Por Arturo Soto Munguía
Algo de masoquismo hay entre los panistas sonorenses, que ayer aplaudieron a rabiar la presencia del exgobernador Guillermo Padrés en la asamblea donde se renovó el Consejo Estatal y se eligieron candidatos al Consejo Nacional.
Si bien Padrés Elías supo capitalizar la coyuntura política de un PRI quebrado por la imposición de Alfonso Elías como candidato de Eduardo Bours a la gubernatura y sumar liderazgos en Acción Nacional que permitieron romper la hegemonía histórica del tricolor para dar paso a la primera alternancia en Sonora, también es cierto que su gobierno fue un desastre de corruptelas y un fabricante de millonarios express, al grado de que seis años después fueron vapuleados en las urnas por el mismo PRI.
Si a alguien hay que endosarle el fracaso del PAN y su reducción a la mínima expresión es a Guillermo Padrés Elías y sus secuaces. No es una exageración: el propio Gildardo Real, hoy dirigente estatal de ese partido reconoció en el proceso electoral del año pasado, que si el blanquiazul no se aliaba con el PRI corría el riesgo de perder el registro como partido. De ese tamaño fue el declive.
Y sin embargo, los asistentes a la asamblea estatal se pusieron de pie para aplaudirlo, aunque en el boletín institucional el exgobernador no tuvo ni una mención que registrara su presencia.
En el evento, el dirigente estatal Gildardo Real sostuvo que el PAN es la única alternativa seria y fuerte para hacerle un frente a Morena, aunque bien a bien no se sabe si en su estrategia incluya la táctica de acabar con el enemigo desde adentro, porque varios connotados panistas (padrecistas, por cierto) ya están en la nómina del actual gobierno estatal y los municipales de Morena, y otros se andan arrimando a la sombra del duracismo, operando subrepticia, aunque no gratuitamente para su gobierno.
Por cierto, una de las tareas del nuevo Consejo Estatal será definir la política de alianzas del blanquiazul, un tema relevante porque al interior de ese partido, donde hay corrientes importantes que consideran un fracaso la alianza con el PRI y el PRD en 2021, y empujan para no repetir ese ejercicio. Ya se verá cuál es la decisión que finalmente toman.
Y también se verá si la reaparición de Guillermo Padrés les suma o les resta. Es decir, claramente les sumará en términos de dinero y de cohesión de la nomenklatura, donde el exgobernador sigue siendo el líder indiscutible, pero quién sabe si eso se traduzca en consensos hacia afuera, donde el PAN ha perdido cientos de miles de votos. Y en esa debacle, mucho tuvo que ver Padrés y los padrecistas.
II
Apenas en noviembre pasado, Marco Antonio Andrade me buscó para obsequiarme un libro. Yo no tenía idea de que quizás en esos días ya estaba afectado por una enfermedad terminal, que finalmente acabó con su vida ayer domingo.
A Marco Antonio lo conocí en la Universidad de Sonora en aquellos días de amor y de guerra cuando comenzaban a soplar los vientos de cambio en el país. 1987-88 como referencia imprescindible para entender la transición en México.
Estudiante de derecho, brillante orador, alumno aventajado y muy participativo políticamente, como suele ser la gente de Cananea. Destacó pronto como profesional y diez años después ya firmaba como director Jurídico del Congreso del Estado, donde solía presumir lo que llamaba sus poemas jurídicos, textos muy bien soportados en la ciencia del Derecho que los convertían en irrebatibles.
Fue el autor de toda la parte jurídica en que se apoyaron los diputados para revocarle el mandato a Sara Valle Dessens en su primer mandato como alcaldesa de Guaymas.
Su sagacidad lo hizo redactar una iniciativa para lograr que los diputados de la LV legislatura (1997-2000) incrementaran sus dietas, algo que solo se permitía a condición de que dicho incremento aplicara para la siguiente legislatura. No sé cómo lo hizo, pero documentó y argumentó de tal forma su propuesta, que encontró el resquicio por el cual hacerla pasar sin violentar la ley vigente.
También fue director Jurídico y secretario Ejecutivo del Consejo Estatal Electoral, consultor de la Fiscalía Estatal Anticorrupción, y últimamente firmaba como asesor y representante legal de varias empresas mineras nacionales y extranjeras.
Su muerte me tomó por sorpresa. En mi escritorio tengo el libro De la estupidez a la locura. Crónicas para el futuro que nos espera, de Umberto Eco, con una dedicatoria inmerecida para este tundeteclas.
Y como las malas noticias no vienen solas, días antes nos enteramos del fallecimiento de otro viejo conocido, pero éste del otro lado de la geometría política. Andrade militó siempre en la izquierda, desde el PSUM hasta el PRD; Martín Lugo Félix lo hizo siempre en el PRI. Tampoco pudo superar un cáncer y también se fue, dejando a familiares y amigos llenos de pesar.
A Martín también lo conocí desde aquellos años, cuando era dirigente del Frente Juvenil Revolucionario, y pese a las diferencias políticas siempre fue alguien con quien se podía conversar y convivir.
Descansen en paz ambos buenos camaradas.
III
El alcalde Antonio Astiazarán se dio tiempo para asistir a la asamblea estatal del PAN, y él sí mereció una mención en el comunicado oficial.
El Toñito es hoy por hoy, el activo más valioso de ese partido, aunque como candidato de la alianza, la mayor parte de sus votos haya provenido del PRI. Como alcalde de la capital del estado ha sacado la chamba destacando sobre todos los alcaldes y alcaldesas del resto de los municipios.
El mayor problema que enfrenta en estos momentos es el del desastre que las lluvias provocaron en las vialidades de Hermosillo, pero no se ha tirado al piso como otros alcaldes, esperando que desde el estado o la federación les apoyen en ese tema. De hecho, es quien más recursos ha destinado para remediar un asunto que requiere miles de millones de pesos.
De hecho acaba de anunciar la intensificación de los trabajos con 27 cuadrillas que tienen como objetivo tapar 300 mil baches para fin de año.
Lo cierto también es que el alcalde se ha anotado varios éxitos en su gestión, acaso uno de los más relevantes es la adquisición de 220 patrullas eléctricas para fortalecer la seguridad pública -un rubro en el que Hermosillo, pese a ser la ciudad más poblada del estado, ha mantenido niveles aceptables- y ese programa ya está siendo considerado por otros alcaldes, como Javier Lamarque, de Cajeme, para implementarlo en sus municipios.
De hecho, este programa será expuesto en el Taller Nacional de Movilidad Eléctrica con Municipalidades 2022, que se llevará a cabo en Nicaragua, como parte del proyecto “Avanzando hacia la electrificación con un enfoque regional”, del programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente.