La casa principal del hotel “Hacienda de los Santos” (aunque nunca fue hacienda, las haciendas se encontraban a las afueras de las poblaciones y se extendían por cientos o miles de hectáreas), localizada sobre la calle Antonio Molina, antes conocida como Calle del Ángel, es uno de los edificios más conocidos y visitados de la ciudad, gracias, precisamente, al establecimiento del hotel a mediados de los años noventa.
Esta casa, que señalamos principal, porque la totalidad del hotel se levanta sobre cinco predios, cada uno con su historia, la podemos rastrear hasta mediados del siglo XIX, cuando era propiedad de la familia Gil Lamadrid, habiendo sido heredada por dos hermanos del mismo apellido: Yldefonso (sic) y Concepción. A ellos dos fue comprada, la primera mitad a Yldefonso en 1882 y la segunda parte a la señorita Concepción en 1884, por don Ignacio Otero García Herreros, quien se instaló ahí con su esposa Guadalupe Terminel Amarillas.
En poder de la familia Otero Terminel permaneció la propiedad durante las últimas dos décadas del siglo XIX y las primeras del veinte. Si bien el edificio guarda apariencia del siglo XIX, realmente lo que hoy podemos ver es una construcción apenas del siglo pasado, ya que en abril de 1901 un fuerte incendio arrasó con la casa, por lo que la señora Guadalupe Terminel, ya para entonces viuda, tuvo que reconstruirla prácticamente desde los cimientos, estando concluida en 1905.
Por entonces se reconocieron sus linderos de la siguiente manera: al sur con arroyo del Agua Escondida; al norte, calle de por medio, con la casa de doña Faustina Salido de Goycoolea; al poniente con la Casa de Moneda y al oriente con callejón/pasadizo y casa de doña Francisca Otero de Salazar.
Juan Carlos Holguín Balderrama
Cronista municipal