Por Arturo Soto Munguía
El espíritu navideño invadió la actividad gubernamental y ayer se realizaron varios eventos inspirados en el sentimiento y el compromiso de paliar las necesidades más apremiantes de miles de familias sonorenses que en estas fechas sufren las inclemencias de la temporada invernal; de la pobreza y el hambre.
Cual Santa Claus del Bienestar, el gobernador Alfonso Durazo Montaño dio el banderazo de salida al Operativo Navideño 2022 que dispersará por todo el estado una serie de apoyos consistentes en dos mil 600 chamarras, 25 mil 200 cobijas, ocho mil colchonetas, 31 mil despensas, 57 mil bolsas de dulces, 29 mil juguetes, tres mil 728 cenas navideñas, dos mil 500 pares de calzado, 450 bicicletas y piñatas, todo con una inversión de 22 millones de pesos.
Esto se suma a los 196 millones de pesos correspondientes al último bimestre del año en el rubro de pensiones y otros programas sociales que alcanzarán a 64 mil personas en todos los municipios.
Estos apoyos, sostuvo el gobernador en un acto en el que estuvo acompañado de buena parte de su gabinete, fueron posibles gracias a las políticas de combate a la corrupción, ahorros y reorientación del gasto público, así como el trabajo que llevaron a cabo cada una de las dependencias estatales para recolectar los apoyos antes citados.
“Vayan pues -dijo a sus funcionarios- con ánimo y convicción a cumplir con esta encomienda. Lleven lo más necesario a quienes más lo requieren. Cumplan con la virtud suprema del quehacer público, que es hacer del gobierno un instrumento de servicio a los demás”.
Más tarde se trasladó al Poblado Miguel Alemán en la costa de Hermosillo para entregar las escrituras que acreditan la legítima propiedad de terrenos ocupados por 590 beneficiarios, lo que les dará certeza jurídica sobre sus patrimonios.
Firmó además un convenio de colaboración con el Instituto Nacional de Desarrollo Sustentable, para gestionar la regularización de suelo en diferentes usos y modalidades en beneficio de tres mil sonorenses.
Como dato al margen, en ambos eventos se le dio voz al jefe de la Oficina del Ejecutivo, Adolfo Salazar Razo, que últimamente se anda placeando mucho. No vaya a ser que en una de esas el espíritu navideño del gobernador lo alcance a la hora del reparto de candidaturas. Digo…
Otro que no se quiso quedar atrás y también anduvo encarnando a Papá Noé fue el alcalde de Hermosillo, Antonio Astiazarán, quien entregó su fondo de retiro a jubilados y pensionados del ayuntamiento, a quienes agradeció todo el esfuerzo que pusieron durante muchos años de trabajo en áreas como Oficialía Mayor, Seguridad Pública, CIDUE, entre otras.
Más tarde acudió al Centro Galilea, donde acompañado de su esposa Patty Ruibal convivieron con las mujeres y hombres en situación de vulnerabilidad extrema, que ocupan ese espacio, acogidos a un programa de intervención que les procura condiciones dignas de integración a su comunidad.
II
Donde tampoco cesa la repartidera, pero de plomo, es en el convulsionado puerto de Guaymas donde ayer un comando armado acribilló a un hombre dejándolo mal herido; persiguió a un vehículo en el que viajaban varias personas, abriendo fuego contra ellos y matando a dos, dejando además tres personas lesionadas de bala, entre ellas una mujer y una niña de cinco años.
En el lugar, a las afueras de un Oxxo quedaron varios vehículos dañados y empleados y transeúntes con crisis nerviosas, según los reportes.
Los hechos al filo de las cuatro de la tarde en el sector sur de la ciudad y, tras los reportes al 911 arribaron las fuerzas policiacas para enterarse con sorpresa y estupefacción, que el grupo armado ya se había dado a la fuga con rumbo desconocido sin que hasta el momento de redactar esta nota se conozca su paradero.
Eso sí, los peritos de la Fiscalía estatal se encargaron de los procedimientos protocolarios, acordonando el área, levantando casquillos y ordenar el traslado de los cuerpos al Servicio Médico Forense.
La balacera desató nuevamente el terror en el puerto, donde la metralla no ha dejado de sonar desde hace meses y el ulular de las sirenas policiacas diariamente ponen a rezar a los ciudadanos encomendándose a todos los santos, porque de la autoridad no se puede esperar mucho.
De hecho, más temprano rugió la metralla en Empalme, a unos cuantos kilómetros al sur de Guaymas, donde un hombre fue abatido en un Oxxo sin que los agresores fueran identificados, mucho menos capturados.
La región Guaymas-Empalme sigue aportando su cuota diaria de ejecuciones, tiroteos y su dosis de pánico entre una ciudadanía presa de la zozobra.
Por cierto, aprovechamos para mandar un abrazo fraternal a los colegas José y Alejandro Ramírez por el fallecimiento, después de complicaciones en su salud, de su señor padre, Juan Ramírez Cisneros, una verdadera institución en el mundo del periodismo, la historia y la crónica del puerto. Abrazo extensivo a toda su familia. Descanse en paz.
III
Definitivamente descabelladas las afirmaciones que sostienen, o al menos sugieren que el atentado contra el periodista Ciro Gómez Leyva fue ordenado desde Palacio Nacional. No, el presidente podrá ser objeto de muchos cuestionamientos pero no es un hombre que suela dispararse a sí mismo, considerando que si el ataque hubiera sido fatal, la principal víctima colateral sería él mismo.
Pero en su mañanera de ayer el presidente volvió a cargar contra Ciro y contra otros comunicadores a quienes definió como ‘voceros del conservadurismo’ y prácticamente los consideró, junto al INE, parte del fraude electoral de 2006, poniendo especial énfasis en sus ingresos, eventualmente millonarios.
‘Si yo les contara todo lo que han hecho este grupo de voceros del conservadurismo, que ganan hasta un millón de pesos y ni que fueran tan inteligentes; son una élite que tienen una misión, de proteger intereses’, dijo, palabras más, palabras menos para aludir a ese grupo en el que incluyó a Joaquín López Dóriga, al propio Ciro, a Denise Maerker, a Claudio X. González, a Carlos Loret y a Jorge Ramos.
Es posible que al presidente no le falte razón en lo que afirma, pero ubicar abiertamente a esos periodistas en la lista de sus adversarios cuando aún resuena el eco de las balas, en medio de una fuertísima campaña para afianzar la idea de que se trató de un auto-atentado orquestado por sus enemigos políticos no abona a la atemperación de la conversación pública y antes bien, atiza la hoguera de la confrontación en un país donde ya suman casi 140 mil muertos por la violencia, y donde van 11 periodistas asesinados en este año y al menos 32 en los cuatro años de su gobierno.
Si uno se asoma a las redes sociales puede constatar, no sin tristeza, la cantidad de cuentas dispersando odio y enconos, insultos y festinaciones y hasta lamentaciones porque a Ciro no lo mataron.
Obvio, ningún llamado a la mesura tendrá acuse de recibo en Palacio Nacional, lamentablemente.