Por Víctor Fausto Silva D.
Estupendas noticias dio el alcalde Mario “Mayito” Martínez a los habitantes del oriente de Navojoa, al poner en marcha la perforación de un segundo pozo para el abasto de agua potable, pero no sólo eso, pues inyectó más ánimos a la población en general de que viene un buen remate de año en cuanto a un mejoramiento sustancial en ese indispensable servicio.
Sin duda, uno de los más recurrentes lamentos y denuncias de la gente de ese sector –en lo urbano y rural- es que los fueron dejando prácticamente en el abandono, pues en vez de agua recibían puro aire por las tuberías…donde éstas existen.
Se entiende que los recursos no son de chicle como para estirarlos y cubrir tantas necesidades, pero el “Mayito” nunca escurrió el bulto a su compromiso de atacar de fondo una problemática tan seria, hasta lograr que la maquinaria iniciara los trabajos en el ejido Antonio Rosales, para perforar a una profundidad de 250 metros, lo cual habla de lo complejo que está resultando dar con las fuentes de abasto.
“Nosotros estamos aquí porque sí nos importa el bienestar social y ese reto lo tuvimos desde el principio, no vamos a parar, necesitamos un Navojoa al cien con todo lo grande que es este municipio”, dijo el alcalde, al detallarse que una vez en operación, la obra permitirá inyectar a la red al menos 60 litros por segundo, como refuerzo del pozo que ya no se daba abasto para el sector oriente del municipio.
En esto de responderle a los navojoenses no hay de otra que entrarle “sin miedo y con mucha fortaleza”, como lo dejó en claro el munícipe, “para terminar con la mediocridad que había en los servicios, como por ejemplo el suministro de agua, tan dejado en el olvido”.
“De eso se trata, de que el líquido vital nunca haga falta; podemos pasarla sin luz, sin gas pero sin agua no, quiero un Navojoa al cien en servicios públicos, en agua, drenaje, vialidades rehabilitadas, al cien con la gente que más lo necesite”, enfatizó.
Al arranque de los trabajos en el ejido Rosales, el alcalde añadió el plus de que su administración cerrará este año aplicando una inversión de 45 millones de pesos en diversas obras para mejorar el abasto de agua en el municipio.
Son excelentes noticias, pues, sobre todo si se considera que los ayuntamientos cierran año hasta pidiendo prestado, mientras en Navojoa la inversión sigue fluyendo para resolver las necesidades más apremiantes, con la esperanza de que, con eficaz planeación y eficiencia en el gasto, vengan mejores cosas para el 2023.
No andarán muy erradas las expectativas, considerando que el “Mayito” no es hombre de ocurrencias, ni gusta de hacer las cosas al aventón.
Por lo pronto, en el ejido Rosales inició una obra de estricta justicia para los vecinos del sector oriente.
¿Y la inteligencia?
Comentamos ayer sobre cómo Google se ha convertido en una especie de memoria colectiva, muy útil además para rastrear dichos, hechos y sobre todo las maravillosas promesas de políticos y gobernantes, que luego desechan con pasmoso desparpajo, como si nunca hubieran ocurrido.
A propósito de la inseguridad que un día sí y otro también golpea al estado, aquí le va, estimado lector, la parte medular de lo que declaró en una visita a Guaymas el entonces Secretario de Seguridad, Alfonso Durazo, el 15 de agosto del 2019.
Citamos textualmente, de El Imparcial:
“Los grupos y subgrupos criminales que operan en Sonora están plenamente identificados y el siguiente paso es usar la inteligencia criminal y financiera para llevarlos a proceso judicial”, aseguró el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Alfonso Durazo Montaño.
“No basta con enfrentarlos, como se hizo históricamente, en su capacidad operativa, tenemos que hacerlo en la vertiente financiera, que es lo que les da la fuerza para operar, y llevarlos a judicializar”, expresó.
El funcionario federal descartó dar más detalles sobre el tema, pero afirmó que “están plenamente identificados: Grupos, subgrupos, contrarios, etcétera”.
Respecto a las narcomantas que aparecen frecuentemente, Durazo censuró que los medios las legitimen con su difusión:
“Por supuesto que no son fuentes de información para el Gobierno Federal, para eso están los órganos de inteligencia, no necesitamos que un grupo criminal nos dé información interesada a través de una manta para obtener dicha información. Si eventualmente es cierta, para eso tenemos instancias de inteligencia Nacional, inteligencia Militar, inteligencia Federal e inteligencia de la Guardia Nacional, por eso es que desestimamos el contenido de cualquier manta, contenido que no esté previamente probados por nuestras propias fuentes de inteligencia”.
Así pontificó el entonces Secretario de Seguridad Pública, con un envidiable aplomo y un aparente dominio del tema, al derecho y a revés.
Seguramente y escuchándolo hablar de inteligencia por aquí y de inteligencia por allá, muchos sonorenses pensaron que hasta el hamponcete más rascuache de barrio estaba a punto de caer en manos de los más avezados sabuesos, porque no sólo les conocían mañas y guaridas, sino a qué “grupos, subgrupos, contrarios y etcétera” pertenecían.
Hoy, a tres años de distancia de lo dicho por Durazo, plazas como Guaymas, Empalme, Cajeme y Caborca siguen ardiendo por la inseguridad.
¿Qué pasó entonces con tanta inteligencia? ¿Se les pelaron – sin tener siquiera la cortesía de avisar- los grupos, subgrupos, contrarios y etcétera?
¿Dónde quedó la certeza de que cualquier rato los pepenaban de las greñas, porque los conocían mejor que en sus casas?
Quién sabe, estimado lector.
Durazo no volvió a presumir de tanta labor de inteligencia.
Y ya le rascamos también a Google, pero nomás no sale nada… además de la constancia sobre lo presumido y nunca logrado.
