Categoría: Editorial

  • EL ZANCUDO | PARTIDOS EN CRISIS

    EL ZANCUDO | PARTIDOS EN CRISIS

    Por: Arturo Soto Munguía
    La elección del nuevo dirigente estatal del PAN en Sonora no logró convocar ni a la mitad de sus afiliados.

    De acuerdo a los resultados preliminares que circulaban anoche, acudieron a las urnas en todo el estado 3 mil 847 panistas, de un padrón que rebasa los ocho mil. Esta debe ser la primera llamada de atención para el nuevo dirigente, Gildardo Real Ramírez que, pese a haber superado a Humberto Souza por casi dos a uno, lo hizo con apenas el 47 por ciento de los panistas interesados en el proceso.

    Real Ramírez ya adelantó que el primer paso como dirigente será ‘recuperar la confianza ciudadana y retomar el rumbo a partir de un ejercicio de autocrítica’, pero faltaría ver qué tan profunda sería ésta, ya que si en verdad se quiere ir a la raíz tendrían que evaluar seriamente el daño causado por el ejercicio de un pésimo gobierno que en seis años hizo crecer artificialmente al partido, pero al término de esa gestión se desinfló dramáticamente dejándolo en el puro cascajo.

    Y eso no lo van a hacer nunca. A lo largo del proceso interno me tocó entrevistar tanto a Gildardo como a Humberto Souza y ninguno de los dos mostró un atisbo de crítica seria hacia el gobierno de Guillermo Padrés. Antes bien, se cuadraron ante el liderazgo del exgobernador y reconocieron el impacto de sus obras y acciones, señaladamente el Acueducto Independencia, el programa de uniformes escolares gratuitos y el de modernización educativa que, como se sabe, fueron las principales fuentes de corrupción y enriquecimiento inexplicable.

    De hecho, el programa de uniformes escolares es el origen de uno de los expedientes por lavado de dinero que la FGR mantiene abierto contra Padrés.

    Ni en sueños, sin embargo, Gildardo se atreverá a tocar siquiera con el pétalo de una crítica al ex gobernador y mucho menos pensar en un deslinde. A pesar de que el padrecismo se fragmentó y varios de sus personeros migraron a Morena desde antes de la elección 2018, muchos más se quedaron en el PAN y gravitan en el equipo de Gildardo; algunos más en el de Souza y no pocos tienen una posición ambivalente, con un pie en el blanquiazul y otro en Morena.

    Así, la disyuntiva para la nueva dirigencia sería el ‘cómo’ recuperar la confianza ciudadana y relanzar el partido: si a partir del fortalecimiento de corrientes y personajes no tan vilipendiados por sus afinidades con el padrecismo, o a partir de la consolidación de lo que parece seguir siendo la corriente hegemónica en Sonora y que no se puede entender sin la presencia de Padrés.

    Gildardo tampoco puede darse el lujo de excluir a los panistas que votaron por Humberto Souza y que fueron mil 431 (37.8%), algo que sin duda habrá de hacer bien, considerando que el ex diputado tiene buena mano zurda para la negociación política, como lo ha demostrado a su paso por la labor legislativa, la definición de candidaturas y señaladamente, en la integración de su planilla donde aparecen personajes de todas las corrientes internas, incluyendo a quien ha sido severo crítico de Guillermo Padrés: Ramón Corral Ávila.

    En la planilla ganadora aparecen también Celina Aldana, Leticia Amparano, Ana María Gutiérrez, Clementina Elías, Everardo López, Dulce Robles, José Serrato y Karol Camou.

    II

    El diezmado padrón del PAN y su escasa convocatoria es la manifestación de una crisis en el partido que tiene sus reverberaciones en el plano nacional, pero no es el único instituto político que está pasando por malos momentos desde 2018.

    El PRI estuvo a punto de perderlo todo en 2021 y no se ve cómo pueda recuperarse en el corto plazo. Carente de liderazgos y reducido a una cuarta o quinta fuerza electoral en el plano nacional, vive además una crisis de credibilidad que se agudiza con la sospecha de sus coqueteos esporádicos ya con el PAN, ya con Morena.

    El PRD acaba de concluir su Congreso Nacional y uno de los acuerdos más importantes fue su redefinición como un partido de izquierda socialdemócrata, lo cual está bien para elaboraciones teóricas, pero en el Palo Verde y la Soli no suelen estar muy atentos a los corrimientos sobre el espectro político-ideológico-programático y la gente anda más ocupada en sus agendas urgentes y cotidianas.

    Movimiento Ciudadano también tuvo su Congreso Nacional en el que se eligió -no podía saberse- a Dante Delgado Rannauro como su nuevo dirigente, pero eso no fue lo más notable en ese encuentro, sino el posicionamiento tajante de no buscar alianzas rumbo a la sucesión presidencial en 2024.

    MC es quizás la fuerza emergente más importante en estos momentos, pero difícilmente le alcanzará para disputar seriamente la presidencia, aunque sí para ahuyentar la posibilidad de consolidar un frente opositor amplio, que por cierto tampoco parece viable desde la convocatoria del llamado Frente Cívico Nacional, en el que participan personajes de varios partidos opositores buscando ser el centro aglutinador de una candidatura.

    En un escenario así Morena no tendría problemas para retener la presidencia en 2024 ya sea con Claudia Sheinbaum o con Marcelo Ebrard, a pesar de que no está exento de pugnas intestinas y en varios frentes comience a acusar el desgaste del ejercicio de gobierno, fenómeno que se puede agudizar en los próximos años.

    Tiene a su favor el liderazgo indiscutible del presidente de la República que a su vez es factor de unificación en el partido y sus aliados, además del control casi absoluto del aparato de Estado y una mayoría legislativa que en los próximos dos años volverá a firmarle un cheque en blanco para el manejo discrecional y cada vez menos transparente del presupuesto público.

    Recordemos que acaba de publicar un controvertido acuerdo para declarar de interés público y seguridad nacional los proyectos y obras de gobierno, lo que eximiría la obligación de rendir cuentas sobre los dineros públicos invertidos en esos rubros.

    Así las cosas, la oposición tendría que hacer más, mucho más de lo que está haciendo hasta ahora, tanto hacia adentro como hacia afuera de sus organizaciones sociales y políticas, para minar la fuerza de un presidencialismo de partido casi único como el que estamos viviendo por estos días.

  • EL ZANCUDO | ¿COLOSIO PRESIDENTE?

    EL ZANCUDO | ¿COLOSIO PRESIDENTE?

    Por: Arturo Soto Munguía
    No es la primera vez que alguien aventure la posibilidad de que Luis Donaldo Colosio Riojas sea candidato presidencial, pero es la primera vez que una encuesta lo ubica en un empate técnico con Claudia Sheinbaum y Marcelo Ebrard, los dos tapados que en la víspera, flanquearon al presidente Andrés Manuel López Obrador en su mitin (no informe) en el zócalo capitalino.

    Descalificar el ejercicio demoscópico por tener origen en ese que desde la perspectiva presidencial es un pasquín inmundo y reducto del conservadurismo neoliberal, es el recurso más facilón y yesca seca para que arda la pradera de la negación a ultranza y la soberbia triunfalista.

