Categoría: Editorial

  • DE RENUNCIAS Y ARGUMENTOS

    DE RENUNCIAS Y ARGUMENTOS

    Bulmaro Pacheco

    En la historia reciente de México, las renuncias de secretarios de Hacienda son recordadas por su estridencia e impactos. Influyen en el manejo de las finanzas públicas y en los principales indicadores de la economía mexicana, también en la política, y ahora en la economía global, impactan en los mercados de capitales y de inversión tanto nacionales como internacionales.

    Recordada aquella renuncia de Adolfo De la Huerta Marcor como secretario de Hacienda, en el gabinete del presidente Álvaro Obregón. Diferencias de enfoque en el manejo de las finanzas públicas con el presidente, pero más que eso, la decisión de De La Huerta de separarse del cargo para aspirar a la Presidencia de la República para el período 1924-1928, confrontando a Obregón y a su candidato, Plutarco Elías Calles, con el agregado de la rebelión de una parte del ejército y el posterior asesinato de Francisco Villa en julio de 1923.

    Otra de las renuncias más recordadas en la administración pública fue aquella del secretario de Hacienda del gobierno de Luis Echeverría, Hugo Borman Margáin Gleason, que renunció en 1973.

    Margáin —informaron que accidentalmente se había caído de un caballo— fue sustituido por el director de la CFE José López Portillo, quien sería después candidato y presidente de la República para el período 1976-1982.

    M renunció consciente de que “La deuda externa y la deuda interna tienen un límite, y ya hemos llegado al límite”, dijo y esa fue la verdadera razón; mucho gasto, poco ingreso, elemental.

    El presidente Echeverría —que en enero próximo cumplirá 98 años—afirmaría después al respecto: “Más allá de cualquier especulación, no se les olvide que las finanzas nacionales se manejan desde Los Pinos”. Cruda realidad.

    Margáin había sustituido a Antonio Ortiz Mena, secretario de Hacienda de 1958 hasta 1970. Ortiz Mena después fue nombrado director del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y ocuparía las embajadas en Inglaterra (1973-1976), en los Estados Unidos (1976-1982) posteriormente senador de la República por el Distrito Federal (1982-1988).

    Entre 1954 y 1976 el peso mantuvo su paridad de 12.50 respecto al dólar. La primera devaluación en 22 años vendría en agosto de 1976.

    Con el presidente José López Portillo, el manejo de la política financiera se dividió en dos: se creó en ese sexenio la Secretaría de Programación y Presupuesto, que manejaría los egresos; quedando los ingresos y la política económica internacional en Hacienda. La primera la ocupó Carlos Tello Macías, ex subsecretario de Hacienda con el presidente Echeverría, y en Hacienda quedó Julio Rodolfo Moctezuma Cid.

    No completaron el primer año en sus cargos. Renunciaron en noviembre de 1977 por graves diferencias de opinión y enfoque, entre otros, en la elaboración del presupuesto de egresos de 1978.
    El presidente López Portillo dijo de la renuncia de ambos: “Ayer acepté la renuncia de Carlos Tello y provoqué la de Julio Rodolfo Moctezuma: los substituyen, respectivamente Ricardo García Sáinz y David Ibarra, en la SPP y en la SHCP. Es la decisión más amarga y dolorosa que he tomado en el régimen. Se trata de dos de mis mejores amigos; de viejos colaboradores que tenían toda mi confianza y a los que entregué las dos puntas del eje de la reforma administrativa que ahora está en un tremendo entredicho”. Y continúa: “No hay más camino, en estos momentos que permanecer dentro del sistema financiero y desde adentro seguir pugnando por el nuevo orden económico […] Se pertenece o se deja de pertenecer ahora al sistema financiero y monetario en el que estamos insertos, que es el que nos permite la normalidad injusta (bien es cierto y por ello luchamos) del comercio y el financiamiento y por ende, la posición monetaria” […] La posición de Carlos, como la de Moctezuma, eran sinceras, ambos patriotas, se acusaban de no serlo”.

    El sexenio Lopezportillista concluyó en una de las peores crisis económicas que se recuerden y con un grave enfrentamiento con el sector privado, por la política de expropiación de los bancos.

    Vendría después la renuncia de Jesús Silva Herzog, secretario de Hacienda en el gobierno de Miguel de La Madrid en junio de 1986.

    Miguel de La Madrid dice en sus memorias: “Uno de los errores de Silva Herzog era que en las reuniones de gabinete económico se quedaba callado. Prácticamente no participaba, haciendo sentir su malestar por tener que asistir y su desdén por personas a quienes él consideraba sus inferiores y ante quienes no tenía por qué informar sobre el proceso de renegociación de la deuda externa […] La verdad es que a mí tampoco me tenía bien informado […] El episodio me resultó doloroso, porque Silva Herzog fue mi amigo por muchos años; hicimos una vida juntos como funcionarios públicos. Pero en estos momentos yo no puedo tener consideraciones de naturaleza personal, porque creo que él no las tuvo cuando actuó; porque no estamos hablando de dos amigos, sino del presidente de la República y el secretario de Hacienda […] Mi obligación es actuar como jefe de Estado, independientemente de mis sentimientos personales. Además, la actitud de Silva Herzog logró irritarme profundamente […] Cuando reflexiono sobre este asunto, pienso que perdí un tiempo del que no disponíamos, al aguantar durante varios meses el malestar de ser informado de manera demasiado parca de lo que estaba ocurriendo en las negociaciones externas, y al tardarme tanto en darme cuenta de que Silva Herzog no lograba hacer ver a nuestros acreedores los enormes esfuerzos realizados por el gobierno y el pueblo de México por ajustar su economía”.

    La siguiente renuncia de trascendencia fue 8 años después, la de Jaime Serra Puche, secretario de Hacienda en el gabinete del presidente Ernesto Zedillo. Fue un 29 de diciembre, después de aquella decisión de devaluar el día 19 en aquel “error de diciembre”, que tanta inestabilidad económica y social provocara en México y que junto con los problemas políticos de la época influyeran para que la economía mexicana cayera en un 7 % del PIB durante 1995.

    ¿Por qué no se devaluó antes de finalizar el sexenio del presidente Salinas, que era lo que recomendaban los principales analistas? ¿Por qué se le dejaron los costos políticos a la administración federal que iniciaba el 1 de diciembre de 1994? ¿Quién pagó finalmente los costos políticos, económicos y sociales de una decisión tardía?
    A Serra Puche —irónicamente el principal negociador del TLCAN en el sexenio de Carlos Salinas de Gortari— lo sustituyó Guillermo Ortiz Martínez, quien terminó el sexenio.

    Recientemente ha renunciado el secretario de Hacienda del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, Carlos Urzúa. En mayo había renunciado también el director del IMSS Germán Martínez Cázares.

    A diferencia de otros tiempos, Urzúa y Martínez distribuyeron en redes sociales, en sendas cartas, los motivos que los llevaron a tomar la decisión de renunciar a sus cargos. Ahí señalan diferencias, deficiencias, problemas internos y limitaciones de aterrizaje administrativo que no les permitió desarrollar sus actividades a plenitud ni en el sentido correcto.

    Martínez se quejó de la intromisión de Hacienda en el manejo del IMSS, tanto en los aspectos presupuestales como en la designación de funcionarios, atribución que le correspondía al órgano técnico del IMSS y no a la dependencia que maneja los dineros de la nación.

    Urzúa manifestó que no se podía cumplir con decisiones de políticas públicas sin el debido soporte presupuestal y se quejó de intromisión de miembros del gobierno, para el nombramiento de funcionarios del área hacendaria sin los perfiles necesarios para los cargos.
    El jefe de ambos, el presidente de la República, ni siquiera aludió a los motivos —y críticas— que los denunciantes expusieron. A Martínez le deseó suerte en sus responsabilidades como legislador y de Urzúa destacó las diferencias con él y con otros funcionarios, tanto en el manejo de las políticas como en la elaboración del Plan Nacional de Desarrollo, del que dijo “Parecía que lo habían elaborado Agustín Carstens o José Antonio Meade”. Cero autocrítica, cero reconocimiento de los problemas que expusieron, y cero lamentaciones de la salida de colaboradores de los que presuntamente ya conocía en sus capacidades, virtudes y defectos desde antes de nombrarlos.

