Categoría: Mundo

  • EXPLOSIÓN EN EL HOTEL SARATOGA DE LA HABANA: AUMENTA A 22 EL NÚMERO DE MUERTOS

    EXPLOSIÓN EN EL HOTEL SARATOGA DE LA HABANA: AUMENTA A 22 EL NÚMERO DE MUERTOS

    Las autoridades cubanas elevaron este viernes a 22 la cifra de muertos -entre ellos un niño y una embarazada- en la fuerte explosión en un hotel de lujo en el centro de La Habana.
     
    Un representante del Partido Comunista de Cuba (PCC, único legal) en La Habana informó al noticiero de la noche de la Televisión de Cuba (TVC) que en los últimos minutos se recuperaron cuatro cadáveres más, que se suman a los 18 fallecidos registrados hasta el momento.
     
    Las autoridades sanitarias, en conferencia de prensa, especificaron que entre los heridos adultos hay 18 graves y críticos, y que, entre los menores, hay tres críticos y dos graves.
     
    El ministro de Turismo, Juan Carlos García Granda, aseguró que entre los heridos no hay extranjeros. Sobre los fallecidos aún no han trascendido detalles.
     
    Ocho instituciones sanitarias de la capital han sido movilizadas para atender a los damnificados. Se han practicado 13 intervenciones quirúrgicas.
     
    El presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, que visitó el lugar poco después del siniestro, subrayó que se trató de un “lamentable accidente” y descartó totalmente que fuese una “bomba” o un “atentado”.
     
    El suceso se produjo minutos antes de las 11 de la mañana, cuando un camión cisterna de gas licuado servía un depósito del hotel. La tesis más probable es que la explosión se debiese a un escape.
     
    La explosión hizo que colapsase una sección del edificio -de siete alturas- y que se desprendiese la fachada de los tres primeros pisos, provocando una lluvia de toneladas de escombro sobre la acera. El camión cisterna quedó parcialmente sepultado.
     
    La explosión provocó una gran columna de humo blanco, que fue visible en gran parte de la capital.
     
    Al lugar de los hechos acudieron rápidamente bomberos, agentes de policía y equipos de emergencias, que trasladaron a los afectados a varios centros hospitalarios cercanos. Un colegio cercano fue evacuado.
     
    Un grupo de especialistas comenzó entonces a desescombrar la zona en busca de posibles víctimas atrapadas en el edificio, tareas que se prolongaron hasta la noche.
     
    De forma paralela se levantó con una grúa y entre grandes precauciones el camión cisterna accidentado, que tenía aún gas licuado altamente inflamable en su interior, y se depositó en un camión de grandes dimensiones para su traslado.
     
    En los próximos días se tendrá que realizar una inspección técnica al edificio, para decidir si puede restaurarse o los daños estructurales aconsejan su derribo.
     
    El ministro de Construcción, René Mesa Villafaña, indicó en el noticiero de la noche que parece que el edificio “es recuperable”, pero que es preciso hacer un análisis técnico.
     
    El Saratoga se encuentra en un edificio de estilo neoclásico construido en 1880 y que desde 1911 funciona como un hotel. Su última restauración tuvo lugar en 2005, según medios oficiales.
     
    Con cinco estrellas, el hotel es considerado uno de los más lujosos de la ciudad. El establecimiento se encuentra en pleno Paseo del Prado, una de las principales avenidas de la Habana Vieja, en el centro histórico de la capital cubana.
  • RUSIA ANUNCIA OPERACIÓN MILITAR EN UCRANIA

    RUSIA ANUNCIA OPERACIÓN MILITAR EN UCRANIA

    El presidente de Rusia, Vladimir Putin, exigió la “desmilitarización” de Ucrania en declaraciones televisadas, momentos después de anunciar una operación militar en la región de Donbás en el este de Ucrania.

    “Las circunstancias exigen que tomemos medidas decisivas e inmediatas”, dijo Putin, según una transcripción de RIA-Novosti. “Las Repúblicas Populares de Donbás se dirigieron a Rusia con una petición de ayuda. En este sentido, de acuerdo con el Artículo 51, sección 7 de la Carta de las Naciones Unidas, con la autorización del Consejo de la Federación y en cumplimiento de los tratados de amistad ratificados por la Asamblea Federal, y la asistencia mutua con las DPR y LPR [Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk], he decidido llevar a cabo una operación militar especial”.

    Las declaraciones de Putin se produjeron a medida que aumentaba la preocupación por una inminente invasión rusa a gran escala. El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky dijo en un emotivo discurso a primera hora del jueves que los dirigentes rusos habían aprobado una acción militar en Ucrania y prometió que el país se defendería.

