EL ZANCUDO | SALINAS PLIEGO, EL AMIGO DEL PRESIDENTE

Arturo Soto Munguia

Si 30 millones de personas participaron voluntaria y activamente en un reallity show mexicano donde uno de los momentos climáticos fue cuando a alguien le embarraron crema en el culo para intentar meterle por allí un cepillo, es enteramente explicable por qué un tipo como Ricardo Salinas Pliego ha acaparado audiencias en Twitter a partir de una serie de patanerías y barbajanadas misóginas que aderezan su campaña contra ‘el virus del comunismo’ en México.

En el reallity show mencionado no vale la pena detenerse mucho. Desde que ‘El Tigre’ Emilio Azcárraga Milmo declaró en 1993, como dueño de Televisa, que era ‘un soldado del presidente’ y que hacía televisión para jodidos, la televisión-basura ha estado presente para beneplácito del rating y para el entumecimiento de la conciencia crítica.

Textualmente, ‘El Tigre’, considerado entonces el hombre más rico de América Latina declaró: “México es un país de una clase modesta muy jodida… que no va a salir de jodida. Para la televisión es una obligación llevar diversión a esa gente y sacarla de su triste realidad y de su futuro difícil”.

Treinta años después, para beneplácito del rating y el entumecimiento de la conciencia crítica, las cosas no parecen haber cambiado mucho. Cambiaron algunos protagonistas, otros mutaron; migraron algunas audiencias, otras se refugiaron en las redes sociales pero en general, las palabras del magnate televisivo siguen explicando esa realidad nacional donde la gran masa acude gustosa a la evasión de sus cotidianidades usualmente complicadas, pero desprecia con un mohín de apatía los roles protagónicos en la cosa pública, incluyendo aquellos aparentemente sencillos pero señaladamente graves como decidir mediante su voto a quiénes les dan las riendas del gobierno.

En ese contexto no es raro que aparezca un tipo como Ricardo Salinas Pliego en una versión remasterizada del ‘soldado del presidente’, de quien se dice su amigo, muy amigo, encabezando una feroz campaña a través de la televisora que le concesionó el gobierno federal, y a través de sus cuentas personales para alertar a los mexicanos a través de una escandalosa narrativa muy setentera, sobre el peligro del adoctrinamiento comunista por la vía de los libros de texto gratuitos.

Vale decir que a diferencia de Emilio Azcárraga Milmo, este nuevo ‘soldado del presidente’ la ha emprendido contra el gobierno en turno, contra la llamada ‘cuarta transformación’ y contra algunos personajes de la clase gobernante y su partido, señaladamente contra la senadora Citlalli Hernández, que ciertamente no es una perita en dulce, pero no merece -como no lo merece ninguna otra mujer (o varón)- el bullying salvaje con que el poderoso empresario la trae de bajada: “cenagorda”, “cerdidora pública”, “marrana” son apenas tres de los muchos epítetos con que sistemáticamente Salinas Pliego alude a la senadora.

Ha replicado también el escarnio de otros internautas aludiendo a la supuesta orientación sexual lésbica de Citlalli Hernández, y él mismo se ha mofado del sobrepeso y la apariencia de la senadora. Se sigue mofando, de hecho, pese a que el INE ya ordenó medidas cautelares para que cese el acoso, a partir de una denuncia presentada por la senadora por violencia política en razón de género.

Y aquí la cosa se pone interesante, porque abrió un debate muy serio sobre las facultades del INE y los alcances de las mismas; sobre las responsabilidades y prerrogativas de los funcionarios; sobre los linderos de la libertad de expresión, que por cierto están constitucionalmente acotadas no solo para servidores públicos, sino para periodistas y para cualquier ciudadano.

Llama poderosamente la atención que hasta ahora, el presidente de la República, no haya tocado ni con el pétalo de un extrañamiento a su amigo Ricardo Salinas Pliego. Por mucho menos de lo que ha hecho, dicho y publicado su amigo, el presidente ha quemado en la hoguera de las mañaneras a cualquier otro empresario de la comunicación y por docenas, a reporteros, columnistas, editorialistas y activistas.