    Nada para presumir y sí para preocuparse, las numerosas renuncias de funcionarios importantes del gobierno a menos de un año en el Poder. Inestabilidad administrativa y falta de rumbo político parece ser la constante de un gobierno que todavía no alcanza a definir con claridad lo que quiere… Y menos parece saber “los cómo” y “con quiénes”, instrumentar sus principales acciones políticas que hasta ahora solo han demostrado prisas e improvisaciones sumamente costosas.
    Las numerosas renuncias, la desconfianza de los inversionistas, la fragmentación política, la crisis en la política exterior, la falta de crecimiento de la economía, y la anunciada recesión técnica, poco a poco van demostrando, más allá de los opositores señalados y los críticos a cada rato fustigados por quienes creen que por el hecho de solo haber ganado una elección ya ganaron en la historia.

    bulmarop@gmail.com

  • EL ESTILO PERSONAL DE GOBERNAR

    EL ESTILO PERSONAL DE GOBERNAR

    EL ESTILO PERSONAL DE GOBERNAR
    Bulmaro Pacheco

    Las tensiones entre un presidente y un expresidente de México no son nuevas en el sistema político mexicano. Hasta ahora, la más famosa de todas fue el enfrentamiento entre Lázaro Cárdenas (1934-1940) y Plutarco Elías Calles (1924-1928). El llamado Maximato, que derivó en la expulsión del país de Calles en abril de 1936 y que le costó largos años de exilio.
    Se trató de una relación política personal, no superada ni con la muerte de ambos personajes el mismo día (19 de octubre) pero con una diferencia de 25 años. Y a los que por cierto —por esas diferencias— se les tiene que homenajear donde reposan sus restos, en el monumento a la Revolución, el mismo día… pero a diferente hora.
    ¿Qué quedó de esa tensión? El fortalecimiento del presidencialismo ejercido por Cárdenas, y continuado por sus sucesores.
    Manuel Ávila Camacho fue sumamente respetuoso con su antecesor Cárdenas, pero eso no evitó que se echara abajo la reforma del artículo 3º constitucional que establecía “la educación socialista”, implantada en la Constitución en el sexenio del michoacano por influencias, entre otros, de Narciso Bassols.
    Miguel Alemán sorteó con habilidad la animadversión que Maximino Ávila Camacho (gobernador de Puebla y secretario de Comunicaciones en el gabinete de su hermano) tenía contra él, ya que Maximino se sentía con merecimientos para heredar la Presidencia, y siempre sintió que Alemán, el secretario de Gobernación, le estorbaba. Maximino murió en condiciones misteriosas en febrero de 1945; se dice que fue envenenado.
    Ya sin las presiones y los ataques de Maximino, la relación entre Alemán y Ávila Camacho fue estable y sin mayores incidentes.
    Adolfo Ruiz Cortines realizó severas críticas a la corrupción del sexenio alemanista desde el discurso inaugural de su presidencia. Las cosas no pasaron a mayores, en un sexenio caracterizado por la austeridad y el buen estilo de gobierno de uno de los presidentes de México mejor recordados por su sencillez y honradez personal.
    Adolfo López Mateos fue discreto en su trato con su antecesor. Por la revolución cubana y la organización de las izquierdas, siempre le preocupó más el ex presidente Cárdenas.
    Gustavo Díaz Ordaz tuvo siempre consideraciones para “su mejor amigo” López Mateos, que enfermó de gravedad a la mitad de su sexenio y murió en septiembre de 1969.
    Hubo un tiempo en que los ex presidentes de México tenían cargos públicos y los desempeñaban: Alemán en el Consejo Nacional de Turismo; Cárdenas en la Comisión del Tepalcatepec; López Mateos en el Comité Olímpico Mexicano; el mismo Díaz Ordaz (en el sexenio de José López Portillo) por muy poco tiempo como embajador en España; y Luis Echeverría en la UNESCO y las islas Fidji; Miguel de la Madrid, en el sexenio de Ernesto Zedillo, ocuparía la dirección del Fondo de Cultura Económica.
    No hubo una buena relación entre Gustavo Díaz Ordaz y Luis Echeverría. El poblano no fue bien tratado como expresidente y permaneció discretamente retirado de la política en Ajijic, Jalisco.
    Entre Luis Echeverría y José López Portillo tampoco hubo una buena relación. Fueron encarcelados varios ex secretarios de Estado (Comunicaciones y Reforma Agraria), y hechos a un lado personajes del primer círculo del ex presidente (Muñoz Ledo, Gómez Villanueva, Cervantes de Río, etcétera).
    Tampoco entre Miguel de la Madrid y José López Portillo se dio una relación cordial. Los integrantes del gabinete del primero provenían principalmente de las áreas financieras del gobierno. Fueron encarcelados varios ex funcionarios del gabinete lopezportillista, entre los que destacaron el ex director de Pemex, Jorge Díaz Serrano, y el de Banrural, Everardo Espino.
    Muchos de los personajes que acompañaron al presidente Carlos Salinas de Gortari venían del equipo de de la Madrid. La relación entre ambos fue siempre estable y de respeto. La crisis vino después.
    Los conflictos políticos y económicos de 1994 replantearon todos los esquemas de gobierno e introdujeron ingredientes de una crisis de amplio alcance en el gobierno del PRI, que perdió el poder en el 2000.
    “Heredamos problemas, no una crisis” decía el ex presidente Salinas en relación a su responsabilidad en la crisis económica del llamado “error de diciembre” de 1994, que provocó en la economía y la política mexicana la más grave crisis de la que se tenga memoria en los últimos años.
    ¿Por qué no se devaluó antes de diciembre si ya había condiciones? ¿Quiénes se opusieron? ¿Por qué se prefirió devaluar el peso en los primeros días de un nuevo sexenio, marcándolo para el resto del período con graves consecuencias? Preguntas sin respuesta hasta ahora que solo pudieran responder Salinas y Zedillo… ¿o Pedro Aspe?
    Como consecuencia de la gravedad de la crisis política y económica, las relaciones entre Carlos Salinas y Ernesto Zedillo se enrarecieron. El encarcelamiento de Raúl Salinas y la huelga de hambre del expresidente marcaron de origen una mala relación
    Entre Vicente Fox y Ernesto Zedillo no hubo tensiones. El expresidente Zedillo no permaneció en México después de su gobierno y se ha desempeñado en diversos trabajos en el extranjero. Hasta hoy, no se le conoce publicación personal o declaración alguna sobre su sexenio.
    Fox, como el primer presidente de la alternancia, cuando mucho y más como un enfoque político, se dedicó a descalificar los años de gobierno del PRI, hablando de los “70 años perdidos”. No tardaría en enfrentar sus propias crisis, aun cuando a cada rato presumía de que él no iba a tener crisis de finales de sexenio. Quiso imponer sucesor (o sucesora) y le estalló la crisis en su propio partido y con los propios militantes de Acción Nacional.
    Por lo cerrado de los resultados electorales para presidente en 2006, Fox heredó un conflicto post electoral de grandes dimensiones y su sucesor Felipe Calderón no tardó en deslindarse.
    Calderón también buscó imponer a su propio sucesor y falló. Le ganaron los militantes del PAN que empujaron por el lado de Josefina Vásquez Mota, y el PAN duró apenas dos sexenios en el gobierno. Le entregó el Poder de nuevo al PRI, y la relación entre Enrique Peña Nieto y Calderón fue normal y no presentó mayores alteraciones.
    Las relaciones entre Enrique Peña Nieto y Andrés Manuel López Obrador seguramente habrán de tensarse por las investigaciones sobre casos de corrupción documentada del anterior sexenio, como las relacionadas con el ex director de Pemex Emilio Lozoya, muy cercano al expresidente. Las cosas no pararán ahí.
    El gobierno de López Obrador publicitó en exceso el retiro de las pensiones a los ex presidentes. El único que protestó fue Vicente Fox. Los demás lo ignoraron. Además, no todos los ex presidentes tenían pensión
    Irónicamente, López Obrador hasta ahora ha tenido que enfrentar las mayores críticas de sus antecesores panistas Vicente Fox y Felipe Calderón. Con el primero existe el antecedente del proyecto de desafuero en 2005, que buscó sacarlo de la jugada en la sucesión presidencial.
    Con Calderón, el antecedente del conflicto postelectoral del 2006, por lo cerrado de la votación. Esas actitudes van para largo y no se ve que pudieran atenuarse: En ninguna de las partes parece advertirse disposición al diálogo. Al contrario, cada vez son más radicales las posturas de ambas partes.
    Esos han sido los estilos de gobierno de los últimos presidentes de México. Su tiempo, sus problemas, sus crisis, sus errores, aciertos y circunstancias. Todos sin excepción enfrentaron al llamado “México bronco” y las resistencias, ataques y embate de las fuerzas opuestas al orden y a las reformas. Unos más, unos menos, cada uno de ellos supo manejarse ante los desafíos y enfrentar las resistencias y solo a Fox y López Obrador se les ocurrió culpar al pasado.
    ¿Podríamos entenderlo de otra manera tomando en consideración la edad en la que terminaron sus períodos de gobierno? Quizá sí.
    Cárdenas salió de la Presidencia a los 45 años y siguió activo; Ávila Camacho a los 49 y celebró el último acto de unidad entre expresidentes; Miguel Alemán a los 52 y siguió activo; Adolfo Ruiz Cortines a los 68 y se retiró a la vida privada; López Mateos a los 55 y siguió activo; Díaz Ordaz a los 59; Echeverría a los 54; José López Portillo a los 62; Miguel de la Madrid a los 53; Carlos Salinas a los 46; Ernesto Zedillo a los 48; Vicente Fox a los 64; Felipe Calderón a los 50; Enrique Peña Nieto a los 52; y López Obrador tendrá 71 cuando termine en 2024, 3 años más que su antecesor más longevo (Adolfo Ruiz Cortines).
    “Estilo personal de gobernar” se llamó el libro de Don Daniel Cosío Villegas en referencia a la forma de gobernar del presidente Luis Echeverría: “Independientemente de todo, una persona llamativa, o sea, que llama la atención de cualquier observador”. Y sintetiza su experiencia, así como su conocimiento y trato a presidentes de México de Porfirio Díaz a Echeverría —unos de lejos, otros más cerca—: “La verdad es que pocas veces he visto un retrato tan elocuente de un gobernante mexicano: basan sus juicios acerca de estos problemas en experiencias personales y abrigan una desconfianza, cuando no un desprecio verdadero, de cuanto significa levantarse por encima de ellas para llegar a una generalización que se basa en los hechos comprobables”. Hay que leerlo.
    bulmarop@gmail.com

