Por Arturo Soto Munguía
Suceda lo que suceda en el accidentado proceso para renovar la dirigencia del PRI en Sonora, Onésimo Aguilera ya pasará a la historia quizás como el más efímero en la historia de ese partido, con solo 36 días en el cargo.
El 20 de junio pasado asumió la dirigencia acompañado de Iris Sánchez Chiu, después de que la comisión respectiva del CEN invalidara la fórmula de Zaira Fernández y Pascual Soto argumentando que no habían cumplido algunos requisitos de la convocatoria. La historia es conocida: Zaira y Pascual impugnaron, la Sala Superior del TEPJF con sede en Guadalajara remitió el expediente al TEE y éste falló a favor de la reposición del proceso.
Un proceso bastante desaseado que estuvo a cargo de un enviado del dirigente nacional Alito Moreno, el señor Jorge Meade Ocaranza, cuya estancia en Sonora también fue muy breve y ciertamente, polémica.
Una vez que la autoridad electoral ordenó reponer el proceso y convocar a nuevas elecciones, el CEN del PRI envió un nuevo delegado, el cenecista Ramiro Hernández García que asumió las funciones de dirigente y aunque este mostró más capacidad de negociación y una de sus primeras acciones fue reunirse con casi todos los exlíderes estatales, mantuvo los nombramientos que Onésimo e Iris habían hecho en el Comité Directivo Estatal.
Los efímeros dirigentes también hicieron lo propio e impugnaron la resolución del TEE y la mismo hizo la dirigencia nacional, pero ayer, la Sala Regional de Guadalajara ‘bateó’ esta impugnación y confirmó la orden para realizar elecciones y elegir a sus dirigentes en un nuevo proceso.
Onésimo Aguilera ha dicho que lo rechazado por la Sala Guadalajara es una impugnación presentada por el PRI nacional, pero que otra interpuesta por él fue aceptada, de manera que el resolutivo final se sabrá dentro de dos o tres semanas.
Se sabe que si el PRI va a una elección abierta, o incluso si esta se da en el Consejo estatal, Onésimo e Iris no tienen posibilidades de regresar a las oficinas que brevemente ocuparon en el edificio de Keneddy y Colosio, ya que Zaira y Pascual nunca dejaron de recorrer la milla visitando a las bases del partido en todo el estado, que en su mayoría fueron nombrados cuando las corrientes que representan dominaban la estructura.
De acuerdo con la más reciente resolución de la autoridad electoral, en la contienda solo podrán participar las dos planillas registradas y por lo que se ve, la de Zaira y Pascual llevan ventaja.
Como telón de fondo en toda esta trama, aparece la figura del dirigente nacional Alejandro Moreno, que no pasa por sus mejores momentos en términos de popularidad entre los priistas, señalado como está, de haber pactado con el gobierno federal del Morena para servirle de comparsa en sus intenciones de mantener a la Guardia Nacional en funciones de seguridad pública, mediante un madruguete que por lo pronto ya provocó que el PAN y el PRD declararan suspendida temporalmente la Alianza Va por México.
Alito, como se sabe, es el principal apoyo de Onésimo e Iris, y de su suerte depende en buena medida lo que suceda en Sonora. Su permanencia al frente del tricolor parece estar prendida con alfileres desde hace rato, y a menos que Morena le dé respiración de boca a boca, no se ve cómo pueda mantenerse en el cargo por mucho tiempo, considerando además la pesada carga en que se ha convertido para la alianza opositora, que ya tiene enfrente las elecciones estatales en Coahuila y Estado de México.
El otro escenario es que Morena, en correspondencia con la genuflexión del dirigente nacional priista, no solo se olvide del juicio de desafuero en su contra, sino que le aplique una RCP (Reanimación Cardio Pulmonar) y lo mantenga vivo para que le siga haciendo chambitas. Pero eso no es muy del agrado de los tricolores… ¿O sí?
Esta historia no termina de escribirse.
II
Al filo de la media noche de ayer (hora local en Sonora) el Senado de la República aprobó con los votos de Morena y sus aliados (PVEM, PT y PES) las reformas para que la Guardia Nacional pase estar operativa y administrativamente a cargo de la Secretaría de la Defensa Nacional.
Después de un largo y acalorado debate que se extendió por diez horas, el bloque opositor (PRI-PAN-PRD-MC) se mantuvo en el rechazo a la iniciativa, pero solo pudieron sumar 51 votos, contra 70 del bloque oficial.
El senador morenista Ricardo Monreal fue el único que se abstuvo.
El dictamen fue aprobado en lo general, y aunque hay artículos reservados para su discusión en lo particular, la decisión ya está tomada.
Lo anterior, porque no se trató de una reforma constitucional (que requeriría la dos terceras partes que Morena no tiene en el senado) sino de reformas a leyes secundarias que requieren solo la mitad más uno de los votos, que el bloque oficial fácilmente completa.
Al bloque opositor le queda el recurso de promover una acción de inconstitucionalidad ante la SCJN, pero a como están soplando los vientos en estos últimos días, parece que ha caído el último out en este juego.
Porque en la Suprema Corte, donde ayer se discutió otro tema candente: el de la prisión preventiva oficiosa cuya inaplicación había sido propuesta por dos ministros (Luis María Aguilar Morales y Norma Lucía Piña Hernández), estos retiraron sus proyectos, con lo que de momento el tema queda pendiente, pero todo parece indicar que los ministros, como Alito, tampoco aguantaron las presiones.
En los últimos días, el presidente de la República lanzó todas sus baterías contra los legisladores que estaban contra la reforma a la Ley de la Guardia Nacional y contra los ministros que proponían eliminar la prisión preventiva oficiosa (no la justificada) y, para estas horas ya puede decirse que el presidente ganó ambas partidas.
La aplanadora guinda, por si tenían alguna duda, goza de cabal salud.