Por: Arturo Soto Munguía
No es sencilla la tarea que se ha puesto como meta la presidenta del Congreso, Natalia Rivera Grijalva: pavimentar el camino del reencuentro de las instituciones -concretamente del Poder Legislativo- con una sociedad civil que por diversas causas ha tomado distancia y no tiene la menor de las ideas sobre el trabajo que allí se realiza.
Seguramente no es la única integrante de la actual legislatura a quien le interesa este tema, pero quizás sí la que tenga una idea más elaborada sobre la forma de abordar el reto.
No es física cuántica, ni una fórmula encriptada; se reduce a algo más sencillo aunque no se les da a todos: trabajo. Trabajo cercano a la sociedad civil, legislando sobre sus problemáticas concretas y los temas que tocan sus cotidianidades, pero sobre todo, integrando a esa sociedad a través de sus organizaciones a las labores legislativas.
En una entrevista concedida para la audiencia de la Red 93.3 en el Informativo Sonora en Red, donde me toca colaborar junto a Fernando Oropeza, la presidenta de la Diputación Permanente ejemplifica con dos casos muy específicos.
La reciente reunión con 30 gobiernos locales de Arizona (incluyendo tres comunidades indígenas) agrupadas en la Asociación de Gobiernos de Maricopa (MAG, por sus siglas en inglés) y la gestión de legisladores sonorenses para agilizar el trámite de un permiso especial a quienes viajen a cualquier lugar de Arizona y Nuevo México. Actualmente se tiene que tramitar ese permiso si se desea ir más allá de Tucson.
Y vaya que en Sonora hay gente interesada en obviar ese trámite.
El otro tema es el del parlamento abierto, producto de una reforma al artículo 129 constitucional, propuesta por la propia Natalia Rivera y aprobada por unanimidad y en seguimiento de la cual este mismo jueves serán presentados l@s siete integrantes del Comité Técnico Asesor, una instancia de participación ciudadana que coadyuvará a la socialización y discusión de iniciativas, dictámenes y temas diversos que son materia de debate en el Congreso.
Lo interesante de este punto es que por primera vez, la sociedad civil tendría la oportunidad de conocer y opinar sobre temas como los relativos a presupuestos, cuentas públicas y fiscalización, que hasta hoy eran objeto de discusión en ámbitos muy reducidos.
Pero vayamos por partes.
Primero, el encuentro con representantes de MAG se da por primera vez en Hermosillo, aunque se trata de una asociación con más de 70 años de fundada y con trabajos previos de coordinación con los gobiernos locales de Sonora para abordar agendas comunes, que por cierto son nutridas.
Solo como dato, el 70 por ciento del turismo que registra Arizona proviene de Sonora y de cada diez dólares que entran a ese estado, siete llegan de Sonora; incluso en tiempos de pandemia, cuando estuvieron cerrados los puertos terrestres, el 56% del turismo que visitó Arizona llegó desde nuestro estado.
Para darse una idea, por la frontera entre ambos estados se mueven anualmente de ida y vuelta, 18 mil millones de dólares. La relación entre ambos estados es pues, intensa. En lo comercial, pero también en lo industrial, la cultural, lo turístico y un sinfín de temas más, de allí que se hace necesario trabajar en la armonización de las leyes a ambos lados de la frontera, para mejorar los términos y las áreas de oportunidad en esa relación.
Por ejemplo, se sabe que en Arizona no se cuenta con un rastro certificado, de manera que toda su producción ganadera tiene que ser llevada a Nuevo México y Texas, siendo que en Agua Prieta existe un rastro de la Unión Ganadera Regional de Sonora, certificado incluso por autoridades pecuarias y sanitarias de Estados Unidos. Los ganaderos arizonenses podrían hacer uso de esas instalaciones abatiendo mucho sus costos y a la vez generando muchos empleos en México.
Ya hay un convenio también para becar con el 50% a todos los estudiantes sonorenses que apliquen y sean aceptados en la Universidad de Arizona, y como ese, existen muchos temas más en los que hay que fortalecer la relación bilateral y los diputados y diputadas sonorenses pueden colaborar mucho en ello.