  • 28 PRESIDENTAS MUNICIPALES: ¿QUÉ SIGUE

    28 PRESIDENTAS MUNICIPALES: ¿QUÉ SIGUE

    Bulmaro Pacheco

    A 20 años de que las mujeres adquirieran su derecho a votar y ser votadas en todo tipo de elecciones en México (1953), todavía no había candidatas a presidentas municipales en Sonora. P

    muy pocas mujeres hacían su esfuerzo por participar en política, enfrentaban un medio que les era hostil y una cultura radicalmente machista, repleta de mitos y prejuicios.

    Mucha resistencia y explotación, también muy poco debate en torno a los derechos de las mujeres.

    Eran la época de los finales de los cincuenta y principios de los sesenta, cuando las movilizaciones sindicales y juveniles, los procesos educativos, la televisión y la radio hacían una tarea concientizadora que poco a poco fue avanzando. Tiempos de la lucha por los derechos civiles en los Estados Unidos y protestas juveniles en el mundo occidental. En México tensiones sociales importantes: emergencia de la guerrilla rural y urbana, y agitaciones constantes en universidades públicas, y los impactos de la revolución cubana –planeada en parte desde México–
    Entre las muy escasas mujeres que se habían elegido, podemos mencionar a Alicia Arellano Tapia, como senadora y diputada federal, y varias legisladoras locales, como María Jesús Guirado —la legendaria dirigente del sindicato de costureras (afiliado a la CTS) de la tienda La Francesa, de Navojoa— (por aquel distrito que inauguró en Sonora (1955) la etapa de la mujer en la política local después de la reforma constitucional impulsada por el presidente Adolfo Ruiz Cortines; uno de los cambios políticos de mayor trascendencia para México, que no solo amplió la base de potenciales votantes sino que abrió la puerta para la participación directa de la mujer en política).

    A partir de ahí se inició gradualmente esa participación, que ahora y a más de 60 años, se acerca al 50% (o más) en la integración del Congreso de la Unión y en la representación local. En estados como Sonora, la paridad de género es obligatoria por Ley hacia los partidos políticos desde la elección pasada, para postular sin regateos un 50% de candidatas en las fórmulas de los ayuntamientos

    En aquellos primeros tiempos, se eligió como diputadas locales a Refugio Bracamontes (1964) por Magdalena, a Enriqueta de Parodi (1967) por Hermosillo, así como Guadalupe López Rodríguez (1970) y Rita Sylvina Agramón (1973), ambas por el distrito de Ures. Nada más.

    La lucha que libraron estas pioneras fue muy difícil y complicada por las cuestiones de cultura política en las regiones.

    En 1973, durante el gobierno de Carlos Armando Biébrich, Sonora tuvo las dos primeras presidentas municipales en su historia: Alicia Arellano Tapia, por Magdalena, e Irene Ortiz, por Tubutama.
    No les fue bien a las mujeres en la primera selección de candidatos que le tocara al gobernador Alejandro Carrillo Marcor, porque solo se eligió como presidenta municipal de Huásabas a Hilda Montaño Durazo (1976).

    En 1979, ya como gobernador Samuel Ocaña, repite Alicia Arellano Tapia, pero ahora por Hermosillo. Se elige también a Griselda Miranda, por la tierra del gobernador (Arivechi), a Rosa Urania Valenzuela, por Ónavas, y a Gloria Gracia Amavizca, por Cumpas. En 1982 hubo cuatro mujeres presidentas en Atil, Bácum, Benjamín Hill e Imuris.

    En 1985 fueron tres, con el gobernador Rodolfo Félix Valdés, en Carbó, Baviácora y nuevamente en Magdalena. En 1988 le tocó a Rayón, La Colorada y Santa Cruz.
    En 1991, ya con el gobernador Beltrones, dos: Huépac y Nacozari y en 1994, tres; Divisaderos, Pitiquito y San Javier.

    En el “boom” de la elección de 1997, electo López Nogales, solo tres mujeres: en Guaymas, Quiriego y San Ignacio Río Muerto, con la particularidad de que por primera vez en la historia una mujer de oposición ganaba un ayuntamiento (Guaymas) en Sonora: Sara Valle Dessens, entonces militante del PRD. La señora Valle gobernó por más de un año (el gobierno de Armando López Nogales le promovió la aplicación de la revocación de mandato aprobada por el Congreso local).

    La segunda presidenta municipal de oposición gana en Santa Ana, en la elección del 2000: María Elena Araiza Castro (PAN). Ese municipio fue uno de los primeros que el PRI perdiera en la elección de 1967.

    Del 2000 al 2003 gobiernan también mujeres en Agua Prieta, Benito Juárez, Bacanora, Ímuris, San Javier y Mazatán. A Cristina Carvajal, de Benito Juárez, le hicieron la vida imposible y el gobierno estatal cedió a presiones de grupo y promovió su salida antes de concluir.
    La tercera presidenta municipal que gana por un partido opositor fue Dolores del Río, al ganar Hermosillo en el 2003. El PRI ya había perdido en la capital en 1967, 1982, 1997 y en el 2000.
    En 2006 gobiernan mujeres: Álamos, Magdalena (de nuevo) Quiriego, San Felipe de Jesús y Tubutama. Terminan las regidoras Susana Corella, en Guaymas, y Cristina López Castro, en Empalme los períodos de Antonio Astiazarán y Samuel Rodríguez.
    En 2009 solo cuatro presidentas municipales electtas: Bácum, Granados, San Felipe y Santa Cruz. La regidora Monica Marín Martínez termina el período de César Lizárraga en Guaymas.
    En 2012, de nuevo Agua Prieta con Irma Terán, por segunda ocasión. También gobiernan mujeres en Altar, Átil, Bacoachi, Huépac, Rayón, San Pedro de la Cueva y Trincheras. Termina el período de Moisés Laguna en Empalme, la regidora Victoria Villa Cuevas.
    En 2015 se amplía la lista y gobiernan mujeres en los municipios de Bacanora; Caborca; La Colorada, donde por sexta ocasión un miembro de la misma familia ocupa la presidencia; Ónavas; San Javier; San Miguel de Horcasitas; y Trincheras. San Felipe de Jesús merece mención especial, porque después de un largo litigio ante los tribunales electorales, que inició con la impugnación de la residencia efectiva de la candidata del PAN Delfina Lilián Ochoa —a quien le revocaron en primera instancia la candidatura— y ante el Tribunal estatal por lo reñido de los resultados –en un primer conteo, solo tres votos de diferencia a favor de Delfina sobre el candidato del PRI Enrique Quintanar Ruiz–. Un segundo conteo dio la ventaja a Quintanar por un solo voto y así lo confirmó el TEE, pero la sala Guadalajara del TEPJF le dio la voltereta a favor de Ochoa, anulando dos votos al PRI y dejando el resultado final 217-216. Ochoa sería reelecta en 2018, con una diferencia de 40 votos.
    Terminó en Navojoa el período de Raúl Silva Vela, Leticia Navarro Duarte.
    En el período 2018-2021 se da un verdadero incremento en el número de mujeres que gobiernan municipios en Sonora, como resultado de la reforma constitucional promovida por la gobernadora del estado, de establecer la obligación legal de los partidos políticos de registrar a mujeres en un 50% de las candidaturas a presidencias municipales.
    26 ganaron de inicio en las urnas. Se sumaron dos más después, cuando en Villa Hidalgo, Nora Francisca Medina Campa entra en sustitución de Ramón Campa Durón, del partido Movimiento Alternativo Sonorense (MAS), quien falleció a los pocos días de asumir el poder. También en Bácum. La regidora Benita Aldama López, del Partido del Trabajo es nombrada por el Congreso en lugar del electo Rogelio Aboytes Limón, a quien el legislativo local le revocó el mandato, por encontrarse preso en los Estados Unidos, acusado de varios delitos.
    ¿Qué sigue? Por ahora la cifra más alta de presidentas municipales en Sonora desde 1973. Dos con Biébrich, una Con Carrillo Marcor, ocho en el sexenio de Ocaña, seis en el de Félix Valdés, cinco en el gobierno de Beltrones, 10 en el de López Nogales, nueve en el período de Bours, 13 en el de Padrés y ¡38! en el gobierno de Claudia Pavlovich.
    Equidad de género y realidad en tiempos sumamente difíciles y complejos para gobernar. Violencia desatada en algunas realidades como Guaymas, Bácum, Yécora y Rosario Tesopaco. Tensiones políticas constantes en Navojoa y Hermosillo, cobro de facturas partidistas, nepotismo e influencias familiares en las administraciones, presiones de los medios de comunicación, escasez de recursos, falta de flujo financiero federal incluso para las presidentas de Morena. Nada nuevo ni extraño, ni excepcional, ni consideraciones especiales para ellas en la política. La política al desnudo con todas sus contradicciones y veleidades.
    Les queda el recurso de la imaginación, sus valores y la autoridad moral para gobernar, y aunque apenas van a cumplir su primer año de gobierno —para evaluarlas con una mayor objetividad—. En la mayoría, ya se nota el estilo de desempeño y actuación, que seguramente marcará el resto de sus períodos. Algunas querrán reelegirse, seguro. Ya pueden hacerlo.
    Sin duda un avance político notable —histórico— y trascendente en los hechos para Sonora. De ellas, en una buena parte, dependerá su consolidación… y que la cosa pública mejore.
    bulmarop@gmail.com

