Por: Arturo Soto Munguía
Parece un hecho consumado que este fin de semana el CEN del PRI declare improcedente el registro de Zaira Fernández y Pascual Soto como aspirantes a la dirigencia estatal del PRI, y convoque apresuradamente a una sesión de delegados para ratificar a la fórmula integrada por Onésimo Aguilera e Iris Sánchez Chiu.
Esta asamblea podría darse mañana sábado o el domingo y se anticipa que el conflicto estalle impredeciblemente, pues del lado de Zaira y Pascual están preparando a sus huestes para asistir a esa asamblea donde aseguran, la otra fórmula no tiene mayoría.
Lo que es un hecho es que la asamblea es obligatoria para la ratificación y tiene validez legal con un solo delegado que asista. Falta, sin embargo, que la contraparte lleve a sus consejeros y entonces se arme la rebambaramba.
Este viernes por la mañana, Zaira y Pascual están convocando a una tempranera rueda de prensa en la que seguramente abordarán el tema, toda vez que su eliminación de la contienda luce inminente.
Desde su equipo advierten que no se van a dejar y además de impugnar lo que consideran una imposición del CEN a cargo de Alito Moreno, se preparan para llevar el asunto a tribunales electorales, lo cual colocaría al PRI sonorense en un conflicto interno que a su vez permearía a otros niveles, pues aún tienen enfrente procesos de renovación de comités municipales y dirigencias de sectores y organizaciones.
“No nos vamos a dejar, Alito le ha declarado la guerra al priismo sonorense y vamos a ir a esa ganar esa guerra”, advierte Humberto Robles Pompa, uno de los aspirantes a la dirigencia estatal, que se hizo un lado para sumar su apoyo a la fórmula de Zaira y Pascual.
“Una cosa es el litigio en los tribunales, y otra es la lucha política que vamos a dar para impedir la imposición”, agrega.
Los argumentos del delegado del CEN, Jorge Meade Ocaranza para invalidar la fórmula de Zaira y Pascual tienen que ver con el no cumplimiento de algunos requisitos como no haber tomado el curso “Jesús Reyes Heroles”, mismo que fue convocado también súbitamente, previo ‘pitazo’ a Onésimo e Iris que sí pudieron acudir a la Ciudad de México. El CEN tampoco consideró la posibilidad de que el curso se pudiera tomar remotamente, como se llevaron a cabo otros eventos durante la pandemia.
Hay pues, tambores de guerra en el tricolor de Sonora, y este fin de semana las cosas se pueden poner feas.
II
No sé si ustedes tenían este dato, pero en Sonora han una población de 515 mil 347 perros y gatos en situación de calle. Independientemente de la chinga que se pegaron quienes hayan hecho este censo, esa cantidad animalitos deambulando por las calles de nuestras ciudades y pueblos derivan, necesariamente en un problema de salud pública, para los humanos y para ellos mismos.
De los 736 mil 210 perros y gatos que tienen un lugar en las familias humanas, más de medio millón van por la vida reproduciéndose sin control alguno, siendo presas de enfermedades, expuestos a toda clase de violencias y, dios no lo permita, sucumbiendo al aspiracionismo gastronómico de ciertos taqueros desalmados.
Hasta ahora, nadie había puesto el ojo en este problema, al menos no desde una perspectiva integral y transversal que de entrada crea la Unidad de Salud Animal cuya meta es lograr 20 mil esterilizaciones este año y 70 mil más en 2023 de acuerdo con lo anunciado ayer por el gobernador Alfonso Durazo.
Se sabe que en su campaña electoral, el entonces candidato sumó apoyos entre la comunidad animalera y sus distintas organizaciones que le plantearon tomar cartas en el asunto y avanzar en un programa de reducción de la sobrepoblación canina y felina y en el bienestar de animales abandonados y maltratados.
El programa busca generar conciencia ciudadana para la promoción de la esterilización y adopción masiva de animales en situación de calle, su atención médica y acciones preventivas de sensibilización comunitaria a partir de políticas públicas articuladas entre el gobierno y la sociedad civil.
Este es un programa plausible que vale la pena apoyar, y sería maravilloso que se comenzara a trabajar la idea de un hospital o clínicas públicas para atención a mascotas, pues los animalitos domésticos también se enferman y sufren accidentes, pero las clínicas privadas suelen tener precios elevados, fuera del alcance para miles de familias.
Quizás a usted le haya tocado llevar a su mascota a consulta, a vacunar, esterilizar o a atender alguna emergencia y salir de la veterinaria con la sensación de que pagó por una operación a corazón abierto en el CIMA, y todavía hay que pagar el medicamento.
En alguna ocasión, el Emilio Varela, pareja sentimental de La Camelia que ya tienen más de diez años siendo parte de la familia, salió inopinadamente a la calle y fue atacado salvajemente por el perro de una vecina, al que evidentemente no le cayó bien y lo mandó a la veterinaria con las tripas materialmente de fuera.
Duró internado cinco días y el chistecito nos salió como en siete mil pesos, aunque milagrosamente lograron salvarle la vida y aquí sigue dando guerra.
Pero en serio que si se concretara una veterinaria pública con tarifas accesibles, sería un hitazo y muy probablemente hasta autofinanciable. En fin.
En el evento, la fiscal estatal Claudia Indira Contreras presentó a la perrita ‘Golda’ que forma parte de un programa piloto de canoterapia para menores víctimas de violencia familiar o abuso sexual que no se encuentran en condiciones emocionales para rendir declaración ante las autoridades.