    Las cosas sin embargo, no son tan sencillas. Antes bien, encierran un alto grado de complejidad como solo puede apreciarse en una sucesión presidencial aparentemente lejana pero definitivamente anticipada por el banderazo del propio AMLO que adelantó el juego del ‘tapado’ mucho antes de los tiempos que tradicionalmente jugaban los presidentes.

    Primero, es claro que la oposición sigue dispersa, fragmentada, errática y desprovista de un liderazgo que se acerque siquiera a la posibilidad de competirle a Morena en 2024, sea quien sea la candidata o el candidato del presidente.

    Ya estamos en edad, creo, de tomar distancia de los eufemismos y asumir que quien abandere a Morena y sus aliados en la contienda presidencial venidera no surgirá del pueblo ni de las encuestas ni de alguna elección interna, sino de lo que diga el dedito del otoñal, casi invernal patriarca.

    Segundo, el hijo del malogrado candidato sonorense ni siquiera ha manifestado su intención de contender por la presidencia, pero en caso de que lo hiciera, entre eso y la posibilidad de que sucediera hay un largo y muy escarpado camino de negociaciones desde el partido en el que milita, Movimiento Ciudadano que en los anteriores dos procesos electorales ha decidido caminar solo, sin el PRI, el PAN y el PRD a los que considera una pesada carga negativa.

    Tercero, Movimento Ciudadano y el mismo Colosio Riojas están lejos, pero muy lejos de encarnar un movimiento cívico-político y un liderazgo como el que la izquierda mexicana fue construyendo durante más de cincuenta años y que en una coyuntura muy específica, López Obrador tuvo la astucia de recoger, replantear alianzas, persistir y coronar con la victoria de 2018.

    Pensar en el primogénito de Luis Donaldo Colosio Murrieta como un candidato que aglutine al antiobradorismo tendría que pasar por el filtro de otro ex priista como Dante Delgado Rannauro bajo cuyo liderazgo de facto, Movimiento Ciudadano ya gobierna los estados de Jalisco y Nuevo León, amén de un buen número de capitales estatales y aún más municipios.

    MC es una fuerza político-electoral que está en condiciones de imponer condiciones en una eventual alianza con partidos no solo desgastados, sino carentes de figuras acreditadas, con suficiente autoridad moral y política como para entrar a una campaña donde inevitablemente tendrían que hacer milagros para evitar que les pisen su larguísima cola.

    Pensar en Ricardo Anaya, del PAN; Guadalupe Acosta Naranjo o cualquier otro del PRD y ya poniéndose muy sarcástico, Alfredo del Mazo por el PRI, no pasa de ser un mal chiste, como lo es el llamado Frente Cívico Nacional. Hasta Fernández Noroña les pondría una pela.

    Ahora bien, no hay ingenuidad en la encuesta de Reforma. Ese diario es, a no dudarlo, reducto y trinchera de poderosos grupos que detentaron y/o se beneficiaron del poder y que lo siguen haciendo pero no están suficientemente conformes con los términos y condiciones en que lo hacen. Eso de ir a Palacio Nacional a comer tamales de chipilín para que les enjareten boletos de la rifa de un avión que terminó siendo otro acto de prestidigitación mediática está bien, pero es muy de kermesse de kínder.

    Y bueno, esto estaría a todo dar para un momento de relax en preescolar, pero no para una ‘empresa’ como el gobierno mexicano que maneja más de siete billones de pesos al año. Billones, sí, siete millones de millones de pesos. De ese tamaño es la disputa.

    Nada es casualidad.

    Hace unos días el presidente se reunió con esos capitanes del dinero. Antier en el zócalo, AMLO se posicionó por primera vez a la izquierda, lo que regocijó mucho al ala dura de Morena, que mascan pero no tragan al priismo, al panismo, al oportunismo de derecha y pseudoizquierda y se les atraganta la idea de ofrendar a los militares la sangre de los muertos en la ‘guerra sucia’ pero tienen que hacer mutis y hasta reventarse las palmas de las manos en los aplausos cuando escuchan que ahora sí el ejército es del pueblo.

    Pues hay noticias. La oposición también está tomando el pulso de esa insistencia presidencial en partir al país en dos y se ha sacado de la manga al joven Colosio Riojas, que alguna vez juró jamás participar en política pero ahora es alcalde de Monterrey y quizás pudo ser gobernador de Nuevo León, pero esa es otra historia.

    (Algún día les contaré los avatares del viaje que hice a Magdalena para cubrir el sepelio de Luis Donaldo Colosio Murrieta y la imagen que guardo de su hijo en el regazo luctuoso de su madre).

    El punto es que aquel niño ojeroso y desesperanzado, hoy aparece en una encuesta como posible candidato presidencial, muy cerca de Claudia Sheinbaum y Marcelo Ebrard.

    Y aparece justo a la mitad del sexenio de López Obrador, que por iniciativa propia adelantó los tiempos de la sucesión.

    Claudia y Marcelo parecen ir por caminos despejados, salvo en la recta final, donde habrá que decidir por una o por otro.

    Al joven Colosio Riojas ya lo metieron, con su consentimiento o sin él, al baile.

    Hay tres años para que la mercadotecnia política haga lo suyo.

    Y en medio de todas esas opciones, pues que Dios nos agarre confesados mientras posponemos indefinidamente el sueño de vivir en Dinamarca.

  • ENTRE FOROS, PACTOS, DECRETOS Y BUENAS INTENCIONES

    ENTRE FOROS, PACTOS, DECRETOS Y BUENAS INTENCIONES

    Por Rodrigo Sotelo | @masmedio
    Hemos dicho que hay un marcado cambio de actitud en la cabeza de este gobierno de Morena, que nos permite ver a un mandatario abierto, que acepta y enfrenta la abrumante realidad que le está tocando administrar.

    Podrán ponerse en entredicho sus prioridades e inclinaciones, y hasta aspectos de eficiencia en su incipiente gobierno, pero parecen honestas y genuinas sus buenas intenciones.

    El problema para el gobernante es que no es suficiente y que más temprano que tarde se verá alcanzado por la exigencia de acciones y resultados.

    Y el nuestro como sociedad, es que es de tal tamaño la decepción y el hartazgo, que nos hemos vuelto conformistas, tolerantes, condescendientes.

    Si se detecta y acepta que hay saqueo y abandono en Educación, por el bienestar de nuestros hijos los padres reprimimos lamentos y reclamos para asumir la responsabilidad de la reparación.

    No importa si Víctor Guerrero, anterior Secretario, olvidó su obligación de sostener la infraestructura escolar para seguir la escuela de la jefa entendiendo el inicio de la pandemia como la culminación de su gestión.

    Si en hospitales y centros de salud no encontramos medicinas, agradecemos las aspirinas y nos maravillamos con las bravuconadas sin sustancia de funcionarios de medio pelo como el noroñita del Isssteson.