  • EL CALLEJÓN DEL BESO; EMBLEMA DE NUESTRO PUEBLO

    EL CALLEJÓN DEL BESO; EMBLEMA DE NUESTRO PUEBLO

    Historias sin fin y lugar imperdible en Álamos; 60 metros de encanto y amor

     

    Por: Berenice Granillo González

    Álamos, Son (AEL 29/6/19 BGG).- RadioAlamosEnLinea estará ocupándose de los diferentes lugares que pueden visitar nuestros turistas y en esta ocasión iniciamos con un poco de la historia del emblemático callejón del beso.

    Los invitamos a conocer un poco más de nuestro Álamos.

    Álamos es sin duda una de las ciudades más visitadas el noroeste del país y de los lugares preferidos del turista local; ya que sus calles y callejones guardan historia y leyendas que a todo mundo les gusta ver y escuchar.

    En este pueblo mágico existe entre muchas otras una leyenda muy famosa y es la del callejón del beso es por eso que el profesor Juan Vidal, cronista de Álamos emérito actualmente anfitrión turístico de la ciudad, expresó a cerca de su historia, pues data de hace muchos años y ha sufrido cambios.

    Señaló que el callejón del beso fue de las primeras construcciones de la ciudad, aunque en octubre de 1968 se destruyó casi en su totalidad, a causa de una creciente del arroyo de la Aduana y permaneció destruido a finales de 1800.

    Vidal Castillo contó que en las casas que lo formaban había 2 balcones con sus rejas muy juntas, ahí vivían un joven y una señorita que estaban enamorados, sin embargo, sus familias eran enemigas, entonces como no podían verse se encontraban en el balcón y se besaban, ya que las rejas de sus balcones estaban muy cerca.

    En la actualidad sólo se encuentra un balcón, por la gran inundación que hubo hace algunos años, así como también es mucho más amplio y es muy común que los visitantes se besen al pasar por ahí como símbolo para sellar su amor.

    El pueblo mágico de Álamos sorprende con su arquitectura y sus tradiciones. El pueblo se fundó el 8 de diciembre de 1685.

    Originalmente se le llamó Real de la Limpia Concepción de los Álamos y también Real de los Frailes. Alguna vez ciudad colonial, tuvo su esplendor gracias a la minería, de acuerdo con la historia.

    También llamada “La Ciudad de los Portales”, Álamos fue construida por unos arquitectos provenientes de la ciudad de Andalucía, España.

    Debido a esto la arquitectura de esta hermosa ciudad es una fusión entre el estilo barroco español y el indígena.

    Los visitantes se besan al pasar por el callejón del beso, ubicado en el Pueblo Mágico de Álamos para sellar su amor.

    Callejón del beso: Fue una de las primeras construcciones en Álamos.

    Los visitantes se besen al pasar por ahí como símbolo para sellar su amor.

  • SAN JUAN FESTIVIDAD MUY NUESTRA Y ESPERADA

    SAN JUAN FESTIVIDAD MUY NUESTRA Y ESPERADA

    Entre otras coas representa la llegada de la época de lluvia para nuestra gente

    Álamos Son. 24 de Junio (AEL/BGG www.alamosenlinea.com.mx).-La Fiesta de San Juan, también llamada víspera de San Juan o noche de San Juan es la festividad del nacimiento de San Juan Bautista por parte del cristianismo el día 24 de junio. Algunos vinculan la festividad o algunas de sus celebraciones en ritos de origen pagano previos o ajenos al cristianismo. En países europeos-mediterráneos la realización de hogueras de fuego suele ser un elemento habitual.

    San Juan es el Santo festejado por la Iglesia el 24 de Junio día de su nacimiento (es el único santo del que se celebra su nacimiento). Es el más festejado en toda Europa y uno de los Santos más importantes para los cristianos ya que se le considera el precursor de Jesucristo.

    Fiesta originariamente ligada a la llegada del solsticio de verano (21 de junio), de origen pagano que más tarde se cristianizó, guardando ritos y tradiciones ligados al fuego, al agua y a las hierbas.

    Origen

    En la cultura celta los druidas celebraban la llegada del solsticio de verano encendiendo grandes hogueras, buscando la bendición de tierras, hombres y ganado.

    Los griegos encendían hogueras purificadoras en honor a Apolo el dios del sol y de la luz. Los romanos dedicaron a su diosa Minerva unas fiestas con el fuego como protagonista.

    En México, los guerreros aztecas realizaban rituales de culto al sol para que el fuego ayudara a la tierra y hombres a obtener buenas cosechas. Los bereberes del norte de Marruecos y Argelia encienden desde hace siglos, hogueras en las plazas de los pueblos y lugares que necesitan ser purificados.

    Para la tradición hindú el solsticio de verano representa la vía de los ancestros. Las cenizas de las hogueras se guardaban todo el año.

    La tradición cristiana celebra la noche de San Juan el 23 de junio en homenaje al nacimiento de San Juan Bautista. En sus orígenes fue una adaptación del culto pagano a las enseñanzas de la Biblia basadas en la gran hoguera que Zacarías encendió tras el nacimiento de su hijo Juan.

    Celebración

    Todos los años la noche del 23 al 24 de junio y día 24 se celebran fiestas en muchos rincones de España en honor a San Juan. Al día y al Santo van ligadas numerosas creencias y ritos, reminiscencia de antiguos cultos que se celebraban a la llegada del solsticio de verano.

    Tras la cristianización de esta fiesta, la noche del 23 al 24 de Junio se convierte en una noche santa, sagrada y de purificación, sin abandonar por eso su aura mágica y pagana. Se festeja como la noche más corta y mágica del año.

    El fuego es una de los tres símbolos en que se basan los rituales ancestrales de esta noche, y, que aún persisten. Es el elemento purificador que nos libra de la mala suerte y de todo lo que queremos dejar atrás.

    El agua es el segundo símbolo de San Juan, se dice que esta noche todas las aguas tienen virtudes curativas, por eso en muchos lugares es costumbre bañarse en el mar o el rio. Las hierbas es el tercer elemento, se cree que las plantas multiplican sus propiedades curativas esta noche.

    Y es así que la misma tradición de estas fiestas marca la llegada de las aguas a nuestra región como comúnmente lo dicen nuestros antepasados. Todos los alamenses esperamos con ansias el día de san Juan ya que tenemos la confianza que las lluvias iniciarán.

  • GOBIERNO FEDERAL LO QUE NO SE ENTIENDE

    GOBIERNO FEDERAL LO QUE NO SE ENTIENDE

    GOBIERNO FEDERAL: LO QUE NO SE ENTIENDE
    Bulmaro Pacheco

    Se suponía que quienes ganaron el poder en 2018 ya tenían experiencia y ya sabían cómo funcionaban los gobiernos.
    La mayoría de ellos –también se suponía– venían de experiencias en algunas partes del gobierno federal, de Estados y municipios, y una gran parte de la administración de la Ciudad de México, donde la mayoría de los conversos de las izquierdas mantienen el gobierno desde 1997.

