Por Arturo Soto Munguia
Sonora volvió a ocupar un lugar importante en la mañanera presidencial de ayer, cuando compareció el secretario de Seguridad federal, Omar García Harfuch citando los resultados obtenidos en el área a su cargo y los consignados en la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana correspondientes al pasado mes de marzo.
La coordinación entre los tres niveles de gobierno está mostrando avances significativos y la encuesta muestra mejoras en la percepción de inseguridad en varios municipios sonorenses como Cajeme, Hermosillo y Nogales que son los que periódicamente evalúa el INEGI.
Con base en esos datos destaca el caso de Hermosillo, donde la percepción de inseguridad decreció de 48.9% a 46.2%; Nogales bajó de 44.1 a 41.5% y Ciudad Obregón tuvo una disminución del 86.6 al 83.2%.
Claramente hay una reducción sostenida en esos municipios, que en los últimos años han tenido altibajos, pero en los meses más recientes los ciudadanos encuestados manifestaron percepciones a la baja.
Con todo y que en Cajeme siguen registrándose hechos violentos y delitos de alto impacto de manera más frecuente que en los otros dos municipios evaluados, también ha bajado la percepción de inseguridad. En el caso de Hermosillo y tiene rato que esta tendencia se mantiene y aquí hay que abonarle no solo a la coordinación con el estado y la federación, sino a los esfuerzos propios del alcalde Antonio Astiazarán que en su segundo periodo ha reforzado notablemente las tareas de la corporación municipal, con capacitación, equipamiento y sobre todo la entrega de patrullas eléctricas, que por cierto ya sustituyeron casi en su totalidad a las viejas unidades que funcionaban con gasolina.
El foco de atención se encuentra en San Luis Río Colorado, donde tuvo que implementarse de nueva cuenta el mando único coordinado por la Policía Estatal de Seguridad Pública, luego de un periodo en el que este se retiró, solo para registrar un nuevo repunte en hechos delictivos. Pero en general, la estrategia del gobernador Alfonso Durazo se ha traducido en mayores aseguramientos de armamento, vehículos, drogas y personas generadoras de violencia.