Por Rodrigo Sotelo / Twitter: @masmedio
Qué sabrá hacer suficientemente bien la priista Claudia Pavlovich, para servir de modelo del deterioro y dispendio gubernamental y, a la vez, llegar a ser irresistible pieza a considerar para una representación consular.
Aquí en Sonora, esta administración naciente ya usó la figura de la ex gobernadora para retratar malversaciones, tráficos de influencias, complicidades, abandono de responsabilidades, probables desvíos de recursos y corrupciones.
En una transición o relevo de gobierno medianamente coherente y consistente, Claudia Pavlovich estaría siendo –cuando menos- investigada y señalada con procesos administrativos y penales fácilmente sustentados.
Pero lo que parece lógico y justo al parecer no se le da o no le quita el sueño a la Cuarta Transformación: se sabe que el nombre de la ex gobernadora Claudia Pavlovich está en el escritorio del presidente López Obrador que la quiere de cónsul en Barcelona.
Y, aunque no se crea, es la priista la que se resiste a aceptar la invitación porque pese a la garantía de inmunidad, la margina de su ganado –ella así lo piensa- asiento en la sucesión presidencial de su partido en 2024.
La posibilidad del consulado en Barcelona es tan injustificada e incómoda, que ni el Presidente tomó el riesgo de confirmarla.
Entonces, ¿qué necesidad tiene Morena de meter en este dilema al gobernador Alfonso Durazo? ¿Qué diría Durazo de concretarse esta aberración política?
Tras presentación del presupuesto para el próximo año, Alfonso Durazo detalló que en gran parte las penurias que limitan su gestión se deben a un adelanto en participaciones que recibió la anterior administración y que su gobierno está pagando.
En esa misma conferencia, el secretario de Hacienda Omar del Valle Colosio anunció que el gobierno de Sonora cerraría el presente ejercicio fiscal con un déficit de unos 8 mil millones de pesos.
Lo cual no es otra cosa que el producto de un deficiente manejo de la tesorería y un inadecuado control de la programación de gasto.
No lo han dicho, aún, pero a este desenfreno financiero debe sumársele la transferencia de cientos de millones de pesos para el hospital de especialidades que no pudo terminar la ex gobernadora.
¿Cómo le hace Claudia Pavlovich para conseguir tales consideraciones, no demostrar un uso eficiente de los recursos, y ahora aspirar a ser premiada con otro cargo?
Rescatar a la ex gobernadora Claudia Pavlovich es una aberración que no soporta el mínimo de decencia, y en un entorno que cada vez es menos favorable o condescendiente con el actual gobernador.
Y como que no se puede cobijar lo que se dice padecer.
Otro efecto de la asamblea del PRI
Puede sentirse todavía más satisfecho por los resultados que obtuvo Ernesto De Lucas con su “última asamblea” que encabezara como líder estatal de los priistas.
Además de los ecos, mayormente favorables, que registró por la cantidad y calidad de los asistentes, El Pato puede presumir que despertó al ex candidato Ernesto Gándara.
A inicios de semana, el Borrego se dejó ver con un grupo de periodistas y hasta opinó sobre el gobierno de Alfonso Durazo, luego de meses de entendible cortesía y prudencia.
Gándara puede no ser el político más vigente de la oposición, pero no dejará de ser un referente que mueve intereses, incita al activismo e impulsa la competencia.
Ernesto Gándara es otro efecto de la nostálgica asamblea del PRI.
¡Hasta Ricardo Bours reapareció!
No necesariamente en reacción a la citada asamblea priista, no es para tanto, pero coincidentemente también revivió el ex candidato Ricardo Bours.
En un encuentro con colegas de Corsas, Bours opinó que Alfonso Durazo tiene una capacidad extraordinaria para gestionar recursos.
También tuvo palabras amables para David Figueroa, a quien consideró el regidor más activo que hace contrapeso al alcalde de Hermosillo.
Ya lo de reclamar por no haber sido invitado a la protesta de Manuel Scott y que dejara abierta la posibilidad de regresar a Movimiento Ciudadano, es todo un monumento a la soberbia y a la desfachatez.