    Otros más, fogueados en las luchas de los partidos y organizaciones sociales, pasaron por la gestión de gobierno de asuntos diversos, aprendiendo a negociar y a tratar con funcionarios gubernamentales de los distintos niveles. Todas esas experiencias, o fueron echadas por la borda o no las aprovecharon ante tanta pifia, errores, rectificaciones, lentitud, o paralización actual de varios tramos de la administración federal. Porque tratar de convencernos de que el gobierno federal está funcionando a plenitud —o que ellos traen otros datos— es parte del engaño que, a diario, observamos en la información que por diversos medios nos llega sobre las cuestiones federales.
    Ya no solo son los temas que han estado en la atención de la opinión pública y han sido severamente cuestionados por los factores reales de poder: La cancelación del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México; la refinería de Dos Bocas; el tren maya; las guarderías de la Sedesol; la cancelación de programas sociales por sospechas de corrupción; los súper delegados; la falta de circulación del presupuesto federal en los municipios; las compras grandes sin licitaciones; la política de zigzagueo en los nombramientos de delegados federales; la negativa al diálogo con los grandes sindicatos y la predilección por sus disidencias; los despidos en la burocracia; los sensibles descuidos en el sector salud donde reviven viejos problemas que ya habían sido resueltos; el desdén oficial por la política cultural; los incrementos salariales a la burocracia federal sin negociaciones previas; los recortes presupuestales en áreas sensibles de la administración pública; entre otros.

    Vayamos a lo cotidiano. Al funcionamientoreal del Gobierno y a las principales medidas que la nueva administración ha tratado de implementar, en su muy particular interpretación de la realidad mexicana así como su propia concepción de la historia (tal y como se ve que la han entendido al emprender las nuevas tareas de gobierno), no se le ve un plan de acción pública definido del todo y, so pretexto de atacar y tratar de desaparecer lo hecho en el pasado inmediato, se corre el riesgo de acabar con cosas que realmente le han funcionado bien a México.

    Ahí están los recientes debates en torno a la reforma electoral, por ejemplo. Parecen ignorar que desde 1977 las reformas del sistema político fueron hechas para fomentar la apertura del sistema a nuevas expresiones políticas, fortalecer la representación nacional y acabar con la inestabilidad política generada por la falta de credibilidad de los procesos electorales. En eso se avanzó notablemente en el pasado y ahora resurgen planteamientos que buscan retroceder años, como esa idea de eliminar las estructuras estatales de manejo electoral para volver a concentrar todo en la autoridad federal. Una propuesta de ocurrencias de un partido en el Poder que lo busca concentrar a la vieja usanza.
    Otra pifia es la tardanza en definir la integración de los “representantes federales” en los estados. Ahora y con las reformas a la ley orgánica de la administración federal, ya no habrá delegados federales; se llamarán “representantes”. Uno por entidad de cada Secretaría, y dependerán de una coordinación general, que revisará los perfiles idóneos para los cargos. A su vez, estos se coordinarán por los llamados “súper delegados”, que dependerán a su vez de la Secretaría del Bienestar para revisar en conjunto la aplicación y avances de los programas federales en cada entidad, y vincularlos así con el programa político del partido en el Poder. Todo un desorden y un desgaste innecesario de figuras de las izquierdas, que han sido expuestas al ridículo, nombrándolas un día y quitándolas al otro por esos desajustes y zigzagueos.
    En cada municipio opera ya un personaje llamado “siervo de la nación”, que supervisa mensualmente los directorios de los apoyos federales en el nivel territorial y arriba de ellos un coordinador distrital. Es decir, nada que pudiera escapar al control federal o que pudiera servir para adornar a otro nivel de autoridad. De ahí los constantes abucheos a los gobernadores en eventos públicos —mítines—, donde prevalece el clientelismo y la grilla por encima de una relación de respeto y el fortalecimiento del pacto federal. De los presidentes municipales ni hablar. Han sido borrados.

    Porfirio Muñoz Ledo recordará claramente la batalla que tuvo que dar en 1977 contra la intención de los promotores de la reforma administrativa del gobierno federal, que buscaban la adscripción (quitarlo de la SEP) del bien recordado CAPFCE y ubicarlo en la entonces llamada Secretaría de Asentamientos Humanos y Obras Públicas (SAHOP), para tratar —equivocadamente— de unificar todo lo relativo a la obra pública federal.
    Porfirio, como titular de la SEP de entonces, logró que se reconsiderara la medida alegando que, como secretario de Estado no podría operar bien sin el brazo ejecutor de la obra educativa federal, que entonces era responsable —en plena expansión de la construcción de escuelas— en el territorio nacional, y logró que el Capfce se conservara adscrito a la SEP.
    Ahora, el presidente de la República acaba de anunciar que desaparecerá al INIFED (antes Capfce), para que la obra escolar sea construida directamente por los habitantes de cada comunidad donde vaya a realizarse la construcción, ampliación o remodelación de escuelas. Menudo lío el que le espera al sector educativo con esa medida.
    Las obras escolares no pueden estar sujetas a la interpretación de cada quien y requieren para su ejecución estudios técnicos que las hagan eficaces, resistentes y durables. Ahí sí que el presidente trae una gran confusión, pero en el afán de atacar al pasado, al parecer no hay nadie que le diga que está equivocado. ¿Y la participación de los gobiernos estatales en la operación de la obra educativa federal? ¿Y los estudios técnicos? Toda una confusión que seguramente impactará—como si algo le faltara—, en el sector educativo y su relación con los gobernadores.
    De todo esto resulta que el gabinete presidencial, en operación administrativa no se ve. Tampoco en la operación política y mucho menos en la libertad para autorizar el flujo de recursos de la inversión pública para beneficio de estados y municipios. Los secretarios del gabinete no se ven en los estados ni en los municipios, ni tampoco en contacto con la gente. Se ven pertrechados en sus oficinas en espera de alguna instrucción o medida que los lleve a explicar decisiones no siempre en el rumbo trazado por la institución que representan.
    La mayoría de los miembros del gabinete se ven opacados por la versión informativa que el presidente de la República da a diario en sus conferencias mañaneras, donde trata todos los temas —muchos de ellos con información mal integrada o deficiente— y no deja que sus colaboradores —salvo rarísimas excepciones— crezcan ni exhiban sus capacidades ante la opinión pública.
    Hasta ahora el presidente ha centralizado información, facultades y decisiones públicas a costa del debilitamiento de sus colaboradores. Tampoco a ellos se les ve en las giras (mítines) que el presidente realiza, y mucho menos como compañeros de las consultas a mano azada que al estilo “López Obrador” se suelen realizar para echar abajo decisiones o proyectos. Últimamente, los habitantes de Morelos y la región de la Laguna han experimentado el sabor amargo de esas consultas amañadas, donde a mano alzada un reducido número de personas decide por ellos sobre obras y servicios, aun cuando las obras ya han iniciado.
    ¿Qué va a pasar? El Presidente sigue empecinado en sus temas prioritarios y en echar abajo todo lo que para él significa el pasado. De seguir así, se corre el riesgo de que lo logrado en reformas tan importantes realizadas por los mexicanos en los últimos 40 años para la viabilidad económica, para la estabilidad política, para la separación de Poderes, para la soberanía de los Estados y la autonomía municipal, se conviertan en un grave retroceso que nos regrese a la concentración del Poder y a con ello reabrir páginas cerradas de la historia.
    Ya los españoles en sus traumáticas transiciones nos han recordado la gravedad de la fórmula política, aquella que por años los separó y les generó violencia: “Estás conmigo o contra mí, al adversario no lo quiero vencido ni convencido, sino exterminado”. A como vamos en estos meses y, al parecer, aquí no lo hemos entendido.
    bulmarop@gmail.com

  • APLAUSOS POR HÉCTOR CAÑEZ

    APLAUSOS POR HÉCTOR CAÑEZ

    APLAUSOS POR HÉCTOR CAÑEZ
    Bulmaro Pacheco

    Lo que más registraba—y disfrutaba en silencio— Héctor Cañez, era la envidia de una parte de nuestra generación siempre por los maestros que tuvo en la Facultad de Derecho de la UNAM en la que cursó la licenciatura a principios de los cincuenta del siglo pasado.

    Y no era para menos.

    Haber recibido la clase de Teoría del Estado con don Jesús Reyes Heroles, Derecho del trabajo con Mario de la Cueva, filosofía del derecho con Luis Recaséns Siches y algunas materias con Antonio Martínez Báez entre otros célebres de la época, era para causarle envidia de la buena a cualquier aficionado al derecho.

    Maestros todos, ilustres de gran prestigio, amenos y eruditos con obra escrita, con legiones de seguidores en el mundo académico y trascendentes para la vida pública de México.Todo un lujo.