    Y en cuanto a la violencia, simplemente se parte del resignado pensamiento de que no hay remedio y que la aspiración única es no ubicarnos en el lugar equivocado cuando sobrevenga otra normalizada balacera.

    Este trastorno social y anarquía de gobierno, desde luego que no se atribuye a Alfonso Durazo. A éste le corresponde, en justicia, modificar este (des)ánimo y empezar con la remediación y reconstrucción, con la reivindicación institucional.

    Pero no se antoja posible a través del desorden y confusión en secretarías y dependencias, de la firma de pactos, foros, decretos y demás banalidades que nada resuelven y que distraen de lo importante.

    Wendy Briceño, por ejemplo, lleva días absorbida, perdida equiparando y entregando el Desarrollo Social a su feminismo segmentado y mal encausado.

    ¿Qué hace la Secretaria de Desarrollo Social firmando protocolos contra el acoso y hostigamiento laboral? ¿Qué le importan los conversatorios por una vida libre de violencia? ¿Cursos por la igualdad de género?

    Imagino que los jodidos de Etchojoa o Miguel Alemán, hombres y mujeres, deben estar muy conformes con su aportación para atender sus necesidades básicas y ayudarlos a salir de la pobreza…

    En Seguridad Pública, María Dolores del Río es la reina de los pactos por la paz y las coordinaciones para que regrese la tranquilidad y la confianza. La paz de los discursos.

    De los discursos mientras se tiran, y les tiran, balazos en Guaymas-Empalme; mientras les avientan muertos en cualquier canal de Cajeme, los ciudadanos de bien intentan pasar por el retén ilegal e inseguro de Vícam o por algún otro itinerante en la región de Magdalena, Altar o Caborca.

    Esos son los pactos y decretos por la paz de los discursos. Esas son las letras chiquitas en esos documentos que se firman con una algarabía impropia del cementerio en que está convertido Sonora.

    Y que ni se pregunte por qué no ha avanzado lo del caso Guaymas, ya que la Secretaria anda muy ocupada compartiendo información relevante sobre los hackeos de WhatsApp…

    ¿Qué está haciendo Heriberto Aguilar en Sidur? ¿Qué conflicto sindical arregla el secretario de Gobierno, Álvaro Bracamonte? ¿Cuánta inversión ha atraído el secretario de Economía?

    Para sorpresa de todos, tal vez sea Turismo, con Celida López, el área que mejor sale librada en este inicio.

    Al gobernador Alfonso Durazo le genera urticaria que se desvíen recursos en showers y jolgorios que impiden un mejor uso del gasto público.

    Los decretos, los foros y los pactos serían, entonces, ese confeti o corte de listón de las buenas intenciones que transforma la frivolidad por el no menos nocivo autoengaño.

    Y para no ser iguales, habría que actuar diferente.

    Toño le apuesta a la innovación

    Como lo está haciendo el alcalde de Hermosillo, Antonio Astiazarán, probablemente el más enfocado y resuelto de todos los presidentes municipales del estado.

    Hace un par de días, Toño Astiazarán relanzó la App HermosilloGob para facilitar reportes, sus soluciones y el seguimiento.

    También anunció que no permitirá se lucre con la salud, seguridad y tranquilidad de las personas y mascotas, por lo que no permitiría la venta de cohetes en esta época decembrina.

    Esto, sin descuidar el programa intensivo en vialidades con el que al día de hoy suma 72 mil baches reparados.

    Toño entiende que no solo se ocupa administrar inercias y demostrar empatía, la apuesta es a dejar huella con innovación aprovechando la tecnología para resolver y no como pretexto.

    El cónsul lépero, confirmado en Cecytes

    Escribiría el clásico: como lo dimos a conocer en exclusiva en este espacio, finalmente se concretó la llegada de Guillermo Rivera Santos, el cónsul despedido por acoso, a la dirección de Vinculación en el Cecytes Sonora.

    A través de su cuenta de Twitter, la periodista Dolia Estévez publicó que en el directorio de funcionarios aparece el nombre de Guillermo Rivera como titular de una de las direcciones en las que se apoya la directora general Gracia Alicia Anduro Grijalva.

    “Guillermo Rivera Santos, el cónsul de la “mirada lasciva”, despedido por SRE tras denuncia por acoso, usar el Consulado Mexicano en Tucson para reuniones de Morena y pedir a colaboradores “chingarme”, acaba de ser nombrado director de vinculación del Cecytes Sonora ¿Qué pasó Alfonso Durazo?”

    ¿Cómo se enteró Dolia, que propició su salida del consulado en Phoenix, de este nombramiento? ¿En qué medio local? ¿Con qué columnista?

    No es por presumir, se diría en estos tiempos de la Cuarta Transformación.

  • EL ZANCUDO | SI NO ES TERRORISMO, SE PARECE MUCHO

    EL ZANCUDO | SI NO ES TERRORISMO, SE PARECE MUCHO

    Por: Arturo Soto Munguía
    Apenas se estaba disipando el humo de la balacera y el granadazo en el palacio municipal de Guaymas, Sonora, cuando en Tula, Hidalgo otro grupo criminal hizo estallar tres carros bomba en un operativo coordinado para liberar al jefe de un cártel conocido como ‘Pueblos Unidos’ y al que apodan ‘El Michoacano’.

    En el primero de los casos y de acuerdo a las autoridades federales, los sicarios iban por el secretario de Seguridad en el puerto, un capitán de la Marina de nombre Andrés Humberto Cano Ahuir, pero en el ataque estuvo a punto de ser alcanzada por las balas la alcaldesa de Guaymas, Karla Córdova, que hoy tiene que gobernar custodiada por un aparatoso cuerpo de seguridad fuertemente armado. La joven Marisol Cuadras, de 18 años, que participaba de una manifestación contra la violencia hacia las mujeres, fue asesinada.

    En el segundo caso, además de ‘El Michoacano’, jefe de una célula criminal dedicada la huachicoleo, escaparon del penal otros ocho reos.

    Los hechos no tienen que ver entre sí pero ayudan a configurar el mosaico de violencia que está pintando de sangre prácticamente todo el territorio nacional.

    La escalada ciertamente no es nueva, pero los métodos que están utilizando los criminales organizados tendrían que encender todas las luces de alerta en el tablero de la seguridad nacional cuya titular, la periodista en receso Rosa Icela Rodríguez sigue insistiendo en la efectividad de la política de abrazos y no balazos.

    Aunque no están relacionados uno con otro, los atentados en Guaymas y Tula tienen algo en común: fueron perpetrados contra instituciones del Estado mexicano al que evidentemente han perdido todo respeto, y contra funcionarios públicos en activo.

    ¿Cuál será el siguiente episodio? Imposible saberlo, pero no es difícil suponer que, una vez cruzada la línea de los atentados que si no son terroristas sí se parecen mucho, la desgracia se cierne ominosa e inminente, en cualquier parte del país.

    Y una cosa es segura: no se van a detener llenando el zócalo capitalino para sublimar el culto a la personalidad.

    II

    En temas de la grilla local, cada vez están más cerca las fechas en que tanto el PAN como el PRI habrán de renovar sus dirigencias estatales.

