Por Víctor Fausto Silva D.
Cuando Jorge Elías Retes asumió el interinato en la presidencia de Navojoa, comentamos aquí la posibilidad de que se revelara como una grata sorpresa, primero porque su juventud y un sello propio podían dinamizar el trabajo de un ayuntamiento de cierta forma aletargado por la enfermedad que minó al “Mayito” Martínez y lo llevó a la muerte, y luego, por su afirmación de que conocía muy bien “lo que le duele a Navojoa”.
Vimos luego un arranque apegado a su ofrecimiento de convertirse más en un alcalde de calle que de oficina, con recorridos casi diarios por colonias y comunidades a las cuales llevó un mensaje esperanzador: habría diálogo con la gente y, sobre todo, soluciones a la problemática que ésta planteaba.
Elías Retes: Promoción preelectoral
Sin embargo, al paso de los meses, Elías Retes empezó a patinar donde mismo, y los navojoenses detectaron que si bien acudía a escucharlos, no llevaba nada más que promesas, porque pronto encontró el pretexto preferido de quienes se tiran largos para quedar cortos: no había recursos para responder.
Entonces, en colonias y comunidades que visitaba, empezó a olfatearse el tufo de la demagogia, con la sospecha –luego confirmada por allegados a él- de que no se trata de sacar adelante el paquete que le dejó el “Mayito”, sino de autopromoverse, de vender imagen porque le entró el gusanito de ser presidente municipal, pero no como relevista, sino por tres años.
Todavía no calentaba la silla, pues, cuando sus asesores (uno de ellos venido de la ciudad de México, según esto experto en cuestiones electorales) le vendieron la idea de que trae empaque suficiente para buscar la candidatura de Morena, pero para un trienio completo.
Según ellos, sólo era cuestión de placearse y “venderse” más entre el electorado, que apenas si lo identifica como empresario, porque como fugaz regidor no se le vio ni se le conoció que aportara nada en el Cabildo.
Las alertas se encendieron de paso también en Morena, pues desde la elección del mismo “Mayito” Martínez se convencieron de que primero llegan los advenedizos que los de casa.
Ya desde el pasado 9 de febrero, lo había advertido el dirigente del partido en Navojoa, Genaro Ochoa Vega:
“Ya sabemos que tendremos otro alcalde, que incluso, entre comillas, es regidor de Morena, pero no lo conozco, excepto por las redes sociales”.
Veterano luchar de izquierda, Ochoa Vega fue más allá:
“Nosotros sabemos que las cosas no andan bien como partido, ni como gobierno, en eso coincidimos todos”, e incluso criticó al fallecido “Mayito” Martínez, al señalar que “se fue y nos quedó debiendo mucho”.
La misma idea ha permeado entre la militancia original del partido guinda, a tal grado que desde ya existen corrientes internas moviéndose en un solo sentido a pesar de sus diferencias: impedir que Elías Retes se haga con la candidatura, porque de obtenerla estaría privilegiándose a empresarios y arribistas que nunca en su vida participaron en las luchas de la izquierda.
En contraparte, empresarios como “Kiko” Islas junior, hijo del ex dinosaurio del PRI (del mismo nombre y beneficiario de jugosos negocios en gobiernos emanados de ese partido en el Mayo), aparece como gurú en Morena, y específicamente como mentor de Elías Retes.
Antes lo fue también del “Mayito”, a quien elogiaba por ser profundamente religioso y de sólidos valores como la honradez, y que ahora se sabe, dejó un desgarriate administrativo que huele a desfalco por más de 100 millones de pesos, buena parte de los cuales fueron a parar a los bolsillos de su hermano Marcelo Martínez, gracias al jugoso cobro de obras inconclusas, mal hechas o de plano nunca ejecutadas. De ese pelo la honradez.
Y ahora, las mismas virtudes se las atribuye a Elías Retes, así que vaya usted sacando cuentas, estimado lector.
