le acompaña en el equipo la señora Verónica Castro, que además de ser homónima de la famosa actriz mexicana, es nuera del alcalde. Hoy firma como coordinadora de Salud Municipal.
Jesús Flores, un modesto profesor sobre quien pesaba la leyenda de que había sido postulado por Morena como una especie de ‘rival más débil’ a partir de un acuerdo con el PAN que favorecería la reelección de Ramón Díaz Niebla, evitando que este se enfrentara a Alberto Vázquez Valencia (ambos de extracción panista), muy pronto comenzó a dar muestras de improvisación y de ‘mareos’ en el ejercicio del poder.
No solo llenó la nómina municipal de familiares; sus constantes y públicas apariciones en los casinos de la ciudad donde suele gastar fuertes cantidades de dinero se volvieron más frecuentes. Uno de sus hijos se vio envuelto en un escándalo tras un accidente a bordo de la camioneta de alta gama que conducía y más recientemente fue señalado por la construcción de una impresionante residencia que contrasta con la pobreza que se vive en el municipio.
En estos días santos, se vio obligado a despedir a su directora de Ecología, Elizabeth Guerrero Moreno, luego de que esta mandara cortar los aguijones de las mantarrayas en las playas de Huatabampito para evitar que picaran a los bañistas. La nota le dio vuelta al mundo y despertó protestas de grupos animalistas de todo el país. Inicialmente, la exfuncionaria declaró que esa medida la había tomado acatando instrucciones del alcalde.
Chuy Flores por su parte, para componer el entuerto, declaró que a Guerrero Moreno la había nombrado en ese puesto por acuerdos políticos y no porque estuviera capacitada para el cargo. Vaya control de daños.
Huatabampo no había vuelto a aparecer en el mapa mundial desde aquellos días de 2012 cuando en su primera gestión de Ramón Díaz Nieblas como alcalde, la administración a su cargo ordenó diseñar un logo institucional del ayuntamiento, resultando este un flagrante plagio al de los Juegos Olímpicos de 2016 en Brasil. Pa’ puras vergüenzas.
II
Hace tiempo que éramos muchos y con la aparición de las redes sociales, parió la abuela.
El gremio periodístico se incrementó exponencialmente en las últimas dos décadas y con ello se recrudeció también la precarización laboral. En los últimos años, la modificación en las políticas de comunicación del gobierno federal, el estatal y los municipales entraron en la ruta de la austeridad republicana y recortaron sustancialmente los presupuestos para medios de comunicación.
Esto tiene su lado bueno, porque ese gasto solía rayar en el dispendio y con el tiempo se fue creando una casta dorada de empresas y periodistas que facturaban millones al erario, sin que necesariamente ello se tradujera en impactos efectivos en las audiencias.
La parte negativa es que varias empresas de comunicación se vieron obligados a cerrar o en el menos peor de los casos, a reducir drásticamente sus nóminas, despidiendo a cientos de comunicadores, administrativos y hasta trabajadores manuales. La precarización laboral (y aquí me refiero sobre todo a quienes diariamente salen a conseguir su cuota de notas para alimentar los medios para los que laboran, o los suyos propios en el caso de las muchas pequeñas empresas de comunicación digital) se agravó.
De por sí los medios no se han caracterizado nunca por ofrecer los grandes salarios y las más completas prestaciones, señaladamente las de seguridad social, pensiones, créditos, vivienda, etc., hoy eso cobra tintes dramáticos.
No tengo a la mano la cifra, pero me atrevo a pensar que más de la mitad de quienes nos dedicamos a esta profesión carecemos de tales prestaciones y debemos buscarlas por nuestra propia cuenta en las escasas alternativas que ofrecen las instituciones o la iniciativa privada, seguros médicos, sobre todo.
Por ello es de reconocerse el programa del gobierno federal para afiliar al IMSS a comunicadores que no laboramos para un patrón y que no estamos afiliados a alguna institución de seguridad social.
Hace años hubo una iniciativa de reforma a la Ley del Isssteson para afiliar a quienes estamos en ese rango, propuesta por Bulmaro Pacheco. No era tan onerosa, pues creo que el impacto presupuestal oscilaba entre los 5 y 7 millones de pesos para incorporar a la seguridad social a todos los comunicadores con ese estatus. La iniciativa sigue en el glacial olvido de la congeladora legislativa.
Ayer en las oficinas de Comunicación Social del gobierno del estado, a cargo de Paulina Ocaña se instalaron dos módulos (uno de SHCP y otro del IMSS) para incorporarlos a esta última institución.
Me llamó la atención que al cierre de la jornada, no había más de diez solicitantes, siendo que en realidad el programa ofrece muchas ventajas, incluyendo la cotización de semanas para el retiro.
Ojalá que más colegas (y colegos, diría el otro) se acercaran a este programa, que realmente es una alternativa en estos tiempos.