Y eso que la historia empresarial de Salinas Pliego no le pide nada a la de cualquier otro gran empresario que haya amasado sus fortunas al amparo de los gobiernos neoliberales, que se encuentra bajo una histórica sospecha de corrupción y que entre otras cosas, adeude miles de millones de pesos a la hacienda pública.

Esa es una de las vertientes de este caso. La otra es el fenómeno social que representa. Sobre todo en redes sociales, donde la conversación pública se encuentra salvajemente atomizada en dos polos que se descalifican y agreden con singular naturalidad y desparpajo, normalizando la violencia verbal y simbólica.

Citlalli Hernández no solo es una servidora pública y dirigente política de Morena. Es, hoy por hoy la encarnación misma de un proyecto de nación que así como tiene seguidores y devotos a pasto, así tiene también odiadores furibundos que, en aras de la descalificación del proyecto no se tientan el corazón para acuchillar simbólicamente la humanidad de la senadora, 24/7.

Es impresionante la cantidad de cuentas en Twitter -reales, trolls y bots- que se han sumado a ese linchamiento, azuzadas por el nuevo soldado del presidente, que a fe mía representa hoy la principal amenaza de ‘golpe blando’ para la hegemonía en turno.

Sería cómico, si no fuera tan trágico lo que está ocurriendo. Una vez, a propósito del aniversario de TV Azteca, Salinas Pliego anunció una campaña en la que regalaría casas, carros, pantallas, motocicletas y otras cosas, repartiendo su fortuna. En su cuenta de Twitter la sustentó de esta manera: “Para que vean que yo también puedo regalar dinero a los huevones”.

Y entonces sucedió lo inesperado. Hubo un chingo de gente, donde sobresalían algunos furibundos obradoristas, que, asumiéndose como los huevones aludidos, prácticamente le suplicaron al empresario, llamándolo “Tío Richie”, que les diera más detalles para poder participar de las promociones.

Me quiero morir.

Llamar a la mesura puede ser una romántica aspiración, considerando que ha sido el propio presidente quien cotidianamente le dedica un par de horas en cadena nacional y a través de todos los medios al escarnio de sus adversarios, a los chistoretes con risas grabadas y amplificadas por su poderosa red de difusión, al denuesto y la descalificación.

Y esa ha sido la coartada perfecta para atrincherarse del otro lado, validando, en aras de la oposición a un gobierno con el que no se concuerda, campañas tan pestilentes como las que encabeza Salinas Pliego, el ‘amigo’ del presidente al que este, por alguna razón que no se sabe pero se sospecha, sigue tratando con demasiado comedimiento, para despecho de Citlalli, El Fisgón, Epigmenio Ibarra, Marx Arriaga, La Jornada y todo ese ejército donde se incluyen cabos y sargentos malpagados, que hoy ha sido puesto en jaque por un amigo del presidente al que hasta ahora, el presidente ha decidido no tocar ni con el pétalo de un extrañamiento, por razones que no se saben, pero se sospechan.

II

Qué rendidor le ha salido el Plan Sonora de Energías Sostenibles al gobernador Alfonso Durazo. Si la semana pasada estuvo acompañado del embajador de Reino Unido, Jon Benjamin para mostrarle los impactos benéficos de este plan en las comunidades rurales de la sierra; el fin de semana hizo lo propio con directivos de la empresa Pacific Limited.

Esta empresa está a cargo de la construcción y posterior operación de la planta de licuefacción de gas natural en Puerto Libertad, cuya inversión de más de 15 mil millones de dólares casi triplica el monto de lo que Tesla invertirá en su nueva planta en Nuevo León. Esta es la inversión más grande que una empresa privada haya realizado alguna vez en la historia de México, en el sector energético.

En este encuentro participaron los alcaldes de los 10 municipios por los cuales pasará el gasoducto que viene desde Texas y cruzará los estados de Chihuahua y Sonora por Bacerac, Huachinera, Villa Hidalgo, Huásabas, Cumpas, Arizpe, Cucurpe, Santa Ana, Trincheras y Pitiquito.

En este proyecto se contempla la generación de 13 mil empleos directos y 21 mil indirectos durante la etapa de construcción.

El motivo de la reunión fue para explicar a los alcaldes los beneficios de este proyecto en el que se evitará la afectación a las poblaciones y áreas ambientalmente sensibles de la región.