Si el presidente desestimó las revelaciones sobre sus enfermedades, banalizando el tema al programar la canción de Chico Ché “No me quiso el ejército”, es posible que este martes acuda de nueva cuenta a su paisano asesor de cabecera en materia de manejo de crisis y control de daños y nos deleite con otra rolita que bien puede ser esa de ¿Tons qué, mami?
No hay nada que no se sepa, estaríamos preocupados si estuviéramos metidos en asuntos de corrupción, dijo, palabras más palabras menos, el presidente.
Pero de entre los millones de documentos que Guacamaya obtuvo mediante un hackeo masivo al sistema digital de la Sedena, comienzan a aparecer en diversos medios que están escudriñando ese mundo de información, más revelaciones.
Una de ellas tiene que ver con los casos de abuso sexual, acoso y otras violaciones a los derechos humanos en la propia corporación castrense.
El diario El País, de España dio a conocer que al menos 42 militares se encuentran involucrados en estos hechos; algunos ya están en prisión, otros en proceso y algunos simplemente fueron cambiados de pelotón.
De acuerdo con la información publicada, más de 300 militares fueron acusados, procesados o sentenciados por violar derechos humanos, pero 23 son casos de violación calificada o abuso sexual desde 2009 a la fecha.
Uno de los casos más recientes es de este 2022 y alude a un informe enviado por un contraalmirante destinado en Puerto Peñasco, Sonora en el que da cuenta del abuso sexual y hostigamiento del que fueron víctimas soldados (mujeres) en Chihuahua, por parte de mandos medios y superiores de la Sedena.
Los registros incluyen el testimonio de una mujer militar que fue abusada por un capitán y por ello pidió su cambio a otra base.
El ejército, relata el medio español, ha hecho circular una carta en la que sus miembros se comprometen a no incurrir en conductas de ese tipo
Uno de los casos contenidos en los documentos hackeados, y cuya veracidad fue aceptada incluso por el propio presidente es el de “una soldado que tuvo que esperar dos años y medio y escuchar en numerosas audiencias a varios mandos del Ejército desmentir que un teniente y un subteniente hayan abusado sexualmente de ella en un clóset del Hospital Central Militar de Ciudad de México en julio de 2018. Después de ser sometida a numerosas evaluaciones, intentos de desacreditarla y de acallarla con dinero, consiguió que les condenaran a la pena mínima, seis años de cárcel y cinco mil 300 pesos de multa. Una larga pesadilla para volverse en uno de los pocos casos de éxito de justicia contra los abusos sexuales dentro del Ejército”,
Se sabe que en nombre de la disciplina castrense y la verticalidad absoluta de la cadena de mando, en el Ejército se suelen presentar abusos de este tipo, especialmente con mujeres, pero difícilmente trascienden a la luz pública.
Los documentos de Guacamaya, puestos a disposición de quien quiera consultarlos, o enviados a ciertos medios de comunicación para su divulgación, documentan estos y otros casos que en condiciones normales y en otro país ya serían un escándalo que habría colocado a los mandos militares en situaciones comprometidas.
En México, sin embargo, es posible que bajo el argumento de que ya se sabía, de que ya hay militares presos y bajo proceso, se argumente que todo se trata de una nueva andanada del conservadurismo nacional y extranjero, pero que no pasará nada y a lo sumo el presidente nos ponga a Chico Ché cantando
Tons qué mami (tú dirás lo que hay que hacer)
Tons qué mami (mira que te quiero ver)
Tons qué mami (eres algo sin igual)
Tons qué mami (para mí eres especial)
II
El ayuntamiento de Hermosillo ha puesto a disposición de los ciudadanos un chat de whatsapp para que a través de él puedan reportarse problemas con el alumbrado público, vecinos con música a alto volumen, automóviles abandonados, baches, deficiencias en la recolección de basura entre otros.
Se trata de una herramienta denominada “Hola” a la que puede accederse a través de un código QR que ha sido colocado en todas las dependencias municipales y viene a sumarse a las que ya existen con esos mismos fines: la línea 072, la aplicación HermosilloGob, las redes sociales y la atención en ventanillas. A través de éstas el ciudadano puede conocer el estado de folios anteriores, ponerse la corriente con adeudos y resolver dudas.
El alcalde Antonio Astiazarán puso en marcha esta nueva herramienta, que es como cualquier chat de whatsapp, con número 662 155 0100 y con respuesta automatizada para recibir reportes que serán canalizados a las dependencias respectivas para agilizar la atención de los problemas denunciados.
III
Por mandato de ley, ayer inició operaciones en nuevo sistema de justicia laboral en Sonora, pero será esta mañana cuando el gobernador Alfonso Durazo encabece el acto protocolario para su implementación.
Básicamente el nuevo sistema busca que la justicia en materia laboral sea cada vez más transparente, ética y que se destierre la corrupción, una viejísima inercia que usualmente termina perjudicando a los más desprotegidos.
Se supone que ya se encuentran en óptimas condiciones las instalaciones físicas de 13 juzgados, así como la estructura administrativa y organizacional que habrán de sustituir a las Juntas de Conciliación y Arbitraje, de negra historia.
Cabe señalar que la Secretaría del Trabajo y Previsión Social es una de las dependencias estatales que ha tenido un primer año muy accidentado en cuanto a su funcionamiento interno y las pugnas entre el personal y mandos de la secretaría ha provocado varios cambios, enroques y ceses en las juntas locales.
El reto no es menor para la maestra Olga Armida Grijalva Otero, titular de la Secretaría, pues el rezago en miles de expedientes es una pesada carga con la que habrá de seguir lidiando. Y por si fuera poco, el viernes pasado la dirigente estatal de la CATEM, Caarolina Lara anunció que ha presentado alrededor de mil 900 emplazamientos a huelga, que vienen a sumarse a otros tantos que la CTM está presentando en el marco de las próximas revisiones salariales y contractuales que, considerando los efectos de la inflación, se antojan complicados.
Ya veremos.