por Arturo Soto Munguia
El día de ayer comenzó con muy buenas noticias. En su segunda aparición pública desde su convalecencia por una cirugía que lo mantuvo dirigiendo las riendas del estado desde su casa por más de 20 días, el gobernador Alfonso Durazo encabezó el arranque de la reforestación del bosque urbano La Sauceda, donde comenzaron a sembrarse más de cuatro mil árboles de 14 especies nativas.
El valor de estas acciones reside en su proyección de largo plazo pues no se trata, como dijo el gobernador, de una obra de relumbrón, sino de un proyecto integral para el disfrute de las nuevas generaciones a quienes les tocará ver cómo ese parque urbano que duró un par de décadas en el olvido se transforme en el Chapultepec de Sonora.
La Sauceda está destinada convertirse en el nuevo gran pulmón de la ciudad con un modelo de desarrollo sostenible que integre no solo la infraestructura y atractivos para la recreación y la atracción de turismo; también contempla intervenir para construir un gran parque lineal desde esa área hasta La Victoria en la zona rural oriente; el aprovechamiento del vaso de la presa que se encuentra totalmente azolvado y ya no permite el aprovechamiento del agua, así como una serie de obras en el Cerro de la Cementera con andadores y rutas para ciclistas.
Por cierto, el gobernador reveló que al inicio de su administración ya le había puesto el ojo a ese cerro para la creación de atractivos turísticos y deportivos, pero afortunadamente sus dueños (Grupo Banorte) accedió a venderlo en un precio simbólico de tres millones de pesos.
Hay grandes proyectos para esa zona, nada más falta el dinero. Pero momento: resulta que el gobernador informó que ya tiene personas interesadas en adquirir un predio de 350 hectáreas en San Carlos, que un gobierno anterior otorgó a un particular en un proceso lleno de irregularidades.
Ese terreno tiene un valor superior a los siete mil millones de pesos, recursos que serán utilizados en la concreción de este megaproyecto urbano que incluye la armonización de un corredor turístico que integre el centro histórico, el mercado municipal, el Museo Regional de Historia, La Sauceda, el Cerro de la Cementera y el parque lineal a La Victoria.
Ambicioso, sí, pero sobre todo, pensado para las generaciones futuras.
Por lo pronto, la reforestación inició en dos polígonos donde se plantarán 4 mil 176 árboles de 14 especies nativas como guayacán, palo fierro, mezquite, palo verde, palo brea, bagote, vinorama, torote prieto y blanco, palo dulce ocotillo macho y tesota, entre otras.
Acompañaron al gobernador en este evento la Jefa de la Oficina del Ejecutivo, Paulina Ocaña, el director de CEDES, Carlos Ernesto Zatarain; el director de La Sauceda, Jesús Madrid del Río, la diputada Azalea Guevara y el presidente del Congreso, Omar del Valle Colosio.