    En el blanquiazul la elección será el próximo domingo y hay dos contendientes: Gildardo Real y Humberto Souza; el primero ha logrado aglutinar a las cabezas de las principales corrientes del panismo, el segundo se asume como el candidato de las bases que nunca han ocupado los cargos de dirección en el partido y casi siempre son excluidos de las candidaturas.

    Por el lado del tricolor son varios los apuntados y ya levantaron la mano Humberto Robles Pompa, mejor conocido como ‘El Buitre’; David Palafox, Rogelio Díaz Brown, Bulmaro Pacheco Moreno y Pascual Axel Soto, que está resultando la sorpresa y ha repuntado considerablemente a partir del acercamiento con la militancia organizada, liderazgos de organizaciones y en las colonias y municipios, así como varios ex gobernadores que le han manifestado su apoyo.

    De acuerdo con los reportes que se desprenden de ese cabildeo, todo parece indicar que el rival a vencer es Pascual Soto y solo falta que se cumplan los tiempos que marca su partido para que asuma la dirigencia.

    Desde luego, faltaría preguntar a otros contendientes su opinión al respecto, pero sobre todo, preguntarle a todos, tanto en el PRI como en el PAN, para qué quieren llegar a la dirigencia de sus respectivos partidos en un contexto que aparece tan complicado como el actual.

    Por cierto, Pascual estará próximamente en los micrófonos de la Red 93.3 por donde ya han pasado varios de ellos, para que responda a esa y otras preguntas. Ya les avisaremos con tiempo para que se avituallen de sodas y palomitas porque trae mucho qué decir sobre el tema.

    III

    Vitamina pura para el presidente de la República la concentración de ayer en el zócalo capitalino. No hay sorpresa en que lo haya llenado; sorprende en todo caso por qué no lo había hecho antes sabiendo, como se sabe, que ese es su mero mole; el ambiente que le fascina, el escenario que mejor domina, el foro que le inflama el ego.

    La multitud devota afianza la narrativa presidencial que machaconamente gira sobre las frases que se han convertido en mantras y siguen arrancando el aplauso del respetable pueblo bueno que se arremolina de nuevo en la plaza de armas para celebrar el tercer año de la asunción al poder de un presidente que vuelve a conseguir el objetivo: ser el centro de la opinión pública nacional.

    Y vaya que lo consiguió, como siempre. Unos para refrendar su profesión de fe transformadora y su devoción cuasi religiosa; otros para recordar el catálogo de promesas incumplidas y evidenciar el acarreo descarado que ya no es acarreo sino apoyo para transporte. Desde luego, para tildarlo de irresponsable por congregar multitudes en el inicio de la cuarta ola del Covid19 y el descubrimiento de una nueva variable del virus.

    Pero dígase lo que se diga, Andrés Manuel sigue siendo un fenómeno sociopolítico difícilmente equiparable a cualquier otro liderazgo en la historia moderna. Para regocijo de unos y derramamiento de bilis en otros.

    No hubo hallazgos novedosos en su discurso pero no los necesita. De hecho el éxito de su narrativa reside en buena medida en la reiteración de sus mantras. Y en la propaganda monumental, la escenografía abigarrada que lo coloca al centro del universo y se viraliza en todos los medios, agigantando su figura y empequeñeciendo cualquier otra cosa, oposición incluida.

    Al final, como en la canción de Serrat, volverá el pobre a su pobreza, el rico a su riqueza y el señor cura a su misa.

    México.

  • ESTE GOBIERNO JUEGA CON EL CORONAVIRUS

    ESTE GOBIERNO JUEGA CON EL CORONAVIRUS

    Rodrigo Sotelo @masmedio
    Con José Luis Alomía Zegarra, secretario de Salud estatal, está ocurriendo lo impensable: desear la dramatización de su antecesor Enrique Claussen Iberri, a la inacción casi negligente con que este gobierno se despreocupa del coronavirus.

    Si con el secretario de Claudia Pavlovich se cayó en un exagerado e inadecuado protagonismo, que se reflejaba en mensajes repetitivos y triviales; con Alomía cerraron el micrófono y apagaron las cámaras para decretar que la pandemia ya se había acabado.

    Aquí reprobamos que se infundiera el miedo desde la oficina del Secretario priista que se apasionaba contando muertos, pero ahora parece aún más impertinente que los oculten e instalen la política criminal de la secretaría de Salud federal.

    Ayer, en la mañanerita del gobernador Alfonso Durazo, el secretario Alomía tuvo oportunidad de demostrar su preparación y aprendizaje con el covid y optó por seguir manchando su prestigio como profesional de la medicina.

    Para alertar a los sonorenses de la inminente cuarta ola y la eventual llegada de la variante Ómicron, Alomía dedicó menos de tres minutos.

    “No es una variante más virulenta, más patogénica o que genere mayor enfermedad en relación a la información que tenemos hasta el momento… las medidas de prevención siguen siendo las mismas y por lo tanto hay que continuar aplicándolas”.

    Para que nos demos una idea de las prioridades, el titular del Crédito Educativo intervino (para asuntos de recaudación) en un par de ocasiones y consumió casi el doble de tiempo.

    Y para dimensionar el grado de irresponsabilidad o menosprecio por la salud de los sonorenses, el Secretario Alomía no se molestó – si quiera- en recordar cuáles siguen siendo las mismas medidas de prevención que debemos aplicar…

    La cuarta ola y la variante Ómicron no son un juego, aunque así se intente abordar por razones de necedad y afinidad ideológica.

    A nivel nacional, el subsecretario Hugo López Gatell ya estableció exactamente lo mismo que repitió Alomía sin reconocer errores y sin modificar la estrategia, es decir, que Ómicron no ha demostrado ser ni más virulenta, ni más transmisible, ni que cause enfermedad más grave.

    Ese es, precisamente, el hallazgo que se ambiciona evitar. ¿O se requiere otro medio millón de muertos para aprender que en salud pública no se escatima en prevención?

    Mejor vigilancia epidemiológica, mayor difusión, refuerzos en vacunas, detección temprana, rastreo, exigir pruebas viajeros que ingresan, cuarentenas y todo lo que sabemos funciona y que la Cuarta Transformación desestima, como el uso obligado del cubrebocas.

    Pero según vemos y puede demostrarse, es el mismo gobierno del estado en su conjunto quien permite y pone el mal ejemplo.

    En el mismo encuentro de ayer con el gobernador Alfonso Durazo, se permitió el ingreso de un chairodista que no llevaba crubrebocas y así se mantuvo la hora y quince que duró la conferencia.

    En un salón cerrado, en primera fila, en presencia del Secretario de Salud y a pesar de que el acceso a Palacio de Gobierno está restringido por motivo de la pandemia y que hay antecedentes de brotes en varias dependencias.

    Lo que se permitió no solo fue una falta de respeto para los demás asistentes, incluidos medios y demás funcionarios, representa un despropósito y un contrasentido al que ni López Obrador en la mañanera se ha atrevido.

    Por cierto, hoy sí estarán todos perfectamente coordinados y dispuestos, como nunca lo han estado para temas de interés colectivo, pero para aplaudirle al presidente por su tercer informe de gobierno.

