Por Arturo Soto Munguía
Tres grandes proyectos colocan a Sonora a la vanguardia en materia de energías renovables: la planta solar de Puerto Peñasco, el enorme yacimiento de litio en Bacadéhuachi y la instalación de una planta de licuefacción de gas en Guaymas.
Esos temas fueron parte de la agenda que el presidente de la República y el enviado especial del gobierno norteamericano para temas del cambio climático, John Kerry abordaron en el encuentro sostenido el pasado fin de semana en Hermosillo, en una reunión donde participaron le gobernador del estado Alfonso Durazo y el canciller Marcelo Ebrard encabezando al equipo que acompañó a López Obrador en esta reunión.
Con frecuencia suele cuestionarse al presidente mexicano sobre su presunta falta de vocación por los temas ambientales, sobre todo por su gran apuesta a la refinería de Dos Bocas en Tabasco, el gran apoyo a la producción y uso de carbón para el funcionamiento de plantas generadoras de la CFE y hasta el tren Maya, que funcionará con diésel.
Lo cierto es que en su agenda sí hay proyectos comprometidos con las energías limpias y para muestra estos tres que se desarrollan en Sonora. Pero además, de acuerdo con lo que se informó en el citado encuentro, el plan del gobierno federal en la materia contempla la construcción de cinco parque fotovoltaicos, la producción de baterías de litio, el aumento de plantas hidroeléctricas y eólicas.
Y lo más relevante es que tres de los más grandes proyectos se están materializando en Sonora, lo que además del cuidado del medio ambiente que representan, tendrá un impacto económico positivo en la entidad.
Por supuesto que quien no perdió la oportunidad de sostener un encuentro con Kerry fue el alcalde de Hermosillo, Antonio Astiazarán Gutiérrez, que no es un improvisado en el tema de las energías limpias, pues tiene muchos años trabajando esa agenda desde la Asociación Civil Energía Sonora.
Como alcalde, también le ha dado una perspectiva ambientalista al ejercicio de gobierno sumando varias acciones en favor del medio ambiente, siendo la más relevante la adquisición de 220 patrullas eléctricas que viene a fortalecer las tareas de seguridad pública pero a la vez permiten el ahorro de millones de pesos en combustibles y refacciones, y lo más importante: no contaminan.
Uno de los temas que abordó el alcalde con el enviado de la Casa Blanca para los temas del Cambio Climático fue la realización del Foro Mundial de Energía Solar, que convocará a especialistas de la industria energética, tomadores de decisiones y expertos en eficiencia de la energía y fuentes renovables.
II
Por cierto, se hizo un pequeño escándalo la noche de la reunión AMLO-Kerry, pues no se difundieron imágenes de ese encuentro, y en las que fueron publicitadas no aparecía el presidente.
La presunta ausencia generó un alud de preguntas, especulaciones, versiones no confirmadas y leyendas urbanas atizadas por el contexto de las revelaciones de Guacamaya a propósito de la salud de López Obrador, que incluyen información de la Sedena que da cuenta de una agenda presidencial casi circunscrita a las mañaneras.
Lo cierto es que al siguiente día se publicó una foto (una foto) de la famosa reunión y en ella aparece el presidente, el gobernador, John Kerry y otros miembros de sus equipos.
Y para ese entonces, ya el presidente estaba en territorio yaqui firmando el decreto para la restitución de más de 29 mil hectáreas a la etnia, y luego viajó a Navojoa para la puesta en marcha del programa IMSS-Bienestar, y la verdad, se veía saludable. De hecho, AMLO llegó a Sonora procedente de Baja California Sur donde tuvo varios eventos. Y de Navojoa se fue a Badiraguato, Sinaloa.
O sea, para tener tantos achaques como se le atribuyen, anda cumpliendo una agenda muy cargada.
Esta es la quinta ocasión que el presidente visita el que quizás sea el referente más emblemático del narcotráfico en México, la cuna de El Chapo Guzmán y otros iconos del crimen organizado nacional. La visita a Badiraguato no tuvo cobertura de prensa. La anterior ocasión en que estuvo allí, el camión en que viajaba la prensa fue interceptado por un retén de hombres armados, aunque el presidente desestimó el episodio diciendo “no pasa nada, no pasó nada”.
Como broma del ‘timing’, la semana previa a este viaje, el excomisionado de Seguridad Pública, Manuel Espino Barrientos incendió las redes cuando reveló que había hecho al secretario de Gobernación una propuesta para pactar con algunos grupos de la delincuencia organizada para pacificar el país. Incluso, dijo, esa propuesta se la hizo llegar a varios grupos criminales pero solo le respondieron dos de ellos, aunque no precisó cuáles.
III
Y ya que andamos por los escabrosos terrenos de la nota roja, el fin de semana que estuvo el presidente en Sonora fue uno de los más violentos en lo que va del año. Hubo balaceras en Guaymas y Empalme; muertos, heridos y una patrullas de la Policía Municipal porteña incendiada; bloqueos carreteros y ponchallantas en las calles.
La Fiscalía estatal atribuyó estos hechos a una reacción del crimen organizado por la captura de dos hombres que el sábado tirotearon a otro sujeto.
En Cajeme apareció un cuerpo humano desmembrado en céntrica zona de la ciudad.
Todavía el domingo, una mujer fue asesinada a balazos en la colonia Las Palmas, de Guaymas, en una vivienda que era utilizada como ´tiradero’ de drogas. También asesinaron a un hombre en la colonia Miguel Hidalgo del mismo puerto, y uno más resultó lesionado de bala. Tan solo el domingo dejó un saldo de tres muertes y un herido en Guaymas.
Andan sueltos los demonios.