“Kiko” Islas: Primero los negocios
Días atrás, “Kiko” Islas hijo declaró que una de sus prioridades como empresario, es impulsar que el bisoño alcalde interino se reelija. Para nada mencionó siquiera a los navojoenses y sus necesidades, o a la militancia morenista: simple y sencillamente los empresarios van por todo…como antaño y como siempre, porque primero son sus negocios y sus proveedurías al amparo del poder.
En ese escenario, incentivado por Islas y por quienes lo lisonjean, Elías Retes recibió la inmejorable oportunidad de expandir su placeo prelectoral, gracias a los sucesivos festejos del Día del Niño, de la Madre (y no en cualquier local modesto, sino en el estadio de los Mayos) y del Maestro, todos masivos y con la oportunidad de “venderse” a gran escala, micrófono en mano y con discursos amelcochados.
A contrapelo de la supuesta ruina que llora en el Ayuntamiento, en los tres festejos echó la casa por la ventana, con comida, mariachis y regalos que algunos organizadores calcularon en más de 250 mil pesos por evento.
La pachanga de las Madres fue un inmejorable escenario para quienes le vendieron la idea de que por ahí se gana el sentimiento popular, pero a la par de que echó abajo el lacrimoso discurso por la falta de recursos, evidenció también la grosera explotación de la necesidad en quienes apenas tienen para sobrevivir, con concursos grotescos como el de baile, donde se entregaron hasta 5 mil pesos de premio a las ganadoras.
Contra lo que machaconamente se pregona de que “no somos iguales”, se siguen sacando de la chistera las mismas prácticas clientelares del PRI que ahora dicen aborrecer.
El viejo dicho del indio Cajeme, “antes como antes, ahora como ahora”, volvió a trocarse en “antes como antes, ahora como antes”, incluso volviendo predecible que Elías Retes y sus asesores revivan las estratagemas populistas de la ex alcaldesa Chayito Quintero, a quien en sus calenturas por reelegirse le daba por disfrazarse de catrina en los desfiles del Día de Muertos o de china poblana el 20 de noviembre.
Nada más falta que Elías Retes ya esté planchando el disfraz aquél que se ponía –a tono con su descocada jefa- el entonces Secretario del Ayuntamiento, Jesús Guadalupe Morales Valenzuela, con el cual formaba parte de la chunga popular recorriendo las calles vestido al estilo Conde Drácula.
Frivolidad aparte, lo que está golpeando en la cara a los navojoenses son el doble discurso y la demagogia de los que de dientes para afuera vomitan un pasado aborrecible, pero cuyos patrones de conducta y marrullerías electoreras llevan como tinta indeleble en su ADN.
Bacheo con tierra: Un insulto
Y si a nivel nacional se mandan “al diablo las instituciones”, aquí se manda a donde mismo las reales necesidades de la gente, porque mientras derrochaba miles de pesos del erario para su promoción personal en festejos por el Día del Niño, de la Madre y del Maestro, el alcalde Jorge Elías Retes lanzó un “innovador” programa para rehabilitar calles en Navojoa… ¡tapando baches con tierra!
En lo inmediato está provocando polvaredas al paso de los carros, y en cuanto llueva, lodazales y escurrimientos que irán a tapar los ya colapsados drenajes, que asfixian a la ciudad con la pestilencia de aguas negras corriendo como ríos por las vialidades. Para un grave problema, un parche peor.
Enmedio de tanta originalidad, nada más les faltó revivir aquél aberrante programa lanzado por doña Chayo, “Adopta un bache”, que delegó en la pobre gente la responsabilidad de rellenar calles con escombro, basura y lo que tuvieran a la mano.
Genaro Ochoa: Ya los están conociendo
No andaba muy errado Genaro Ochoa Vega al advertir sobre la llegada al poder de gente que los de abajo, los de a pie, ni siquiera conocían…pero ya los están conociendo.
Primero los advenedizos y los arribistas, no los pobres, que en Navojoa siguen clamando por servicios tan elementales como el agua potable o el drenaje.