    Conocí personalmente a Cañez, en 1974 cuando se desempeñaba como secretario particular de Gilberto Ruiz Almada, a la sazón, subsecretario de Hacienda del gobierno de Luis Echeverría. Cañez, siempre dispuesto a recibir y apoyar a quien se le acercara, lo mismo para darle razón de su tierra, como para expedir infinidad de cartas de recomendación y para apoyos diversos que le solicitaban, principalmente una legión de estudiantes necesitados, que por las tardes y hasta muy noche, hacían cola en su antesala.

    A todos atendía amablemente y para todos tenía algo, aún al costo de retirarse de sus oficinas pasada la medianoche.
    Como residente original junto son sus padres de la Colonia Irrigación desde 1947, era un apasionado de su pueblo—después—, Villa Juárez.

    Ya en ese año (1974), y de buenas a primeras nos encargó tanto a su paisano Villajuarense Mario Holguín—que me lo había presentado—, como a mi, una opinión -estudio sobre la viabilidad de la comisaría de Villa Juárez para dar el brinco a municipio y dejar de depender de Etchojoa, una causa que nunca dejó de lado, que empujó con una mayor fuerza cuando fue diputado local entre 1991 y 1994, y un sueño que se le haría realidad años después, cuando su paisano gobernador Beltrones, con su ayuda impulsara la creación del municipio número 71, Benito Juárez.
    Cañez terminó el sexenio de Luis Echeverría y se retiró a hacer política a su Estado. Consiguió la delegación del Registro Federal de Vehículos en Sonora, y ahí permaneció haciendo política, haciendo amigos y trabajando para el partido. Logró lo postularan primer regidor en el gobierno municipal de Alicia Arellano (1979-1982) en la capital Hermosillo y ahí brilló con un gran desempeño, muy leal con Doña Alicia y siempre ligado a la gente necesitada de las colonias populares.

    A finales de 1983 manifestó su aspiración de convertirse en presidente municipal de Hermosillo, y en poco tiempo logró importantes apoyos.

    Quería rescatar la capital del estado para el PRI, que entonces era gobernada por Casimiro Navarro del PAN.

    Así mandó la señal, pero en el palacio de gobierno de entonces no simpatizaron con su idea.

    No se arredró Cañez y empezó a moverse por su cuenta, y en muy poco tiempo logró reunir importantes apoyos sociales, incluida la simpatía de su compañero de generación Gustavo Carvajal entre otros.
    El proyecto de Cañez causó preocupación por lo complicado de la elección de 1985 y en una fría noche de diciembre de 1984 al calor de las brasas, el bacanora, las tortillas tostadas y el café caliente, en una vieja casona a la orillas del desbordado río Mátape, acompañado de Miguel Angel Murillo, Pancho Aldana, Gustavo Moreno y el que esto escribe, mandó la señal—a los dirigentes del PRI de entonces—, de que: “El rechazaría cualquier otra oferta (diputación local o federal) que no fuera la presidencia municipal y que de ser necesario, optaría por la candidatura independiente, aún cuando en aquella época no existiera la figura”.

    Por fortuna, la sangre no llegó al río y Cañez se mantuvo fiel a su partido.

    con discreción y gallardía —político profesional al fin—el equivocado debate que tanto dividiera al PRI por años, ese de la exclusión generacional que solo sirvió para dar paso a una generación de aventureros de la política que siempre vieron la disciplina como un negocio. “Por eso no duran”, decía, “por eso llegan y se van” y siempre somos los más firmes los que nos quedamos. Tenía razón. H

    un militante de más de 60 años en el PRI, donde también fue secretario general y presidente del CDE.

    Sería después y por poco tiempo delegado de la Secretaría del Trabajo, y participaría en la interna del PRI del 2002 como aspirante a la candidatura a gobernador junto a Eduardo Bours, Alfonso Molina y Guillermo Hopkins. Célebre y recordada aquella expresión de su coordinador de prensa, Angel Acedo, cuando a la salida de Nogales de uno de los debates entre los precandidatos le dijo: “Héctor; ¿Y si ganamos? ¿Que vamos a hacer? ¡Pues ganar la que sigue, baboso! Para eso estamos aquí, ¿Que no? Y todos rieron. Así era Cañez, siempre con un gran sentido del humor.

    Como un militante leal al PRI y ubicado a la izquierda, en la línea socialdemócrata, nunca renegó del PRI aunque solo haya sido regidor y diputado local. Era un activo militante, un servidor de tiempo completo (hasta el final) de las causas populares de la gente y un certero crítico de las decisiones cupulares como aquélla de 1999 cuando manifestó abiertamente su rechazo a la burda imposición de un empresario de corte reaccionario, totalmente ajeno al PRI, como secretario Técnico del Consejo Político Estatal. ¿Que error!; Así como vamos; ¡no te extrañe que perdamos en el 2000! me dijo, y acertó.

    Héctor hubiera cumplido 85 años el próximo 17 de enero. Apenas el 21 de mayo pasado, en el salón Colosio del PRI donde nos encontramos, hacíamos planes para que en una próxima conferencia, nos hablara de su vida y de sus andanzas por la política y el servicio público, tema de suyo aleccionador por lo que Cañez representaba para las nuevas generaciones.

    Ya no pudo. Perdió la batalla contra la enfermedad en la madrugada de hoy, en un hospital de la capital acompañado de sus familiares más cercanos. Descanse en paz un buen hombre, un buen político que con su vida, supo acreditar la congruencia y la honestidad como valores supremos de su actuación. Pocos de esa estatura.Pocos de esa hechura. Lo vamos a extrañar.

    Descanse en Paz. Nuestro Pésame a sus familiares y a la legión de amigos que deja Héctor en Sonora y fuera del Estado.
    bulmarop@gmail.com

