Por Víctor Fausto Silva D.
Mal, muy mal parada –coloquialmente diríamos que tembeleque- queda Gracia Anduro Grijalva cuando el propio gobernador Alfonso Durazo admite que en el Cecytes le hincaron el diente lindo y bonito al presupuesto, inflando escandalosamente los precios de los libros de texto que maneja dicho sistema educativo.
Días después de que Jorge Morales Borbón destapara la cloaca en su espacio “60 Segundos”, la señora compareció en una “mañanera” del mandatario –seguramente emplazada por éste- en la cual intentó capotear el golpe, pero más le valía no haber ido.
Se le vio insegura, balbuceante y casi temblorosa. A nadie convenció de que encabeza en el Cecytes una administración recta y transparente.
Quizás por su misma temblorina e inseguridad, levantó las sospechas del Gobernador y del Contralor Guillermo Noriega Esparza, que decidieron meterle lupa, para concluir que siempre sí hubo un manoteo tan descarado y orquestado que el propio Alfonso Durazo anunció haber ordenado (él, no Gracia Anduro) la suspensión de 5 mandos administrativos mientras se llega a la punta de la madeja.
“Inicialmente dijeron que no había ninguna irregularidad, y resulta que sí la hay, y en virtud de ello ordené la suspensión de todos y todas aquellas que participaron en este proceso”, señaló el Gobernador, añadiendo su compromiso de que situaciones así no serán toleradas.
“Esta es la primera prueba…y (se actuará) hasta donde llegue, hasta donde tope”.
En el contundente pronunciamiento del Gobernador no hay margen de duda o para interpretaciones: en el Cecytes que dirige doña Gracia apesta a corrupción. Y van sobre los responsables.
De entrada, la secuencia del caso deja material para varias lecturas:
1.- Debe reconocerse a Durazo Montaño que decidió agarrar el toro por los cuernos, porque no está el horno para bollos ni para que embarren a su gobierno con la corrupción que tanto le echó en cara él mismo a su antecesora Claudia Pavlovich.
Y en un contexto más amplio políticamente hablando, tampoco está para que se le señale como tapadera de trinquetes, porque además de ser Gobernador, encabeza el Consejo Nacional de Morena, que se apresta a defender la mismísima presidencia de la república el 2024.
El cacareado mensaje de “no somos iguales”, debe pasar del dicho al hecho y con medidas ejemplares, por lo menos en el caso muy personal de Durazo (porque a nivel nacional brota el drenaje todos los días) si quiere añadirle calidad moral a la marca guinda.
2.- Si bien de entrada no se incluyó a Gracia Anduro entre los suspendidos y casi seguramente sujetos a proceso, incluso penal, tampoco significa que la señora haya cruzado el pantano con su plumaje indemne y reluciente.
Primero, porque si hubo manoteo, por lo menos debió olfatearlo, si es que está tan pendiente de su deber. No es posible que no sospechara sobre la transa, cuando ella firmó los contratos por los libros, que de costar 5.2 millones de pesos el 2019, y por dos semestres, se hayan disparado hasta 22.2 millones por un solo semestre.
Hasta un humilde conserje del Cecytes hubiera “parado oreja” ante tan aberrante disparidad.
Y luego, porque aun suponiendo que la tuvieran atarantada mediante algún trance hipnótico, la confabulación se fraguó adentro, por gente de su mismo equipo y por ende, de todas sus confianzas.
Entonces, ¡qué clase de equipo escogió la señora! ¡Qué tino para rodearse de gente que a las primeras de cambio le tiró tremebunda tarascada al presupuesto del Cecytes!
¿Será posible tanta candidez, tanta buena fe y falta de malicia, como para dejar las arcas abiertas y que cualquiera les meta mano, sin que ella lo detecte?
Permítame dudarlo, estimado lector, pero aún concediendo que así hubiera sido, por lo menos, por lo menos, la señora se gana sobradamente las etiquetas de inepta y negligente, por dejar hacer y dejar pasar. Y eso si no llega hasta ella el hilo de la pestilente madeja que jalará el Contralor Guillermo Noriega
Todavía con eso y al más fiel estilo impuesto por el hoy aborrecido PRI, puede pasar que el hilo se rompa por lo más delgado, pescando “charalitos”, mientras a la señora Anduro se le busca reacomodo, aunque no se ve cómo podría sacudirse la chamuscada que está recibiendo.
3.- El asunto seguramente servirá para que en Etchojoa le vayan midiendo el agua a los camotes para la próxima sucesión municipal, porque para nadie es un secreto que doña Gracia “anda que se las pela” por la candidatura de Morena para la alcaldía, aunque con este antecedente, llegaría a la contienda más raspada que un mueble mal jaloneado en alguna mudanza.
Y si no supo cuidar o no se dio cuenta (¡Mjú!, es un decir) de cómo su equipo le saqueaba las arcas en el Cecytes, imagine usted lo que pasaría teniendo a su disposición ¡una tesorería municipal!
4.- El caso de la corrupción admitida por el propio gobernador Alfonso Durazo, viene a confirmar la falacia de que con la llegada de Morena al poder llegó también la más absoluta honorabilidad y honradez (no mentirás, no robarás y no traicionarás), o que cualquier morenista está a un tris de ser beatificado, con el sólo sello de su militancia.
Como decían los viejos de pueblo: en donde quieran se cuecen habas…