    Ojalá no les vayan a partir la semana con otro ataque armado, con más ejecutados en Cajeme o con otro hackeo a algún Secretario (a), para que se pueda ir más tranquilo el góber a Palacio Nacional…

    ¿O no va a participar del jolgorio y se va a quedar a atender sus obligaciones como jefe del ejecutivo del estado?

  • DURAZO ASUME EL COSTO, LA BUENA EN MEDIO DEL CAOS

    DURAZO ASUME EL COSTO, LA BUENA EN MEDIO DEL CAOS

    Por Rodrigo Sotelo @masmedio

    Porque no todo es oscuro en este naciente gobierno estatal de Morena, es justo reconocer y valorar el sello diferenciador que imprime el gobernador Alfonso Durazo.

    En inseguridad pública, como en cada asunto de interés público, es Durazo quien se pone al frente y asume el costo sin aventar la bolita a lo federal y sin repartir culpas al pasado.

    Es cierto que tocar al presidente López Obrador con esta dificultad que los rebasa no es precisamente lo más esperado, como tampoco se antojaría decoroso viniendo de quien tenía la responsabilidad que estaría reclamando.

    Y aludir a las claras omisiones y sistemática despreocupación de Claudia Pavlovich, tampoco sería consistente con lo que Alfonso Durazo siempre dijo desde campaña: “no voy a patear el bote para que ahí se las arreglen como puedan más adelante en un futuro que nunca llega”.

    Su compromiso como candidato, que ahora ratifica en los hechos como gobernador, ha sido acabar con el silencio como respuesta y con impunidad como política en materia de seguridad pública.

    Cuando menos para lo primero, la crisis en Guaymas es el perfecto ejemplo de este cambio que, por cierto, entusiasma a la oposición y que no se ha medido qué saldo pueda dejarle al gobierno de Durazo.

    Con Guaymas ardiendo, la alcaldesa paniqueada y la secretaria María Dolores del Río pasmada, tuvo que ser el gobernador Alfonso Durazo quien saliera a poner la cara y dirigir lo que intentaron como respuesta a la agresión armada en Palacio de gobierno.

    En base a la experiencia y con una metodología acabada, el gobernador envió mensajes por redes, grabó videos y se trasladó a Guaymas para informar que se declaraban en sesión permanente con el objetivo de mantener presencia y dar seguimiento puntual a las investigaciones.

    Siempre reiteró la solidaridad con las familias de las víctimas y mantuvo su compromiso de llevar ante la justicia a los responsables del atentado donde murieron una joven activista y un agente municipal.

    Aunado a esto, se anunciaron cateos, detenciones menores y la llegada de más marinos y equipo de inteligencia para atender estos hechos de violencia en la zona.

    Por su parte, la secretaria Dolores del Río presentó el pasado domingo “avances” sobre el ataque en Guaymas, como entendieron el haber contactado a la joven lesionada y la identificación como limpiavidrios del sicario abatido.

    Lo anterior, con la promesa de que mantendrán acciones permanentes en Guaymas “hasta que concluyan las investigaciones y hasta que regrese la tranquilidad y la confianza”.

    La realidad es que, para lo fundamental, no se ha avanzado absolutamente nada. No se sabe –o no se dice- el motivo del atentado ni quiénes son los autores intelectuales. Si iban por el comisario, ¿por qué lo querían matar?

    Pero hoy rescatamos que hasta para los antagonistas políticos de Durazo, se emocionaron porque el gobierno por primera vez se hacía cargo solito del costo que genera la violencia.

    Sensación de extraña satisfacción que acompañaron en tiempo real del aprovechamiento de la tragedia con inmejorables argumentos.

    Podemos encontrar innumerables motivos para diferir y cuestionar esta nueva administración, pero se comparte que la única manera de optimizar los esfuerzos de coordinación con dependencias de alto nivel, es con el liderazgo del gobernador en turno.

    Lo que sostenemos que no se le puede regatear al gobernador Durazo y que podría ser la marca de este sexenio.

    Podrá decirse que no ha servido de mucho o no ha servido para nada, pero cuando menos se advierte un cambio de actitud y otro estilo de gobierno.

    Ahora, lo que se espera con urgencia es que se pase del gobierno que reacciona bien y transparenta a detalle, al que previene con inteligencia y resuelve con legalidad y sin impunidad.

    Así se generaría la tranquilidad y confianza que espera sentada la secretaria de Seguridad estatal.

    De poco sirve un gobierno cínico, se requiere uno que tenga como mayor atributo la eficiencia.

  • EL MINIMALISMO CONVENCE, PERO LA RIMBONBANCIA ARRASA

    EL MINIMALISMO CONVENCE, PERO LA RIMBONBANCIA ARRASA

    EL ZANCUDO | Por: Arturo Soto Munguía

    Se me encogió poquito el corazón ayer que vi una imagen del gobernador Alfonso Durazo entregando proyectos productivos para mujeres jefas de familia.

    Estos apoyos, por modestos que parezcan, resuelven problemas en las economías domésticas a partir del autoempleo y ayudan a paliar necesidades muy básicas de esas familias, generalmente estratificadas en la franja de la pobreza.

    Se me encogió poquito el corazón, digo, porque recordé que el gobernador solía ser muy crítico sobre el -llamémoslo así-, minimalismo gubernamental de su antecesora a quien aludía en tono no desprovisto de socarronería, como una gobernadora que se la pasaba cortando listones o entregando carritos de hotdogs y aseguraba que él no iba a hacer lo mismo.

    Como dato hay que apuntar que las dos o tres veces que el gobernador ha salido a presumir generación de empleos o instalación de grandes empresas, se trata de cifras correspondientes a la administración anterior y empresas instaladas en ese mismo periodo, pero esa es otra historia.

    Si nos atenemos al mantra cuatroteísta de que ‘gobernar no tiene ciencia’, se puede decir que copiar, menos. Así que la directora de Desarrollo Social en el estado, Wendy Briseño se copió el programa Soy Pilar creado en la administración pasada, le cambió de nombre y ayer juntó una buena cantidad de beneficiarias del renombrado programa para que el gobernador se luciera entregando esos apoyos.

    Claro que el minimalismo convence, pero la rimbombancia arrasa, de manera que ‘Soy Pilar’ se llama ahora “Las Jefas Autogestoras de la Transformación Social”, y en esa lógica los ‘carritos de hot dogs’ se llaman ‘Proyectos Gastronómicos’; las máquinas de coser “Manufactura”; los kits de peluquería son “Estética” y así.

    Para el magno evento se reunieron, además del gobernador, la propia Briseño; la coordinadora ejecutiva del Instituto Sonorense de las Mujeres, Mireya Scarone, la directora general de Programas Sociales de la Sedesson, Patricia Duarte Franco y una pequeña nube de funcionarias y funcionarios públicos de apoyo para entregar 41 proyectos productivos y sumar 83 en estos tres meses, de un total de 111 a entregarse en esta primera etapa.