Pero si de reencontrarse (y reivindicarse) con la sociedad civil se trata, el parlamento abierto es fundamental. Permite por ejemplo que si una iniciativa dictaminada en el Congreso es considerada lesiva al interés ciudadano, pueda revertirse en tribunales, equilibrando así las decisiones legislativas a partir del reclamo ciudadano.
Este jueves será presentado el grupo que conforma el Comité Técnico Asesor, una instancia encargada de elaborar el plan de acción para socializar todos los temas legislativos mediante convocatorias a la sociedad civil para que participen en su enriquecimiento por las vías que ese comité proponga: foros, plataformas digitales y cualquier otro espacio que consideren adecuado.
Se trata de dejar atrás la simulación de las consultas que terminaban en diálogos de sordos y provocar que la socialización de las iniciativas sea objeto de debates amplios, temáticos, que ofrezcan resultados concretos con los grupos interesados: en materia de políticas de género, de violencia contra los animales, de transporte y de toda la agenda que se discute en el Congreso, incluyendo dos de las tareas sustantivas del Poder Legislativo como lo son el presupuesto y la fiscalización de su ejercicio.
Como presidenta de la Comisión de Fiscalización, Rivera Grijalva sostiene que desde el inicio de su gestión ha trabajado con mecanismos de parlamento abierto, creando micrositios de consulta para darle publicidad a todo: dictámenes, sesiones, asistencia a las mismas, oficios, dictámenes y todo aquello que resulte de interés público.
De hecho, se ha encargado al Instituto Superior de Auditoría Fiscal que además de los legajos con las cuentas públicas y presupuestos, se entregue una versión en ‘lenguaje ciudadano’, una versión que pueda socializarse en sectores amplios de la sociedad, porque siempre se presentan en un lenguaje técnico que solo entienden los especialistas, como si quisiera esconderse de la mirada ciudadana, dice.
II
Como se estableció en un despacho anterior, la llamada Ley Ingrid no atenta contra la libertad de expresión, garantizada con sus respectivas limitantes en el artículo sexto constitucional. Pero para evitar interpretaciones en otro sentido, el gobernador del estado enviará una propuesta de modificación que especifique que no se afecta el ejercicio periodístico ni la labor de colectivos de búsqueda de personas desaparecidas.
Lo anterior lo estableció el propio gobernador en su rueda de prensa semanal, donde presentó avances en obras de infraestructura que ya están en marcha, como la carretera Agua Prieta-Bavispe con todo y sus 59 puentes que forman parte de la obra hidráulica. Algunos tramos ya tienen la carpeta asfáltica, y será entregada a más tardar el día último de diciembre de este año.
Y otra buena noticia es que están por entregarse varios tramos de la carretera federal 15, entre los que se encuentra el de las ‘curvas de Quijano’, a la altura de Ímuris, un tramo de curvas complicadas al que por fin se le está entrando. También el tramo que cruza Vícam y el límite entre Sonora y Sinaloa, que se encuentran en pésimo estado.
En el evento, el gobernador presentó un video sobre los avances en la planta fotovoltaica de Puerto Peñasco, donde también se están intensificando los trabajos. Pero nada mencionó de la invitación que hizo a reporteros y reporteras hace un par de semanas para visitar in situ la obra.
Ese tipo de giras están canceladas desde el principio de esta administración por razones estrictamente presupuestales, de pobreza franciscana y porque además la banda reporteril como niño Dios (picio).
El asunto es fácilmente salvable, sin embargo. Que cada quien lleve sus burritos de los que sea, sándwiches veganos para los de estómago delicado, o una torta de El Chavo para los todo-terreno, y sus respectivos sodones. Nada de chayoostiones en Las Torres o un ‘prófugo’ en que El Flavio, pa’ que vea que jalamos.
Por cierto, si algún día el gober va al más famoso restaurante del malecón en Peñasco, tiene que probar ese pescado y de paso averiguar la historia de su nombre.