  • GERMÁN MARTÍNEZ Y LOS DILEMAS DEL GOBIERNO

    GERMÁN MARTÍNEZ Y LOS DILEMAS DEL GOBIERNO

    Bulmaro Pacheco

    Fue Venustiano Carranza el primero que utilizó el término “Seguridad Social” en el proyecto de reformas a la Constitución de 1857 en septiembre de 1916. En la Constitución de 1917 y en el artículo 123 solo se habló de “previsión popular”. Fue el presidente Alvaro Obregón quien en 1921 envió al Congreso la iniciativa para crear el “seguro social obrero”.El proyecto se aprobó pero no se promulgó. Plutarco Elías Calles creó en 1925 la Dirección de Pensiones Civiles (antecedente del Issste) y él mismo hablaba, de un Instituto Nacional de Seguros Sociales.
    El PNR retomó en 1929 el proyecto del seguro social obrero concebido por Alvaro Obregón y en septiembre se publicó la fracción XXIX del artículo 123: “se considera de utilidad pública la expedición de la ley del Seguro Social”. Abelardo Rodríguez sugirió en 1934 elaborar un nuevo anteproyecto de ley del seguro social. Lázaro Cárdenas insistió en el proyecto de seguro social pero al presentarle el proyecto Ignacio García Téllez, le sugirió posponerlo: “La ley es muy buena, beneficia a muchos, pero dos toros puntales (IMSS y expropiación petrolera) en el ruedo no, licenciado” Le dijo, y el proyecto volvió a posponerse.
    Finalmente el presidente Avila Camacho concretó la ley del seguro social publicada en el diario oficial el 19 de enero de 1943: “porque la seguridad social no es un acto de beneficencia y caridad sino un principio humano que eleva el nivel espiritual de quien lo disfruta que ahonda en el hombre el deber de servir mejor a la comunidad que lo permite y lo garantiza”.
    El IMSS cumplió 76 años y ha ampliado su cobertura a más de 50 millones de mexicanos. Entre inercias, avances y retrocesos la institución ha avanzado y se ha rezagado. Para algunos presidentes de la República la institución ha sido prioritaria. Para otros no, y el IMSS no ha sido ajeno a los problemas de burocratización y corrupción dada la magnitud de los recursos que maneja y la importancia social de su función.
    Entre 1943 y 2019 el IMSS ha tenido 23 directores. Ricardo García Sáinz el de mayor duración (1982-1991) y Germán Martínez Cázares el de más corto tiempo (casi seis meses) ¿Porqué renunció Germán?
    El michoacano —expanista convertido al morenismo a partir de la candidatura de López Obrador— no es un improvisado: Dos veces diputado federal (LVII y LIX Legislaturas) panista desde 1988, representante en dos ocasiones del PAN ante el IFE, secretario de la Función Pública en el gobierno de Felipe Calderón y dirigente nacional del PAN de 2007 a 2009, a la salida de Manuel Espino —cargo al que también renunció por los malos resultados obtenidos en la elección del 2009—(“Siempre he tratado de guiar mi vida por convicciones. No soy lambiscón ni barbero de nadie”). Fue también director de la Facultad de Derecho de la Universidad La Salle, campus Condesa, entre 2011 y 2014. Renunció al PAN y fue postulado candidato al Senado por Morena, en 2018. Ejerció como legislador por unos meses antes de ser nombrado director del IMSS (diciembre del 2018), hasta el 21 de mayo cuando renunció al cargo.
    La crisis de cinco meses que expone Germán Martínez en un documento de 10 cuartillas, no tiene desperdicio. No solo por la buena redacción, sino porque sintetiza muy bien la política subyacente de los problemas a los que se enfrenta el gobierno lopezobradorista, y que en la mayoría han sido negados o desconocidos, mientras en la realidad de los estados, municipios e instituciones del sector público —sobre todo las de Salud— los resienten y observan con mayor impacto.
    Los problemas del IMSS no son de ahora. El instituto ya traía sus problemas desde antes.La última reforma experimentada por el IMSS fue promovida por el presidente Ernesto Zedillo en 1997. La institución se oxigenó con nuevos recursos y con nuevos programas y a la vez se emprendieron proyectos de calidad administrativa en sus diferentes servicios. Pero el éxito de la reforma fue muy corto, porque los gobiernos que siguieron dejaron a la deriva a la institución. Siguieron creciendo los pensionados y disminuyendo los cotizantes, así como la esperanza de vida al nacer de los mexicanos, que llegó cerca de los 80 años, igual que el incremento de las enfermedades crónico degenerativas, como la diabetes, el cáncer y los problemas cardíacos, que han encarecido notablemente los costos de la atención médica. Ello ha influido drásticamente en los tiempos de espera para consultas y cirugías y el abasto de los medicamentos necesarios para tratar las nuevas enfermedades.La verdadera crisis del IMSS.
    Vicente Fox trató de incorporar gratuitamente a más de 10 millones de discapacitados al IMSS. Frenó su proyecto cuando fue informado del costo económico que hubiera significado agregarle millones de derechohabientes atendidos gratuitamente al IMSS.
    Otros gobiernos le dieron prioridad al Seguro Popular y no le entraron de fondo a las necesarias reformas administrativas de las grandes instituciones nacionales y estatales de seguridad social que, sumadas al Seguro Popular, cubren entre todas en 2019 a 102.8 millones de mexicanos (Inegi).
    El presidente López Obrador está mal informado cuando critica que éste, “no era ni seguro, ni popular”. Su creador Juan Ramón de la Fuente, hoy embajador de México en la ONU, pudiera ampliarle la explicación.
    ¿Qué dijo Germán Martínez? “Que algunos funcionarios de Hacienda intentan una remodelación cosmética del IMSS, donde por ejemplo, pretende reformar el reglamento para colocar funcionarios administrativos en los Estados desde la secretaría de hacienda y así anular a los delegados que éste Consejo Técnico aprobó. Buscan nombrar en todo el país una suerte de “delegados administrativos estatales”fuera de este consejo, para que ellos, en los hechos, administren desde lo local al IMSS”. Y en el fondo una mayor centralización administrativa.
    Al respecto, la reformada Ley Orgánica de la Administración Pública Federal establece en el artículo 17 Bis: “Las dependencias y entidades de la administración pública federal, conforme a lo previsto en los reglamentos interiores o sus ordenamientos legales de creación, respectivamente podrán contar con oficinas de representación en las entidades federativas (ya no delegaciones) o, en su caso en regiones geográficas que abarquen más de una entidad federativa, siempre y cuando sea indispensable para prestar servicios o realizar trámites en cumplimiento de los programas a su cargo y cuenten con recursos aprobados para dichos fines en sus respectivos presupuestos ,dichas oficinas se coordinarán con las delegaciones de Programas para el Desarrollo”.
    Artículo 17 TER: “El Poder Ejecutivo federal contará en las entidades federativas con las Delegaciones de Programas para el Desarrollo (Superdelegados) que tendrán a su cargo la coordinación e implementación de planes, programas y acciones para el desarrollo integral, funciones de atención ciudadana, la supervisión de los servicios y los programas a cargo de las dependencias y entidades así como la supervisión de los programas que ejercen algún beneficio directo a la población, de conformidad con los lineamientos que emitan la secretaria de Bienestar y la Coordinación General de programas para el Desarrollo”. (Centralización y control político regional).
    Una delegación estatal del IMSS no puede tratarse como las que dependen directamente del Ejecutivo, porque en su calidad de organismo descentralizado, como lo establece el artículo 5 de la LSS (“Organismo público descentralizado con personalidad jurídica y patrimonio propios de integración operativa tripartita razón de que a la misma concurren los sectores público, social y privado, denominado Instituto Mexicano del Seguro Social, el cual tiene también el carácter de organismo fiscal autónomo”), el IMSS cuenta con sus propios órganos de gobierno (Consejo Técnico Tripartita) y eso lo hace autónomo en relación a las decisiones de la administración pública central como sucede con el Infonavit y otras dependencias federales descentralizadas.
    Otra afirmación del ex director del IMSS que encendió los focos rojos, aunque era de todos sabida y ya del dominio público: “Que en 2019 prácticamente está en 0% el avance de obras y el pago a proveedores, los contratos y convenios de servicios se rezagan y algunos están por vencerse sin horizontes de legalidad y eficiencia, las compras de equipamiento paradas, las reclamaciones y litigios aumentando si bien el abasto de medicamentos está garantizado, es precario y en algunos lugares pende de un hilo”.
    Desde 1943, en el caso del IMSS, y desde 1959 en el caso del ISSSTE, La seguridad social en México cumple varias funciones vitales en razón de la cobertura y acción en beneficio de la población más necesitada: Contribuye a la estabilidad social y política, redistribuye el ingreso, evita que mucha gente sea rehén de la miseria y las enfermedades, combate la desigualdad social, fortalece la salud pública a través de acciones preventivas y curativas, y representa un esquema de protección social único en su género en el mundo.
    Para sustituir a Germán Martínez llega Zoé Robledo, sobrino nieto de Edgar Robledo Santiago, exdirector del Issste y exdirigente nacional del SNTE y la FSTSE–, e hijo del exgobernador de Chiapas y exsecretario de la Reforma Agraria Eduardo Robledo. Zoé ha ganado elecciones, ha sido legislador y subsecretario de gobernación y goza de la confianza del presidente de la República, que no ha dudado en ponderar sus cualidades —que las tiene—. Pero el IMSS es el IMSS desde su fundación, y más allá de colores partidistas, urge su fortalecimiento y que ahora sí, sea prioridad presidencial por sus permanentes crisis y por toda la gente que espera soluciones y atención con un mayor apoyo y una mejor administración, Porque si al IMSS le va mal, a México le irá peor…
    bulmarop@gmail.com

  • LA NOBLE LABOR DE EDUCAR Y ENSEÑAR

    LA NOBLE LABOR DE EDUCAR Y ENSEÑAR

    La historia de la festividad del maestro en México

    Por: Berenice Granillo González

    Álamos, Son (AEL 15/05/2019 BGG).- El Día del maestro es una festividad en la que se conmemora a las personas que de forma vocacional promueven que sus alumnos aprendan y apliquen conocimientos y conceptos prácticos que se transfieran a la vida real, personal y profesional

    .El 15 de mayo se celebra el Día del Maestro en México. Fecha en la que se conmemora la labor que realizan los docentes en las escuelas. Generalmente el gobierno mexicano decide dar un día de asueto a los profesores con motivo de la celebración.

    La conmemoración se realiza desde 1918. Un año antes el entonces presidente mexicano Venustiano Carranza firmó el decreto para establecer la fecha como la oficial en el país para honrar a los educadores.

    Esta decisión fue tomada debido a que anteriormente dos diputados, Benito Ramírez y Enrique Viesca, presentaron la iniciativa. Pensaron que era necesaria encontrar una manera de que todo el país agradeciera a los profesores por la labor que realizaban.

    El día se fijó porque además coincidía con la toma de Querétaro en 1867, en la que el Ejército Republicano ingresó a la ciudad y logró capturar al emperador español Maximiliano de Habsburgo y a sus seguidores.

    Carranza, político y militar que después fuera participe en la Revolución, de acuerdo a sus ideales le pareció que era una fecha que tampoco debía olvidarse por su importancia para el país.

    Además, el día también coincidía con otra fecha más relacionada con la educación.

    El nombramiento fue debido a que San Juan Bautista, teólogo y pedagogo, se dedicó toda su vida a preparar a maestros que enseñaran a hijos de artesanos y niños marginados que no tenían acceso a la educación.

    También fundó la Congregación de los Hermanos de las Escuelas Cristianas, en donde a pesar de ser de fundadores religiosos se impartía docencia laica para personas de bajos recursos y huérfanas.

