Por Víctor Fausto Silva D.
Si Rodolfo Castro Valdez pensaba pasar un día de campo como operador electoral del gobernador Durazo en el Mayo, se le está enredando la piola, primero porque un sector de morenistas inconformes siguen sin digerir del todo el reparto de posiciones, y luego porque entre los dolidos hay una fracción encabezada por el alcalde Jesús Flores Mendoza, que de plano ya está operando para que los guindas pierdan plazas como Huatabampo.
Hemos comentado ya que los barruntos de tormenta iniciaron mucho antes de los destapes formales (perdón, de las decisiones del pueblo), cuando por esos enjuagues cupulares propios de las coaliciones, se decidió que “caballerosamente”, Morena cedería a sus aliados posiciones como la presidencia municipal de Huatabampo y la diputación local por el XXI Distrito.
Luego, el dueño de los bats y las pelotas (léase Alfonso Durazo), decidió que sin necesidad de tómbola ni de comprar cachito, los beneficiarios de dichas posiciones serían, respectivamente, Alberto Vázquez Valencia por el PT y Claudia Zulema Bours por el Verde.
En el caso del “Betito” Valencia era una jugada muy cantada, porque fue un secreto a gritos que en el pasado proceso interno le sacaron de la bolsa la candidatura y entre los propios guindas permeó el sentimiento de que se la debían, aunque por cuestiones legales esta vez aparecería lanzado por el PT. Pasaba, pues.
Sin embargo, no ocurrió así con Claudia Zulema, primero porque la señora ya “bateó” 3 años en el presupuesto como diputada local y en buena parte de su distrito siguen sin conocerla –ya no se diga de su trabajo legislativo-, como para que encima se las “recetaran” para buscar la reelección, y aquí sí, empezaron a velar armas quienes se creían con más méritos y derechos que ella, lo que obligó al alto mando a enviar como operador al huatabampense Rodolfo Castro, para apagar los conatos de incendio que empezaron a brotar.
En apariencia, el enviado de Durazo había logrado aplacar a los acelerados, pero hace unos cuantos días encabezó una reunión con candidatos y liderazgos de Navojoa, Etchojoa y Huatabampo, que casi terminaba en zafarrancho de cholos en callejón oscuro, porque como en el corrido de Las tres tumbas, “viejos rencores surgieron”, incluso, con acusaciones veladas sobre traiciones a la causa de la 4T.
Para empezar, “El Betito” Vázquez ventaneó ante Castro Valdez que Rafael “El Payo” Orduño, ex aspirante a la alcaldía por Morena, ha sido visto macabreando en descarados conciliábulos con César Bleizeffer, padrecista de corazón, lo que al hoy candidato le hace llegar el tufo a vil conspiración para jugarle las contras desde adentro.
En esas andaban –relatan quienes atestiguaron la reunión- cuando la regidora morenista Cleotilde “Coty” Ayala le peló el machete a la diputada Claudia Zulema Bours por su desdén y abandono a Huatabampo como parte de su distrito, y entonces estuvo a punto de arder Troya, porque la legisladora también soltó metralla, y no precisamente en tono muy comedido.
Total, que en cuestión de minutos, a Rodolfo Castro le quedó la muy clara impresión de que no le encargaron una papa caliente, sino todo un costal, porque también al “Betito” Vázquez le arrimaron la lumbre, al señalarse que intentan acercarle liderazgos –especialmente de comunidades y ejidos- para reforzar su campaña, pero ni siquiera los pela, y eso, a querer y no, acrecienta los resquemores de quienes de por sí se sienten desplazados y marginados.
Total que para Rodolfo Castro no habrá tal día de campo, pero sí la velada amenaza que empieza a circular entre los morenistas sobre un eventual voto diferenciado. Es decir, sí irán con Claudia Sheinbaum, pero no con el “Betito”.
Cuidado, pues, porque la pretendida unidad pende de alfileres.
LA TRAICIÓN DE “EL PROFE”
Por si algo les faltara al enviado de Durazo y a Vázquez Valencia, el alcalde Jesús Flores Mendoza fue incapaz de asimilar que se le acabó el corrido, por sus propios excesos y la manga ancha para que su hijo Jesús hiciera y deshiciera en su administración, especialmente metiendo mano en aquellas áreas susceptibles de cuajar jugosos negocios al amparo del poder, como el Organismo Operador del Agua y la Dirección de Obras Públicas, en ésta al alimón con su titular y compadre, el arquitecto Cristian Corral.