    Ignoro cuántas etapas vaya a tener el programa, pero el hecho de que se hayan recibido mil 800 solicitudes da una idea de la cantidad de gente en lista de espera y de sus apremios económicos.

    Yo sí le creo al gobernador cuando dice que vienen grandes cosas para Sonora, con el presupuesto social más grande de la historia y las obras extraordinarias como la modernización del puerto de Guaymas, la construcción, modernización y ampliación de carreteras y caminos vecinales; la modernización de las aduanas, la mega planta fotovoltaica, entre otras. Y también celebraré cuando corte los listones respectivos, con el mismo entusiasmo que celebro la entrega de carritos de hot dogs, que por el momento ha tenido a bien gestionar la copiona secretaria de Desarrollo Social.

    Por lo pronto, es lo que hay. Y está bien, pero urge que se acabe este año y comience el siguiente para que la transformación de Sonora empiece a notarse.

    Cebolla finamente picada

    Me preguntaron ayer que si por qué no escribí nada sobre la rueda de prensa que al alimón la secretaria de Seguridad, María Dolores del Río; la fiscal estatal Claudia Indira Contreras y el delegado de la FGR, Francisco Sergio Méndez en torno a los avances en las investigaciones sobre los hechos violentos que derivaron en el asesinato de la activista feminista Marisol Cuadras, el agente municipal de Guaymas, Antelmo Gutiérrez y un limpiavidrios que cambió su botellita de agua con jabón por una .9 mm.

    Pues no escribí nada porque nada hubo. Es decir, me entusiasmé cuando hablaron de once cateos e igual número de detenciones, pero el gozo se fue al pozo cuando aclararon que no necesariamente los detenidos están involucrados en el atentado que tenía como objetivos a la alcaldesa de Guaymas, Karla Córdova y su comisario de seguridad, Andrés Humberto Cano Ahuir.

    Entiendo que por la gravedad de los hechos, les urgía salir a dar explicaciones, pero si van a hacerlo solo para informar que las investigaciones siguen, igual podrían evitarse la fatiga.

    Mientras tanto, los criminales no descansan y no hay día que pase sin que una o más personas sean asesinadas violentamente en Sonora.

    II

    Se enojó ayer el presidente de la República, pero no por el paro en el Centro de Investigación y Docencia Económica (CIDE) sino por el reportaje que publicaron varios medios de comunicación y que involucra a uno de sus hijos mayores de edad en presuntos negocios si no ilícitos, al menos cobijados por la sombra del presidencial apellido.

    A los estudiantes y profesores no pasó de tildarlos, era previsible, como parte de la mafia del poder intelectual que comandan Héctor Aguilar Camín y Enrique Krauze aunque éstos, a decir del profesor del CIDE Adrián Lajous, posiblemente nunca hayan puesto un pie en esa institución.

    El presidente cargó contra la revista Proceso, pero no es la primera vez que lo hace, lo que sí sorprendió fue la virulencia con la que anatematizó a la periodista Carmen Aristegui a quien desconoció de fea manera y lo más bajito que le dijo fue que era una conservadora que jamás ha apoyado las causas del pueblo que, por antonomasia son las causas del presidente.

    Si alguna periodista hay en México, comprometida con las causas democráticas es Carmen Aristegui. Desde sus trincheras, ella fue pieza clave en las luchas que terminaron llevando a Andrés Manuel a la presidencia. Los antiamlo aluden a ella como Chairistegui, lo cual es un indicador del lado en el que la ubican.

    Pero cometió el error de darle cabida al citado reportaje, surgido de una investigación en la que participaron varios medios y elaborado por Tania Gómez y Sergio Rincón, lo que desató la ira del presidente.

    Este episodio solo confirma el talante de López Obrador y sus consideraciones sobre lo que debe y no debe ser el periodismo.

    Si Aristegui es conservadora, ya podemos concluir que para el presidente el modelo a seguir, el icono del compromiso periodístico con la verdad y el ejercicio profesional y documentado, es Lord Molécula.

    Así las cosas.

  • EL ZANCUDO | PARO EN EL CIDE; OPOSICIÓN SIN RUMBO

    EL ZANCUDO | PARO EN EL CIDE; OPOSICIÓN SIN RUMBO

    Por: Arturo Soto Munguía
    Abrimos la semana con un paro y toma de instalaciones en el Centro de Investigación y Docencia Académica (CIDE).

    El tema es importante no por lo que representa su comunidad en términos numéricos (su población estudiantil apenas rebasa el medio millar), sino porque después del choque del presidente con la UNAM y el Conacyt, el CIDE encarna en estos días el desencuentro de una parte de la comunidad académica y científica del país con la visión que sobre la educación tiene y delinea el presidente.

    Desde su perspectiva, las universidades, centros de investigación e instituciones culturales fueron tomadas por los conservadores durante el periodo neoliberal para inocular en los jóvenes el peligroso virus del aspiracionismo pequeño burgués y despojándolas de su compromiso con el pueblo y la transformación que encabeza.

    Bajo esa premisa, lo primero que hizo el presidente a través de sus diputados en el Congreso federal fue materialmente ‘confiscar’ los fideicomisos, alimentados varios de ellos por recursos generados por las propias instituciones a partir de prestación de servicios, licencias de tecnologías, uso de patentes y convenios con otras instituciones públicas y empresas privadas.

    De allí se financiaban becas, proyectos de investigación, participación en foros internacionales, intercambios académicos y demás. Obvio, para el presidente todo eso no solo es innecesario, sino muy oneroso y es un pretexto para que los académicos le den vuelo a sus excesos lúdicos viajando por el mundo bebiendo vinos caros y exquisitas viandas.

    Pues eso se acabó. En la cuarta transformación no puede haber profes ricos con pueblo pobre, así que ‘matanga dijo la changa’ y se apropió de los fideicomisos destinando esos recursos para otros fines, señaladamente los que tienen que ver con el financiamiento de los programas del Bienestar.

    El caso del CIDE es peculiar además, porque en la campaña electoral de 2018 varios estudiantes hicieron viral un video en el que aparecían mostrando su credencial de la institución y adelantando su voto a favor de Andrés Manuel López Obrador.

    Tres años después se van al paro y tomarán las instalaciones porque además, recientemente fue removido por pérdida de confianza el director Alejandro Madrazo Lajous, nombrando como interino a José Antonio Romero Tellaeche. Esa decisión fue impugnada por una parte del alumnado y la planta docente, que iniciaron un movimiento reivindicando la libertad de cátedra y de expresión que, consideran se ven amenazadas. El movimiento tomó vuelo después de que la FGR acusó a 31 investigadores del Conacyt de delincuencia organizada.

    Como en otros temas, al presidente no le falta razón en algunas de sus afirmaciones. En la comunidad académica y científica se ha creado una élite dorada de funcionarios que ganan muy bien y viven mejor, aunque eso no significa que necesariamente sean partícipes de actos de corrupción.

    Tienen acceso a salarios muy altos si se les compara con la media nacional para un profesionista, además de becas, bonos, viáticos, ingresos extra por su trabajo en la iniciativa privada u otras instituciones y organizaciones internacionales. Mucho les ha costado llegar a esos niveles, años de estudio y trabajo especializado.