    Por lo que el 15 de mayo era ideal para conmemorar a los maestros en México. A pesar de que en 1993 la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), estableció que el día para festejar a los docentes a nivel mundial debía ser el 15 de mayo.

    En México hasta el 2018 había 2 millones 66 mil profesores en el sistema educativo nacional, según datos de la Secretaría de Educación Pública. De todos, 4.9% trabaja menos de 14 horas a la semana, 54.30% trabaja de 14 a 34 horas, 38.10% de 35 a 48 horas, 2.70% más de 48 horas.

    Papa Pío XII ratificó a San Juan Bautista de La Salle como el patrono universal de todos los educadores.

     

  • LA MADRE: UNA CELEBRACIÓN QUE VA MÁS ALLA DE LA MERCADOTECNIA

    LA MADRE: UNA CELEBRACIÓN QUE VA MÁS ALLA DE LA MERCADOTECNIA

    Breve historia de como inició el festejo de ser más preciado que tenemos en esta vida

    Por: Berenice Granillo González

    Álamos, Son (AEL 10/5/2019 BBG).- Mientras algunos atribuyen la celebración del Día de la Madre a una estrategia mercadotécnica y comercial, la realidad es que su origen tuvo un sentido muy diferente.

    Las celebraciones por el día de la madre se iniciaron en la Grecia antigua, en las festividades en honor a Rhea, la madre de Jupiter, Neptuno y Plutón.

    El origen del actual Día de la Madre se remonta al siglo XVII, en Inglaterra. En ese tiempo, debido a la pobreza, una forma de trabajar era emplearse en las grandes casas o palacios, donde también se daba techo y comida.

    Un domingo del año, denominado «Domingo de la Madre», a los siervos y empleados se les daba el día libre para que fueran a visitar a sus madres, y se les permitía hornear un pastel (conocido como «tarta de madres») para llevarlo como regalo.

    Esta celebración se desarrollaba colectivamente, en bosques y praderas.

    Aunque algunos colonos ingleses en América conservaron la tradición del británico Domingo de las Madres, en Estados Unidos la primera celebración pública del Día de la Madre se realizó en el otoño de 1872, en Boston, por iniciativa de la escritora Julia Ward Howe (creadora del «Himno a la república»). Organizó una gran manifestación pacífica y una celebración religiosa, invitando a todas las madres de familia que resultaron víctimas de la guerra por ceder a sus hijos para la milicia.

    Tras varias fiestas bostonianas organizadas por Ward Howe, ese pacifista Día de la Madre cayó en el olvido. Fue hasta la primavera de 1907, en Grafton, al oeste de Virginia, cuando se reinstauró con nueva fuerza el Día de la Madre en Estados Unidos, siendo Ana Jarvis, ama de casa, quien comenzó una campaña a escala nacional para establecer un día dedicado íntegramente a las madres estadounidenses.

    En memoria de una madre

    Luego de la muerte de su madre en 1905, Jarvis decidió escribir a maestros, religiosos, políticos, abogados y otras personalidades para que la apoyaran en su proyecto de celebrar el Día de la Madre, en el aniversario de la muerte de su propia progenitora, el segundo domingo de mayo.
    Tuvo muchas respuestas, y en 1910 esta fecha ya era celebrada en casi todo Estados Unidos.

    En 1914, el Presidente Woodrow Wilson firmó la proclamación del Día de la Madre como fiesta nacional, que debía ser celebrada el segundo domingo del mes de mayo.

    La primera celebración oficial tuvo lugar un día 10 de mayo, por lo que este día fue adoptado por muchos otros países del mundo como la fecha del «Día de las Madres».

    HISTORIA DEL DÍA DE LAS MADRES EN MÉXICO

    En México, los aztecas ya honraban la maternidad
    A la madre de Huitzilopochtli
    Honrar la maternidad también fue característica de las culturas que poblaron Mesoamérica antes de la Conquista. Una de ellas, la azteca, rendía culto a la madre de su dios Huitzilopochtli, la diosa Coyolxauhqui o Maztli, que según era representada por la luna.

    La mitología cuenta que durante la creación del mundo fue muerta a manos de las estrellas, que celosas, le quitaron la vida para que no diera a luz a su hijo Huitzilopochtli, quien representaba al sol, sin embargo, éste sí pudo nacer, venciendo a las tinieblas.

    Los indígenas rendían especial tributo a esta diosa y dedicaron a ella hermosas esculturas en oro y plata, que no sólo revelan profundo sentido artístico sino la importancia tan grande que ellos concedían a la maternidad.

    La peregrinación al Tepeyac

    El más representativo de estos rituales era el celebrado a mediados de la primavera, en el cerro del Tepeyac, con el fin de honrar a la madre de los dioses, Tonantzin, cuyo nombre significa «nuestra madre venerable».

    Los festejos a la maternidad entre los aztecas eran de carácter sacro. Peregrinar desde distintos puntos del antiguo México para honrar a Tonatzin, era un acto de comunión cósmica y una ceremonia de reconocimiento a la propia madre.

    Tonatzin, como dice la historiadora Bibiana Dueñas, «era “la Madrecita”, y tenía por mayor atributo la vida; ella la daba. De allí su importancia y su fuerza más grande. Era el elemento vital de la sangre y, por lo tanto, también la guerra y la muerte eran sus atributos».

    En las fiestas se le invocaba como «madre de las divinidades, de los rostros y los corazones humanos». Tonatzin aparecía muchas veces, según cuentan, como una señora vestida elegantemente de blanco; de noche gritaba y pregonaba.

    También cuentan que traía una cuna a cuestas, como quien trae a su hijo en ella; iba al mercado y se acomodaba entre las otras mujeres; más tarde desaparecía, abandonando la cuna por ahí. Cuando las otras mujeres advertían la cuna estaba olvidada, se asomaban a ella y encontraban un pedernal, con el cual se hacían sacrificios en su honor.

    En México, la celebración como la acostumbramos actualmente, comenzó en 1922, según el investigador del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes de México.

    Se escogió mayo por ser el mes consagrado a la Virgen María y el 10 porque en aquella época en México se pagaba en las decenas.

    La institucionalización de esta fiesta en nuestro país fue en su momento un sucio golpe político que se le asestó a las mujeres para abortar su incipiente pero sólido movimiento, que les permitiría el libre ejercicio de la sexualidad femenina y la libre determinación sobre su cuerpo en función de sus intereses y no de roles predeterminados por la sociedad.

    Desde 1916, Yucatán había sido el centro de la polémica cuando Margarita Sanger – Pionera de principios de siglo XX sobre la planificación familiar entre las trabajadoras de New York – público él folleto Regulación de la Natalidad o brújula del hogar. Su lectura propició la organización de las Yucatecas y poco después el primer Congreso Feminista de México. A partir de entonces fue más visible y amplia la movilización de las mujeres en defensa de sus derechos civiles; concretamente sobre su natalidad: no permitir que fuera un hecho casual sino una decisión personal y autónoma.

    En 1922 Felipe Carrillo Puerto, promotor del Partido Socialista del Sureste y Gobernador del Estado, promulgó la ley del divorcio, impulsó las ligas feministas y se opuso a la existencia de lugares denominados “solo para hombres” como cantinas, prostíbulos o palenques. Durante su gobierno se promueven en Yucatán discusiones públicas entre hombres y mujeres: educación sexual, política y trabajo; se generaliza en pequeñas poblaciones, concertación de matrimonios libres, se establecen comités feministas en estados mayas, se invita a mujeres a que se alejen del culto religioso y se instaura una escuela racionalista con la idea de combatir la ignorancia y el fanatismo promoviendo la autoeducación.

    Ante todas estas movilizaciones contrarias a la moral establecida por la clase “privilegiada” de Yucatán, lo mismo que a la política popular de Carrillo Puerto, se censura el libro de Sanger calificándolo de inmoral y criminal.

    Como diarios de la Ciudad de México y de Yucatán fustigaban los desvaríos de los socialistas del sureste, en marzo de 1922 el entonces Secretario de Educación Pública José Vasconcelos, envía como respuesta a un representante para “poner orden” en el estado. Con ese panorama, el periódico Excélsior, dirigido por Rafael Alducin, lanza su campaña en la editorial del periódico con la siguiente frase “hoy, que en el extremo meridional del sureste se ha venido emprendiendo una campaña suicida y criminal contra la maternidad denigrando la más alta función de la mujer, oponemos el día de las madres…” (Réplica de la celebración sajona).

    De esta manera con el aval del Secretario de Educación José Vasconcelos, instituciones de beneficencia, centros escolares, la iglesia y por supuesto, los comerciantes, inician los homenajes que año tras año se les ofrecen a las abnegadas mujeres que han contribuido a la prolongación de la familia mexicana con su alto ejercicio de la maternidad.
    Ser madre es un verdadero don divino.