EL ZANCUDO | SE VAN 80 MILLONES DE DÓLARES DE SONORA

Arturo Soto Munguia

Apenas ayer hablábamos de lo rendidor que le había resultado el súper promocionado Plan Sonora de Energías Sostenibles al gobernador Alfonso Durazo, cuando ayer mismo la empresa De Luna Lithium Battery anunció su decisión de migrar una inversión de 80 millones de dólares que debería concretarse en Sonora, al Estado de México.

El argumento de la empresa fabricante de baterías de litio es que debido al cambio de titular en la secretaría de Economía estatal, se demoraron los trámites y mejor optaron por dirigir su inversión al centro del país.

Como se recordará, el gobierno condicionó a las empresas que quisieran explotar el litio en Sonora (del que por cierto no se ha extraído un gramo) es que establecieran sus plantas aquí, con el objeto de generar empleos y detonar la economía regional. De Luna Lithium, obviamente no se mostró interesada y eso quizá se deba a que la principal materia prima para su producción (el litio) lo tiene que comprar a China.

Si en Sonora no hay aún producción de ese mineral, le daría lo mismo establecerse en cualquier otro estado que le ofrezca otra clase de ventajas comparativas y estímulos.

A reserva de lo que hoy diga al respecto el gobernador en su rueda de prensa semanal, la secretaría de Economía estatal difundió un boletín con declaraciones de la titular, Margarita Vélez de la Rocha aduciendo de entrada que el gobierno de Sonora mantiene las puertas abiertas a la empresa en cuestión, precisando además que esta no presentó el proyecto y por tanto no ha sido sometido a revisión “a pesar de haberse pactado con anterioridad tres citas, mismas que no fueron atendidas por los interesados”.

Sostuvo que la dependencia a su cargo “en todo momento ha atendido a la empresa, así como a todos los inversionistas para realizar la tramitología de permisos que se solicitan en los tres niveles de gobierno para un establecimiento rápido y ordenado, pero sin menoscabo de los requisitos de ley”.

Ahí están las dos versiones, veremos si más adelante la empresa responde a las declaraciones de la titular de Economía.

II

Vaya ventolera que desató el triunfo de Javier Mileil en las elecciones primarias en Argentina. El candidato de la derecha pampera fue el más votado en esta elección, lo cual con ser sorprendente no lo es tanto como el hecho de que la coalición del partido gobernante se fue hasta el tercer lugar, lo que hace prever una derrota en las constitucionales del próximo mes de octubre.

¿Pero qué tiene que ver la elección en aquel país sudamericano con México?, se preguntará el internacionalista lector, la geopolítica lectora.

En sentido estricto, nada, pero en un sentido más amplio envía algunas señales sobre el relanzamiento de liderazgos de la derecha populista para contraponer a gobiernos populistas de izquierda.

Javier Mileil es un tipo excéntrico, ruidoso y vociferante identificado con las posiciones de derecha más recalcitrantes y de acuerdo a los resultados de estas primarias, podría estar alzándose con el triunfo en la elección presidencial de octubre, considerando que la segunda fuerza en las primarias está menos identificada con el peronismo gobernante que con Mileil. Quienes han analizado el tema sostienen que por primera vez desde la década de los 90, el peronismo podría no competir en la segunda vuelta.

En la antesala de la sucesión presidencial en México, hubo muchas interpretaciones sobre lo ocurrido en Argentina y, como suele suceder las posiciones se polarizaron. Desde el oficialismo morenista hubo lamentos y malos augurios porque se anticipa la derrota de la izquierda gobernante; mientras que del lado opositor se alimentó la esperanza en el voto de castigo que evidentemente provocó aquel resultado.

Claro, las condiciones en México y Argentina no son las mismas y ese resultado no puede traslaparse mecánicamente.

Pero lo notable del caso es la posibilidad de que en medio de un contexto de polarización política como el mexicano, surja algún líder carismático del tipo de Mileil, que se asemeja mucho a Bolsonaro en Brasil o a Donald Trump en Estados Unidos.

No hay en estos momentos un personaje así compitiendo en la sucesión presidencial mexicana, pero no han sido pocos los analistas que han advertido sobre lo que está ocurriendo con Ricardo Salinas Pliego, un tipo bravucón y altanero que de unas semanas a la fecha se ha posicionado como un feroz crítico de algunas iniciativas gubernamentales y, aunque no ha roto con su amigo López Obrador, la ruta de una ruptura no se descarta, sobre todo si el conflicto entre el empresario y varios personeros de Morena sigue escalando.

Es difícil pensar que Salinas Pliego se anime a participar en la contienda, pero ya ha enviado señales interesantes pretendiendo atraer la atención de la alianza opositora formada por PRI-PAN y PRD, acusándolos incluso de tibieza al no sumarse a las campañas de odio que trae contra una senadora de Morena, varios dirigentes y funcionarios del gobierno federal.

Tampoco se antoja posible que, si se decide a participar tenga alguna oportunidad de triunfo, aunque sí puede concitar el voto de un sector de la población mexicana que comienza a hacer eco de su narrativa ultraconservadora, anticomunista y últimamente ferozmente crítica de los fallos del gobierno.

Quizás se esté gestando un personaje que en los próximos años irrumpa en la escena político-electoral en México, del modo en que han irrumpido otros personajes de ese perfil en otras partes del mundo.

Qué nervios.