    Es difícil precisar cuántos han llegado ahí por su esfuerzo personal o familiar, y cuántos por la meritocracia y la lealtad a grupos de poder que ciertamente existen en todas esas instituciones. Pero antes de investigar a detalle, el sello de este gobierno es echarlos a todos y todas en el costal del conservadurismo neoliberal y agarrar corte parejo, cerrando además las vías del diálogo, que es lo que reclaman en este caso los estudiantes y profesores del CIDE.

    La protesta finalmente es focalizada y no parece tener por dónde desbordarse hacia apoyos en sectores populares. Al contrario, bastaría que el presidente mostrara durante una de sus mañaneras el cheque quincenal de algún ‘machuchón’ de la academia para demostrarle al pueblo bueno y pobre, que ese privilegiado puede llegar a ganar más de cien mil pesos mientras la gente se muere de hambre.

    La comunidad académica y científica sigue siendo en México un sector minoritario y en donde el presidente tiene muchos apoyos, especialmente entre aquellos y aquellas que por su trabajo, antigüedad y preparación tienen asegurados sus ingresos y pensiones holgadas o trabajo en la burocracia gubernamental ahora que están al frente.

    Quienes no entran en ese rango pueden protestar y movilizarse. No son por el momento una oposición que al presidente le quite el sueño, mucho menos si con aquello que les quita, alimenta a una gran base social a partir de sus programas sociales dirigidos a los más necesitados.

    Los niveles de aprobación que incluso los medios ‘conservadores’ reportan, indican que AMLO sigue gozando de grandes simpatías, aunque le urge refrendarlas porque eso es parte de su estilo personal y las necesidades de legitimación a la mitad de su mandato.

    Por eso este primero de diciembre está convocando a un informe de gobierno en el zócalo capitalino. Un encuentro masivo (la cuarta ola de la Covid19 y el descubrimiento de una nueva variable son irrelevantes) en el que vuelva a demostrar que tiene el apoyo popular y la oposición sigue moralmente derrotada, numéricamente diezmada y políticamente destanteada.

    Hasta hoy eso le ha funcionado y bien. En el próximo informe (ya reportan saturación de vuelos en Sonora y renta de camiones para trasladar simpatizantes al zócalo en Ciudad de México) seguramente veremos la reafirmación de esa narrativa que insiste en la descalificación del adversario, encarnado en esa minoría que se le opone por haberles quitado sus privilegios y porque quieren seguir robando.

    Estudiantes y maestros de la UNAM, Conacyt y ahora el CIDE habrán de entrar al costal de esa minoría que lo seguirá siendo, mientras el gobierno siga repartiendo a nombre del presidente cientos de miles de millones de pesos para alimentar una base social mucho más amplia.

    Y los cartones no parece que se vayan a emparejar al menos en el corto plazo. Mucho menos si la oposición sigue aturdida, reciclando liderazgos gastados y yendo a la zaga de la agenda que cotidianamente les marcan desde las mañaneras.

    Lo más reciente que hicieron fue crear el llamado Frente Cívico Nacional, que busca competir en las elecciones presidenciales de 2024 como una nueva alianza opositora.

    Pero sus integrantes fundadores son: Guadalupe Acosta Naranjo (PRD); Beatriz Pagés (PRI); Gustavo Madero (PAN); Fernando Belaunzarán (PAN), entre otros como Emilio Álvarez Icaza, Francisco Valdez Ugalde, Cecilia Soto y María Elena Morera.

    Con esa oposición que tuitea muy duro y hace memes bien cabrones pero cosecha pocos votos, el presidente puede seguir durmiendo tranquilo.

  • SALINAS, CÁRDENAS, LÓPEZ MATEOS Y EL PRI

    SALINAS, CÁRDENAS, LÓPEZ MATEOS Y EL PRI

    Por: Bulmaro Pacheco
    Ha dicho el presidente López Obrador que los priistas tienen la alternativa de decidirse “por Salinas” o por “López Mateos y Cárdenas”, en el proyecto presidencial de reforma que busca modificar los artículos 25, 27 y 28 constitucionales en materia de electricidad.

    Como Morena y sus aliados carecen de la mayoría calificada en el Congreso de la Unión -es decir, los votos necesarios en ambas cámaras para aprobar una reforma constitucional-, el presidente López Obrador ha desplegado una estrategia de flirteo político con el PRI, porque cuenta con los diputados y senadores que se necesitan para sacar adelante sus proyectos de reforma.

    Ahora resulta que a AMLO le conviene el PRI para justificar sus acciones, cuando por años se ha dedicado a atacar, perseguir y señalar al partido donde iniciara su militancia política.

    López Obrador abomina al PRI y a los priistas y los condena a cada rato, acusándolos de todo lo malo de México. Los ha tratado de borrar del mapa político al colonizar de morenistas todas las instancias del ejercicio del poder público federal. Y ahora, con todo y recursos públicos utilizados para hacer política, trata de borrarlos de los gobiernos estatales.

    Con el PAN, ni pensarlo. Al presidente no se le borran de la memoria los acontecimientos de la elección del 2006 y siente un odio profundo por los panistas. En cuanta oportunidad tiene, dice que “le robaron la elección” cuando ganó Felipe Calderón. Creyó que contratando a Germán Martínez y a Manuel Espino -dos ex dirigentes nacionales del PAN- podría generales fisuras; pero no, la relación del Ejecutivo con el PAN es muy mala y prácticamente inexistente y no creemos que vaya a mejorar el resto del sexenio.

    Con el PRD no tiene relación alguna el presidente, quizá por sus antecedentes allí o por lo ocurrido desde el Pacto por México en el gobierno de Peña Nieto. Se peleó con ellos y cuando fundó su propio partido (2014) se llevó a casi todo el perredismo a Morena.

    Con Dante Delgado, de Movimiento Ciudadano, a pesar de las alianzas y las candidaturas de años atrás, no ha existido relación política en lo que va del sexenio -ni del presidente o sus colaboradores-, solo reclamos, críticas directas e inconformidades mediante cartas del Senador y líder nunca atendidas. Dante se consolida en la dirigencia nacional de MC y quizá sorprenda con decisiones de cara a la elección de 2024.

    La abierta preferencia de AMLO por la jefa de gobierno de la Ciudad de México para la sucesión presidencial, abre un serio riesgo de ruptura en Morena -partido que ni siquiera ha sido tomado en cuenta para operar la decisión- que puede ser aprovechado por otros partidos. AMLO ya dijo que va a ser por encuesta la decisión sobre su sucesión y Monreal ya dijo que no está de acuerdo, en tanto Morena ha callado.

    La fuerza de Morena en el ramo legislativo depende básicamente de sus alianzas con el Partido del Trabajo, el Verde Ecologista y el PES, que representan 277 diputados federales y 75 senadores.

    PRI, PAN, PRD y Movimiento Ciudadano juntos acumulan 222 diputados federales y 48 senadores.