Un sentir generalizado es que “El profe” Flores Mendoza efectivamente dejará huella en Huatabampo, pero por haberse llenado de caldo flaco tras recibir un cargo que ni él esperaba, para luego perder piso y rumbo con insultantes despilfarros en rumbosas y estridentes fiestas, francachelas ambientadas por bandas de alta facturación, como La Triguera, o apostando fuertes cantidades de dinero en casinos.
Y ni qué decir de la imagen pública que empezó a proyectar como nuevo rico y que lo fue alejando gradualmente de la ciudadanía, especialmente en comunidades rurales y colonias más marginadas, a donde le dio por presentarse a bordo de una camioneta cuyo costo oscila en dos millones de pesos, y enfundado en trajes de fina manufactura.
Para redondear la insultante estampa de neo potentado, mientras se le llenaba la boca con el eslogan de “primero los pobres”, se hacía acompañar de un secretario particular –un profesor de apellido Mejía-, que bien pudo doctorarse en lambisconería, pues a donde llegaba le abría la puerta del carro, le llevaba zapatos para cambiárselos cuando se le llenaban de polvo, le ajustaba el nudo de la corbata e incluso llegó al colmo de probar su comida antes que él, ¡no se lo fueran a envenenar!
Esas aberraciones y muchas otras provocaron que el propio “Profe” desbarrancara su incipiente carrera política, lo que terminó por redondear prohijando los excesos de su círculo más cercano de familiares y amigos, entre los cuales llevó la batuta su júnior, “Chuyito” Flores, que de poseer dos modestos camiones para transportar granos, se disparó a una flotilla de 26 vehículos, una sospechosa proeza alcanzada en poco menos de 3 años.
Hoy “Chuyito” presume, además, la ya famosa “Casa blanca” de Huatabampo, una edificación que años atrás ni siquiera hubiera soñado, mientras su compadre Cristian Corral hace lo propio, con una mansión de potentado.
Por todo ese estatus familiar súbitamente alcanzado, al “Profe” le ganaron la frustración y la rabia de no haber sido considerado para buscar la reelección o cualquier otro cargo, y se creyó capaz de jugar a las vencidas con el gobernador, propalando la versión de que podría ser candidato por Movimiento Ciudadano, para lo cual sostuvo una reunión en su casa con Ernesto “El Pato” de Lucas y con Próspero Ibarra, armando la traición para llevar al sacrificio a Beto Vázquez.
Tampoco le cuajó –o lo mandaron por un tubo- y entonces volteó a ver a Ramón Díaz Nieblas, con quien también se reunió tratando de establecer una alianza bajo cuerda, que de paso lo deje a salvo de una merecida persecución si “El chavalo” gana la alcaldía y se decide a esculcar a fondo de dónde se hizo de mulas Pedro.
En esos afanes, “Chuyito” Flores no se quedó a la zaga y empezó a financiar las tempraneras asonadas que surgieron en Huatabampo contra la designación de Beto Vázquez –incluso con la peregrina idea de manotear para sí la candidatura-, sin que hasta el momento ninguna jugarreta les haya fructificado… pero sí lograron que de todas ellas quedara constancia allá donde cuenta: en el palacio de gobierno de Hermosillo.
Allá llegó también, con pelos y señales, la información de que “Chuyito” Flores, asombrosamente convertido en próspero hombre de negocios, está promoviéndose como mecenas para financiar campañas en otros municipios, obviamente ya “picado” por la facilidad de hacer negocios a la sombra del poder, y por la necesidad de establecer alianzas que le garanticen protección e impunidad por si le meten lupa a su bonanza.
De todas esas jugarretas hay detallada relación allá en Hermosillo, donde dicen que a la hora de analizar las candidaturas, cuando surgió el nombre del “Profe” Flores, su suerte quedó sellada cuando el dueño de los bats y las pelotas soltó un lacónico pero lapidario:
“Éste no: no tiene remedio…”
¿Hasta dónde llegará “El profe” en sus ansias de revancha?
Habrá que ver hasta dónde lo dejan llegar… porque el que traiciona una vez, traiciona siempre.