    BIDEN CONDENA EL ATAQUE
    El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, condenó un “ataque no provocado e injustificado de las fuerzas militares rusas” en un comunicado este miércoles por la noche luego de las explosiones en Ucrania.

    “El presidente Putin ha elegido una guerra premeditada que traerá una pérdida catastrófica de vidas y sufrimiento humano”, dijo Biden. “Solo Rusia es responsable de la muerte y destrucción que traerá este ataque, y Estados Unidos y sus aliados y socios responderán de manera unida y decisiva. El mundo exigirá responsabilidades a Rusia”.

    Poco antes de que comenzaran las explosiones en Ucrania, el presidente ruso Vladimir Putin pidió la “desmilitarización” de Ucrania en declaraciones televisadas anunciando una operación militar.

    Biden dijo que planeaba hablar con el pueblo estadounidense el jueves y anunciaría “más consecuencias” que Estados Unidos y sus aliados planeaban imponer a Rusia por “este acto innecesario de agresión contra Ucrania y la paz y la seguridad mundiales”.

  • OFICIALIZA EE. UU. APERTURA FRONTERIZA TERRESTRE A VIAJES NO ESENCIALES

    OFICIALIZA EE. UU. APERTURA FRONTERIZA TERRESTRE A VIAJES NO ESENCIALES

    El Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos confirmó que, a partir de este 8 de noviembre, se abrirá la frontera terrestre a quienes deseen ingresar a ese país en viajes no esenciales, es decir, de turismo.

    A través de un comunicado difundido este viernes, la dependencia indicó que las personas no vacunadas deberán someterse, obligatoriamente, a dos criterios, uno, la presentación de su certificado de vacunación y el segundo, declarar verbalmente el motivo del viaje.

    Indicó que a partir del lunes 8 de noviembre de 2021 entrarán en vigencia los nuevos requisitos para los viajeros que ingresen a los Estados Unidos por los puertos de entrada (POE) terrestres y en las terminales de ferry.

    “Los viajeros deben estimar tiempos de espera más largos de lo normal y largas filas en los cruces fronterizos terrestres de los Estados Unidos al planificar su viaje y se les recuerda que tengan paciencia”, indicó.

    Por el momento, solo las personas que viajen a pie, autobús, auto o ferry por motivos no esenciales a los Estados Unidos deberán presentar ambos requisitos.

    Será en enero de 2022 cuando todas las personas que crucen la frontera terrestre deberán presentar su comprobante de vacunación, incluyendo aquellas que se trasladen por motivos esenciales.

    Se trata de la primera vez, desde marzo de 2020, que los viajeros no ciudadanos podrán ingresar a los Estados Unidos a través de una frontera terrestre o una terminal de ferry por una razón no esencial, tras las restricciones impuestas por la pandemia de COVID-19.

    La Casa Blanca suspendió la entrada a extranjeros a su territorio para evitar la propagación de los contagios del virus.

    A medida que continuaba la pandemia de COVID-19, se mantuvieron en vigor las restricciones y requisitos para los viajes al extranjero, mismas que se reducirán en días próximos.

  • EE. UU. Y EL MUNDO 20 AÑOS DESPUÉS DEL 9-11

    EE. UU. Y EL MUNDO 20 AÑOS DESPUÉS DEL 9-11

    Han pasado 20 años desde los atentados contra las Torres Gemelas y el Pentágono. Algunas de las preguntas principales de analistas y observadores en estos días son de qué manera ha cambiado el sistema internacional en las últimas dos décadas y cómo se ha visto afectada la política exterior de Estados Unidos.

    Aunque los intereses nacionales de un país no suelen variar en tan solo dos décadas, es indudable que algo ha cambiado en el comportamiento internacional de Estados Unidos. Las razones han de encontrarse, sobre todo, en una serie de sucesos que han tenido lugar en el sistema internacional.

    En una época de relativo éxito de las opciones populistas, es bastante natural relacionar el comportamiento de Estados Unidos con su situación política interna. Muchos análisis científicos y periodísticos han descrito en detalle la presunta regresión democrática que estaría caracterizando la política nacional estadounidense.

    Para explicar la actitud aislacionista y nacionalista de Estados Unidos en los últimos años se suele mencionar la prevalencia de la política identitaria, el abuso de las cuestiones divisivas y polarizadoras (wedge issues), el uso desproporcionado de la propaganda (y de las falsedades) en las redes sociales, el ascenso de líderes autoritarios y demagógicos, el choque entre extremistas y defensores del statu quo y la consecuente incapacidad de los dos mayores partidos, republicanos y demócratas, para consensuar reformas sensatas frente a problemas de interés nacional.