    En el Senado funciona una fracción parlamentaria independiente de cinco legisladores, encabezada por Germán Martínez, lo que incide en que el gobierno y sus aliados no cuenten con la mayoría calificada para aprobar reformas constitucionales a modo.

    El presidente provoca a los priistas cuando les dice que “si no le aprueban su reforma eléctrica, volverán a los tiempos de Salinas”, y que al aprobarla estarán en “sintonía con López Mateos o Lázaro Cárdenas”; un argumento maniqueista y de chantaje político, mas que de convicción. Quiere estimular inconformidades en el partido de sus orígenes y motivar a ese sector importante del PRI que simpatiza con la izquierda para que vote por sus proyectos.

    No son las mismas condiciones que enfrentó López Mateos cuando terminó de nacionalizar la industria eléctrica, el 27 de septiembre de 1960; ni las de Lázaro Cárdenas cuando fundó la Comisión Federal de Electricidad en agosto de 1937. En esos años una gran parte de la población del medio rural no contaba con acceso a la energía eléctrica y la atención se concentraba en las ciudades. A partir de las medidas de Cárdenas y López Mateos se aceleró la electrificación de hogares y comunidades en México.

    Las alternativas mencionadas por el presidente están muy lejos ya de la militancia del PRI, que ha vivido estos tres años bajo el fuego y la descalificación implacable de la llamada 4T y su principal dirigente, a pesar de que una buena parte de los cuadros principales de Morena se formaron en el PRI. La alternativa no es apoyar a Salinas o desconocer a los ex presidentes López Mateos o Cárdenas. La alternativa es regresión o avance, visión de futuro o estancamiento regresivo, ante la complejidad de transitar en un mundo muy diferente al que México se enfrentaba en 1937 y en 1960. Ahí se equivoca el Presidente.

    Los trabajos preparatorios de la XXIII Asamblea Nacional del PRI se han pronunciado en su mayoría, por la no aprobación de la reforma que propone el presidente. López Obrador, como militante del PRI que fue, sabe de la importancia histórica del partido, por eso y, a pesar de tantos cambios anunciados, se ha anclado en la posibilidad de dejar sucesor en el cargo, al más puro estilo de su partido de origen y contradiciendo su tesis de que “ya no son iguales a los de antes”.

    A la mitad de su gobierno, López Obrador busca al PRI para que le de votos en el Congreso y también coquetea y le ofrece cargos a los ex gobernadores -principalmente en política exterior-, (donde menos pericia y capacidades han mostrado los cuadros forjados por Morena).

    ¿Reconsideración histórica o reconocimiento a su ex partido? No. Se trata de pragmatismo puro requerido ya cuando se ha dado cuenta de que México es tan complejo, como para pretender gobernarlo con una sola fuerza y la política mexicana, más difícil ejerciéndola detrás del mostrador. Y es que a pesar de la presumida popularidad, el gas se le acaba y ve difícil terminar en paz su sexenio por lo que dicen los principales indicadores de su gobierno (economía, seguridad, educación, salud, etc.) y por los riesgos de fractura en Morena, por la inconformidad entre miembros de su gobierno por adelantar sus preferencias y sobre todo… por cerrar el proceso. De ese tamaño.

    bulmarop@gmail.com

  • PERDIERON EL PUDOR Y LES PERDIERON EL RESPETO

    PERDIERON EL PUDOR Y LES PERDIERON EL RESPETO

    Por Rodrigo Sotelo / Twitter: @masmedio

    Hoy nuestro compromiso social y periodístico, por insignificante que sea, nos obliga a cuestionar y revisar la inédita tragedia en el Palacio municipal de Guaymas.

    Los lamentos categóricos, las condenas y el envío de condolencias, se las dejaremos a nuestros políticos y gobernantes, siempre dispuestos a no perder la esperanza de dar con los responsables para llevarlos ante la justicia.

    Enfurece que hayan matado a una mujer más –y otras dos personas- que, irónicamente, se encontraba manifestándose pacíficamente en uno de los sitios que se piensan menos propensos a un ataque armado.

    Lo inaudito es que el crimen organizado ahora hasta tenga mejor entendimiento de los simbolismos y que aprovechara una concentración feminista para bañar de sangre la banqueta de las autoridades que tendrían que temer y eludir.

    En un amargo pronóstico, como si se requiriera mucha imaginación, hace más de un año –cuando López Obrador destapaba a Alfonso Durazo- publicamos que no presagiaba nada bueno el mensaje que se envía desde Palacio Nacional.

    Desde aquel momento decíamos que no era decoroso, ni racional, que el argumento del entonces aspirante a candidato fuera venir a atender el llamado de la militancia y no el de las víctimas y sus familias.

    Se había perdido el pudor, lo cual no era normal ni ejemplo de moralidad cuando Sonora se caía a balazos.

    Ya en el gobierno, comentamos aquí hace unos diez días, que pasaron a ya no sonrojarse al desglosar número de muertos, armamentos y antecedentes criminales de quienes integran los grupos que generan violencia.

    Pero ya con lo de ayer en Guaymas, podemos concluir que atestiguamos la escalada a una pérdida del respeto institucional.

    El caso Guaymas es un desafío que traspasa la tenue línea de la normalizada convivencia entre quienes tienen por negocio la inseguridad y quienes simulan combatirla. Hay un perímetro de tolerancia que nunca se había violado.

    Con la tragedia de Guaymas se rompieron todos los códigos, la delincuencia dejó desarmada y de rodillas a su contraparte.

    Ahora, el manual de reacción deberá incluir algo más que trasladar la mesa de seguridad, que la firma de otro pacto, que el anuncio de otro decreto.

    La secretaria María Dolores del Río, se tendrá que buscar otra palabrita que no sea “coordinación”, otra estrategia que no implique contratar más policías o la llegada de más guardias nacionales.

    Y lo que aterra y en gran medida explica, es que desde la Fiscalía se confirme que el blanco del ataque sea el comisario Andrés Humberto Cano Ahuir, ratificado por la nueva alcaldesa Karla Córdova.

    Esta negligencia criminal de la presidenta municipal, nos obliga a recordar el momento y los motivos de la llegada de este mando militar.

    Cano es producto de la idea de militarizar las policías de los municipios que concentran mayor incidencia delictiva. Y quien anunció el cambio de comisarios por militares con la promesa de traer experiencia y disciplina, fue el entonces secretario de seguridad y ahora gobernador del estado.

    ¿Ya podemos decir que no funcionó, que fracasaron o debemos esperar que mueran más inocentes?

    ¿O la prioridad tendría que ser, como lo posteó la insensible de Lorenia Valles, reconocer la respuesta rápida del gobernador, la secretaria María Dolores y las autoridades federales, “para dar con los responsables”?

    ¿Dónde está la oposición que hoy más que nunca se ocupa de contrapeso? ¿Ya se esteraría Lilly Téllez de lo que pasó en el estado que representa?

    Aunque tal vez debamos comprender, como dice la feminista a conveniencia de Wendy Briceño, que el deterioro de la paz social en Sonora lleva años escalando…

    Éstas ya se perdieron el respeto, pero a ellas mismas.