    Sin embargo, hay una tendencia a exagerar el impacto de tales factores nacionales y no siempre se han tenido en debida cuenta los factores internacionales, menos atractivos desde el punto de vista mediático, pero de gran influencia a la hora de determinar la posición internacional de un país.

    Las transformaciones se aceleraron
    Los atentados del 11 de septiembre no hicieron más que acelerar el impacto de algunas de las grandes transformaciones internacionales que comenzaron con el fin de la Guerra Fría. En primer lugar, la desaparición de la Unión Soviética fue ciertamente una buena noticia desde el punto de vista del avance de los valores democráticos. Sin embargo, para los países de la OTAN supuso la desaparición de una amenaza clara y fácilmente identificable que había permitido la definición de objetivos comunes.

    Hoy en día, las amenazas son más difusas, más difíciles de identificar en un estado o un territorio concreto. Su impacto puede variar mucho, lo cual cambia su manera de ser percibidas y el tipo de alarma que provocan. El ejemplo más evidente se dio con la intervención estadounidense en Irak en 2003, que reflejaba la existencia de enfoques diferentes entre europeos y estadounidenses sobre cómo combatir el terrorismo. Frente a este tipo de amenazas, es más difícil llegar a acuerdos, incluso entre aliados.

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    En segundo lugar, el fin de la Guerra Fría intensificó un proceso de globalización que, después de una primera fase, en los años noventa, de grandes promesas de bienestar para todos, empezó a mostrar su cara menos agradable.

    La libre circulación de bienes, personas y capitales no significaba solo oportunidades, sino también riesgos, por ejemplo, unas nuevas desigualdades, evidentes con la crisis de 2008, o unos nuevos desafíos en materia de acogida e integración de personas, evidentes con las frecuentes crisis migratorias.

    Populismo y globalización
    La globalización ha supuesto la aparición de nuevas inseguridades que favorecen la huida de muchos electores de los partidos centristas hacia soluciones más extremas y demagógicas. En este sentido, son varios los analistas que explican el populismo como una consecuencia y una reacción contra la globalización. No casualmente, desde el punto de vista internacional, el populismo se acompaña, a menudo, con un mensaje aislacionista y nacionalista, presentado como el único antídoto en un entorno internacional inseguro.

    Por estas razones, cuando se analiza el aislacionismo de Estados Unidos en estos últimos tiempos no se puede recurrir solo a explicaciones nacionales. Como argumentó Peter Gourevitch hace más de 40 años, la distribución internacional del poder político y económico puede tener efectos decisivos en la política interna de un país, incluso cuando se trata de una superpotencia como Estados Unidos.

    Las presiones económicas y militares globales reducen el abanico de las opciones a disposición de un líder político. Es muy probable que en los próximos años la tendencia de Estados Unidos a enfocarse más en sus intereses nacionales continuará, sea quien sea el presidente o el partido en el poder. Es la consecuencia de un nuevo entorno multipolar, en el que varias potencias compiten entre sí, mientras que ninguna de ellas tiene la suficiente influencia política y económica para imponer las decisiones a las demás o para garantizar la seguridad internacional.

    El liderazgo de Estados Unidos se tambalea
    Es verdad que el sistema de relaciones internacionales que Estados Unidos construyó después de la Segunda Guerra Mundial para proporcionar seguridad a sus aliados y para contener a sus rivales sigue vigente, por ejemplo, en organizaciones internacionales como la ONU o la OTAN.

    Sin embargo, es también cierto que la redistribución de poder a nivel internacional dificulta la posibilidad de que Estados Unidos siga jugando el papel de líder del sistema. Por un lado, escasean los recursos para poder hacerlo, por ejemplo, en Afganistán, mientras que, por el otro, su legitimidad se tambalea frente a potencias que exigen un papel protagónico.

    Esto no significa que el orden internacional liberal esté destinado a desaparecer a corto plazo, y con ello las relaciones transatlánticas, el libre comercio o los valores democráticos. Cambios de esta envergadura pueden requerir mucho tiempo.

    Lo que sí es cierto es que tanto sus aliados como sus adversarios tienen que prepararse para un mundo en el que Estados Unidos se dedicará cada vez más a sus intereses nacionales de una manera que podrá resultar, a veces, insolidaria y agresiva. Esto no será simplemente la consecuencia de un líder u otro, sino el efecto de unas transformaciones globales difíciles de parar.